Dueño de una dicción envidiable, el locutor y presentador deja un recuerdo imborrable en colegas y amigos que lo memoran como pionero de la televisión, de las maratones para recaudar fondos para causas nobles, en la promoción de la música y la cultura. Aquí unos testimonios que nos acercan al hombre detrás de la gran figura.

Lo destacaba la presen­cia, la voz precisa, el oficio para amenizar eventos o presentar artistas. Charles González Palisa fue pionero en los medios elec­trónicos y su imagen quedará en el recuerdo de quienes dis­frutaron sus emisiones radia­les y televisivas.

Nos dejó el pasado 3 de febrero, a los 82 años, tras un difícil posoperatorio en un sanatorio privado de Asunción. Había tenido una cirugía de corazón abierto de ocho horas de duración a fines de enero en la que le coloca­ron tres bypass.

Para este medio condujo “La gran jugada de La Nación”, una recordada emisión tele­visiva que se realizaba en el tercer piso del edificio del dia­rio en la avenida Zavala Cue, en Fernando de la Mora, Zona Sur, un programa que se des­tacó por sus importantes pre­mios y la participación de la gente.

Charles González Palisa, en Emisoras Paraguay conduciendo el programa más exitoso que hizo en radio, “Caravana”, que posteriormente llevó a la TV

HITOS DE UNA GRAN CARRERA

Nació en Buenos Aires un 23 de enero de 1942 y genera­ciones lo recordarán como el conductor de los programas a beneficio organizados por la entonces Fundación APA­DEM-Teletón.

Hijo de José González Ligier, de nacionalidad francesa, y de Margarita Palisa, con apenas siete días, siendo un recién nacido, comenzó su vida en nuestro país porque su padre asumió la representación de Aerolíneas Argentinas (AA) en Paraguay.

Cuenta Mario Ferreiro: “Si bien Charles se inició en el mundo laboral como asis­tente en tierra de los vuelos de AA que llegaban a Asun­ción, muy pronto sentiría el llamado de la vocación de comunicador. Ya como alumno del colegio San José se destacaría como presi­dente de la comisión de fies­tas, lo que le haría ser más sociable hasta perder el miedo escénico tan carac­terístico de la adolescencia”.

Sus inicios como locutor se dieron en radio Ñandutí, pro­siguió en radio Chaco Boreal, con el programa “Caravana” en su versión radial, que más tarde llevaría a la televisión en 1967.

Sigue contando Ferreiro que “de buen porte, tremenda pinta”, como se decía por entonces, de estatura impo­nente y buen registro vocal, Charles vio en 1964 un anun­cio en La Tribuna en donde buscaban nuevos talentos para la primera estación de TV que comenzaría a emitir su señal al aire en setiembre de 1965.

En esa época, Charles se dedi­caba a la venta de leche y a su tarea en Aerolíneas Argentinas, pero sus compañe­ros ya lo tentaban a probar suerte como comunicador. “Vos tenés que ser locutor”, le decían sus amigos, animán­dolo a concurrir al quinto piso del viejo edificio del Instituto de Previsión Social (IPS) en donde funcionaba Canal 9 en sus comienzos.

Charles conduciendo Teletón en 1997

LEYENDAS

Allí fue recibido por gran­des leyendas de la radiofo­nía y el teatro nacional como Miguel Ángel Rodríguez, Car­los Gómez, Ernesto Báez y el gran músico Mauricio Car­dozo Ocampo, “quienes lo aprobaron inmediatamente con las mejores calificacio­nes”, recordó.

“Diferente”, por Cardinal FM, fue el programa radial donde popularizó el poema “En vida, hermano, en vida”, de la escri­tora mexicana Ana María Rabatté, un clásico suyo.

Trabajó en Emisoras Para­guay, donde obtuvo el Micró­fono de Oro y fue ganador también del premio Paraná.

Su participación en progra­mas televisivos como “Cara­vana” por Canal 9, ciclo que condujo durante 10 años, el imperdible de aquellos años “Folclore de gala” y sus pre­sentaciones de innumera­bles festivales folclóricos le dieron trascendencia y reco­nocimiento nacional.

González Palisa fue reconocido en 2016 como hijo dilecto de la ciudad de Asunción por la Junta Municipal

Apunta Ferreiro: “Muy pronto Charles se conver­tiría en figura central de las grandes galas tanto en radio como en TV y, sobre todo, en eventos en vivo, llegando a conducir durante muchos años la gran maratón soli­daria de Teletón, ayudando a generar gran apoyo para dicha causa en sus años fun­dacionales. Siempre solidario, Charles también colaboró con su oficio para recaudar fon­dos destinados a la construc­ción del Hospital del Cáncer y fue el creador de las recor­dadas ‘50 horas de la bondad’. Nunca negó su concurso pro­fesional a cuanta causa solida­ria le haya solicitado su siem­pre generosa participación”.

Fue también actor protagoni­zando la primera fotonovela paraguaya y actuó en tres obras de teatro junto a Neneco Norton, Florentín Giménez y Juan Carlos Moreno Gon­zález; y en zarzuelas, como “Raida Poty”, de Juan Manuel Frutos Pane.

Junto con su equipo en radio Chaco Boreal

Grabó discos recitando poe­mas que obtuvieron gran éxito popular.

Casado con Estela López Mena, tuvo tres hijos: José Félix, Mónica y Patricia, así como seis nietos.

En política se presentó como candidato a diputado nacio­nal por el Partido de la Juven­tud para las elecciones gene­rales de 2018.

En las últimas municipales buscó convertirse en conce­jal de Asunción. En ambas oportunidades no consiguió los votos suficientes.

En 2016 la Junta Municipal de Asunción lo destacó como hijo dilecto de la ciudad.

“YO SIEMPRE FUI SU ALUMNO”

BRUNO MASI - LOCUTOR Y PERIODISTA

Sorprende la ingratitud de nuestras autoridades para con él y para gente valiosa del arte y la cultura que después de haber dado tanto por nuestra sociedad se van sin pena ni gloria. Sin homenaje en vida, como siempre propagó el amigo.

Era la imagen de la radio, la televisión, de la solidaridad, una persona que comunica y emociona. Yo siempre fui su alumno, desde que hacía los debuts del Club Centenario y otros clubes.

Fue el hombre de Teletón y en sus 60 años de carrera animando y presentando eventos y espectáculos, le tocó abrir el escena­rio para actuaciones de grandes artistas como Luis Alberto del Paraná, Sandro, Chico Novarro, Los Plateros, Estela Raval y los 5 Latinos, Isabel Sarli, Roberto Carlos y tantos otros.

Se nos fue un grande. Fue mucho más que un locutor, un emba­jador de Paraguay a través de los medios, el que unió a millones de paraguayos a través de Teletón o las “50 horas de la bondad” y programas solidarios. Charles aparecía en pantalla y el país se movilizaba. Lo hizo juntando millones para la gente carenciada y cuando lo dejaron fuera de Teletón nadie le hizo un homenaje.

En sus últimos años no se lo contrataba porque estaba entrado en años. Así es aquí, se utiliza y se desecha a la gente. En Argentina y en Brasil idolatran a sus referentes. La señora Mirtha Legrand por ejemplo. Aquí la Secretaría de Cultura brilla por su ausencia, nadie se presentó. Me duele que gente del ambiente no haya ido a dar su pésame en el velorio.

Su sueño era honrar la memoria de su mujer Estelita López Mena con la construcción de un nuevo estadio Comuneros como manera de recordar el triunfo de la selección femenina de básquet en 1952.

Era un maestro de la amistad y transmitía nobleza, sensibili­dad y honradez, un apasionado de lo que hacía.

“ME AYUDÓ A PERDER EL MIEDO”

JULIO GONZÁLEZ CABELLO - LOCUTOR Y RELATOR DEPORTIVO

Su partida nos dolió a todos, fue un gran maestro de la vida y la locución, de un gran nivel profesional. Aprendimos mucho con él, un gran amigo. Siempre se ha caracterizado por su jovialidad, por la manera de encarar su oficio, que amaba sin lugar a dudas, como animador, como conductor, como profe­sional de radio, fue un hombre muy querido al que vamos a recordar siempre. Compartimos escenarios en múltiples oca­siones en Teletón, en concursos de reina, etc., y siempre daba gusto trabajar con él porque se aprendía mucho. Me ayudó a perder el miedo al escenario, a la concurrencia, al público y enseñaba esa con­fianza para no temblar ante el gran público. Fue amigo de mi padre, de mi familia, donde siempre se lo respetó y se lo quizo. Nos dejó un legado muy importante en esto que es amar el micrófono y la cámara de televisión.

“NOS DEJÓ EL MENSAJE DE LA NECESIDAD DE HOMENAJEAR A LAS PERSONAS”

ANDREA UGARRIZA - PRESENTADORA DE TELEVISIÓN

Fue un grande no solo a nivel profesional, sino principalmente una persona con un gran corazón. Nos dejó el mensaje de homenajear a las personas “En vida, hermano, en vida”, con esas palabras difíciles de olvidar.

Charles fue compañero de colegio de mi papá y su hija Patricia fue compañera mía. Era una persona por la que tenía un afecto muy especial porque papá ya falleció y él siempre me hacía acor­dar: “Tenés los ojos de él”, me decía, y me hacía recordar a mi padre de la mejor manera, fue como un papá postizo. Yo lo que­ría muchísimo y siento que él también, como me lo demostró cuando lo llamé para gra­bar un programa de “Caza­talentos” conmigo en la televisión. Él acababa de salir de una cirugía y no podía moverse por indicación médica. Desoyendo todo, tomó su vehículo y se vino a grabar porque no le podía fallar bajo ningún punto de vista a la hija de su compañero que­rido.

Esas son las cosas que demuestran qué tipo de per­sona fue el gran Charles, que lle­varé en mi cora­zón por siempre. Era una persona, como él decía, “formidable”.

“IRRADIABA LUZ A SU ALREDEDOR”

  • EDGAR MOSTAFA - AMIGO

Cuentan que cuando Charles trabajaba en Aerolíneas Argenti­nas, las chicas salían del colegio y se iban a parar frente a la ofi­cina solo para mirarle a Charles; era extremamente buen mozo con una voz y presencia única, creo yo el mejor presentador y voz del Paraguay.

En los años 80, Charles tenía un grupo de amigos muy cercano con con el que se reunían tres a cuatro veces por semana en la casa de Emilio Forestieri, que es mi tío. Por allí los he conocido a Charles y Estelita (López Mena, esposa de González Palisa), con quienes desde esa época construimos una amistad muy linda a pesar de que tenemos una cierta diferencia de edad.

Yo a pesar de vivir fuera de Paraguay desde 1984, viajo con frecuencia a Asunción, donde nos reuníamos siempre que lle­gaba a Paraguay. Charles tenía una luz propia que irradiaba a su alrededor, siempre con esa sonrisa y positividad. Fue extrema­mente generoso; siempre quiso ayudar a los más necesitados de alguna forma. Allí dejó un legado importante con Teletón y otras asociaciones. Siempre que podía los ayudaba a través de sus programas de radio y televisión.

Soy muy privilegiado de ser uno de los tantos amigos de Char­les y su familia; estar con él en cualquier ocasión era una fiesta. Como le he dicho a sus hijos, estoy seguro de que partió en paz absoluta, ya que cumplió todo lo que un ser de luz puede apor­tar en esta vida. Él siempre ha hecho todo lo que ha podido: “¡En vida, hermano, en vida!”.

UNA POESÍA FORMIDABLE

La gran voz de Charles González Palisa y su oficio dra­mático dieron vida a la gran habilidad para declamar poesías, que llegó a editar en discos de vinilo, casetes y en cedés que fueron récord de ventas, sobre todo por el buen impacto que causaba en la gente su ver­sión del poema de la mexicana Ana María Rabatte que popularizó en el país.

EN VIDA, HERMANO, EN VIDA

Si quieres hacer feliz / a alguien que quieras mucho…/ díselo hoy, sé muy bueno/en vida, hermano, en vida…

No esperes a que se mueran/si deseas dar una flor/mándalas hoy con amor/en vida, hermano, en vida…

Si deseas decir “te quiero”/a la gente de tu casa/al amigo cerca o lejos/en vida, hermano, en vida…

No esperes a que se muera/la gente para quererla/y hacerle sentir tu afecto/en vida, hermano, en vida…

“SUPO SOPORTAR LAS ADVERSIDADES”

  • EDUARDO ELIZECHE - ESCRIBANO Y AMIGO

Las anécdotas que tengo con Charles son innumerables. Ima­ginate que nos conocemos desde el año 1952, hemos vivido momentos muy buenos, otros no tantos, pero nuestra amis­tad siempre estuvo intacta. En pocas palabras, Charles era una persona de un corazón muy noble. No se ven con frecuencia personas como él.

La vida es multifacética y él como conductor de programas, como amigo personal, como marido, como padre, fue siempre excelente. Extremadamente generoso, a pesar de los dolores de cabeza por razones de salud de la señora, supo soportar las adversidades de manera increíble. Tuvo etapas pesadas por­que en estos últimos años estaba sin trabajo y la gente de los medios le daba la espalda.

Estoy afectado con la partida de él, eramos muy cuates. Era un tipo divertido, no conocía la tristeza. Siempre estaba transmi­tiendo alegría, en un asado, en una reunión, era alguien tre­mendamente agradable, carismático, de excelente carácter, es difícil asumir su pérdida.

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