Paulo César López, paulo.lopez@nacionmedia.com - Fotos: Jorge Jara
A 185 kilómetros de Asunción, en el distrito de Independencia, departamento del Guairá, el Parque Ecológico Salto Suizo ofrece a los visitantes un imponente escenario natural y cómodas instalaciones con diversas actividades de turismo de aventura, que lo convierten en un atractivo destino para pasar los días santos en la quietud y la contemplación de uno de los principales atractivos con los que cuenta el cuarto departamento.
Los negros nubarrones y unas leves gotas amenazaban con empañar la jornada. Freddy acelera la marcha del móvil en un intento de ganarle al temporal que se dibujaba en el horizonte. Luego de atravesar un camino de ripio de unos 10 kilómetros desde el casco urbano de la ciudad de Independencia y a 40 kilómetros de la capital departamental, finalmente llegamos cerca de las 10 de la mañana.
En la entrada nos recibe Bienvenido, el encargado del lugar, quien nos cuenta que el parque tiene un total de 360 hectáreas y que, además del pequeño núcleo de las cabañas y los espacios recreativos, el resto sigue siendo bosque.
“El parque se encuentra ubicado dentro de la Reserva de Recursos Manejados del Ybytyruzú, que es una categoría de manejo de área silvestre protegida que tiene el Paraguay, y tiene la característica de ser como un rompecabezas, donde cada pieza tiene un propietario distinto y una de esas piezas somos nosotros. Lo que buscamos es desarrollar el turismo ecológico como estrategia para seguir conservando uno de los últimos remanentes del Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAPA)”, explicaron desde la administración del parque.
El parque entró en funcionamiento hace cinco años y el proyecto surgió como el sueño de unos jóvenes emprendedores y amantes de la naturaleza que invirtieron en el estilo de vida que les gusta para convertir el lugar en una reserva ecológica que, además de los atractivos naturales con los que cuenta, también disponga de la infraestructura con las comodidades y la seguridad necesarias a fin de que los visitantes puedan disfrutar de un “espacio de armonía, compromiso y cuidado de la vida y la fuente de la vida. Es un emprendimiento para cuidar la naturaleza y gozar de ella siempre”, añaden los responsables del lugar.
Contrariamente a nuestros deseos para lograr las mejores tomas, nuestro anfitrión celebra la amenaza de lluvia, pues señala que la sequía de los últimos tiempos y la deforestación de los bosques han afectado significativamente el volumen del salto, que según detalla tiene unos 65 metros de altura y que en las temporadas de mayor flujo de agua ofrece un espectáculo sonoro y visual único para quienes llegan al sitio.
EL CIRCUITO
Como la gran mayoría de los visitantes, el primer punto al cual nos dirigimos es el salto, cuyo sonido ya puede ser advertido apenas ingresar al predio. La caída de agua fue bautizada con el gentilicio del país helvético debido a que anteriormente vivían en el lugar unas personas de nacionalidad suiza, por lo que los pobladores de la zona cuando deseaban realizar una incursión en la cascada a fin de pegarse un chapuzón para aplacar el calor característico de nuestro país decían “jaha Suizo Sáltope”.
Para llegar al estanque de aguas aún traslúcidas formadas por la caída atravesamos un sendero cubierto de un espeso follaje a través de un túnel de frondosos árboles hasta llegar a la larga escalera de metal que nos lleva al salto de agua, alimentado por el arroyo Santa Librada, cuyo curso se desplaza a través de una pared vertical de piedra formando piscinas naturales a lo largo de su paso.
“El Parque Ecológico Salto Suizo dispone de varios senderos para la realización de caminatas con diferentes grados de dificultad. En todos los senderos se puede llegar a apreciar fauna y flora característica del BAAPA y del bosque de la selva central. Contamos con cabañas de variadas características que van desde rústicos toneles, que anteriormente eran utilizados para añejar vino, siendo el tonel Pindó el más solicitado, ya que cuenta con una plataforma con vista panorámica y jacuzzi; hasta cabañas de estilo suizo con jacuzzi privado. Por otro lado, también contamos con cabañas alpinas familiares que tienen acceso a una piscina. De acuerdo al tipo de cabañas, estas vienen con pases de actividades de ecoaventura”, explicaron.
OTROS ATRACTIVOS
Además de este santuario natural, uno de los más bellos y mejor conservados del país, se puede disfrutar del imponente paisaje que ofrece la cordillera del Ybytyruzú en varios de los miradores, a los cuales se puede llegar siguiendo los mapas emplazados en el entorno del casco central del parque y entre los cuales uno de los predilectos es el del Valle de Cerro Corá, desde donde se puede divisar el cerro homónimo y parte de la cordillera del Ybytyruzú.
Los amantes de la aventura pueden realizar actividades como rapel, tirolesa, arborismo, acampes, escalada, descenso por la cascada del salto y para quienes deseen redoblar la apuesta hay disponibles combos extremos. Asimismo, también se realizan paseos a caballo y en cuaciclones a través de senderos de campos, pastizales, parte de monte y con vistas a la serranía.
En cuanto a los servicios que se ofrecen, hay variadas opciones gastronómicas, piscina, alojamiento en cabañas alpinas ubicadas en lugares estratégicos para contemplar el exuberante entorno natural, así como los amaneceres y atardeceres con el imponente paisaje como telón de fondo. A más de ello, como opción de alojamiento el lugar cuenta con singulares toneles de roble, con y sin jacuzzi, adaptados como habitaciones, que hacen homenaje a la tradición vitivinícola que caracteriza a la ciudad.
Luego de terminar el recorrido por los senderos y los lugares de alojamiento, Carmelo y Fidel nos acompañan para realizar el cruce encima del salto en la tirolesa de unos 80 metros de alto, y 200 y 300 metros de largo. “Máa la ofirmáta la isentencia? (¿Quién va a firmar su sentencia?)”, dice Carmelo bajando sobre la mesa la carpeta de registro.
Súbitamente arrepentido de tomar la decisión de lanzarme, no pronuncio palabra alguna mientras me coloca el arnés y el resto del equipo de seguridad. Primero se lanza Carmelo para aguardarme al otro lado. Cuando veo que llega sin inconvenientes, respiro con cierto alivio. Fidel me brinda las instrucciones de rigor sobre la postura antes del lanzamiento. Luego, ¡zas! Durante el cruce se puede disfrutar de la impresionante panorámica observando como un ave desde arriba la majestuosidad del salto.
Ya al otro lado, Carmelo me dirige a través de una estrecha senda para tomar el cabo de regreso, que tiene mayor altura y un trayecto un poco más turbulento por el cruce a través de los árboles. Entretanto, me cuenta que es originario de Alto Paraná y que hace cinco años fue contratado para la instalación de la tirolesa, luego de lo cual ya se quedó para operar uno de los principales atractivos que tiene el lugar para los adeptos a la aventura y la adrenalina.
DESPEDIDA
Ya pasada la una de la tarde finalizamos el recorrido. Mientras nos despedimos el frío sudor que recorre mis sienes termina disipándose poco a poco. Apenas iniciamos el camino de regreso, la jornada nubosa se torna de pronto soleada. El clima no estuvo de nuestro lado para realizar las mejores tomas, pero de lejos la experiencia resultó sumamente gratificante.
No obstante, queda latente la profunda inquietud de que, si no se toman medidas urgentes para frenar la deforestación y proteger los remanentes boscosos, este y en general los ricos recursos hídricos con los que cuenta nuestro país están bajo seria amenaza.
Lugares de alojamiento y servicios
Siete toneles: dos toneles clásicos, tres toneles panorámicos, un tonel Bambú y un tonel Pindó. Cada uno cuenta con una capacidad de hasta dos personas, todas las habitaciones son climatizadas y ofrecen desayuno americano con acceso al parque, senderos, miradores y con pases de actividades de cuerdas.
Tres cabañas suizas familiares: Luna Llena, El Amanecer, En las Nubes. Con capacidad para hasta cuatro personas, climatizadas, con baño en suite, frigobar y acceso a un deck con piscina. Incluye también desayuno americano, acceso al parque, senderos, miradores y al parque infantil.
Tres cabañas suizas privadas: La Cabaña en la Cima tiene una capacidad para hasta cuatro personas; y las cabañas Monarca y Paraíso son para hasta dos personas cada una. Tienen climatización y cada una cuenta con jacuzzi; también incluyen desayuno americano, acceso al parque, senderos y miradores.
Cabaña grupal tipo hostal: tiene cinco habitaciones climatizadas con capacidad de hasta ocho personas con baños y duchas cada una.
Restobar: se ofrece servicio de desayuno, almuerzo, merienda y cena a la carta. Está habilitado de 7:00 a 22:00.
Las instalaciones del parque están abiertas para recibir al público de lunes a domingo de 9:00 a 19:00.