El embajador británico Ramin Navai está llegando al término de su misión de cuatro años. En este tiempo ha demostrado una gran pasión por el Paraguay, su gente y sus tradiciones al punto de haberse embarrado de pies a cabeza en una fiesta popular. Navai no escatima elogios para este país y su gente.

-¿Desde cuándo está como emba­jador en Para­guay y cuándo fenece su mandato?

–Llegué al Paraguay a fina­les de 2020, en plena pande­mia, y mi misión era de cua­tro años. Ahora me quedan seis meses más para termi­nar. Ha volado el tiempo real­mente.

–¿Qué le ha parecido nues­tro país?, ¿lo conocía de antes?

–La verdad no tenía muchas expectativas sobre Para­guay antes de venir acá. Lo poco que sabía estaba rela­cionado al fútbol, pero no sabía mucho sobre el país. Justamente uno de los gran­des desafíos del Paraguay es el hecho de que afuera no se le conoce mucho, sobre todo en mi país. Creo que justa­mente ahora el presidente Santiago Peña está haciendo un gran esfuerzo para dar a conocer al mundo sobre lo que es Paraguay. Antes de Paraguay estuve en Colom­bia, por eso pedí continuar en la región.

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–¿Cómo se sintió durante su estadía?

–Ha sido espectacular, nunca imaginé que iba a disfrutar tanto. Realmente me sentí como en casa, estando acá y realmente siento mucho al pensar que solo ya me quedan seis meses. Mis amigos me preguntan por qué me gusta tanto y siempre respondo que es su gente, no hay nada más. Por mi trabajo he via­jado mucho por el mundo y nunca he encontrado gente tan amable como el para­guayo.

En más de una ocasión el diplomático dejó los protocolos para mezclarse con la gente, ya sea en festivales musicales o incluso embarrarse hasta la coronilla en el Festival del Tuyú de Nueva Londres.

PRIORIDADES

–¿Qué acciones destaca de su gestión como embaja­dor?

–En mi trabajo siempre he tenido dos prioridades: las relaciones comerciales y la lucha contra el cambio cli­mático, que han sido funda­mentales en lo que hemos trabajado en estos años. El intercambio de comercio es lo fundamental en las relaciones bilaterales. En los últimos años hemos visto un aumento no solo en mi periodo, sino desde que se reabrió la embajada en 2013. En estos últimos seis meses que me quedan seguiré bus­cando más inversión britá­nica para Paraguay, porque veo muchas oportunidades. Vamos a tener buenas noticias en los próximos meses con la empresa Atome Energy, que está involucrada en la produc­ción de amoniaco e hidrógeno verde. Ojalá antes de que me vaya podamos ver resultados importantes.

–¿Cuál fue el trabajo reali­zado en materia de cambio climático?

–Como dice el presidente Santiago Peña, Paraguay es verde y es algo que tenemos que proteger y usar para el crecimiento sostenible del país. Entonces, creo que con el agua, los árboles, la tierra tan fértil, Paraguay tiene que ser líder mundial en cre­cimiento sostenible. Viendo la producción agrícola, que creo que la producción de ali­mentos es 10 veces mayor a su población. Mirando el futuro todos los desafíos que tene­mos como planeta realmente Paraguay está muy bien ubi­cado. Hablo de la lucha con­tra el cambio climático, pero en realidad es sobre el cre­cimiento económico soste­nible.

–¿En qué área focalizó el trabajo?

–En el caso del Paraguay hemos trabajado con varios sectores y un sector impor­tante tiene que ver con los jóvenes. Un lujo que tiene Paraguay es la población mayormente joven, un lujo que no tenemos en Ingla­terra, y para ellos el tema del medioambiente es muy importante. Hemos dado muchas oportunidades a los jóvenes en su formación otor­gando Becas Chevening, que tiene un convenio con Becal. Más de 200 paraguayos han estudiado en Londres gracias a estas becas. Lo que vemos es que muchos becarios de otros países han querido que­darse en Inglaterra luego de sus becas. En cambio, todos los jóvenes paraguayos han buscado volver al país y creo que es una excelente señal.

Navai afirma que luego de recorrer varios países, no encontró personas más amables que los paraguayos

INVERSIONES

–¿Podría proporcionarnos algunas cifras sobre inver­siones británicas?

–Con la inversión de la empresa Atome Energy sobre amoniaco e hidrógeno verde estamos hablando de alrededor de 400 millo­nes de dólares y podría ser más. Va a ser la inversión más importante que hemos tenido acá por décadas. Por eso insisto, porque avanza muy bien. Aparte, tenemos nuevas empresas que están entrando al mercado local, por ejemplo, la ovina gené­tica. Al paraguayo le gusta la carne, pero mayormente vacuna. Creo que hay buena oportunidad para vender ovejas, corderos. Abrimos el mercado y hay muchos ganaderos que ya están importando ovejas británi­cas. Hay empresas que están luchando contra los mosqui­tos y las enfermedades, y existen acuerdos para avan­zar en estas áreas. Vendimos máquinas de salud a los hos­pitales. Logramos la primera cirugía robótica con un robot del Reino Unido. Además, las máquinas pesadas para la agricultura y sin olvidar el whisky, que siempre estuvo en el mercado.

–¿Por parte de Paraguay cuáles fueron los negocios logrados?

–Si hablamos de la contra­parte, el intercambio de comercio ha sido a favor del Paraguay, ya que expor­tan más a mi país de lo que se importa. Los produc­tos principales son los pro­ductos agropecuarios. Pero debería ser mucho más por toda la historia de amistad e historia compartida; empe­zando allá por el siglo XIX con la importación del pri­mer ferrocarril en Sudamé­rica. Mi país ha sido el pri­mer y mayor inversionista en Paraguay desde 1850 hasta 1900, y perdimos este lugar y no se pudo volver a ocupar. Ahora el presidente Peña habla mucho de la vuelta de un gigante y cuando Para­guay era un gigante, mi país fue el mayor inversionista. Yo comparto el sueño con el presidente de que Paraguay vuelva a ser ese gigante y quiero que mi país le acom­pañe. Entonces, hay mucho por hacer, estamos apenas en el inicio.

–Además de lo comercial, ¿qué otros hechos resalta­ría de su misión?

–Quiero destacar que durante el tiempo de mi misión como embajador se dio una visita muy impor­tante, como fue la llegada del ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, lord David Cameron, el cual se dio en febrero de este año. Esta visita se dio después de más de 173 años de rela­ciones diplomáticas entre ambos países. Para mí fue muy importante y sé que el canciller se quedó con un optimismo sobre las gran­des posibilidades que repre­senta Paraguay.

–¿Cómo ha sido su relación con las autoridades para­guayas?

–Ha sido excelente. Creo que el presidente Santiago Peña es una persona muy pre­parada, sumado a los últi­mos cargos que ocupó como ministro de Economía y en el Banco Central. Realmente tiene una visión clara de lo que Paraguay ha mostrado a la región y al mundo, que es la responsabilidad fiscal, el crecimiento estable, una moneda estable. Además de hacer un esfuerzo diplomá­tico excelente, tiene a favor que es joven y un líder exce­lente. Así también, con el canciller Rubén Ramírez mantenemos una excelente relación.

–¿Cuál será su próxima misión?

–Voy al Salvador, estoy con­tento por quedarme en la región porque he pasado muy bien en toda América Latina. El Salvador es un país al que no he ido y creo que está en un punto interesante de desa­rrollo. Estoy emocionado por la nueva misión, pero triste porque estoy dejando Para­guay. No lo dejo definitiva­mente, porque estoy seguro de que volveré sin dudas en el futuro y siempre lo llevaré en el corazón.

Su gata Emmie va a acompañarlo en su próxima misión en El Salvador

GRATOS RECUERDOS

–¿Qué se lleva de Para­guay?

–Me encantaría llevar muchas cosas. En lo mate­rial me llevo a mi gata para­guaya Emmie, ella se va con nosotros. Pero más que eso, me llevaré mis memor ia s . Como dije, nunca he pasado tan bien en un país como en Paraguay. Estos cuatro años han sido uno de los mejores años de mi vida. Tengo gra­tas memorias del Festival del Tuyú, en la ciudad de Nueva Londres, he disfru­tado muchísimo de las rica comida que tiene el país. Me encanta la carne paraguaya, me va hacer falta sin dudas. No creo que encuentre carne igual que la paraguaya en El Salvador. He disfrutado de muchos festivales musi­cales en el país. La natura­leza, he recorrido el país y he visto muchos árboles, mucha naturaleza. El idioma gua­raní, que no lo hablo, pero me encanta escucharlo y me encanta todo lo que envuelve a la historia, la cultura para­guaya.

–¿Se siente satisfecho con su misión o cree que pudo hacer mucho más?

–Sí y no; yo quiero más. Me hubiera gustado que los resultados lleguen más rápido en el sentido de inver­siones. Me gustaría que exista un tratado de libre comercio entre Inglaterra y Mercosur, esos procesos se demoran. Estoy seguro de que vamos a seguir insis­tiendo en esto, después de mi mandato, como gobierno británico bus­camos esto. Quiero destacar que el mundo está pasando por momentos difíciles ahora no solo con las guerras, sino económicamente, y dadas todas estas circunstancias, Paraguay va muy bien real­mente. Soy optimista, tiene sus desafíos como todos los países, pero hay que poner­los en perspectiva a lo que hay. En la región han tenido sus dificultades, pero ahora lo veo muy bien a Para­guay, que logró un excelente acuerdo con Brasil en el tema del acuerdo de tarifa ener­gética de la Itaipú Binacio­nal. A mí parecer ha sido un resultado excelente, mejo­rando las relaciones con Argentina, porque ya van a tener una embajadora. Digo todo esto mirando las otras regiones del mundo. Paraguay tiene paz, no tiene conflictos de frontera. El mundo está pasando una época complicada.

–¿Qué recomendaciones le daría a su sucesora, Danie­lle Dunne?

–Lo primero que le diría es que salga de Asunción, tiene que salir a conocer el país. Porque a veces los diplomá­ticos se quedan solamente en la capital y es una parte, pero no es el país. Yo he dis­frutado mucho saliendo al interior del país, reco­rriendo el campo. Otra cosa, que acepte todas las invitaciones. En mi trabajo uno nunca sabe dónde va a salir una conversación interesante. Entonces, hay que estar presente. Para mí un diplomático o embajador no debe estar solo frente a una compu­tadora, mucho es relacio­nes personales y debe estar con la gente lo más posible. Le aconsejaría también que deje sus sacos y campera en Londres, no los va necesitar mucho en Paraguay (risas). Lo chistoso es que cuando llegué yo me reía de los paraguayos con sus cam­peras en invierno, les decía que eso es verano en Lon­dres. Ahora, a casi cuatro años, ya busco unas campe­ritas con este frío que tene­mos. Hay mucho por descu­brir en Paraguay que estoy seguro mi sucesora lo sabrá descubrir también.

–Finalmente, embaja­dor, ¿por qué Cerro Por­teño cuando Olimpia es el equipo con más gloria?

–(Risas) Bueno, Cerro Por­teño me ha recibido muy bien, pero yo tengo un equipo y es el Arsenal. Con Cerro he pasado bien, pero no es que sea tan cerrista como la gente piensa. Tam­bién tengo mucha admira­ción por el Club Olimpia, sus tres Libertadores, su copa Intercontinental, es un gran club. También me gusta mucho Libertad, que hablando de este siglo tam­bién ha tenido más exitos. Pero solo tengo un club y es de Londres, es el Arsenal.

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