En esta edición del programa “Expresso”, transmitido por GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al capitán Roni Kaplan, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, quien habla de la guerra actual que mantiene su país contra el grupo terrorista palestino Hamás en distintos frentes, incluido el comunicacional, una batalla no menos dura frente a un enorme aparato de propaganda que ha logrado eco a nivel mundial.
- Fotos Eduardo Velázquez
–ADS: Vaya misión la suya, capitán, en este tiempo.
–RK: En la cultura judía, el propósito de la vida es vivir una vida con propósito. Y en este momento mi misión es servir en mi ejército y dar información contrastada, información precisa, acerca de lo que está pasando en el campo de batalla, en un contexto en el cual en las redes sociales estamos viendo también una industria de mentiras que está dando vuelta en torno a Israel, que si bien es un fraude, tiene bastante éxito. Lo que yo hago es básicamente contar lo que está sucediendo, cuáles son nuestros objetivos, cómo estamos llevando adelante, de qué manera, esa es mi misión.
–¿Cómo está viviendo el pueblo de Israel en este momento?
–Hay un trauma muy importante desde que Hamás atacó el día 7 de octubre. Está básicamente dañada de una forma muy profunda la percepción de seguridad de la población israelí en lo que fue una falla nuestra como Fuerza de Defensa de Israel, pero por otro lado hemos visto que estamos voluntarizándonos como pueblo, no solamente nosotros que estamos en el ejército de la reserva, somos reservistas activos, sino también toda la población israelí se está voluntarizando para el esfuerzo de la guerra. Y en ese sentido sabemos que somos un pueblo resiliente, que lo que no nos mata nos fortalece, que la piedra con la que nos tropezamos es la piedra que nos enseña a saltar de alguna manera y ese es el pueblo de Israel. En lo más oscuro de esta guerra tenemos la esperanza de un día lograr la seguridad, lograr la paz, que es la razón última por la cual salimos a la guerra.
–Vaya que es difícil esa paz, ¿no?
–Sí, pero cuando hubo un interlocutor posible para la paz, Israel firmó la paz. La firmó con Jordania, la firmó con Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, la estaba por firmar con la misma Arabia Saudita, estaba por normalizar las relaciones cuando Irán por intermedio de Hamás logró desestabilizar al Medio Oriente aquel día 7 de octubre, porque si firmásemos una paz y normalizásemos nuestra relación con los países alrededor, aquellos que no nos reconocen como país, que no reconocen el propio derecho de existencia de Israel, no tendrían más razón de ser de alguna manera. Y creo que cada una de las guerras que luchó Israel fue contra grupos terroristas o países que en su momento no reconocían a Israel. Si reconocen a Israel como un Estado judío democrático, Israel es el primero que tiene su mano extendida hacia la paz para todos los actores de la zona. La guerra ya no tendría razón.
DERECHO INTERNACIONAL
–¿Dónde falla el sistema internacional que la civilización ha construido justamente para preservar la paz?
–Es una buena pregunta y amplia. Yo creo que básicamente todavía Occidente, hablando del sistema internacional, no tiene una solución a esta ideología radical islámica que habla de establecer un califato o una unión de califatos en varias partes del mundo. Y el mismo Hamás habla de establecer un califato sobre las ruinas y los escombros del Estado de Israel moderno. Y nos cuesta muchas veces como Occidente ver Oriente o ver otras partes. En realidad, no es todo el islam, obviamente. Son elementos exacerbados como es el Hamás, como es el Hezbollah, como es el Estado Islámico, como es el Boko Haram. Nosotros muchas veces en Occidente vemos el mundo de una forma en colores. Es decir, cada uno tiene su identidad.
Nos respetamos en nuestras diferencias y dignificamos nuestras diferencias. Mientras que en un mundo que ve las cosas en blanco y negro, como el extremismo islámico, fieles e infieles, en ese mundo Occidente falla en comprender la identidad. Y es importante entender que hay grupos terroristas que lo único que comprenden es la fuerza. Acá en Latinoamérica y en otras partes de Occidente hablamos de derecho internacional, hablamos de normas internacionales, que es lo que Israel respeta realmente. Pero muchas veces el grupo terrorista lo único que comprende es la fuerza y a Occidente le cuesta comprender culturalmente esa diferencia.
–Ha de ser harto difícil comunicar que la guerra no es entre un soldado y una cultura como se pretende plantear en muchas esferas, ¿no?
–Sin duda es más lo que tenemos que hacer en términos de comunicación. A veces en Israel estamos mucho más abocados a la parte operacional, a la parte de inteligencia, en la que fallamos, como decíamos, el día 7 de octubre. Pero, básicamente, Israel tuvo que hacerse el país más fuerte del Medio Oriente. No es algo que deseábamos, pero no tuvimos otra opción. Y, básicamente, es bien complejo explicar por qué Israel es más fuerte de alguna manera. Para mí lo más importante es ir acá con la información precisa y, básicamente, explicar que Hamás es el que nos impuso esta guerra. Es el que nos declaró esta guerra el día 7 de octubre.
Y nosotros lo que deseamos es que nuestra población civil regrese a los lugares de los cuales fue desplazada. Estamos hablando de un 7 de octubre en el cual hubo 1.500 denuncias de violación por parte de mujeres. Yo, en lo personal, vi cuerpos incinerados de civiles con sus manos atadas detrás del cuerpo. Vi cuerpos de terroristas adentro de living, comedores, de cocinas, de casas civiles, etc. Y, básicamente, lo más importante para nosotros es dar a conocer qué es lo que vivimos. Entendemos que hay acá una propaganda muy importante por parte de Hamás, que prefiere enfrentarse con el terrorismo contra Israel haciendo propaganda que luchando en un campo de batalla donde no puede realmente frenar a nuestras fuerzas, por más que también nosotros estamos sufriendo grandes daños, pero esta propaganda tiene sus elementos de potenciación en el mundo. Es imposible que solo Hamás parado frente a un micrófono sea suficiente para esta cobertura universal que tiene su mirada terrorista.
–Yo creo que Hamás, desde el punto de vista cultural, habla muchas veces al corazón sobre una base fundamentalista de un mundo dicotomizado.
–Exactamente, un mundo en el que están los buenos y los malos de forma total, mientras que nuestros mundos, en la civilización judeo-cristiana en general, son mundos que interpretamos, son mundos en donde existen desacuerdos, que debatimos, y que hay un pensamiento crítico y analítico frente a una falta de crítica analítica. Por eso creo que el seudoprogresismo en América Latina, por lo menos, y en otras partes del mundo también, casi se ha mimetizado con el terrorismo, hasta tal punto que vemos organizaciones de mujeres que no han ni siquiera condenado el ataque a Israel. Debería haber apoyo de las minorías, de las comunidades LGBT, que si fuesen a la Franja de Gaza los van a colgar a todos.
DEMOCRACIA VS. TOTALITARISMO
–También hay corrientes esnobistas que dicen que debe haber un proceso de promoción de la diversidad, pero sin ningún tipo de profundización y que se mueve con base en consignas exclusivamente, ¿no?
–Son mundos de clichés. Son mundos de no democráticos. Son mundos donde no existe el debate. Son mundos donde existe el autoritarismo y el totalitarismo. Y el judaísmo de forma milenaria, también el judaísmo remoto, así como el Estado de Israel moderno, que es un Estado democrático con 21 % de la población árabe, la enorme mayoría de ella musulmana, hay una crítica constante al totalitarismo. En el Ejército tú básicamente valorás más al soldado que te dice lo que realmente piensa y no al soldado que te dice “sí, jefe”. Y de esa manera vivimos esa nuestra forma de ser. Inclusive si te vas a la cultura judía más atrás, la importancia y la centralidad de la interpretación para darle ese lugar al otro. Porque todos podemos interpretar y porque todos somos igualmente válidos. Entonces, frente a estas otras dos formas de ver el mundo de blancos y negros, te puedo asegurar que es el único sistema de defensa en el mundo que he escuchado en todos estos años que reconoce un problema, reconoce una falla. Dijo un día “fallamos en inteligencia”. Nuestro jefe, el comandante en jefe de la Fuerza de Defensa de Israel, el mayor general Herzi Halevi, dijo “yo soy responsable”. El jefe de la inteligencia, Ronen Bar, lo mismo, “yo soy responsable”. Nuestro casi ADN en la Fuerza de Defensa de Israel es autoinvestigarnos.
–¿Cuáles son las lecciones aprendidas?
–Va a haber una comisión independiente, también imparcial, donde se van a sacar las lecciones aprendidas. En este momento estamos ocupados en luchar, no solamente en la Franja de Gaza, sino también tenemos siete frentes abiertos en este momento, el más inmediato de ellos es el Hezbollah, en el sur del Líbano, que tienen 150.000 cohetes preparados para atacar a Israel.
–¿Cómo se hizo de tantos cohetes?
–Porque son el brazo largo del régimen de los ayatolás en Irán. Hassan Nasrallah, el líder de Hezbollah, es un chiita que estudió en Irán, como todo el grupo terrorista Hezbollah, que es chiita, que también han actuado aquí en América Latina y que tienen contacto con el narcotráfico y con el crimen organizado. Los de Hezbollah dicen ser los protectores del Líbano, pero la realidad es que muchas veces se han mostrado como los protectores de Irán y en este momento se están mostrando como los protectores de Hamás, porque trabajan con ellos. Los grupos terroristas rivales de Israel trabajan en un eje y es muy probable que se abra otro frente de guerra frente al Hezbollah en el norte de Israel y en el sur del Líbano.
–Irán es una especie de medio campo, ¿no? Por ahí se articula siempre.
–Sí, Irán en este momento, en términos futbolísticos, sería el que arma el juego. No es el que mete los goles, no es el que salva la pelota en la línea, pero sí es el que mueve, es el que reparte el juego. No se muestra como quien ataca de forma directa, pero volviendo a términos más militares, trabaja con proxies. Es decir, tiene agentes en toda la región y son esos agentes los que golpean, pero es Irán el que está por detrás con la tecnología, con la financiación, con todo este conocimiento y también con el apoyo de forma constante. De hecho, las mismas guardias revolucionarias iraníes son las que dan todo este apoyo. Los siete frentes que tiene Israel en este momento, de alguna manera, que están operando contra nosotros, son frentes que están movidos por Irán.
LOS SIETE FRENTES
–¿Podés contabilizarnos los siete frentes?
–El primero en el que estamos concentrados es el Hamás y la región islámica palestina en la Franja de Gaza. Después tenemos a Hezbollah en el sur del Líbano. Luego tenemos a grupos chiitas, terroristas y también al Hamás en Siria. Tenemos también un frente en Judá y Samaria, donde hemos arrestado en los últimos tres meses unas 2.500 personas, muchas de ellas también del Hamás. Tenemos a Yemen, que está tirando constantemente cohetes, misiles hacia Israel. Tenemos a Irak y por detrás de todos el mismo Irán. Las milicias chiitas en Irak, en el Yemen son los hutíes.
–¿Fue la máxima tensión para el sistema de defensa de Israel aquello que ocurrió el 7 de octubre en la historia?
–Sí. Porque el sistema de defensa aérea israelí se desarrolló con mucha más fuerza al tiempo que se desarrolló la amenaza misilística y de cohetes de los enemigos de Israel. Como sabemos, Israel también tiene muchos amigos en la zona, por lo menos tiene paz, por más que sea una paz fría. Pero hay que tener en cuenta aquí que estos 13.000 cohetes que fueron lanzados a Israel son 13.000 atentados terroristas, que podrían dejar decenas de muertos. Esa es una cuestión muy injusta porque si uno calcula que uno de esos cohetes cae en cualquier capital del mundo, es un atentado terrorista inolvidable para la historia de ese país. El objetivo de los rivales de Israel es lanzarle cohetes para debilitar o para hacer caer la democracia israelí, por la sensibilidad a la vida humana en la democracia israelí. Israel construye sus sistemas de defensa aérea y logra sobreponerse a esa amenaza, no sobreponerse al 100 %, porque no es hermético, sigue muriendo gente por cohetes, pero eso le causa al mismo Hamás una enorme frustración, que el 7 de octubre lo llama a hacer otro tipo de atentado, que es el atentado por invasión. Todo este desarrollo de cohetes y amenaza de cohetes viene en un momento en que el mundo árabe, que luego algunos fueron hacia la paz con Israel y otros fueron hacia la guerra, comprenden que no se le puede ganar a Israel una guerra simétrica. De tanques contra tanques y aviones contra aviones, y este es el tipo de guerras asimétricas que estamos luchando, que son duras. Pero hay un remanente que es muy importante, muy pernicioso, que es el enorme perjuicio financiero que provoca a Israel este desgaste militar y en términos de la evacuación de la población civil.
–¿Cómo evaluás, en términos genéricos, en términos de satisfacción o insatisfacción, la mirada mundial al respecto de este tema?
–Nosotros somos un país que escuchamos mucho al mundo y estamos en constantes relaciones. Tenemos muchos aliados a nivel mundial, el primero de ellos los Estados Unidos de América. Pero la realidad es que hemos visto también, y somos conscientes, que muchos líderes han criticado a Israel en términos de que hay muertes de civiles en la Franja de Gaza. Pero es muy importante y es un gran gusto acá decir de forma clara que quien está dando los números de muertos en la Franja de Gaza en este momento es el Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, que está 100 % sujeto al Hamás. El mundo está confiando en números de aquel que masacró, asesinó, incineró y violó. Se lamenta todos y cada uno de los muertos no involucrados en el conflicto, sea en la Franja de Gaza, sea en Israel. Nosotros no tenemos esa intención. Si Israel pudiese, no estaría hiriendo a un solo civil en la Franja de Gaza, mientras que si Hamás hubiese podido el día 7 de octubre, habría asesinado a millones de israelíes. Pero lo que es importante acá tener en cuenta es que a veces, cuando ese líder critica a Israel, está jugando a las manos del terror. Porque Israel es la parte en este conflicto que cumple con el derecho internacional humanitario y las leyes de guerra, cuyo objetivo central es proteger a civiles. A Hamás no se le solicita cuidar ese derecho internacional humanitario. Un Hamás que dice que necesita mártires para poner leña al fuego a su ideología.
–¿Qué es lo que se está haciendo sobre protagonistas del mundo internacional?
–Lo que te puedo decir es que nosotros escuchamos de forma profunda a nuestra alianza, tanto en términos de valores comunes como de intereses comunes, que trajo al principio de la guerra dos portaaviones para disuadir también a todos aquellos que habían creído que Israel estaba desangrando. Y que Israel no se iba a parar y nos querían atacar. Y básicamente cada solicitud que se habla en cuartos cerrados es profundamente escuchada por nosotros. Pero también tenemos que tener en cuenta que estamos luchando por nuestras fronteras. Somos un sexto del 1 % del Medio Oriente. Nosotros tenemos que devolver a unas 200.000 personas que están en este momento desplazadas de sus casas. Y en ese sentido tenemos que hacer todo para que Hezbollah se desvanezca. En el caso, por ejemplo, de Hezbollah en el sur del Líbano, nosotros necesitamos que Hezbollah se vaya hacia el norte del río Litani. Eso tiene que ser por una solución diplomática, que todavía la ventana diplomática está abierta. O tiene que ser por una solución bélica, una de dos. Pero los chicos tienen que volver al jardín de infantes, las mujeres y las familias tienen que volver a vivir allí en esa zona y no nos queda otra. Eso se llama recuperar la paz. Y tenemos intereses vitales, además de escuchar a nuestros aliados.
AYUDA INTERNACIONAL
–Esa historia de las ciudades subterráneas, que parecía una trama cinematográfica, termina por develarse como una realidad, ¿no?
–Sí, es algo que sabíamos hace tiempo, pero no sabíamos qué tan fuerte el Hamás estaba allí. Ellos invirtieron parte de la ayuda de la comunidad internacional, de Israel, de Estados Unidos, de otros países, de Naciones Unidas ni qué hablar, en vez de invertirlo en la vida, lo invirtieron en la muerte. Todos estos túneles que podrían ser refugio para la población civil hoy en día son los lugares donde están muchas veces escondidos los terroristas, tienen depósitos de armas, tienen cuartos de comando y control. Y establecieron así cientos de kilómetros de túneles que es otro de nuestros objetivos centrales en esta guerra, neutralizar los túneles. Esta puede ser denominada inclusive la guerra de las bocas de túneles.
–Cuando hablás de ayuda internacional, ¿hubo muy serias fallas en la fiscalización?
–Sí, en muchos casos, Naciones Unidas al recibir esas ayudas, la UNRWA, esta agencia para refugiados palestinos, que son los únicos en el mundo que eternizaron su condición de refugiados y que hay una agencia específica para refugiados palestinos, de segunda, tercera, cuarta y quinta generación. No cabe duda que en la fiscalización hay grandes problemas y que gran parte de la ayuda de la comunidad internacional fue utilizada en educación a una población civil que se la educó para odiar a Israel, que se la educó para matar israelíes, que se la educó para incitar a la violencia contra Israel. Y aquí estamos asistiendo a la base de este conflicto y a la base del terrorismo. La base siempre es la educación y lamentablemente nosotros, hasta que no haya una educación de un responsable, un soberano en la Franja de Gaza que no llame o no inste al odio a Israel, no vamos a tener estabilidad en esa zona.
–Pero probablemente no solamente educación, sino también estructuras bélicas que pudieran haber sido financiadas con este tipo de ayudas.
–Estamos hablando a veces de caños que eran llevados para hacer riego por goteo que fueron utilizados para dar aire dentro de los túneles. Y en ese contexto es importante ver esa simetría. Mientras Israel invirtió durante décadas millones y millones de dólares en sistemas de defensa aérea, sistemas de alerta temprana, refugios dentro de las casas para intentar defender a su población civil, el Hamás durante décadas ha invertido en este tipo de tecnologías para muerte, básicamente. Tecnologías para el terror contra Israel.
INDUSTRIA
–¿Qué aprendizajes asumen al respecto de cuánto ha mejorado la calidad de la mentira en términos de guerra?
–Sin duda que la industria de las mentiras ha permeado parte de la prensa internacional, parte de la academia, parte también de la comunidad internacional, de las instituciones internacionales, cada vez funciona de una manera más sofisticada y cada vez tiene más éxito. Hay mucha ignorancia con respecto a Israel. Existe también en ciertos lugares antisemitismo, si bien yo pienso que principalmente se trata de ignorancia y que nosotros por lo menos aquí en América Latina, en algunos sitios de Europa también, vemos ese solapaje o esa defensa por parte de seudoprogresismo.
Yo creo, en mi humilde opinión, que no estamos haciendo lo suficiente para enfrentarnos con una mayor cantidad de personas, instituciones, etc., que están negando nuestro derecho de existencia en nuestra tierra ancestral y están negando el propio derecho del Estado de Israel a existir. Yo creo realmente que cuando uno dice Free Palestine o Palestina Libre, es un nombre en código para decir destruir Israel, y básicamente me quita el sueño el hecho de que un grupo terrorista, que como decíamos promueve la muerte, a veces está eclipsando en las redes sociales y en algunas instituciones a un país como Israel, que ha transformado el desierto en campos florecientes, que se ha transformado en pionero en ciencia, en tecnología, en innovación y que básicamente promueve la vida y la democracia.
“Mi misión es servir en mi ejército y dar información contrastada, información precisa, acerca de lo que está pasando en el campo de batalla, en un contexto en el cual en las redes sociales estamos viendo también una industria de mentiras que está dando vuelta en torno a Israel, que si bien es un fraude, tiene bastante éxito”.
“Hamás invirtió parte de la ayuda de la comunidad internacional, de Israel, de Estados Unidos, de otros países, de Naciones Unidas ni qué hablar, en vez de invertirlo en la vida, lo invirtieron en la muerte. Todos estos túneles que podrían ser refugio para la población civil hoy en día son los lugares donde están muchas veces escondidos los terroristas, tienen depósitos de armas, tienen cuartos de comando y control”.