Ambientalistas requieren la puesta en marcha del plan de manejo aprobado para el espacio verde a fin de poder mejorar su infraestructura, brindarle mayor seguridad y seguir promoviendo la protección de una gran diversidad de animales y plantas, que lo convierten en un lugar único y necesario en la urbe gigante de la Gran Asunción.

Una garza mora duerme plácida en peculiar equilibrio sobre una pata, cubierta por un ala de espléndido plu­maje. Está posada sobre un árbol frondoso, de sombra generosa, que filtra parcial­mente la luz del atardecer. Abajo, en el lecho del arroyo, una garza blanca pesca cara­coles con particular gracia. Una postal cotidiana en el parque Guasu Metropoli­tano. Ubicado a 13,5 kiló­metros del centro, este eco­sistema ofrece la posibilidad de acercarse y convivir un tiempo con la vida silvestre.

Ese solo elemento lo des­taca especialmente. Hoy domingo 9 dos contingentes de unas 15 personas cada uno estarán haciendo un avistaje de aves a partir de las 8:00, donde munidos con bino­culares, cámaras de foto y video acercarán sus mira­das a la importante varie­dad de especies que habitan el parque.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

“Entre las seis y las ocho de la mañana es un verdadero concierto de trinos”, cuenta Arturo Bregaglio, de la orga­nización Salvemos al Parque Guasu. El parque, con acceso libre y gratuito, se puede visi­tar de 5:00 a 21:30, con per­manencia hasta las 22:00.

EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

En una recorrida para la elaboración de esta nota se pudieron ver varios taguato y un teju guasu. En este sentido, vale mencionar un episodio de marzo pasado, cuando una mujer pudo fil­mar seis hurones cruzando un pastizal. Protege tam­bién a especies en peligro de extinción como el sapito o toky to syry, un ejemplar propio del Chaco húmedo que es llamativo a la vista por su coloración negra, amari­lla y roja.

“El sapito o toky to syry (Melanophryniscus para­guayensis) es endémico del país, ya que solo es posible encontrarlo de forma natu­ral en Paraguay. Cuando se siente amenazado exhibe el vientre con numerosas man­chas rojas, las cuales sugie­ren a los depredadores que se trata de una especie peligrosa, aunque en realidad no lo es”, señala una publicación del sitio Biodiversidad de los Humedales de la Región Oriental del Paraguay.

También se avistan frecuen­temente nutrias y kuriyús. (Imágenes captadas por los usuarios y visitantes pueden verse en las redes sociales de Salvemos).

Se entiende que, merced del gran número de aves, las especies animales superan las 200 y otro tanto se da con la flora, donde se estima en número similar la diversidad de árboles, plantas y pastos que crecen en el lugar.

Diariamente, desde tempra­nas horas se acerca gente que va a caminar, a trotar, correr, patinar y andar en bicicleta por sus senderos asfaltados, cubiertos en gran medida de buena sombra, que permiten la posibilidad de ejercitarse. Los más chicos pueden tam­bién usar juegos infantiles convenientemente instala­dos y una ludoteca.

PLAN DE MANEJO

“Por aquí pasan más de 30.000 personas por mes”, recuerda Bregaglio expli­cando que para mejorar la infraestructura y los servi­cios del parque se requiere que el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sos­tenible (Mades) ponga en marcha el plan de manejo ya aprobado por el Comité de Gestión que integraron tam­bién los ministerios de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y de Defensa, las municipalidades de Asun­ción y Luque, y la organiza­ción Salvemos.

“Ese documento final lo tiene el Mades, que es la autoridad de aplicación y que ha hecho algunas obser­vaciones en los mapas res­pecto a las latitudes, indica­dores y esas cosas técnicas de modo que, una vez resuel­tas esas correcciones, bus­caremos su aprobación”, apuntó Bregaglio.

Sobre las características del instrumento, explica que el mismo sería como un regla­mento, una constitución del parque, que determina “qué es lo que se puede hacer y qué no se puede hacer den­tro del parque. Define un área de uso público y otra área restringida para pro­teger la flora, la fauna, los animalitos, etcétera, etcé­tera, donde, como ustedes habrán visto en la recorrida, no es de fácil acceso, pero de igual manera la gente feliz­mente respeta. La ciudada­nía no invade esos lugares, no hemos tenido en diez años desde que comenzó la defensa del parque gente que ingrese al área de reserva”, comentó.

Por su parte, Javier Pérez, también de Salvemos, apunta que la puesta en mar­cha del plan sería “la feliz culminación de un proceso que habíamos empezado con nuestra organización ciuda­dana, un conglomerado que venía preocupado por algu­nos atropellos”.

ACCIONES

En lo que hace al manteni­miento, vale decir que el pre­dio es propiedad del Ministe­rio de Defensa, que tiene un destacamento militar en el interior, cuyos efectivos se ocupan de cortar el césped y el mantenimiento general, según lo que pudo verse en la recorrida. La cartera de Defensa cedió el predio al MOPC para la instalación del parque y su infraestructura, pero todavía no le asigna un presupuesto específico, por lo que este tema será central para definir cambios.

Ante la pregunta sobre cuáles serían las acciones necesarias, Bregaglio enu­mera algunas de ellas: “Hay muchas carencias en el par­que porque ha estado olvi­dado en cuanto al manteni­miento. Entonces tenemos que resolver, primero, el tema de seguridad, sobre todo cuando oscurece. Acá no hay policías permanen­tes. Sí los hubo hace un par de años, pero ahora solo hacen algunas visitas los linces y a veces una patrullera esporá­dicamente”, apunta.

A este respecto hace especial hincapié en el tejido contiguo a la autopista Ñu Guasu, que tiene una abertura de 60 cen­tímetros en su zona baja por la que puede ingresar gente con intenciones de atracar a corredores y ciclistas. “Eso tiene más de 1.000 metros, pero cerrarlo no requeriría una gran inversión. A su vez, pedimos que haya dos case­tas policiales para controlar ese tramo”, añadió.

Otro problema que aparece es el de la iluminación, ya que “hay varias lámparas quemadas. Fácil­mente hay un 30 % de la ilumi­nación que está defectuosa, que hay que arreglar. Han hecho una inversión que saludamos en el par­que Ñu Guasu recientemente, pero no sabemos por qué la misma aten­ción no se le brindó a este parque”, expuso.

A su turno, Pérez recuerda la nece­sidad de reactivar la primera ciclo­vía que tuvo el espacio en su naci­miento, que hoy está en abandono. “Sería importante porque unién­dolo al circuito existente podría­mos ampliar la capacidad de cir­culación, sobre todo en los fines de semana, cuando se dan verda­deros problemas de tráfico entre los usuarios”, apunta.

INFRAESTRUCTURA

La adecuación de los baños y la necesidad de duchas y ves­tuarios se suma a los reclamos: “Hay solamente tres baños y no son sexados, tendrían que haber duchas, hay mucha gente que viene a las cinco de la mañana a hacer actividad física que se quiere duchar e irse al trabajo, pero no lo puede hacer. Estamos hablando de infraestructuras mínimas, no estamos hablando de grandes obras. Está también el puesto de salud, pero no tiene ni un tensiómetro, ni un desfi­brilador, que con eso se salvan vidas. Nada para una urgencia que pueda ocurrir”, menciona.

También requieren elementos para combatir incendios. “Desde el incendio que afectara unas 30 hectáreas en el año 2019, esta­mos esperando que, además de las bocas de tormenta que se ins­talaron, se puedan tener elemen­tos para enfrentar una situación similar y evitar que se produzcan daños por el fuego, que siempre son difíciles de recuperar en flora y fauna”.

ESPONSORIZACIÓN

Por ello, la alternativa de la espon­sorización es algo que se debe ana­lizar. “Se habló del tema, pero hay que entender que esta es un área silvestre protegida, lo que cambia el concepto y no permite la polu­ción visual que existe en el vecino Parque Ñu Guasu. Hay alterna­tivas, se puede hacer a través de medios digitales, se estudiará en el Comité de Gestión cuando comiencen las reuniones que prevé el plan de manejo”, apunta Bregaglio.

“La idea es un parque que nos per­mita disfrutar todavía de la natu­raleza, las aves y algunos otros animales que aún rondan, pues apuntamos más al cuidado y a la convivencia de la vida silvestre con el recorrido de la gente”, des­tacó finalmente.

TRATAMIENTO DE AGUAS

Un problema de toda la Gran Asunción es el tratamiento de sus aguas, el llamado a recuperar cursos y arroyos, del que el parque no está exceptuado. Un canal con aguas servidas cruza, paradójicamente, desde el predio del Mades sobre avenida Madame Lynch hacia el espacio verde para ir a desaguar en el también muy contaminado arroyo Ytay, que hace el límite entre Asunción y Luque. “Esta alcantarilla que ustedes han podido fotografiar está desde los orígenes del par­que hace 12 años. Viene desde detrás del Mades, así que nosotros esperamos que con el nuevo edificio que ya está a punto de terminarse tengan un tratamiento de las aguas servidas y eso ya no se desagüe aquí”, reclamaron. La idea sería ir recuperando “el sistema de humedales constituido por una diversidad de comunidades naturales”, como carac­teriza a los terrenos del parque el Relatorio de Impacto Ambiental (RIMA) de 2016.

UNA LUCHA DE AÑOS

Javier Pérez y Arturo Bregaglio, de la organización Salvemos al Parque Guasu

El 5 de junio pasado se conmemoró el Día del Medio Ambiente, oportunidad que aprovechó la organización Salvemos al Parque Guasu para recordar la lucha ciu­dadana de más de una década por la preservación del espacio verde de 125 hectáreas, ubicado sobre la ave­nida Madame Lynch, a 300 metros de su intersección con la avenida Aviadores del Chaco y la autopista Silvio Pettirossi.

Señalando unas carpetas, Javier Pérez y Arturo Brega­glio contaron que las mismas atesoran “las 31.000 fir­mas con las que contribuyó la ciudadanía posibilitando con ello que se aprobara la Ley de Áreas Silvestres Pro­tegidas 6941/22, tras más de 10 años de empeño, de obstinación, de conservación, de resistencia a distintas intervenciones de tipo inmobiliario que se quisieron hacer en el parque en diferentes momentos”.

Consideran, por tanto, que “felizmente eso ya ha pasado y lo que hacemos es tomar muy en serio el mensaje del presidente Santiago Peña en la apertura de la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York, donde señaló que cada país, cada ciudadano debe aportar un granito de arena con un arbolito o una plantita, ya que todo ayuda al problema que tenemos del cambio climático, que ha venido para quedarse y que afecta a todo el mundo”.

Los ambientalistas invitaron a seguir el programa radial de la organización, que se emite por radio 1000 todos los sábados de 16:00 a 18:00.

Déjanos tus comentarios en Voiz