Este domingo, Toni Roberto recuerda pasajes de la historia de los inicios de una institución dedicada a ayudar a que los niños con discapacidad tengan una mejor calidad de vida.

Una tarde de misa allá por 1976, el pa’i Ameriquito Ferreira termina el sermón y da sus avisos parroquiales. “Cháke, mañana es San Juan, queridas parroquianas y hermanas de la Legión de María” y termina diciendo: “Podéis ir en paz”. Esas fueron las claras y escuetas órdenes de este legendario sacerdote a sus feligreses del barrio Gral. Díaz, ahí a pasos del centro de Asunción.

El día siguiente con la música correspondiente llegaban desde todos los puntos cardinales las “vecinas del barrio Gral. Díaz”. Desde el sur, doña Delia Pérez Moreno de Arman y doña China Gorostiaga de Talavera, del este Chichí de Capurro, Pituca Lavigne y las fieles de la calle Yegros, del oeste doña Dina Figueredo, doña Dora Bernal y Celia Estigarribia. Así, ante la atenta mirada, desde la esquina de don Teme, su despensa y sus hijas, en Independencia y Tercera, se encuentran todas con sus platos de losa (no había tapper) para comprar sus comidas típicas.

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RECUERDOS DE GRACIELA CARDOZO SAGUIER DE ÁVILA

Todo esto me recuerda al sentarme a charlar con Celeste Giménez Marimón de Sakoda, popularmente conocida como Celeste Sakoda, y hablar del San Juan de Denide, que nos llevó a recordar pasajes de la historia de sus inicios allá por 1964. Todo esto sumando a la memoria de una mujer casi centenaria, que nos permite conocer los inicios del Denide.

En efecto, Graciela Cardozo Saguier Aceval de Ávila nos cuenta: “Un día me llamó el Dr. Iramain para crear un grupo que se encargue de la ayuda a los niños con discapacidad junto al ingeniero vial argentino Luis Obiglio, que tenía un hijo especial. Coincidía además con un gran dolor; acababa de fallecer mi hija Ana Cristina Ávila, que por una mala praxis nació con graves problemas neurológicos y en aquella época no había en el país ningún tipo de tratamiento. Nos sumamos las primeras entusiastas, junto a mí Madó Balanzá de Sarubbi, Kilí Caballero Gatti de Pfannl, junto al ingeniero Obiglio, que formaron la primera directiva. Después llegó Beba Ramos de Catrambí, pero como el doctor Iramain ya no podía ser director le invitamos al Dr. Agustín Carrizosa. Estos fueron los comienzos del Denide, cuyo primer local quedaba en una casa de la Fundación La Piedad en el vecindario del parque Caballero, que fuera acondicionado por Michael Burt para tales fines”.

Pioneras del Denide: Beba Ramos de Catrambí, Kilí Caballero Gatti de Pfannl, Madó Balanzá de Sarubbi y Graciela Cardozo Saguier de Ávila. Asunción c. 1970

LAS PRIMERAS MAESTRAS

Las ganas de ayudar después de la gran pérdida de Graciela Cardozo Saguier Aceval se sumaron a la necesidad de tratamiento que tenía el hijo del ingeniero Obligio y así empezaron las actividades para recaudar fondos. La primera la realizaron en el Club Olimpia, donde juntando monedas consiguieron reunir dinero para enviar las primeras cuatro profesoras a especializarse a Montevideo y Buenos Aires. Ellas fueron Josefa Brítez de Airaldi, Marta Núñez de Benítez Florentín, Marta Larán y Negra Alvarenga, que más adelante fue nombrada directora.

Las incansables damas siguieron juntando fondos haciendo una histórica y multitudinaria kermesse en la esquina de Palma y 15 de Agosto, frente a la antigua Farmacia Vicente Scavone, en aquellos primeros años de la institución allá por 1967; una fiesta en la discoteca Mau Mau, donde ellas mismas hicieron picadas para aquella actividad nocturna de la época, hasta un happening en la casa del artista y arquitecto Michael Burt, donde juntaron más fondos.

Almuerzo en el Denide. Asunción, c. 1970
Beba Ramos de Catrambí (primera a la izquierda) reunida con la directiva de la época. Asunción, c.1971

LA HISTORIA DE JESSICA BÁEZ Y EL CAFÉ

Las historias siguen, algunas imágenes son bastante borrosas por el paso del tiempo, pero las actividades continuaron con las siguientes directivas: Celeste Giménez Marimón, aquella jovencita que estudiaba psicología en la Católica y que había entrado de pasante en el viejo Denide de la zona del parque Caballero, se convirtió después de mucho tiempo en directora, desde hace 18 años. El sacrificio de aquellas primeras señoras valió la pena. Hoy al ver varios chicos dados de alta y trabajando en muchas empresas siguiendo el pacto de responsabilidad social, entre ellos Jessica Báez, que conmueve no solo a los involucrados en esta lucha, sino a todo aquel que pasa por aquel tradicional café colombiano de Villa Morra y es atendido por esta amorosa joven que trabaja normalmente ahí desde hace ocho años.

Maestras del Denide con niños. Asunción, c. 1970

Al final, los recuerdos de la charla con Celeste me llevaron a un paseo por un San Juan de mi infancia; desde los sermones del pa’i Ferreira, pasando por los recuerdos de esta legendaria dama, hasta el ya tradicional San Juan del Denide comandado por su presidenta, Marité Rasmussen, y todo su equipo colaborador que sigue desde el campo privado ayudando incansablemente para que estos niños paraguayos tengan una mejor calidad de vida.

Damas del Denide. Asunción, c. 1976
Fiesta en el Denide. Asunción, c. 1974

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