La dramaturga y directora Raquel Rojas toma el desafío de representar a una de las voces femeninas más importantes de la poesía paraguaya y latinoamericana, ahondando en los episodios de su paso por las prisiones clandestinas del país durante la dictadura militar. “Carmen coraje” es un alegato de la lucha contra la adversidad, un mensaje universal desde una particularidad ejemplar, un ejercicio teatral de fuste.

“El coraje es fundamen­tal para llevar adelante un teatro crítico en nuestro país”, dice Raquel Rojas, quien estrena el próximo 27 de setiembre una obra que invita al espectador al aprendizaje de un tiempo difícil durante el reino del terrorismo de Estado en los países de América Latina.

“Desde los años 60 Carmen Soler cae presa y fue tortu­rada varias veces. La valiente y tenaz militante, no obs­tante, pudo escapar de los calabozos del estronismo con ayuda de sus parientes –de su hija Matena Aponte y su madre la señora Carmen Canale, amigos y camaradas, y apoyada sobre todo por su compañero de vida y lucha, Luis Casabianca, activo diri­gente de izquierda”, recuerda Rojas.

Rojas centra la acción dramá­tica en la última prisión polí­tica de Soler en el año 1968, en la que fue desaparecida en el calabozo de la Técnica, tortu­rada y amenazada de muerte por el régimen de Alfredo Stroessner. “El desenlace de esta obra es una mezcla de fic­ción dramática y realidad”, anticipa la directora.

Por ello, “Carmen coraje” sube a escena con el prota­gónico de Carmen Briano con poemas originales de la homenajeada, en un ejercicio de teatro crítico.

“A mí no me gusta el amateu­rismo, lo respeto, me parece una forma muy válida de expresarse, pero el que se dedica al teatro tiene que hacerlo de alma y vida. Eso es profesionalización. Que viva mal o bien de eso es un problema gremial que es otra lucha, pero sobre todo en el aspecto de la entrega es lo que yo debo destacar de Carmen Briano en esta obra”, apunta. “Se ha entregado mucho durante estos tres meses, lo que le agradezco porque me ha permitido realizar con ella una dramaturgia escénica y una dirección totalmente profesional sobre su perso­naje”, cuenta.

Aquí su diálogo con La Nación/Nación Media:

–Cumpliste 50 años de tea­tro y esta obra es la número 70 que montás. ¿Por qué la figura de Carmen Soler para esta nueva apuesta?

–Porque la personalidad y tra­yectoria de Carmen Soler son un faro de luz al futuro para las mujeres de mi generación y para los jóvenes. Una mujer que nacida en una cuna de burguesa es capaz de renun­ciar a sus privilegios por per­seguir sus sueños de trans­cender como artista y como mujer en el infértil país de la dictadura paraguaya y unirse a defender las causas más des­protegidas como indígenas, campesinos y obreros con las penosas consecuencias que le deparó esta vida de lucha: cárcel, persecución, torturas y exilios. Esa mujer merece ser recordada y sobre todo merece ser honrada como un ejemplo de ser humano en un país que no promueve a sus mejores mujeres y hombres.

CORAJE

–La vida de Carmen Soler, su obra poética, tienen como fases que siempre parecen incrementar su valor el coraje. ¿Cómo lo sentís vos?

–Carmen, “La poeta de com­bate”, al decir de Augusto Roa Bastos, y su pareja, Luis Casa­bianca, eran inclaudicables en su defensa de las causas populares, por la liberación del pueblo paraguayo de la tiranía. Ambos llegaron a integrar el FULNA (Frente de Liberación Nacional), uno de los brazos armados que se articularon como táctica política en la larga lucha popular contra la dic­tadura estronista. Salvando distancias, de Carmen en este caso, se requiere mucho coraje para hacer una vida cultural de 50 años en Para­guay ¡Mucho coraje!¡Por eso me represento en la vida y la fuerza de esta gran mujer que simbolizo en la obra!

–Perfeccionaste tu ofi­cio en el mundo y fuiste alumna de los maestros italianos Franca Rame y Darío Fo. ¿Qué cosas de ellos son imprescindibles o permanentes en tu obra?

–Para mí fue fundamental haber sido alumna de ellos y también fui alumna de Giorgio Strehler en el Píc­colo Teatro de Milán. Me considero alumna de direc­ción teatral de Strehler, que profesionalizó este oficio. De allí saqué de él los grandes fundamentos y creo que es uno de mis aportes al tea­tro paraguayo, porque he trabajado todos estos años no en la actuación, sino en la construcción de una dra­maturgia escénica y una dirección teatral profesio­nalizada. Eso viene del Pic­colo y la influencia de Darío Fo (Premio Nobel de Litera­tura en 1997) y Franca Rama ha sido el teatro político crí­tico, identificado con reivin­dicaciones sociales, ciuda­danas y con una postura de cambio social y cultural.

–Lo llamaste biopic tea­tral. ¿Hay en este tipo de libreto una técnica especial?

–En esta obra Fo y Rame me han influido en centrar. Ellos habían hecho una obra acerca de una presa política alemana que centraban en un aspecto de esa prisión y yo también lo hago en la última prisión polí­tica de Carmen Soler. En ese sentido, me considero real­mente inspirada y alumna de ellos porque eso me ha posibi­litado poder brindar un bio­pic muy especial, pero más bien de la manera como Car­men fue capaz de soportar esa prisión con la amenaza de muerte permanente.

–Carmen Soler es una poeta conmovedora. ¿En cuánto hace falta reco­rrer esa “Asunción clan­destina” de ella para acer­carnos a su actuar?

–Agradezco como investi­gación de base, que inspiró a mi escritura de la obra tea­tral, el libro “Asuncion clan­destina de Carmen Soler”, de Noelia Cuenca y Najeeb Amado. Carmen Soler ha luchado y dado la mayor parte de su vida e integridad para liberar al Paraguay de la opresión, luchando siem­pre por la construcción de un Estado paraguayo democrá­tico, incluyente y con justi­cia social.

La actriz Carmen Briano, protagonista de “Carmen coraje”

MEMORIA

–Como permanente lucha­dora por los derechos cul­turales, ¿qué política de memoria te parece se debe­ría llevar adelante para educar a los niños y jóvenes para que entiendan la dic­tadura que vivió el país?

–El Estado cultural debe­ría educar al ciudadano con la conciencia de un ¡Nunca más! al terrorismo de Estado y eso no ocu­rre. Hasta ahora se hacen loas a Alfredo Stroessner, el tirano dictador de más larga data en América, con millares de muertos, des­aparecidos, torturados y exiliados de su patria. Es como si en Alemania se hicieran loas a Adolf Hitler. No lo permitirían la socie­dad ni el Estado.

–¿Cómo ves el momento de la escena teatral nacional?

–Este sistema imperante hoy en el Paraguay no educa ni da cultura, despoja al ciudadano de sus valores para volverlo más consumista y más frí­volo. Y en ese ambiente noso­tros hacemos cultura y artes para el cambio social y cultu­ral. ¡Qué quijotada!

–¿Cómo evaluás este largo camino recorrido?

–Al volver la vista atrás estoy orgullosa de todas mis obras y también que ni una sola persona del público me haya reclamado jamás aburrimiento o disgusto por haber sido parte de mis espectáculos. También enseñé y trabajé con jóvenes actores y actrices a quienes les di herramientas profe­sionales y que han hecho su camino en el difícil mundo de la escena. Eso es parte de mi buena siembra. Abordé cuestiones sociales mucho antes de que sean populares en el ambiente como temas indígenas (ayoreos), edu­cación sexual libre e infor­mada, violencia contra la mujer, educación crítica de la historia, inclusión, lucha contra la pobreza, campe­sinos, feminismos y dere­chos humanos. Una dra­maturgia viva que desde lo social y cultural busca caminos para el cambio desde el teatro.

Carmen Soler, en el FULNA (Frente de Liberación Nacional)

CONFIESO QUE HE CREADO”

“Confieso que he vivido”, diría Pablo Neruda y yo diría “Confieso que he creado”, resume Raquel Rojas. Dra­maturga, actriz y directora de teatro, vuelca su mirada crítica sobre las carencias estructurales para fomen­tar la creación.

–¿Qué recomendarías hacer desde tu experien­cia en lo que hace a infraes­tructura y fomento de las artes escénicas?

–Cada vez este arte y ofi­cio, el teatro, se torna más cuesta arriba en un país donde no tiene apoyo y ni una silla institucional en las políticas públicas, ya sea en la administración central o en la Municipali­dad de Asunción. Hay tres orquestas oficiales, un con­servatorio, tres ballets pro­fesionales y nunca un elenco profesional de teatro ni un elenco comunal de tea­tro, aun cuando está apro­bado por las ordenanzas. Es muy difícil suplir el rol del Estado en dar teatro al público, ciudadanía y con­tribuyente cuando no tene­mos más apoyo que fondos cada día más magros, sin sitios profesionalizados de montaje (teatros con luces, sonido y técnicos). Además, el que tenemos, el Teatro Municipal, está a un precio altísimo y volcado al mer­cado del entretenimiento, por lo que no ofrece cultura teatral de arte a los contri­buyentes de Asunción.

–Se hace todo muy difícil.

–¿Quién reconoció que, durante estos 50 años de trabajar tanto y buscar dinero y recursos entre las piedras, hemos estado for­mando recursos artísticos para hacer un arte prolífico? Deberían hacernos más fáciles las condiciones para poder realizar proyectos más ambiciosos que hagan a un ambiente teatral más profesional, más original. Si yo hubiera podido tener un teatro público de arte en Paraguay, hubiera hecho maravillas, pero lamenta­blemente me tocó hacerlo en privado y yo creo que las puestas han sido también muy profundamente estéti­cas. Pero si lo hubiera hecho con un gran elenco muni­cipal o nacional, hubieran realmente impactado como debe impactar el gran teatro público de arte.

FICHA TÉCNICA

“Carmen coraje” es una puesta de El Camarín Cultural de Asunción que se presentará los días 27, 28 y 29 de setiembre, 4, 5 y 6 de octubre en el Arlequín Teatro (Antequera 1061).

Es una obra original bajo la dirección de Raquel Rojas inspirada en la vida de la poeta Carmen Soler a 100 años de su nacimiento.

REPARTO

Actriz invitada: Carmen Briano, protagonista

En otros roles: Mariel Rodríguez (periodista) y Wilfrido Acosta (comisario de la Técnica)

Equipo técnico creativo

Creación de banda sonora con sonidos y efectos y operación: Gustavo Aguilera

Diseño de luces y grabación: Martín Pizzichini

Operación: Carlos Vera

Ambientación: Raquel Rojas

Utilería: Hugo Matto, Emi Ortellado y Luis Manero

Vestuario: Gloria Rojas y Carmen Briano

Flyer, video y grabación audiovisual: Carlos Román

Fotos de archivo: “La Asunción clandestina de Carmen Soler”, de Noelia Cuenca y Najeeb Amado.

Maquillaje: Luis Enrique Arce

Músicas incidentales: “Penas encimadas”, de Carlos Noguera y Mariví Vargas, y “Mborayhu asy”, interpretada por Purahéi Soul; “María de la Paz”, de José Asunción Flores, por la Orquesta Sinfónica de Moscú.

PRODUCCIÓN

Administración: Carmen Mora

Enlace de prensa y medios: Beatriz Pompa

Marketing y community manager: Ernesto Rojas

Obra realizada con apoyo del Fondo de Desarrollo de la Cultura (Fondec) y de la Fundación Cerro Porteño bajo la presidencia del Arq. Víctor González Acosta.

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