Dueño de una dicción envidiable, el locutor y presentador deja un recuerdo imborrable en colegas y amigos que lo memoran como pionero de la televisión, de las maratones para recaudar fondos para causas nobles, en la promoción de la música y la cultura. Aquí unos testimonios que nos acercan al hombre detrás de la gran figura.
- Por Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos Archivo / Gentileza
Lo destacaba la presencia, la voz precisa, el oficio para amenizar eventos o presentar artistas. Charles González Palisa fue pionero en los medios electrónicos y su imagen quedará en el recuerdo de quienes disfrutaron sus emisiones radiales y televisivas.
Nos dejó el pasado 3 de febrero, a los 82 años, tras un difícil posoperatorio en un sanatorio privado de Asunción. Había tenido una cirugía de corazón abierto de ocho horas de duración a fines de enero en la que le colocaron tres bypass.
Para este medio condujo “La gran jugada de La Nación”, una recordada emisión televisiva que se realizaba en el tercer piso del edificio del diario en la avenida Zavala Cue, en Fernando de la Mora, Zona Sur, un programa que se destacó por sus importantes premios y la participación de la gente.
HITOS DE UNA GRAN CARRERA
Nació en Buenos Aires un 23 de enero de 1942 y generaciones lo recordarán como el conductor de los programas a beneficio organizados por la entonces Fundación APADEM-Teletón.
Hijo de José González Ligier, de nacionalidad francesa, y de Margarita Palisa, con apenas siete días, siendo un recién nacido, comenzó su vida en nuestro país porque su padre asumió la representación de Aerolíneas Argentinas (AA) en Paraguay.
Cuenta Mario Ferreiro: “Si bien Charles se inició en el mundo laboral como asistente en tierra de los vuelos de AA que llegaban a Asunción, muy pronto sentiría el llamado de la vocación de comunicador. Ya como alumno del colegio San José se destacaría como presidente de la comisión de fiestas, lo que le haría ser más sociable hasta perder el miedo escénico tan característico de la adolescencia”.
Sus inicios como locutor se dieron en radio Ñandutí, prosiguió en radio Chaco Boreal, con el programa “Caravana” en su versión radial, que más tarde llevaría a la televisión en 1967.
Sigue contando Ferreiro que “de buen porte, tremenda pinta”, como se decía por entonces, de estatura imponente y buen registro vocal, Charles vio en 1964 un anuncio en La Tribuna en donde buscaban nuevos talentos para la primera estación de TV que comenzaría a emitir su señal al aire en setiembre de 1965.
En esa época, Charles se dedicaba a la venta de leche y a su tarea en Aerolíneas Argentinas, pero sus compañeros ya lo tentaban a probar suerte como comunicador. “Vos tenés que ser locutor”, le decían sus amigos, animándolo a concurrir al quinto piso del viejo edificio del Instituto de Previsión Social (IPS) en donde funcionaba Canal 9 en sus comienzos.
LEYENDAS
Allí fue recibido por grandes leyendas de la radiofonía y el teatro nacional como Miguel Ángel Rodríguez, Carlos Gómez, Ernesto Báez y el gran músico Mauricio Cardozo Ocampo, “quienes lo aprobaron inmediatamente con las mejores calificaciones”, recordó.
“Diferente”, por Cardinal FM, fue el programa radial donde popularizó el poema “En vida, hermano, en vida”, de la escritora mexicana Ana María Rabatté, un clásico suyo.
Trabajó en Emisoras Paraguay, donde obtuvo el Micrófono de Oro y fue ganador también del premio Paraná.
Su participación en programas televisivos como “Caravana” por Canal 9, ciclo que condujo durante 10 años, el imperdible de aquellos años “Folclore de gala” y sus presentaciones de innumerables festivales folclóricos le dieron trascendencia y reconocimiento nacional.
Apunta Ferreiro: “Muy pronto Charles se convertiría en figura central de las grandes galas tanto en radio como en TV y, sobre todo, en eventos en vivo, llegando a conducir durante muchos años la gran maratón solidaria de Teletón, ayudando a generar gran apoyo para dicha causa en sus años fundacionales. Siempre solidario, Charles también colaboró con su oficio para recaudar fondos destinados a la construcción del Hospital del Cáncer y fue el creador de las recordadas ‘50 horas de la bondad’. Nunca negó su concurso profesional a cuanta causa solidaria le haya solicitado su siempre generosa participación”.
Fue también actor protagonizando la primera fotonovela paraguaya y actuó en tres obras de teatro junto a Neneco Norton, Florentín Giménez y Juan Carlos Moreno González; y en zarzuelas, como “Raida Poty”, de Juan Manuel Frutos Pane.
Grabó discos recitando poemas que obtuvieron gran éxito popular.
Casado con Estela López Mena, tuvo tres hijos: José Félix, Mónica y Patricia, así como seis nietos.
En política se presentó como candidato a diputado nacional por el Partido de la Juventud para las elecciones generales de 2018.
En las últimas municipales buscó convertirse en concejal de Asunción. En ambas oportunidades no consiguió los votos suficientes.
En 2016 la Junta Municipal de Asunción lo destacó como hijo dilecto de la ciudad.
“YO SIEMPRE FUI SU ALUMNO”
Sorprende la ingratitud de nuestras autoridades para con él y para gente valiosa del arte y la cultura que después de haber dado tanto por nuestra sociedad se van sin pena ni gloria. Sin homenaje en vida, como siempre propagó el amigo.
Era la imagen de la radio, la televisión, de la solidaridad, una persona que comunica y emociona. Yo siempre fui su alumno, desde que hacía los debuts del Club Centenario y otros clubes.
Fue el hombre de Teletón y en sus 60 años de carrera animando y presentando eventos y espectáculos, le tocó abrir el escenario para actuaciones de grandes artistas como Luis Alberto del Paraná, Sandro, Chico Novarro, Los Plateros, Estela Raval y los 5 Latinos, Isabel Sarli, Roberto Carlos y tantos otros.
Se nos fue un grande. Fue mucho más que un locutor, un embajador de Paraguay a través de los medios, el que unió a millones de paraguayos a través de Teletón o las “50 horas de la bondad” y programas solidarios. Charles aparecía en pantalla y el país se movilizaba. Lo hizo juntando millones para la gente carenciada y cuando lo dejaron fuera de Teletón nadie le hizo un homenaje.
En sus últimos años no se lo contrataba porque estaba entrado en años. Así es aquí, se utiliza y se desecha a la gente. En Argentina y en Brasil idolatran a sus referentes. La señora Mirtha Legrand por ejemplo. Aquí la Secretaría de Cultura brilla por su ausencia, nadie se presentó. Me duele que gente del ambiente no haya ido a dar su pésame en el velorio.
Su sueño era honrar la memoria de su mujer Estelita López Mena con la construcción de un nuevo estadio Comuneros como manera de recordar el triunfo de la selección femenina de básquet en 1952.
Era un maestro de la amistad y transmitía nobleza, sensibilidad y honradez, un apasionado de lo que hacía.
“ME AYUDÓ A PERDER EL MIEDO”
Su partida nos dolió a todos, fue un gran maestro de la vida y la locución, de un gran nivel profesional. Aprendimos mucho con él, un gran amigo. Siempre se ha caracterizado por su jovialidad, por la manera de encarar su oficio, que amaba sin lugar a dudas, como animador, como conductor, como profesional de radio, fue un hombre muy querido al que vamos a recordar siempre. Compartimos escenarios en múltiples ocasiones en Teletón, en concursos de reina, etc., y siempre daba gusto trabajar con él porque se aprendía mucho. Me ayudó a perder el miedo al escenario, a la concurrencia, al público y enseñaba esa confianza para no temblar ante el gran público. Fue amigo de mi padre, de mi familia, donde siempre se lo respetó y se lo quizo. Nos dejó un legado muy importante en esto que es amar el micrófono y la cámara de televisión.
“NOS DEJÓ EL MENSAJE DE LA NECESIDAD DE HOMENAJEAR A LAS PERSONAS”
Fue un grande no solo a nivel profesional, sino principalmente una persona con un gran corazón. Nos dejó el mensaje de homenajear a las personas “En vida, hermano, en vida”, con esas palabras difíciles de olvidar.
Charles fue compañero de colegio de mi papá y su hija Patricia fue compañera mía. Era una persona por la que tenía un afecto muy especial porque papá ya falleció y él siempre me hacía acordar: “Tenés los ojos de él”, me decía, y me hacía recordar a mi padre de la mejor manera, fue como un papá postizo. Yo lo quería muchísimo y siento que él también, como me lo demostró cuando lo llamé para grabar un programa de “Cazatalentos” conmigo en la televisión. Él acababa de salir de una cirugía y no podía moverse por indicación médica. Desoyendo todo, tomó su vehículo y se vino a grabar porque no le podía fallar bajo ningún punto de vista a la hija de su compañero querido.
Esas son las cosas que demuestran qué tipo de persona fue el gran Charles, que llevaré en mi corazón por siempre. Era una persona, como él decía, “formidable”.
“IRRADIABA LUZ A SU ALREDEDOR”
- EDGAR MOSTAFA - AMIGO
Cuentan que cuando Charles trabajaba en Aerolíneas Argentinas, las chicas salían del colegio y se iban a parar frente a la oficina solo para mirarle a Charles; era extremamente buen mozo con una voz y presencia única, creo yo el mejor presentador y voz del Paraguay.
En los años 80, Charles tenía un grupo de amigos muy cercano con con el que se reunían tres a cuatro veces por semana en la casa de Emilio Forestieri, que es mi tío. Por allí los he conocido a Charles y Estelita (López Mena, esposa de González Palisa), con quienes desde esa época construimos una amistad muy linda a pesar de que tenemos una cierta diferencia de edad.
Yo a pesar de vivir fuera de Paraguay desde 1984, viajo con frecuencia a Asunción, donde nos reuníamos siempre que llegaba a Paraguay. Charles tenía una luz propia que irradiaba a su alrededor, siempre con esa sonrisa y positividad. Fue extremamente generoso; siempre quiso ayudar a los más necesitados de alguna forma. Allí dejó un legado importante con Teletón y otras asociaciones. Siempre que podía los ayudaba a través de sus programas de radio y televisión.
Soy muy privilegiado de ser uno de los tantos amigos de Charles y su familia; estar con él en cualquier ocasión era una fiesta. Como le he dicho a sus hijos, estoy seguro de que partió en paz absoluta, ya que cumplió todo lo que un ser de luz puede aportar en esta vida. Él siempre ha hecho todo lo que ha podido: “¡En vida, hermano, en vida!”.
UNA POESÍA FORMIDABLE
La gran voz de Charles González Palisa y su oficio dramático dieron vida a la gran habilidad para declamar poesías, que llegó a editar en discos de vinilo, casetes y en cedés que fueron récord de ventas, sobre todo por el buen impacto que causaba en la gente su versión del poema de la mexicana Ana María Rabatte que popularizó en el país.
EN VIDA, HERMANO, EN VIDA
Si quieres hacer feliz / a alguien que quieras mucho…/ díselo hoy, sé muy bueno/en vida, hermano, en vida…
No esperes a que se mueran/si deseas dar una flor/mándalas hoy con amor/en vida, hermano, en vida…
Si deseas decir “te quiero”/a la gente de tu casa/al amigo cerca o lejos/en vida, hermano, en vida…
No esperes a que se muera/la gente para quererla/y hacerle sentir tu afecto/en vida, hermano, en vida…
“SUPO SOPORTAR LAS ADVERSIDADES”
- EDUARDO ELIZECHE - ESCRIBANO Y AMIGO
Las anécdotas que tengo con Charles son innumerables. Imaginate que nos conocemos desde el año 1952, hemos vivido momentos muy buenos, otros no tantos, pero nuestra amistad siempre estuvo intacta. En pocas palabras, Charles era una persona de un corazón muy noble. No se ven con frecuencia personas como él.
La vida es multifacética y él como conductor de programas, como amigo personal, como marido, como padre, fue siempre excelente. Extremadamente generoso, a pesar de los dolores de cabeza por razones de salud de la señora, supo soportar las adversidades de manera increíble. Tuvo etapas pesadas porque en estos últimos años estaba sin trabajo y la gente de los medios le daba la espalda.
Estoy afectado con la partida de él, eramos muy cuates. Era un tipo divertido, no conocía la tristeza. Siempre estaba transmitiendo alegría, en un asado, en una reunión, era alguien tremendamente agradable, carismático, de excelente carácter, es difícil asumir su pérdida.