Carlos Argüello y Nelson Marín hablan sobre la muestra “Cómic & humor”, un homenaje a Jorge Torres, más conocido por su nombre artístico de Yor, al tiempo que reflexionan sobre el dibujo como medio de trabajo, así como los desafíos actuales que plantean al oficio tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial y la transformación de los medios masivos.
- Por Jimmi Peralta
- Fotos: Eduardo Velázquez / Gentileza
Pocas actividades lúdicas de la primera infancia pueden transformarse en un oficio en la edad adulta. Hacer trazos en un papel, contar historias y sorprender hasta la risa requieren en el ámbito profesional de mucha formación, son recursos que desde muy niños los dibujantes cultivan con libros y práctica, pero hay algo que nace con esas primeras habilidades y que no se estudia, es algo que todo ilustrador debe cuidar de la erosión propia de paso del tiempo, es esa chispa que le permitirá habitar de manera permanente dentro del ínfimo territorio compartido por el juego, el trabajo y el arte.
Ser un niño por instantes, sin ya serlo, es un privilegio cotidiano de los dibujantes que no solo recrean sonrisas y entretienen con sus manos e imaginación, sino que pueden aportar enormes reflexiones que solo están permitidas decirse de esa manera: con líneas, curvas y formas.
Casartelli, Nico, Melki y Caló son los nombres artísticos de algunos de los dibujantes más reconocidos de la escena local por sus trabajos en los medios gráficos. Ellos, junto con un grupo de colegas, habilitaron una muestra el pasado fin de semana y aprovecharon para rendir un homenaje a su colega Jorge “Yor” Torres, quien falleció en agosto pasado.
LA IDEA
“La propuesta de hacer una muestra para recibir el año partió de Carlos Argüello y al momento sugerí que era obligatorio recordar a Yor, ya que es uno de los dibujantes de humor más destacados localmente. Su partida es muy reciente y no podía quedar fuera de esto como expositor, aunque físicamente ya no esté con nosotros. Un motivo muy importante es que Yor es nuestro amigo”, comenta Nelson “Dibu” Marín, colega y amigo de Yor, con quien compartió la pasión por el arte, un espacio de trabajo y miles de anécdotas.
La muestra estará abierta hasta fin de mes en el Centro Cultural Art Studium, en Lambaré, y durante su inauguración contó con la presencia de los artistas e invitados.
“Entre los trabajos de Yor podemos encontrar sus últimas tapas en Crónica, chistes seleccionados muy actuales, además de dibujos de la época en la cual no se desempeñaba profesionalmente, todos donados por Noelia Ferreira, quien fuera su pareja”, agregó Marín.
“Los exponentes son varios y la mayoría son veteranos en los medios de prensa y editoriales diversas, ya sea como autopublicaciones o colaboración con otras editoras conocidas del medio”, comenta Carlos Argüello, de Art Studium y expositor, quien se suma a la lista con Goiriz, Moreno, Nabetse, Nelson Marín, Jack Crow Dazay, Ale Espinosa y Leda Sostoa.
DE YOR
“Con trazos simples, Yor y un texto irónico lograba la risa provocada por lo cómico ironizando sobre la realidad cotidiana y las acciones de los políticos de turno. Eso aliviaba un poco la impotencia del lector de ver cómo políticos corruptos se benefician del erario público, sin que nadie pudiera hacer algo al respecto, excepto quejarse en las redes o leer un agudo chiste de Yor. Lo bueno del arte de Yor era que también realizaba hermosas ilustraciones para niños con delicados detalles que alegraban la vista y lo hacía muy ameno al público infantil”, comenta Argüello respecto al trabajo del ilustrador.
“El trabajo de Yor lo conocí desde que estaba en Popular, en sus páginas, luego tuve la suerte de trabajar con él muy de cerca ya en Crónica. Casi todo lo que hacía Yor era humor, pero también encontré algunos caprichos suyos, como ser figuras femeninas de heroínas del cine y algunos retratos en miniatura de políticos”, explica Marín.
Yor desarrolló gran parte de su actividad como ilustrador de medios gráficos, entre los que se destacan La Nación, Crónica y Popular, creando sus propios personajes y marcando un lenguaje íntimo y humorístico con sus seguidores.
“De Yor aprendí que no era tan complicado ilustrar para ayer. Al verle resolver cosas pude encontrar que el minimalismo es una buena estrategia. Una cosa que me llamó la atención siempre fue cómo aprovechaba el papel al máximo para realizar sus originales, los reutilizaba constantemente”, señala Marín.
Para Dibu, el humor en el trabajo de Yor también presentaba sus propias complejidades, ya que podía ser irónico, sutil, absurdo, inocente y ácido o todo al mismo tiempo.
UN COMPAÑERO
“Dibujo desde que me siento. Fui a la escuela a los tres años por querer dibujar, realicé varios trabajos antes de mi formación académica, nunca paré. Todo dibujante está estrechamente conectado con la percepción infantil. Creo que los dibujantes somos un poco ese niño eterno que se expresa y nuestros destinatarios lo comprenden. El dibujo es, antes que nada, comunicación”, comenta Nelson.
Para un creativo, recrear el espíritu de la niñez no solo se remite al contacto con el papel, porque la imaginación no puede estar viva y limitada a la vez. Necesita estar abierta a nuevas formas, perspectivas y vínculos humanos, con la capacidad de asombro resistente, renovada y al mismo tiempo infantil.
“Yor fue un amigo apaciguador en aguas turbulentas, compañero de bohemia por excelencia, muy culto, solidario de gran corazón, consejero certero y oportuno, así fue conmigo. No tardamos en ser verdaderos amigos. En casa mis padres disfrutaban mucho de sus visitas, asadito de por medio y conciertos de rock, siempre estuvo, siempre estará con nosotros”, lo recuerda Nelson.
“En esta ocasión, como la temática era el humor, decidí presentar caricaturas que, si bien no están respaldadas con textos como acostumbra la mayoría, guardan el humor en sí mismas. También presenté unas páginas de un proyecto casi congelado de un cómic llamado “Recoville”, que trata de las andanzas de tres cadáveres que moran en el cementerio de la Recoleta”, comentó.
EL FUTURO
Los dibujantes, que están aglutinados en distintos espacios como Cháke!, H1D y el portal digital comicparaguay.com, también forman parte de la industria gráfica, que se enfrenta a nuevos desafíos en el contexto de lo digital, la inteligencia artificial y la transformación de los medios masivos. El oficio de Yor, el humor gráfico, fue en el último siglo uno de los condimentos más recordados e identitarios de los medios como diarios y revistas.
“El humor gráfico aporta mucho dentro de un medio, y desnuda muchas realidades que nadie quiere ver y se la tienen que tragar, como si fuese un caramelo dulce por fuera, pero que adentro trae el jarabe”, explica Marín.
“El dibujante o ilustrador se encuentra ante un reto muy importante que es la inteligencia artificial y de poner todo su empeño donde esta nueva tecnología no pueda llegar, ya que lo están utilizando en los videojuegos para bajar costos y activos como el desarrollo mismo del juego”, explica Argüello, quien posee un centro de formación que lleva ya casi cuatro décadas de trayectoria.
“El manga y el animé están tan evolucionados, lo cual hace que artistas del pasado no estén vigentes y solo sean referencias vintage, ya que el estilo japonés ha logrado posicionarse como uno de los más buscados en el público joven. Muchos se muestran reacios a esta andanada de masificación nipona y de otros estilos asiáticos, pero es imposible cerrar los ojos a esta realidad, ya que el sector de los videojuegos está siendo liderado por Japón, Corea y China”, concluyó.