César Centurión, director del Centro Cultural del Puerto de Asunción, conversó con La Nación/Nación Media sobre el flamante proyecto y la relación de la capital con su bahía. Esta iniciativa con sentido de apropiación de los espacios públicos y de valoración del patrimonio fue pensado durante años tras el cierre operativo del otrora punto neurálgico de la capital.

  • Por Jimmi Peralta
  • Fotos Jorge Jara

La disputa por la cen­tralidad de las activi­dades comerciales en las últimas décadas ha dejado al centro histórico de Asun­ción huérfano e indefenso. Varias propuestas de revi­talizar todo el territorio que dio en llamarse el CHA sur­gieron en estos años, pero no terminaron de consolidarse en algunos casos y en otros incluso de nacer.

Si bien hoy las principales actividades administrativas del país y los más importan­tes espacios culturales habi­tan dentro de este cuadrante, el trabajo de fondo está más que pendiente.

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Ahora una nueva oportuni­dad para reconciliar a Asun­ción con su rico transcurrir se abre justo en el útero mismo de su historia, ya que se viene gestando el espacio llamado Centro Cultural del Puerto de Asunción.

Arte y cultura tienen la opor­tunidad hoy de renovar la convocatoria del disfrute del viejo centro capitalino, que en otros tiempos vivía respi­rando al son de los barcos que se asomaban a la bahía. Las olas del río hacían eco en calle Colón, que lucía rebosante de comercio, de vida, de diversi­dad cultural y tradición.

César Centurión, director del nuevo espacio cultural dependiente de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), habló con La Nación/Nación Media sobre el proyecto que vienen trabajando y la poten­cialidad que expresa esta idea que se va forjando.

–¿Desde cuándo está habi­litado el espacio como cen­tro cultural?

–El espacio como centro cul­tural es un proyecto que se está gestando. Estamos en la fase inicial de conforma­ción del equipo de trabajo, de la creación misma de la iden­tidad del puerto como cen­tro cultural y todo lo que con­lleva una iniciativa de gran envergadura como es un espacio que se construye con la participación ciudadana. Es importante señalar que a la par del trabajo de gabinete, que muchas veces no se visibiliza, también estamos realizando diversos proyec­tos piloto, sobre todo los días sábados, ofreciendo a la ciu­dadanía un espacio de ocio, arte y sentido de apropiación de los espacios públicos y de valoración del patrimonio.

–¿Qué otras actividades se destacan por ahora?

–Entre las actividades que estamos llevando adelante se encuentran recorridos por el renovado centro cultural de la mano del equipo que tuvo a su cargo la restauración y puesta en valor del edificio. Este programa está basado en la participación cultural y la valoración del patrimo­nio. Por otro lado, estamos dando espacio a los artistas a través de la Feria de Arte y Diseño, que busca darles un sitio para que puedan expo­ner y vender sus creaciones. Así como áreas para el deleite de música, fotografías, cami­natas, entre otras opciones como paseos en el Tucutucu por la bahía de Asunción. Estas actividades son el ini­cio para otros proyectos que se están gestando para la gran apertura, que se pretende sea en diciembre de 2024.

El director del Centro Cultural del Puerto de Asunción, César Centurión, junto con Eduardo Martínez y Nadia Capdevila, parte del equipo

SUCESIVAS INTERVENCIONES

–En lo relacionado al patri­monio edilicio, ¿qué espacios y sectores de construcción se destacan en su valor?

–El edificio fue inaugu­rado en 1907, pero a lo largo del tiempo fue sometido a varias intervenciones. Según nos relató el inge­niero Hugo Falcón, el edifi­cio tuvo tres intervenciones importantes. En la década del sesenta se construye­ron tanto la segunda planta como la fachada protorra­cionalista del edificio. En el acceso principal el gran protagonista es el techo de bovedilla, original del edifi­cio, al igual que las imponen­tes rejas de estilo art decó y los arcos de la primera cons­trucción en las paredes que se dejó a la vista para resal­tarla y que los visitantes puedan apreciarla. En el ala izquierda, a la que se deno­minaba encomiendas, anti­guamente desembarcaban los pasajeros que arribaban a través del río Paraguay en las embarcaciones que atraca­ban en el puerto y eran reci­bidos con la palabra “bien­venidos” escrita en las vigas en seis idiomas. Durante la restauración del sitio fueron descubiertos siete murales pintados en las paredes, uno de los cuales se encuentra a la vista, realizado en 1957 por el ingeniero Adolfo Diez Gómez, denominado “El hachero”.

–¿Cuál es la narrativa que fundamenta rescatar el puerto como espacio cul­tural?

–El rescate del puerto de Asunción como espacio cul­tural se fundamenta en una narrativa que abarca tanto aspectos históricos como sociales, culturales y económicos. Podemos afirmar que es un sitio con un pro­fundo valor histórico para nuestro país. Desde sus orí­genes como madre de ciu­dades, en Asunción la bahía tuvo un dinamismo y rele­vancia como punto de circu­lación de personas e inter­cambio de bienes, por tanto, un lugar de construcción cultural muy importante. Podríamos afirmar que es una recuperación histórica y patrimonial, un sitio que ha sido testigo del desarro­llo de la ciudad y del país. Por tanto, podemos pensar que convertir el puerto en un espacio cultural es parte de un proyecto más amplio de revitalización urbana. La recuperación de zonas degradadas o subutiliza­das para convertirlas en un centro vibrante y activo no solo mejora la estética de la ciudad, sino que también impulsa la economía local a través del turismo y la crea­ción de empleos.

INCLUSIÓN Y COHESIÓN

–¿Qué implica este res­cate en términos de comu­nidad?

–Un espacio de encuentro para personas de diversas edades y orígenes, fomen­tando la inclusión y cohe­sión social a través de la cul­tura, el arte y la recreación. Esto genera un entorno que fortalece el tejido social y promueve la participación comunitaria. Rescatar el puerto implica reconectar la ciudad con su entorno natural, generando un espacio cultural abierto al público a través del cual se promueve un mayor aprecio del río y se fomenta un uso más sos­tenible y respetuoso de los recursos naturales.

–¿Cuál es el protagonismo que ha tenido esta zona en la génesis de la ciudad?

–Creo que la bahía de Asun­ción ha sido un punto central en la vida de la ciudad desde sus inicios, ya que facilitó el intercambio comercial, la comunicación, convirtién­dose en un nodo importante para el abastecimiento y la conexión con el mundo exte­rior. Debido a esto, el área portuaria fue el centro de la ciudad, concentrando merca­dos, almacenes y viviendas, así como las principales acti­vidades comerciales y admi­nistrativas.

–¿Cuáles son algunos de los acontecimientos que se podrían rescatar de esta historia?

–Primeramente, debemos destacar el encuentro de dos culturas: los indígenas gua­raníes y los colonizadores españoles que llegaron en el siglo XVI. A partir de aquí podemos citar la fundación de Asunción en 1537 por Juan de Salazar y Espinosa, quien llegó al lugar navegando por el río Paraguay, convirtién­dose en una base para futuras expediciones y colonizacio­nes. Luego, durante la gue­rra contra la Triple Alianza (1864-1870), el puerto de Asunción fue un punto cru­cial en cuanto a la logística de las tropas y el movimiento de recursos. Durante la segunda mitad del siglo XIX y XX el puerto se consolidó como principal centro de comer­cio del país. Fue testigo de la llegada de inmigrantes, la exportación de productos como yerba mate y madera, y la importación de bienes manufacturados. Durante la guerra del Chaco (1932-1935), el puerto de Asunción fue vital para el abastecimiento de tropas y la logística mili­tar. Estos eventos marcan el papel importante del puerto en la historia de nuestro país.

–¿Qué potencialidad tiene esto para todo el centro de la ciudad y qué otros espa­cios podrían tener sinergia con la agenda del puerto?

–Este espacio podría dinami­zar todo el casco histórico y ser un punto de encuentro para construir comunidad. Es importante tener en cuenta los diversos sitios aledaños como la costanera, el cen­tro histórico, los barrios San Jerónimo y la Chacarita. Ade­más, está cerca de las sedes de los poderes Legislativo y Ejecutivo. Creo que el puerto es un lugar de sinergia y de peso simbólico muy impor­tante para la proyección del centro cultural como pilar del desarrollo social, econó­mico y cultural de la ciudad que contribuya a una socie­dad más unida y diversa.

–¿Cómo está el teatro, que en su momento fue afec­tado por la inundación?

–El teatro se encuentra en perfectas condiciones para albergar diversas actividades para la ciudadanía si bien fal­tan algunos detalles de luces específicas para teatro y otros detalles menores.

SOBRE EL DIRECTOR

Nombre: César Centurión

Cargo: Director del Cen­tro Cultural del Puerto de Asunción

Edad: 43 años.

Formación: licen­ciado en Artes Visuales por el Ins­tituto Superior de Arte (ISA)|Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte (FADA)/Universidad Nacional de Asun­ción (UNA).

Expe­riencia: Gestor y pro­motor cultural en el CCEJS, fue responsable del área de Comunicación y Coordi­nador de Actividades de la Fundación Migliorisi, encargado de la Biblio­teca y Comunicación en el ISBA. Técnico Especializado en el Departamento de Publicación y Difusión de la FADA/UNA. Coor­dinador de la carrera de Artes Visuales del ISA|FA­DA-UNA y asistente de diversas cáte­dras.

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