Enanitos Verdes y Os Paralamas do Sucesso encabezan el cartel del Flashback Fest, que promete ser una gran noche en el anfiteatro José Asunción Flores. La cita es el próximo viernes 26 de enero en San Bernardino. Antes de aquella cita, el frontman Felipe Staiti conversa con La Nación/Nación Media sobre la actualidad de la banda argentina y su reestructuración luego de la muerte de Marciano Cantero.
Luis Ríos - Fotos: gentileza
El inicio de este 2024 se presenta cargado de conciertos teniendo como escenario el más emblemático del verano en nuestro país: el anfiteatro José Asunción Flores de San Bernardino. El 26 de enero será una fecha llena de nostalgia, prometiendo el gran reencuentro de Enanitos Verdes y Os Paralamas do Sucesso con sus fanáticos, sumándose como invitados la banda tributo a Soda Stereo más importante del continente, El Cuarto Soda, junto a La Retroband como representante local.
“Con la banda estamos muy afirmados, muy fuertes, estamos volando alto con las canciones. Más que preparar algo especial para la fecha, vamos a ir a mostrar cómo estamos los Enanitos en este 2024. De hecho, este show en San Bernardino va a hacer nuestro primer show del año. Venimos de un 2023 de reestructuración, por decirlo de algún modo”, comienza diciendo Felipe Staiti respecto a la presentación del próximo fin de semana.
El concepto de este festival es la nostalgia, pero de igual forma la banda tiene cosas nuevas y otras no tan conocidas para ofrecer al público paraguayo. “Vamos a estar tocando el mismo show que venimos haciendo, que es un compilado de canciones que la gente quiere escuchar y un compilado de canciones que nosotros queremos mostrar. Además de un reencuentro, que estamos seguros de que va a ser hermoso, con la gente tan linda del Paraguay”, remarca el músico.
Para ellos, esta presentación también tiene un condimento especial, ya que vuelven a encontrarse con viejos amigos después de casi 30 años. “Este show es una visita doblemente emocionante porque volvemos a tocar con Paralamas. Habíamos hecho una gira juntos en 1995 por Chile y fue algo muy lindo, pero después no volvimos a tocar juntos hasta ahora. Es más, no los volvimos a ver después de eso”, lamenta Felipe, pero al mismo tiempo se muestra entusiasmado por volver a ver a sus amigos de Brasil.
Al igual que Los Enanitos, Os Paralamas do Sucesso cuenta con decenas de éxitos e innumerables presentaciones en diferentes países del mundo y continúa en el camino, influenciando a las nuevas generaciones y conquistando audiencias de todas las edades. “Creamos una muy linda amistad con ellos. Entonces es una doble alegría reencontrarnos con el Paraguay y reencontrarnos con viejos amigos en el escenario. Es muy agradable tener ambas sensaciones en una misma ciudad (San Bernardino) y en un mismo país (Paraguay)”, atesora Staiti.
LA BANDA DESPUÉS DE MARCIANO
En 1979, Horacio “Marciano” Cantero tuvo la idea de crear un grupo musical, así que llamó a Felipe Staiti. “Enanitos Verdes lo arrancamos en mi casa, éramos solo Marciano y yo. Hoy estamos en una situación tan particular por la pérdida de Marciano, pero la vida es ir para adelante. Creo que somos un barrilete saliendo a una tempestad porque esa partida fue una pérdida muy grande”, subraya.
Cantero estuvo internado desde el 29 de agosto de 2022 por problemas renales. Fue operado el 5 de setiembre de 2022 para extirparse un riñón y parte del bazo. Falleció a los 62 años, el 8 de setiembre de 2022, por complicaciones en el único riñón que le quedaba. “En lo personal, fue una de las pérdidas más grandes que experimenté en mi vida a nivel afectivo. Con él, comenzamos los Enanitos Verdes en nuestra adolescencia. Todo empezó ahí en mi casa y juntos teníamos un sueño que lo fuimos transitando hasta volverlo realidad”, explica el músico sobre lo que significa perder a un amigo de toda la vida.
Decidir continuar no es una decisión fácil, pero ellos sentían que era el camino a seguir. “Los que estamos tenemos que seguir. Está el caso de AC/DC, que se murió Bon Scott y apareció Brian Johnson y tenés el caso de Sumo, que falleció Luca Prodan y la banda se disolvió para que nazcan Divididos y Las Pelotas. Cada banda tiene la respuesta en sí misma sobre hacia dónde ir”, ejemplifica. Y en esa línea, la banda les pedía continuar.
De todas formas, aseguran que el lugar de Cantero nunca podrá ser ocupado. “Marciano es irreemplazable y eso lo tenemos muy claro, como cada persona es irreemplazable en la vida de cada uno. Es irónico porque está este otro concepto de que nadie es indispensable, pero creo que hay una cuestión de lugares que son irremplazables. El lugar de Marciano es irremplazable, no podemos poner a alguien para reemplazarlo. Pero el proyecto Enanitos Verdes no era un proyecto personal, es algo colectivo que involucra a varias personas”, afirma.
A partir de ahí comienza la etapa de restructuración. Allí es que Felipe decide hacerse cargo de las voces de la banda (uno de los roles de Marciano). “Normalmente cantaba tres o cuatro canciones durante un show mientras Marciano descansaba. Cuando decidimos seguir tocando, creímos que sería lo más honesto que yo tomara la posta de la voz, no me puedo ni comparar con Marciano ni nada de eso, pero nos parece lo más honesto porque hay una pertenencia a las canciones y es un lugar muy difícil de reemplazar”, reflexiona.
El cantante es quizás lo más difícil de suplir en una agrupación, ya que espontáneamente se convierte en la imagen de la banda. “No es sencillo poner a cantar a alguien en un grupo y, en este caso, ni hablemos de que cante como Marciano o que se parezca físicamente a él, pero que no tenga una historia con nosotros. Los Enanitos siempre hemos sido de tracción a sangre, la sangre que hace palpitar el corazón, la sangre que empuja las arterias, entonces creo que parte de esa honestidad es mostrarnos como somos. Eso hicimos durante 2023″, rememora.
Así comenzó un renacer y volver a echar a andar la máquina verde. “Después de esta pérdida tan grande que hemos sufrido, me parece que a uno le quedan dos opciones en la vida: quedarse del lado del dolor o salir a celebrar lo realizado y continuar para adelante. Entonces, nosotros elegimos la segunda opción. La partida de Marciano es algo irreversible. No es que se enojó el cantante, se fue y se puede volver después de una reconciliación. Es algo que no tiene vuelta atrás”, reflexiona el músico mendocino.
No es fácil hacerlo, pero es una elección que mantiene vivo el recuerdo y la obra de un amigo. “Siempre digo que la única muerte real es el olvido. Entonces, si morían los Enanitos junto con Marciano, significaba que moríamos todos y tampoco estaría bien porque sería el olvido también para Marciano. También es una manera de mantener a Marciano en el recuerdo, mantener viva la historia de los Enanitos Verdes porque hay una cuestión de pertenencia a la banda”, destaca Felipe sobre las motivaciones para seguir.
De vuelta en el camino, volvieron a tomar el ritmo de ruta. “Eso incluye tours por México, Estados Unidos, Costa Rica, Colombia y Puerto Rico. La verdad es que las canciones están volando muy alto. Por eso es que hablo de esta situación entre elegir el dolor o seguir adelante. En ese sentido, tenemos un montón de proyectos de música nueva para 2024, de grabar discos nuevos y hacer nuevas cosas”, promete Staiti.
LOS HITS Y EL AHORA
Famosos por éxitos como “La muralla verde” y “Lamento boliviano”, los miembros de Enanitos Verdes comenzaron su trayectoria en 1979, en plena dictadura militar. Alcanzaron la fama con su primer éxito, “Aún sigo cantando”, a mediados de la década de 1980 y actualmente esta gran banda cuenta con más de ocho millones de sus- criptores en Spotify, consolidándose como uno de los referentes del rock en español.
Para Felipe Staiti, el hecho de tener tantos éxitos y que estos hayan trascendido el tiempo y las generaciones es un arma de doble filo. “Es ahí cuando uno empieza a entender realmente a artistas como Luis Alberto Spinneta. Él cuando presentaba un disco nuevo siempre tenía a la gente pidiéndole que toque canciones clásicas o más conocidas. Al final, son apuestas o riesgos artísticos que las bandas toman”, sostiene.
El músico ahonda en que es muy difícil tanto para los Enanitos Verdes como para otras bandas que tie- nen tantas canciones en el gusto popular presentar canciones nuevas porque la gente se afianza a lo que ya escuchó y quiere volver a escuchar. “Es como una especie de circo romano, pero es parte del juego. También hay una cuestión artística en la que uno tiene distintas motivaciones. Las motivaciones para hacer un disco hace 10 años no son las mismas que ahora y ahora hay un montón de cosas nuevas para decir y uno las quiere decir, las quiere volcar en canciones”, destaca el compositor.
Para él, la clave está en buscar un balance entre lo que uno busca artísticamente y lo que la gente está esperando de su artista favorito. “Los Enanitos Verdes de alguna manera hemos seguido haciendo discos enfrentándonos a todos esos factores, pero siempre tratando de no repetir un disco. Lo cual es muy difícil, salvo que no te importe nada y vayas siempre tocando tus éxitos, lo cual también es muy válido”, rescata el veterano músico.
Para darle más fuerza a esta tesitura, vuelve a traer a colación el show en San Bernardino del próximo viernes. “Hablando por ejemplo del show en Paraguay porque hace muchos años que no tocamos allí, no vamos a ir a hacer un show del recuerdo o algo nostálgico. Vamos a presentar a Enanitos Verdes 2024, con nuestra actualidad, con lo que somos ahora y con esas canciones que no podemos dejar de tocar por una cuestión lógica”, sintetiza.
Tampoco tienen rencores o malas sensaciones respecto a esas canciones que los llevaron a la cima. “También las tocamos porque nos encanta tocarlas y son las canciones que más nos representan. Además de esos temas es que vamos a tocar canciones que a lo mejor no le suenan tanto a la gente como sí les suena ‘Lamento boliviano’. Lo artístico de los Enanitos es eso, esa mezcla de varias canciones”, remarca Staiti.
Consultado acerca de las nuevas formas de consumir música, como el streaming (porque los Enanitos Verdes con “Lamento boliviano” ostentan el logro de tener la canción de rock en español más reproducida en la historia de Spotify), insiste en la idea de que la vida es ir para adelante. “No creo en que todo tiempo pasado siempre fue mejor. Toda época tiene cosas buenas y malas.
Sí creo que desde hace rato estamos en una era de satisfacción inmediata”, sostiene.
En la actualidad, la cantidad de visitas en Youtube o la cantidad de reproducciones en Spotify marcan la trascendencia o el momento que tiene un artista. “Es un contexto en donde algo tiene que funcionar al instante y luego de usarlo, se deshecha. Incluso pasa en las relaciones humanas. Llega una persona, uso la parte que me conviene de esa persona y luego la deshecho”, asevera el veterano artista.
También con la música, porque el consumo acelerado en plataformas de streaming y los trucos del algoritmo de las redes sociales favorecen la proliferación de éxitos de corta duración con gancho inminente. “Está lo que muestra a vidriera de la satisfacción inmediata que no te deja nada para después. Se da esa satisfacción momentánea, pero no te deja ningún mensaje a largo plazo”, puntualiza Staiti sobre este fenómeno, pero entiende que es parte de esta era y son las reglas con las que hay que desempeñarse.
En ese sentido, ve que detrás de ese spotlight hay toda una amplia gama de opciones que van más allá de la instantaneidad. “Si tenés un vaso de Coca Cola con hielo bien helado, te va a calmar la sed en ese momento. Pero para diferentes etapas, tu cava va a ser de vinos, vas a tener una importante colección de vinos. Creo que el cancionero de la vida de cual- quier persona es la cava de vinos”, refiere quien –como buen mendocino– tiene además su propia línea de vinos.
Así es como Enanitos Verdes continúa vigente, con planes de nuevos materiales y una gira que los acerca a nuestro país. Todo esto vivido tras poco más de un año de la pérdida de su vocalista, Marciano Cantero, a quien mantienen presente sonando en vivo con ellos y sus canciones que son himnos en más de una generación.
El mito
Sobre Los Enanitos Verdes siempre estuvo presente la creencia de que alcanzaron más rápido el éxito fuera de su Argentina natal antes que en su interior. Es cierto que construyeron una trayectoria musical cuyos tramos más brillantes se desarrollaron fuera de las fronteras de su terruño, pero el frontman de la banda se encarga de desmitificar algunas cosas. “No sé si es tan así como que primero la pegamos afuera, porque cuando empezamos a salir de gira por Argentina en la época de ‘Contrarreloj’ y ‘Habitaciones extrañas’, ya esos discos eran discos de oro en nuestro país”, devela Staiti.
A partir de ahí es que empezaron a extenderse hacia el exterior, primero con los países limítrofes y des- pués comenzaron a ascender hasta el país en donde está su fanaticada más fiel: México. “Recién en 1988 llegamos a México. Lo que quizá ocurre es que como nuestros primeros contratos discográficos fueron en México, queda esa sensación y después llega el impacto por el resto de América Latina”, señala Felipe.
Es que la industria musical argentina desde siempre fue muy competitiva y las bandas que no eran de Buenos Aires, es decir, que salían del interior del país, corrían con más desventaja. “También en nuestro país nos empezaron a tratar como un grupo extranjero porque los discos que llegaban a Argentina, llegaban con mandato de México o de Miami y eso generó un poco de confusión sobre de dónde éramos realmente”, comenta Staiti sobre otro factor que pudo crear el mito.
Al final, esa duda respecto a si todos asocian al grupo musical surgido en Mendoza, Argentina, con el gastado refrán, puede ser considerado solo como una media verdad. “La realidad es que cuando empezamos a salir de Argentina, era porque ya habíamos logrado un éxito interno en el país. Cuando empezamos a firmar contratos discográficos en México y en Estados Unidos, entonces desaparecimos de la escena argentina”, remarca el guitarrista y compositor.
Un bajista a la altura
Otro de los roles que ocupaba Marciano Cantero era el del bajo en la banda. Para esta función, eligieron a uno de los nombres más importantes que tiene la música argentina, Guillermo Vadalá. Conocido por su trabajo en la discografía de diversos artistas, destacándose sus contribuciones en las obras de Fito Páez, David Lebón, Mercedes Sosa, Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, León Gieco y Luis Alberto Spinetta. “En la primera persona que pensamos con Jota Morelli (el baterista) fue Guillermo”, asegura Felipe.
Él conocía a Vadalá de haber actuado juntos en algunas oportunidades cuando era invitado a tocar y coincidían en el escenario. “Cuando le llamé, se mostró muy entusiasmado y abrazó la idea. “Él vive en Miami, donde tiene su escuela de música. Yo creo que los Enanitos con toda nuestra experiencia y nuestra incursión por toda América Latina y Estados Unidos, de giras, de shows, etc., necesitábamos a alguien que también tuviera ese roce internacional”, puntualiza Staiti.
Más allá de la capacidad profesional de Vadalá, su don de gente fue algo fundamental a la hora de elegirlo. “Era muy importante que fuera un buen tipo y después, que entienda la exigencia, que esté a la altura de las giras y que tenga ese ritmo de viajar constantemente. Entonces, Guillermo nos cerraba por todos lados porque era musicalmente impecable y es un ser humano maravilloso. Fue simplemente como encajar las piezas de un rompecabezas”, destaca el frontman de Los Enanitos Verdes.
Con su designación, dieron en la tecla. Guillermo Vadalá era la elección perfecta para ese momento tan particular de los Enanitos Verdes. “Entró en un momento muy duro para nosotros, pero vino a traer ese balde de agua limpia que necesitábamos en ese momento que nadábamos en aguas turbias. Fue algo hermoso. Guillermo en gira es impecable, conoce de qué se trata y solo nos queda cumplir con los objetivos. Vamos a tocar, a pasarla bien y a llevar nuestras canciones lo más lejos que se pueda. De eso se trata Los Enanitos Verdes en este 2024″, expone Felipe Staiti con mucho orgullo.
Al mismo tiempo se muestra muy agradecido por seguir haciendo eso que tanto le gusta y que empezó hace 45 años. “Hoy sigo transitando ese sueño porque toda mi vida estuvo relacionada a la música y poder seguir haciendo eso es algo absolutamente fantástico. Durante 2023 tuvimos una suerte de reestructuración porque vino Guillermo a tocar el bajo y es uno de los grandes bajistas que tienen Argentina y Latinoamérica sin lugar a dudas. También está Jota Morelli, que hace ya 15 años que toca con nosotros y creo que ese trio está totalmente fortalecido”, insiste.