“Tanto Paraguay como Taiwán son dos pueblos que no se dejan vencer”, aseguró el embajador de la República de China (Taiwán), José Chih-Cheng Han, en un mano a mano con La Nación/Nación Media. Habló sobre la relación bilateral con Paraguay, la visión del presidente Santiago Peña para llevar a otro nivel la cooperación y los programas en los que está trabajando la embajada en el país. Chih-Cheng Han profundizó sobre la amenaza latente de China Popular y la apertura de Taiwán al diálogo sin imponer condiciones. Aclaró que no quieren guerra, pero recalcó que están “preparados para cualquier invasión que China Popular irracionalmente pudiera provocar”.

–¿Cómo está actualmente la relación bilate­ral entre Paraguay y Tai­wán?

–En forma general, excelente. Podemos avanzar hacia otro estadio y mejorar más el aspecto económico y de inversión. El presidente Santiago Peña, en varias ocasiones, nos ha mani­festado que tenemos que estrechar nuestra relación en forma estratégica y que Taiwán y Paraguay tienen que ser socios en desarro­llo económico. Por eso, ade­más de la carne vacuna que está teniendo una presencia muy consolidada y fuerte en Taiwán, estamos trabajando para aumentar la exporta­ción de carne de cerdo y la habilitación del mercado para la carne de pollo.

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Hace tres meses logramos, a través de una reunión bila­teral entre el ministro de Industria y Comercio para­guayo, Javier Giménez, y la exministra de Econo­mía taiwanesa, Wang Mei- Hua, reducir a cero el aran­cel para la carne de cerdo y estamos muy optimistas de que ello va a contribuir a un gran aumento de la exporta­ción de carne de cerdo.

Para la habilitación de la carne de pollo estamos trabajando de forma muy estrecha con el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa). Posible­mente, en estos días, des­pués de otorgar a Paraguay el estatus de país libre de la enfermedad de New Castle y libre de influenza aviar, se va a aprobar la documenta­ción de sanidad animal que presentó Paraguay. Una vez aprobado, vendrían audito­res para inspeccionar los frigoríficos. Entonces, esta­mos cerca, creo que antes de fin de año.

La inversión es un norte importante en la adminis­tración del presidente Peña. Todo el mundo lo sabe. Se reúne con diferentes inver­sionistas extranjeros, de gran porte, buscando traer inversión a Paraguay y en este afán nos ha expresado que Taiwán, siendo un amigo y aliado importante, tiene muchas ventajas en industrias y puede acompa­ñar para traer inversiones.

Embajador de la República de China (Taiwán), José Chih-Cheng Han. Foto: Emilio Bazán

En dos ocasiones, el presi­dente Peña se reunió con empresarios de Taiwán y en el último viaje, acompañado por el ministro Giménez, se reunieron con un fabricante de buses eléctricos y firma­ron un MOU (memorando de entendimiento), por lo que estamos esperanzados de que pueda instalarse ya en Paraguay. Se haría una alianza con la marca bra­sileña Marcopolo, muy conocida en la fabricación de carrocería. Estamos por buen camino.

FORTALECIMIENTO DE LAS RELACIONES E INVERSIONES

–¿En qué otras áreas se realizan o se prevén inversiones?

–Además de la fabricante de buses eléctricos, estamos enfocados en el rubro tex­til, de procesamiento de ali­mentos, de alta tecnología, especialmente en cuanto a informática e inteligencia artificial. El nuevo canciller de Taiwán, Lin Chia-Lung, tiene en su mente una ima­gen clara de cómo fortalecer nuestra relación y promover más inversiones.

Apenas asumió, el 20 de mayo pasado, recibimos instrucciones sobre cómo trabajar y para ello estamos en constante conversación con el Ministerio de Tecno­logías de la Información y Comunicación (Mitic), con el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y con los principales actores en el área de inversión. Estamos convencidos de que vamos a llevar nuestra cooperación a otro nivel.

–¿Cuáles son las fortale­zas y las debilidades de esta relación?

–La fortaleza de nuestra relación bilateral es que ya tiene 67 años ininterrum­pidos. Es una relación de confianza de muchos años. Tanto con el gobierno de turno como con los diferen­tes sectores político, empre­sarial, social. La desventaja podría ser la distancia, que dificulta un poco el conoci­miento de nuestra gente a este país hermano ubicado al otro lado del planeta.

Pero este panorama está cambiando con la presen­cia cada vez más fuerte de Paraguay en Taiwán. Pri­mero en el comercio. Mis amigos, mi papá, saben que hay que consumir la carne paraguaya. La presencia de este producto paraguayo va disminuyendo el efecto de la distancia geográfica.

Además, nuestros empresa­rios están viajando mucho a Paraguay y próximamente estaremos organizando una visita de una delegación de empresarios de Taiwán y Estados Unidos, en forma conjunta. Los empresarios taiwaneses suelen traba­jar mucho con sus pares en Estados Unidos, que es un inversionista muy impor­tante en Paraguay. Enton­ces, hay desventajas, pero estamos cambiando el panorama.

PUENTE ENTRE DOS CULTURAS

–¿La presencia de estu­diantes paraguayos en Taiwán también acerca a ambas culturas?

–Sí, hay muchos estudian­tes paraguayos estudiando en Taiwán. Estudiantes jóvenes que conocen dos culturas. Esto fácilmente puede ser un puente. Ade­más, pueden trabajar en las empresas taiwanesas que van a venir a establecerse aquí en Paraguay. Muchas de las empresas tienen inte­rés en ellos. Por ejemplo, la fabricante de buses eléc­tricos ya está contratando estudiantes o egresados paraguayos en Taiwán para trabajar en el equipo. Esta empresa ofrece plazas para que estudiantes paraguayos puedan quedarse en Taiwán a hacer su pasantía. Esto es una ventaja.

Embajador de la República de China (Taiwán), José Chih-Cheng Han. Foto: Emilio Bazán

–¿Cuántos programas lleva adelante la emba­jada en Paraguay? ¿En qué áreas?

–El presidente Peña nos indicó que las prioridades de su gobierno son salud y educación. En salud esta­mos trabajando en la exten­sión del programa HIS, que implica la digitalización del sistema de salud pública, que permitirá reducir el tiempo de espera de los pacientes, brindar una atención más eficiente, un mejor uso y compra de medicamentos. La solicitud clara del pre­sidente Peña es ampliar la cobertura hasta el 100 %.

Este programa ya tiene 8 años de desarrollo, pero ahora el presidente Peña le dio importancia y pidió que la cobertura sea total. Él considera incluir al Ins­tituto de Previsión Social (IPS) para así cubrir qui­zás el 90 % de la población paraguaya. El Ministerio de Salud y el Mitic están muy enfocados en desarrollar y avanzar en este programa junto con nuestro equipo.

Otro proyecto al que le esta­mos dando mucha impor­tancia es la Universidad Politécnica Taiwán-Para­guay (UPTP), ya tenemos el predio definido y estamos trabajando con Mitic para unir la universidad y el dis­trito digital a fin de formar un ecosistema inteligente y de alta tecnología. Creo que antes de que termine este periodo de gobierno ya vamos a tener la univer­sidad instalada y laborato­rios para las cuatro carre­ras, que son de ciencia y tecnología.

La docencia está en manos de profesores de Taiwán. La malla curricular se diseñó en conjunto con la Univer­sidad Taiwán Tech, que está en el puesto 257 del ranking mundial, o sea, es una uni­versidad muy reconocida. Las clases se dan en inglés. Creo que es la única en la región, a nivel de universi­dad pregrado, que imparte clases en inglés durante la carrera de cuatro años. Los egresados son ingenieros jóvenes, capacitados, que manejan inglés y español de forma profesional.

–¿Qué puede aprender Paraguay de Taiwán y qué puede aprender Taiwán de Paraguay?

–Paraguay es un país noble, es un pueblo noble. Desde 1971 Taiwán fue gradual­mente expulsado del esce­nario internacional, pero Paraguay ha mantenido siempre su relación con Tai­wán. Tanto Paraguay como Taiwán son dos pueblos que no se dejan vencer. Aprendi­mos de nuestra experiencia histórica. El aprendizaje es mutuo y nos permitió con­seguir muchas cosas.

Hoy el mundo está cam­biando, la estructura geopolítica. Los países que han dejado a Taiwán ahora vuelven a buscarlo. Tai­wán produce el semicon­ductor que actualmente es un recurso geopolítico, un recurso estratégico, que en ningún país puede fal­tar. Taiwán produce el 65 % a nivel mundial y está vol­viendo a ser considerado.

Agradecemos mucho a Paraguay que nos ha acompañado en todo este camino. Paraguay nunca abandonó a Taiwán y creo que esa es la fuerza que nos une. Si queremos trabajar en forma estratégica, opta­mos primero por nuestro aliado, por nuestro amigo. En Sudamérica, Paraguay es el país con el que más tra­bajamos, tanto en coopera­ción como en comercio. De Sudamérica, Paraguay es el único país que puede expor­tar carne vacuna a Taiwán. Esto explica todo.

CULTURA DE LA AMISTAD

–¿Hace cuánto tiempo puede destacar del país y de su gente?

–Llegué el 11 de mayo de 2020. Todavía tengo la memoria muy fresca de ese día a pesar de que ya llevo cuatro años aquí. Creo que para poder irme tranquilo de Paraguay, cumpliendo con el pueblo hermano, tengo que terminar un pro­yecto de inversión concreto.

De Paraguay destaco que es un país noble, un país de muchos amigos. Aquí fun­ciona mucho la amistad y eso es muy bonito, esta es una virtud compartida con Tai­wán. Nuestra cultura prio­riza la amistad. Otra virtud muy especial de los paragua­yos es que no dicen no, son un poco más tímidos, son más educados quizás. En Paraguay, si uno quiere per­cibir un no, tiene que cono­cer más a profundidad el comentario que recibe. Los paraguayos no dicen no, o mejor dicho, dicen no en otra forma o indirectamente.

Embajador de la República de China (Taiwán), José Chih-Cheng Han. Foto: Emilio Bazán

Creo que en Paraguay hay talento y buena forma­ción. Le doy un ejemplo de talento de los paraguayos. Un día conversé con los pro­fesores de UPTP que vienen de Taiwán y les pregunté ¿cómo está el nivel de los estudiantes en Paraguay? Y la respuesta que recibí fue muy interesante. Me dije­ron que, en general, los tai­waneses son mejores que los paraguayos, pero que los mejores paraguayos son mejores que los mejores taiwaneses. Acá hay chicos muy brillantes y son más brillantes que los brillantes taiwaneses. Yo considero que los paraguayos son más creativos.

–¿Qué debe potenciar Paraguay para desarro­llarse y convertirse en un referente al igual que Taiwán?

–Taiwán tuvo un largo reco­rrido. Tuvo planes econó­micos y planificó su educa­ción en función a estos. Era un país agrícola y pasó a ser un país industrial. Empeza­mos con industrias ligeras, de reemplazo para la impor­tación. Después entramos al procesamiento industrial, para aprovechar la mano de obra barata en Taiwán. Luego llegó un ministro de Economía que decidió que Taiwán debía orientarse hacia la fabricación de semi­conductores y fue ahí que hubo un salto para la indus­tria informática. La educa­ción acompañó este proceso con carreras enfocadas en la ciencia y la tecnología (más de la mitad de los alumnos optaban por estas discipli­nas).

Paraguay tiene mucho potencial para avanzar hacia el desarrollo y en este camino la inversión en edu­cación es importantísima. Acá hay mucho talento y creo que el presidente Peña está reorganizando al país pensando en qué necesita.

PRESIÓN

–¿Cómo está la relación con la República Popular de China? ¿Qué amenazas están latentes?

–Taiwán experimenta cons­tante presión por parte de la República Popular de China, que busca insta­lar el principio de una sola China, un país con dos sis­temas. Reclama que Taiwán es una provincia de la Repú­blica Popular China, pero eso es falso.

Todo el mundo sabe que Taiwán es otro país, dife­rente, que tiene su propio gobierno democrático, su propia fuerza armada, su propio sistema educativo, su propio banco central y monedas. Nada indica que Taiwán es parte de la Repú­blica Popular de China.

El régimen de Beijing nunca ha estado ni pisado suelo taiwanés. Hoy si un extranjero quiere viajar a Taiwán, no solicita visa a China. El pasaporte taiwa­nés no necesita visa para entrar a Estados Unidos, pero el pasaporte chino sí necesita. Entonces, clara­mente son dos países.

El mundo nunca va a oír que Taiwán amenaza o condi­ciona, siempre es China la que amenaza y condiciona. Taiwán siempre mantuvo una puerta abierta al diá­logo, pero sin poner condicio­nes. Somos un país pequeño y pacífico que pretende su supervivencia, dignidad y soberanía. No queremos gue­rra, pero estamos prepara­dos para cualquier invasión que China irracionalmente pudiera provocar. El mundo está cambiando y China puede cambiar también.

–¿Puede hablarnos sobre la Resolución 2758 de la ONU (1971) y su inter­pretación en relación con Taiwán?

–China está lanzando una propaganda a nivel inter­nacional que vincula la resolución 2758 de la ONU (1971) con el principio que buscan instalar, el de una sola China. Lo que definió esta resolución de la Asam­blea General de las Nacio­nes Unidas es restablecer a la República Popular de China como el represen­tante chino.

Pero la resolución no habla de una sola China, ni tam­poco de que la República Popular de China representaría a Taiwán. En el ámbito internacional, la resolución de las Naciones Unidas no puede definir fronteras. No hay razón, ni base jurí­dica, que vincule la resolu­ción 2758 con el principio de una sola China.

La República Popular de China intenta usar esta resolución como un arma legal para establecer una sola China y como antesala para usar su fuerza militar para resolver la cuestión de Taiwán. De los 183 países en el mundo, solamente 57 aceptan el principio de una sola China, el resto tiene diferente posición.

–¿Por qué Paraguay debe­ría permanecer como aliado de Taiwán y no pasar a serlo de China?

–Respeto a los sectores que consideran que Para­guay tiene que ser socio de China. Hasta el momento, nunca he oído directamente del sector empresarial que debe romperse la relación con Taiwán. Sí que hay que explorar el mercado de China Popular. Taiwán no impone ninguna condición, China sí. Para ser socio de China, hay que romper con Taiwán. Esto está en contra de las reglas establecidas por el orden mundial. Todos somos parte del organismo mundial de comercio.

Hay mucha gente que cree que China Popular va a traer desarrollo y tengo dos men­sajes: primero, no trae desa­rrollo, un ejemplo es Vene­zuela; segundo, el desarrollo de un pueblo no depende de otro. El desarrollo de Para­guay depende de Paraguay y de los paraguayos. Los para­guayos están en camino del desarrollo y los países alia­dos podemos acompañarlo en este camino, compartir nuestra experiencia, estre­char nuestra relación, pero al final el desarrollo siem­pre estará en manos de los paraguayos.

El embajador de la República de China (Taiwán), José Chih-Cheng Han en entrevista con NM. Foto: Emilio Bazán

PERFIL

Embajador extraordinario y plenipotenciario de la República de China (Taiwán) en la República de Paraguay

Licenciado en Comercio Internacional por la Universidad Tunghai

Diplomado en Alta Gerencia por la Academia Nacional de Admi­nistración Pública

Diplomado en Servicio Exterior por la Academia Diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores

Supervisor de créditos en el Banco Chinatrust

Funcionario del Departamento de Protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores

Tercer y segundo secretario de la Embajada de la República de China (Taiwán) en la República de Panamá

Jefe de la Unidad Especial, Departamento de Latinoamérica y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de China (Taiwán)

Primer secretario de la Embajada de la República de China (Tai­wán) en la República de Costa Rica

Primer secretario de la Embajada de la República de China (Tai­wán) en la República Dominicana.

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