En esta entrevista con La Nación/Nación Media, la pianista paraguaya Chiara D’Odorico habla sobre “Añoranza”, su carrera como concertista, su compromiso con la música y su inquietud permanente de seguir trabajando en el cultivo y estudio de esta exigente disciplina.

  • Por Jimmi Peralta
  • Fotos Gentileza

Desde sus tempranos 4 años, Chiara D’Odo­rico abrazó el instru­mento musical en torno al que se orienta su vida hasta hoy. Lleva años desarro­llando su carrera desde la Argentina y ahora presenta su nuevo trabajo: “Añoranza”. En su tercer material disco­gráfico, la pianista paraguaya vuelve a hacer un rescate de la música hecha por creadores paraguayos, esta vez inclu­yendo creaciones inéditas y grandes autores, así como de jóvenes compositores.

El trabajo de Chiara es con los años un abrazar sistemá­tico no solo al instrumento y la técnica, sino también a la tarea de rescatar el valor de la creación, interpretando, grabando y difundiendo una nueva colección de piezas musicales y materiales aca­démicos de estudio.

–¿Cuál es la propuesta que trae consigo el disco “Año­ranza”?

–“Añoranza” es un disco que recorre un poquito todo el Paraguay de ayer y hoy, por­que recorre desde las prime­ras composiciones del siglo XX hasta los contemporá­neos de hoy en día. Y reco­rremos la música paraguaya académica para piano solo, pero también a cuatro manos. En este disco encontrarán una variedad de estilos bien contrastantes, ritmos fol­clóricos como la guarania y la polca, y después obras con influencias modernas impre­sionistas y contemporáneas. Entonces, hay una variedad bastante peculiar que van a poder encontrar en todos los temas. Si uno va reco­rriendo pista por pista a lo largo de todo el disco, va a ir haciendo este recorrido bas­tante contrastante de todas estas obras, pero si uno lo va escuchando por separado también se va a sorprender, porque de repente va a encon­trar una guarania estilizada o una guarania bien folcló­rica, o de repente algo más contemporáneo o algo más impresionista.

–¿Podés explicarnos tu relación con la obra que le da el nombre al disco?

–“Añoranza” es por el recuerdo de mi país, esta nostalgia, este desarraigo, ya que estoy hace tanto tiempo viviendo fuera físi­camente, pero en el cora­zón siempre está presente mi país y trabajando todo el tiempo para mi país. Así que el nombre es un poquito un homenaje. En cada persona ese sentimiento puede simbo­lizar algo distinto. Este sen­timiento está simbolizado también en la famosa y popu­larmente conocida obra “Año­ranza”, de Mauricio Cardozo Ocampo (1907-1982), como bandera de nuestra guarania más tradicional. Óscar Car­dozo Ocampo (1942-2001) hizo este arreglo llevando la obra a un lenguaje un poco más pianístico, un poco más estilizado en el sentido de que está pensado pianísticamente para todo el desarrollo del ins­trumento. Entonces es un len­guaje muy bello en el que se puede plasmar esta guara­nia tan conocida, tan popular, pero con este lenguaje escrito para piano, explotando toda la versatilidad que tiene el piano para tocar esta guarania.

COMPOSITORES CONTEMPORÁNEOS

–¿Cuál es tu relación con los compositores contem­poráneos locales a quienes interpretás en ese disco?

–En este disco incluyo a dos compositores contemporá­neos: Nancy Luzko, de la ciu­dad de Encarnación, y Javier Acosta Giangreco, de Asun­ción. Ambos son excelentes músicos y amigos íntimos a quienes quiero mucho, tanto personal como profesional­mente los admiro. Decidí incluir sus obras porque en mis tres discos siempre incluí trabajos de compositores contemporáneos, porque me parece fundamental reivin­dicar, dar a conocer y apoyar a quienes crean nuevas músi­cas para que esas creaciones se puedan conocer, difundir, grabar y tocar en conciertos. Así que eso es fundamental, porque si no incentivamos también a los compositores nuestra música va a llegar a un límite y se va a acabar. Es muy importante el papel del compositor.

–¿Cuál es el camino que transitaste desde tu disco anterior hasta “Añoranza” en cuanto a lo musical, lo sonoro, lo conceptual, etc.?

–Desde “Ofrenda a mi tierra” a “Añoranza” pasaron tres años, y obviamente yo fui creciendo personal y profe­sionalmente como artista. Y la búsqueda un poquito se trata de seguir descubriendo nue­vas obras. Para “Añoranza” tuvimos que descubrir pie­zas perdidas a las cuales se les podía buscar la vuelta para que puedan estar grabadas, junto a obras de composito­res actuales. Así que siempre es un buscar cosas nuevas, rit­mos nuevos y que a la gente le pueda gustar. Además, busqué en este disco encontrar una variedad de estilos.

–¿Cuál fue el proceso de preproducción y produc­ción de este disco y con quiénes lo trabajaste?

–Este disco está producido por el sello discográfico Vir­tuoso Records. Más o menos nos tomó en total un trabajo de alrededor de seis meses desde la primera comunica­ción, ponerse a soñar por este nuevo material, buscar cuál va a ser nuestro objetivo, las obras a descubrir, imaginarse cómo uno quiere que sea ese producto final. Bueno, luego ya manos a la obra y ponerse a estudiar, trabajar ardua­mente con las piezas elegi­das. Grabé en abril y luego ya la posproducción, que también lleva mucho tiempo, mucho trabajo. El ingeniero de sonido fue Miguel Zagorodny y lo gra­bamos en su propio estudio.

DESCUBRIMIENTO

–¿Qué desafíos se te pre­sentan en la actualidad en tu carrera y tu proceso de maduración como pia­nista?

–Cuando uno está sobre todo trabajando con obras nuevas a descubrir, no tenés formas de comparar, enton­ces estás descubriendo. Pero como yo ya conozco el len­guaje de estos compositores porque ya he tocado obras de todos ellos, entonces por ahí ya sé su manera de com­poner o sus indicaciones o más o menos a dónde quie­ren ir porque uno ya conoce el lenguaje del artista. Enton­ces uno se empieza a imagi­nar y puede comparar entre obras e ir sacando resultados o cosas que a uno le pueden ayudar a lograr este desafío de encontrar cómo está esta nueva pieza. La ayuda que uno puede tener es comparar con piezas similares del compo­sitor o contemporáneos, te puedes ir a la biografía y ver un poquito quiénes fueron sus maestros, dónde escribió estas obras, qué época era, en qué situación lo escribió, cómo era la vida en ese momento. Entonces, todos esos deta­lles a uno como intérprete le pueden ayudar para, a la hora de interpretar nuevas cosas, darle vida a algo que estaba guardado y escondido.

–¿Tenés un método para realizar todo este proceso?

–El primer pasito es poder tener esas partituras editadas y grabarlas. El segundo paso es tocar en todos mis concier­tos y difundirlas en el mundo entero, y el tercer paso, y más importante, sería que estas obras puedan circular en los conservatorios de música. La idea es no siempre recaer en las mismas dos o tres músicas paraguayas que todos cono­cemos, sino que hay muchas músicas nuevas que estaría buenísimo que se las puedan incorporar dentro de los pro­gramas de estudio, dentro de los ciclos de conciertos de las grandes salas a nivel mundial. Ese es mi gran sueño.

–¿Qué proyectos de forma­ción y publicación tenés en tus planes?

–Al ser músico, al ser una artista, nosotros siempre esta­mos formándonos, perfeccio­nándonos, estudiando. O sea, es un entrenamiento diario. Yo siempre digo que es igual que un deportista de élite, que siempre está entrenándose día a día, no hay día en el que uno está fuera del entrenamiento y al estar activa, o sea dando conciertos, giras y demás, gra­bando un disco, etc., uno está en esa preparación constante. En octubre voy a estar tocando con la OSCA en Asunción, por­que se cumplen 10 años de mi debut con la OSCA, que fue en 2014. Ahora vamos a hacer como un aniversario con Luis Szarán y voy a tocar la misma pieza que toqué hace 10 años en ese debut. En el segundo semestre del año saldré de gira con “Añoranza”.

REFERENTES

–¿Qué pianistas son tu refe­rencia a nivel internacio­nal?

–Para mí Martha Argerich, la pianista argentina que a nivel mundial sigue siendo la número uno, a quien todos seguimos como ejemplo y como referencia. Después hay otros pianistas más jóvenes como Daniil Trifonov, Bea­trice Rana, Bruce Liu, que uno siempre sigue y los toma como referencia o los va escu­chando siguiendo su carrera para cuando tenés que tocar algo saber cómo lo interpre­tan, cómo lo tocan y qué están haciendo.

–¿Cómo ves la escena local para una pianista y qué tra­bajos deben hacerse para que se pueda desarrollar una carrera con énfasis en Paraguay?

–En Paraguay yo veo que hay un gran crecimiento, que cada vez hay más músicos, más gente que se está formando, hay cada vez más espacio. Pero comparando con los países limítrofes nada más, ni siquiera comparando con Europa o con Estados Unidos, siempre me queda la sensa­ción de que todavía estamos un poco atrasados y que nos falta más.

–¿Qué es eso que te parece que falta?

–Nos faltaría crear más espacios para dar concier­tos, más oportunidades para los jóvenes. Hay muchos conservatorios y escue­las de música donde los niños y jóvenes pueden for­marse excelentemente y hay muchos buenísimos maes­tros que están enseñando, eso Paraguay lo tiene, pero me parece que falta un poco el después. Las orquestas están muy bien, tenemos buenas orquestas, buenos directores, pero no veo que haya otros tipos de ciclos de conciertos que no sean los de las orquestas. Faltaría crear un público para un concierto de piano y violín o de un quinteto o de piano solo. Esa actividad musical de instru­mentistas me parece que es lo que más falta. Pero Para­guay está creciendo musi­calmente, está teniendo cada vez más oportunidades, también más chicos que se están dedicando a la música y deciden salir al extranjero a continuar sus estudios.

CRECIMIENTO CONSTANTE

–¿Qué aportan los años al desarrollo de tu trabajo, sea en lo técnico, la mirada o la sensibilidad?

–Yo me considero una artista muy decidida y trabaja­dora, luchadora por sus sue­ños. Estoy en constante crecimiento, buscando opor­tunidades, soy muy inquieta y busco siempre cosas para hacer, nuevos proyectos, nuevos desafíos, lugares por recorrer, lugares por donde llevar mis interpretaciones, mi música, conciertos, festi­vales y también por supuesto dar clases.

–¿Qué significa para vos la labor docente?

Me encanta ser maestra for­madora de muchos estudian­tes que tienen aspiraciones en un futuro de crecer en la música y otros que lo hacen más bien como hobby, pero la música es algo muy sana­dor y muy importante como una educación integral para los niños y jóvenes. Estoy feliz de esa otra cara que es parte de mi carrera como artista sobre un escenario como pia­nista, concertista internacio­nal y mi carrera como maestra formadora de chicos. Así que son como las dos caras que uno tiene porque mi día práctica­mente se divide en dos, entre la concertista y la maestra. Me gusta y estoy feliz con eso. La música es mi vida.

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