En términos de desarrollo económico, la República de Singapur es uno de los países con más visión de futuro del planeta, por lo que se ha convertido en uno de los más ricos y seguros del mundo. ¿De dónde procede este increíble éxito?

  • Por María Victoria Benítez Martínez*
  • Fotos: AFP

De ser un país subdesa­rrollado asolado por la pobreza, la corrup­ción y la inseguridad, Singa­pur se ha convertido en un líder mundial.

El modelo de Singapur se apoya en tres pilares: el prag­matismo, donde la experien­cia prima sobre la ideología e incluso la democracia; la meritocracia, considerada esencial para la cohesión de esta sociedad multicultural; y la visión a largo plazo, incluso en detrimento de la vitalidad democrática.

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Cuando se trata de crecimiento social, ya sea en materia de educación, salud, vivienda, paz social, empleo o desa­rrollo de infraestructuras, e incluso en el ámbito de las tec­nologías de la información y la comunicación, Singapur suele citarse como Estado modelo. Sin embargo, el modelo de Sin­gapur adolece de otros proble­mas, como la desigualdad y una de las tasas de fecundidad más bajas del mundo. No obstante, Singapur sabe reinventarse para seguir avanzando.

Paraguay mantiene relacio­nes diplomáticas con la Repú­blica de Singapur desde el 10 de diciembre de 1992. La Embajada de Paraguay en Corea del Sur es concurrente ante Singapur.

GÉNESIS DE LA CIUDAD-ESTADO

Poco se sabe del pasado de Singapur, que ha quedado en gran medida eclipsado por los reinos hindúes y los sultana­tos musulmanes que domina­ron la región. En 1819, Thomas Stamford Raffles construyó un puerto británico que se convertiría en puerto comer­cial. En 1826, el colonialismo británico se apoderó de los territorios que hoy son Mala­sia y Singapur. Este último ha conservado una posición importante como centro administrativo y punto de partida de la mayoría de las exportaciones de productos locales a Europa.

En 1867, Singapur fue decla­rada colonia de la Corona británica. Este régimen duró hasta la ocupación japonesa de Singapur de 1942 a 1945. Un período poco glorioso de la historia moderna de Singapur bajo dominio japonés.

La mayoría de la población, con el apoyo de las élites polí­ticas, optó por la independen­cia mediante una unión con Malasia en 1963. Sin embargo, debido a profundas diferencias, esta unión política no duró y el 9 de agosto de 1965 Singapur se separó pacíficamente de la Federación de Malasia y se con­virtió en un Estado indepen­diente y soberano.

RECURSOS

Singapur es a la vez una ciu­dad-Estado y el Estado más pequeño del sudeste asiá­tico. Su posición geográ­fica la sitúa a las puertas de entrada a los océanos Índico y Pacífico.

A principios de los años sesenta, la situación eco­nómica no era brillante. La isla era muy pequeña (620 km2) y estaba escasamente poblada. Servía de almacén para los británicos, cuya base aeronaval empleaba a 40.000 personas.

Territorio totalmente dependiente, Singapur carece de recursos natura­les, sobre todo de agua pota­ble, lo que le ha obligado a desarrollar políticas prag­máticas para garantizar la supervivencia de su pobla­ción. Privado de recursos naturales, su razón de ser ha sido desarrollar sus recursos humanos para obtener una ventaja competitiva y com­pensar las debilidades liga­das a su geografía, demogra­fía y economía.

Solo el 1 % de Singapur es tie­rra cultivable, lo que explica el auge de la agricultura urbana. Plantaciones de berenjenas, romero, banana, guayaba, fruto de la pasión o mburucuyá, etc., han invadido las azoteas de los edificios. Edible Garden City gestiona unos 80 huertos en tejados de la ciudad; también está experimentando con huer­tos en balcones y contenedores.

Singapur no posee explotacio­nes ganaderas y no puede pro­ducir arroz. El país depende de las importaciones de ali­mentos, que cubren casi el 90 % de sus necesidades. La ciudad-Estado ha puesto en marcha una estrategia enca­minada a lograr una autosu­ficiencia alimentaria del 30 % en 2030, pero este objetivo será difícil de alcanzar debido al pequeño tamaño del país (un enclave de 734,3 kiló­metros cuadrados, con una población de más de cinco millones de habitantes) y al elevado coste de la producción de alimentos.

POLÍTICA EXTERIOR

Singapur participa en el comercio internacional desde principios de los años setenta. Es miembro fun­dador de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiá­tico (ASEAN), que cuenta con diez Estados miembros (Brunei, Indonesia, Cam­boya, Laos, Malasia, Myan­mar, Filipinas, Tailandia, Vietnam y Singapur). A tra­vés de la ASEAN, la ciu­dad-Estado pretende fomen­tar el multilateralismo y la liberalización del comercio, ampliar su mercado y refor­zar la estabilidad regio­nal. Cuenta con una red de 27 acuerdos implementa­dos con ALC (acuerdos de libre comercio) bilaterales y regionales. Es miembro de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth).

Singapur es el segundo puerto de contenedores del mundo, después de Shanghái, y el tercero en términos de tráfico. Está conectado con más de 600 puertos de todo el mundo. Singapur se destaca en el comercio mayorista, las finanzas y la industria de alto valor añadido. Los sectores más importantes de la econo­mía son: la industria manu­facturera, con electrónica, los productos químicos, biome­dicina y la ingeniería de preci­sión; comercio mayorista; las finanzas y los seguros.

Lee Kuan Yew, fallecido el 23 de marzo de 2015 a los 91 años, fue el principal artífice del éxito económico de esta ciudad-Estado que fue creada desde cero. En su autografía titulada “Del tercer al primer mundo”, el que fuera primer ministro por más 30 años explica las bases del modelo exitoso que aplicó y propor­ciona recetas para enfrentar los nuevos desafíos.

EDUCACIÓN: LA CLAVE DEL ÉXITO ECONÓMICO

La isla no producía nada y no disponía de conocimientos técnicos ni capital.

El país ha puesto en mar­cha un sistema educativo que ocupa el primer puesto mundial en la clasificación PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos), sobre todo en matemáticas, comprensión lectora y ciencias.

Una de las características ori­ginales del sistema educativo de Singapur es que los niños se inician en ejercicios de lógica y cálculo mental en una edad muy temprana. Los deberes duran nueve horas semana­les y se basan en el método japonés Heguru de educa­ción infantil.

Los beneficios inmediatos de este método son una memoria y una capacidad de procesa­miento a alta velocidad, una mente analítica agudizada, sólidas habilidades lingüís­ticas y numéricas, confianza en sí mismos, etc. Aprenden a investigar y razonar, a pensar de forma independiente y a no aplicar automatismos, entre otros beneficios.

El país tiene cuatro lenguas oficiales: malayo (por sus habi­tantes originales), tamil, man­darín e inglés, la lengua de la administración.

Los resultados de Singapur en educación son un pilar funda­mental de su programa nacio­nal de desarrollo. El éxito de Singapur en educación se ha logrado invirtiendo en un cuerpo docente de alta cali­dad y elevando el prestigio y el estatus de la educación para atraer a los mejores. Una vez en el mercado labo­ral, los profesores se benefi­cian de un importante desa­rrollo profesional. Participan en ejercicios de aprendizaje en equipo, observación en el aula y retroalimentación, y son tutelados por profesores más experimentados.

Solo uno de cada ocho estu­diantes es aceptado en el pro­grama de enseñanza tras un riguroso proceso de evalua­ción. Buscan personas que sientan auténtica pasión por la enseñanza y que tengan aptitudes para la profesión.

En Singapur los profesores son funcionarios desde el ini­cio de su formación. Durante sus estudios reciben un sueldo y todas las prestaciones acor­dadas a los funcionarios, incluidas vacaciones anuales pagadas, asistencia médica y seguro. Una vez terminada su formación, tienen garan­tizado un puesto de trabajo.

Cada profesor tiene derecho a un máximo de 100 horas de perfeccionamiento pro­fesional al año. Esto puede implicar asistir a cursos en el Instituto Nacional de Edu­cación, en escuelas o incluso ir al extranjero para estu­diar aspectos de los sistemas educativos y la pedagogía en otros países. El rendimiento se evalúa cada año y los pro­fesores que se destacan reci­ben bonificaciones. Al cabo de tres años, los profesores son evaluados para determi­nar si tienen potencial para seguir la carrera de maestro, director o especialista, con un aumento de sueldo.

Singapur no tiene recursos naturales, no puede cultivar, no es una nación de agriculto­res, no puede extraer minera­les de la tierra, así que invierte mucho en capital humano. Puede decir a los inversores que tiene una mano de obra de muy alta calidad. Una ciu­dad-Estado que ha sacado a su población de la pobreza, de los asentamientos margina­les, para permitirle alcanzar el mismo nivel de vida que las economías avanzadas.

La clave ha sido combinar el desarrollo económico con el desarrollo social, la innova­ción y la educación.

* Ph. D. en Historia y Civiliza­ciones, Université Paris Cité – Francia. Máster en Relacio­nes Internacionales, Máster en Letras y Licenciatura en Letras Modernas, Sorbonne Université. Comercio Inter­nacional – Droit des Affaires – Conservatoire National des Arts et Métiers

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