- Texto: AFP
- Fotos: AFP / Gentileza
El Palacio de Buckingham anunció que la princesa Ana de Inglaterra se encuentra bien tras un accidente con caballo; el primer desfile de Chanel luego de la salida de su directora artística, el amor correspondido de Pedro Almodóvar; monumento al pirata y la ciudad imperial busca proteger a los vendedores de salchichas.
SUSTO REAL
La princesa Ana de Inglaterra, hermana del rey Carlos III, “se encuentra bien”, aseguró su marido el martes después de haberla visitado en el hospital donde se recuperaba “de heridas leves y de una conmoción” en la cabeza tras un accidente que habría sido provocado por un caballo.
“Se encuentra bien”, declaró a los periodistas su marido Tim Laurence, delante del hospital de Bristol, en el oeste de Inglaterra, donde se encuentra ingresada desde el domingo por la tarde. “Se está recuperando bien”, añadió.
En un breve comunicado, el Palacio de Buckingham anunció el lunes que la princesa de 73 años, muy popular en Inglaterra, sufría “heridas leves y una conmoción tras un incidente en Gatcombe Park el domingo por la tarde”.
Gatcombe Park, situado en el condado de Gloucestershire (sudoeste de Inglaterra), es la casa de campo de la princesa Ana, gran aficionada a montar a caballo.
Se cree que el incidente habría sido provocado por uno de estos animales, que la golpeó mientras caminaba dentro del perímetro protegido de la finca, donde se celebran eventos ecuestres.
Los compromisos oficiales de la princesa programados para esta semana han sido cancelados.
La hija de la difunta reina Isabel II debía participar en un banquete el martes por la tarde en Buckingham con motivo de la visita de Estado del emperador de Japón Naruhito y de su esposa la emperatriz Masako.
Ana de Inglaterra tuvo que cancelar igualmente un viaje a Canadá. La princesa real, como se la llama en su país, es una jinete de alto nivel e incluso representó a su país en los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976.
Es el miembro más activo de la familia real con cientos de compromisos al año.
La princesa Ana tiene dos hijos, Peter y Zara, fruto de su primer matrimonio con el jinete Mark Philipps.
Tras su divorcio en 1992, se volvió a casar nueve meses más tarde con el comandante Timothy Laurence, exescudero de la reina Isabel.
TRAS LA CRISIS
La casa Chanel presentó el martes en la Ópera Garnier de París una colección de alta costura preparada por sus talleres después de la abrupta partida de su directora artística, Virginie Viard, ex mano derecha de Karl Lagerfeld.
Sofisticada, lujosa, teatral, la colección fue presentada en los pasillos que rodean la sala de conciertos, vestidos con terciopelo rojo para la ocasión.
Capa medieval, vestido de noche con mangas ahuecadas que se recogen en el puño, un traje de torera con pechera blanca y esmoquin de terciopelo se distinguieron en este desfile que no olvidó los clásicos tweeds de la casa, declinados en rojo burdeos y negro luminoso.
El toque lagerfeldiano fue el vinilo, en este desfile en el que las modelos portaban un gran lazo en el cabello.
No hubo saludos al final ni notas de desfile. La colección fue realizada por 150 artesanos instalados en los talleres de la calle Cambon, precisó Chanel en un comunicado.
La crisis se gestaba desde hace meses: las muecas escépticas en primera fila de cada desfile de Virginie Viard se habían vuelto recurrentes.
La crisis explotó el 2 de mayo, después del desfile de crucero de Chanel en Marsella, criticado por su corte y cierta falta de audacia.
El anuncio de su partida, en plena noche, se realizó fuera de los códigos de la casa fundada por Gabrielle Chanel en 1910.
Frente a la violencia de las críticas contra la directora artística, cuyo salida fue recibida con alivio en el microcosmos de la moda, el creador Lutz Huelle denunció “una crueldad pura”.
“No puedo imaginar a Karl trabajando con alguien durante todos esos años sin que esa persona fuera capaz de hacer un excelente trabajo”, declaró a la AFP.
Durante estos cinco años, las ventas de la casa, en su mayoría propiedad de la familia Wertheimer, alcanzaron niveles récord, casi 20.000 millones de dólares en 2023, un “nuevo año excepcional” según la marca.
Desde la toma de posesión de la Viard, las ventas habían aumentado un 23 % en el sector del prêt-à-porter.
Pero sustituir la personalidad extravagante del “káiser” Lagersfeld acabó demostrándose que no era fácil para una diseñadora discreta, cuyo cargo era provisional.
AMOR CORRESPONDIDO
Pedro Almodóvar tiene fama de ser fiel a un puñado de actrices que encarnan a sus heroínas, como Penélope Cruz, pero su musa de ayer, hoy y mañana es Madrid, ciudad que ahora acoge una exposición dedicada a su relación de amor con el gran cineasta de las mujeres.
“La historia de Pedro Almodóvar y Madrid es una historia de amor correspondida, Pedro Almodóvar es Pedro Almodóvar gracias a Madrid. Su historia va de la mano”, explica a la AFP Pedro Sánchez, comisario de la exposición “Madrid, chica Almodóvar”, que está en cartel hasta el 20 de octubre.
El cineasta de 74 años “ha devuelto a Madrid también con creces lo que le ha dado siendo su musa, aparece en todos los títulos de Pedro Almodóvar, es su verdadera chica Almodóvar”, añade Sánchez, autor del libro “Todo sobre mi Madrid: un paseo por el Madrid de Almodóvar”.
Para acoger la muestra, Sánchez no veía mejor lugar que el centro cultural Conde Duque, ante cuya fachada Carmen Maura pedía a un empleado del ayuntamiento que limpiaba la calle que la rociara con agua en “La ley del deseo” (1987). La inolvidable escena nocturna inmortalizó a la actriz con su vestido naranja, asfixiada por el calor estival de la ciudad.
“Mucha gente de fuera de nuestras fronteras conoce Madrid o España (...) a través de las películas de Pedro Almodóvar. Igual que van a la Fontana de Trevi en Roma o al bar de Amélie en París, tienen un primer contacto con Madrid a través de su cinematografía”, cuenta Sánchez.
Con 200 fotos de las 23 películas de Almodóvar y de sus archivos personales, podemos descubrir la relación entre el artista, nacido en un pueblo de la región de Castilla-La Mancha (centro de España), y la capital.
Un panel muestra un estudio sobre el porcentaje de acción que transcurre en Madrid en cada película de su cinematografía: desde el 6 % (“La piel que habito”, 2011) hasta el 100 % en siete películas.
LA CIUDAD DEL PIRATA
Marco Pantani levantado sobre sus pedales preside la plaza Marconi: veinte años después de su dramática muerte, Cesenatico, localidad desde la que partirá hoy la 2.ª etapa del Tour de Francia 2024, tiene muy presente al Pirata, héroe trágico y controvertido del ciclismo italiano.
En una primera línea de playa saturada de hoteles, restaurantes y vendedores de helados de cara al mar Adriático, la “piazza” Marconi supone un oasis de césped donde el pequeño Marco, que habitaba muy cerca, acudía a dar patadas al balón.
Ciclistas y turistas se detienen ahora para observar la figura marmórea del último corredor en haber logrado, en 1998, el doblete Giro-Tour de Francia el mismo año y que fue encontrado muerto el 14 de febrero de 2004, después de haber ingerido un cóctel de antidepresivos y cocaína en un hotel de Rimini.
Pronto, una vez allanados los trámites burocráticos de la administración italiana, la plaza será rebautizada como piazza Marco Pantani, asegura Matteo Gozzoli.
Como muchos en Cesenatico, el joven alcalde de esta localidad costera de 26.000 habitantes, que ve cómo su población se multiplica por cuatro cada verano, recuerda “la fiesta más grande organizada en la historia reciente de la ciudad” con motivo del regreso de Pantani después de su triunfo en el Tour-1998.
Aunque su ubicación no está indicada en el cementerio de Cesenatico, el panteón de la familia Pantani es fácil de identificar gracias a su arquitectura, con una espiral para recordar las gestas en la montaña del Pirata, que asciende hasta una cruz formada a partir de una rueda de bicicleta.
Ya en el interior, una escultura en mármol blanco con el epitafio “Sobre el cajón más alto del podio, y para siempre”. Y sobre ello su busto en bronce, un espacio rodeado de fotos, flores, libro de firmas, poemas y recuerdos.
ESTAMPA VIENESA
Al igual que los cafés y la Ópera, los puestos de venta de salchichas representan el modo de vida vienés. Pero ante el riesgo de desaparición, la capital austríaca ha decidido pedir la protección de la Unesco.
“Cruzamos los dedos para lograrlo”, explica a AFP Patrick Tondl, uno de los fundadores de la asociación que acaba de presentar la candidatura a la lista de patrimonio cultural inmaterial de esta agencia de Naciones Unidas, con el apoyo del alcalde de Viena, Michael Ludwig.
Tondl es el dueño del puesto más antiguo de la ciudad, abierto en 1928. Su Würstelstand, como se conoce a estos negocios en alemán, propone de día como de noche salchichas en una pequeña bandeja de cartón, con una rodaja de pan, mostaza y un poco de rábano. Como su negocio, hay otros 180 en la ciudad.
La clientela se mantiene, pero el número de puestos de salchichas se redujo en los diez últimos años. Más de un centenar se reconvirtieron y ahora proponen pizzas, kebabs, hamburguesas y platos asiáticos, según detalla la Cámara de Comercio local.
Tondl, que a sus 36 años representa la cuarta generación familiar de vendedores de salchichas, ve en estos puestecitos emblemáticos de la gastronomía germánica lugares de “encuentro” y “diálogo”.
“En el puesto de salchichas, todo el mundo es igual. No importa que seas un banquero que gana cientos de miles de euros, o si tienes que arañar los últimos euros para comprar una salchicha. Vienes y puedes hablar con todo el mundo”, explica.
Y es que aquí “todavía puedes comer y beber por menos de diez euros. No es poca cosa, si piensas que cada vez tenemos menos dinero para alimentarnos”.
Los kioskos fijos están autorizados en Viena desde 1969, pero la tradición de los puestos ambulantes se remonta a la época imperial, antes de la I Guerra Mundial. Entonces se desplazaban en función de la demanda e iban, por ejemplo, a atender a la clientela a la salida de una fábrica o de la escuela. Desde entonces, estos negocios han evolucionado para adaptarse.