• Por Daniel Lawler
  • Fotos: AFP

La boxeadora argelina Imane Khelif arrancó en los Juegos de París pasando solo 46 segundos en el ring, los que tardó en retirarse la italiana Angela Carini. Una victoria que relanza la controversia sobre la participación olímpica de las deportistas hiperandrógenas.

El debate trascendió rápidamente el deporte, con políticos de la extrema derecha, como la presidenta italiana Giorgia Meloni y el argentino Javier Milei posicionándose contra la participación de Khelif.

–¿Cómo funciona esta hormona sexual?

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–La testosterona es una hormona sexual que producen hombres y mujeres. Sin embargo, los primeros producen alrededor de 20 veces más que las mujeres, principalmente en los testículos. Las mujeres la producen en los ovarios y en las glándulas suprarrenales.

Un nivel normal de testosterona en los hombres se estima entre 10 y 35 nanomoles por litro de sangre, según el prestigioso hospital estadounidense Monte Sinai. En las mujeres, oscila entre 0,5 y 2,4 por litro. La testosterona puede variar según la edad y la época del año.

Cuando las personas producen de manera natural un exceso de hormonas del sexo como la testosterona, se habla de hiperandrogenismo. Esta condición afecta a un 5 % aproximado de las mujeres, con cerca del 70 % de los casos provocados por el síndrome de ovario poliquístico, según una investigación. Los sínto­mas incluyen acné, el creci­miento de pelo corporal y caída del cabello.

El COI volvió a defender la participación de Imane Khelif y Lin Yu-ting

–¿Cómo afecta en el deporte?

–La testosterona puede mejorar la masa muscular y la masa ósea. Incrementar esta hormona de manera artificial es una forma de dopaje y está prohibido. Las investigaciones indi­can que los deportistas con exceso de testosterona son una minoría en la élite. Pero cómo mejora esta hormona el rendimiento es objeto de un debate recurrente.

La directora de derechos humanos del Comité Olím­pico Internacional Magali Martowicz señaló en 2021 que no hay “un consenso científico” sobre cómo la tes­tosterona afecta a los depor­tistas.

En la edición olímpica pre­cedente, hace tres años en Tokio, la halterófila neoze­landesa Laurel Hubbard se convirtió en la primera mujer transgénero en par­ticipar en unos Juegos. Para clasificarse tuvo que mante­ner su nivel de testosterona por debajo de 10 nanomoles por litro durante al menos 12 meses.

A pesar de cumplir con los requisitos, la participación de Hubbard fue muy criti­cada. A finales de 2021 el COI renunció a establecer una guía sobre los criterios de participación, dejando esta potestad a las federaciones deportivas internacionales.

Lin Yu-Ting es una boxeadora taiwanesa que ha ganado atención debido a una controversia en torno a su elegibilidad de género

–¿Qué ocurre en el boxeo?

–Khelif fue descalificada en el Mundial de Boxeo el año pasado porque “sus eleva­dos niveles de testosterona no cumplían los criterios de elegibilidad”, según la página web del COI.

La argelina y la boxeadora taiwanesa Lin Yu-ting fue­ron descalificadas en Nueva Delhi en un evento de la Aso­ciación Internacional de Boxeo (IBA), presidida por el ruso Umar Kremlev.

Sin embargo, debido a pro­blemas de gobernanza, eco­nómicos y éticos, la IBA fue expulsada del movimiento olímpico el pasado año, por lo que el COI tomó la res­ponsabilidad de organizar el boxeo en París 2024.

En un comunicado publi­cado el miércoles, la IBA señaló que las dos boxea­doras “no se sometieron a tests de testosterona, pero se sometieron a tests de reconocimiento separados cuyos detalles son confiden­ciales”.

El portavoz del COI, Mark Adams, señaló que todas las participantes en las compe­ticiones femeninas “cum­plían con las reglas de elegi­bilidad”. “Estas deportistas compitieron muchas veces antes durante muchos años, no acaban de llegar, compi­tieron en Tokio”, recordó.

“Testosterona no es un test perfecto. Muchas mujeres tienen testosterona en lo que llamaríamos ‘niveles masculinos’ y siguen siendo mujeres, compiten como mujeres”, añadió. “Esta idea de que de repente haces un test de testosterona y lo resuelves todo no es el caso, me temo”, continuó.

“Esperemos que estemos todos de acuerdo en no estar pidiendo regresar a los viejos tiempos cuando se hacían test de sexo, algo que fue terrible”, concluyó.

El COI reiteró apoyo a las boxeadoras

El Comité Olímpico Inter­nacional (COI) respaldó de nuevo el pasado viernes a las boxeadoras Imane Khelif y Lin Yu-ting, cuya participa­ción en París 2024 ha gene­rado críticas después de que el año pasado fallaran una prueba de género.

La argelina Imane Khelif “nació mujer, fue registrada como mujer, vive su vida como mujer, boxea como mujer”, declaró el viernes el portavoz del COI, Mark Adams. “No se trata de un caso de transexua­lidad”, recalcó Adams durante la rueda de prensa diaria del COI, que también emitió un extenso comunicado sobre el tema la noche del jueves.

La polémica estalló el jueves después de que la primera rival de Khelif, la italiana Angela Carini, se retirara entre lágrimas tras solo 46 segundos de combate, en los que recibió varios fuertes gol­pes en el rostro.

Khelif había sido descalificada en 2023 por “niveles elevados de testosterona”, pero este dato había sido retirado el viernes por la mañana

Las imágenes de la pelea se extendieron rápidamente por las redes sociales con figuras del deporte, como Martina Navratilova, y de la política, como la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, cri­ticando la autorización del COI a la participación de Khe­lif. Los señalamientos hacia la argelina, de 25 años, y hacia la taiwanesa Lin, de 28, se centran en que ambas fue-ron descalificadas del Mundial de Boxeo de 2023 por no cumplir con los “criterios de elegibilidad”. Esa suspensión fue decidida por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), organismo al que el COI le retiró la organización del torneo olímpico por falta de transparencia. Inicialmente, el COI reportó en su sistema de información que Khelif había sido descalificada en 2023 por “niveles elevados de testosterona”, pero este dato había sido retirado el viernes por la mañana. Para mayor confusión, la propia IBA dijo que las boxeadoras no se sometieron a un examen de testosterona, sino a una prueba separada y reconocida cuyos detalles “se mantienen confidenciales”.

Todo el mundo quiere “una explicación sencilla” pero no existe una explicación que sea “blanco o negro”, ni “en la comunidad científica ni en ninguna otra parte”, afirmó Adams. Preguntado sobre si las dos deportistas se habían sometido a pruebas de testosterona antes de competir en París, el vocero respondió: “No (...) Hay muchas mujeres con niveles de testosterona más altos que los hombres”. “Se trata de mujeres en su deporte y está establecido en este caso que son mujeres”, había dicho el propio Adams en su conferencia del martes, en la que recordó que ambas compitieron en los Juegos de Tokio 2020.

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