Luis Ríos - Fotos: Amazon Prime Video

La serie precuela de “John Wick” se lanzó hace algunas semanas de manera exclusiva a través de Prime Video. Los actores protagonistas de este nuevo proyecto, Colin Woodell y el consagrado Mel Gibson, compartieron sus sensaciones en una entrevista con la distribuidora. La Nación/Nación Media accedió a la misma y a continuación las expresiones más importantes de esta.

“The continental: from the world of John Wick” o simplemente “The continental” es una precuela derivada de la franquicia de películas de John Wick. En esta miniserie de tres capítulos se cuenta la historia de fondo de cómo Winston Scott llegó a su posición como propietario del hotel The Continental en la década del 70 y lo establece como un refugio seguro para asesinos donde no se pueden hacer negocios. Explora eventos del mundo real, incluido el invierno del descontento en el Reino Unido, o el ascenso al poder económico de la mafia estadounidense.

El programa de tres episodios explora el origen detrás del icónico hotel para asesinos que es pieza central del universo de John Wick a través de los ojos y las acciones de un joven Winston Scott, mientras es arrastrado al paisaje infernal de la ciudad de Nueva York de los años 70 para enfrentarse a un pasado que creía haber dejado atrás. Winston traza un rumbo mortal a través del misterioso inframundo del hotel en un desgarrador intento de apoderarse del hotel donde eventualmente tomará su trono.

Aquí es donde conocemos a Cormac O’Connor. Es un caudillo de la ciudad de Nueva York y es el actual gerente del Hotel Continental. Este hombre fue el mentor criminal de Winston y Frankie Scott cuando eran niños. Cuando Frankie roba algo de valor inmenso para los superiores de Cormac, este envía a sus matones a Londres para secuestrar a Winston y traerlo de regreso a Nueva York para buscar a su hermano.

Seguiremos a Cormac a lo largo del triduo de capítulos mientras su desesperación aumenta y su locura y su ira se desbordan. Sin duda, es una fuerza intimidante, despiadada, brutal, pero capaz de encantar. Quien lo interpreta es nada menos que Mel Gibson.

Abanderado de la mejor generación del cine australiano (por su ascendencia y porque vivió un tiempo en ese país), este actor, director y productor no necesita presentación. “‘The continental’ es un lugar bastante extraño. Es un mundo en sí mismo: mitad fantasía, pero sobre todo superviolento. Y absurdo en cierto sentido porque hay restricciones y reglas adjuntas al lugar que hacen que personas que son bastante salvajes tengan que comportarse, pero dentro de los límites de la civilidad”, introduce el protagonista.

EL JOVEN WINSTON SCOTT

Por otro lado, está Winston. Guapo, inteligente, fresco y sereno, es todo un hombre de negocios que piensa más allá de lo común. Después de que un evento traumático lo puso en la mira de la ley, Winston estaba trabajando como un exitoso empresario en Londres, cuando un capo del hampa de su pasado (Cormac) lo envía en una misión para encontrar a su hermano desaparecido (Frankie).

Winston utilizará su astucia callejera y sus habilidades de supervivencia para reunirse con Frankie y, finalmente, tomar el control del hotel que le da a Cormac todo su poder, el Hotel Continental. En las películas, es Ian McShane quien le da vida. Ahora, Winston es interpretado por Colin Woodell, actor estadounidense conocido por interpretar a Ethan Sinclair en “Devious maids” y a Aiden en “The originals”. “Si estás familiarizado con las películas de John Wick, sabrás que es una excelente introducción al mundo”, sostiene el actor.

“The continental” se sitúa unos 30 o 40 años antes de que se desarrollen las películas protagonizadas por Keanu Reeves. “Es una introducción maravillosa a muchos de los personajes, a muchos aspectos diferentes del mundo, específicamente al Hotel Continental. Además, hay muchas pequeñas pistas y guiños divertidos que, si han visto las películas, podrán reconocer”, detalla el coprotagonista de esta entrega.

Para él, es una suerte el poder contar con todos los productores de las películas porque están supervisando minuciosamente todos los detalles. “Hay un compromiso para que la continuidad sea muy estricta, para honrar a las películas y el estilo que se desarrolló en ellas. Pero lo que también es maravilloso es que estamos en los años 70, por lo que es estilísticamente diferente y habrá pequeñas cosas que podremos agregar para darle sabor a nuestro mundo”, insiste.

También destaca el contraste entre el contexto histórico real de la década del 70 en la Gran Manzana y la historia de estos sicarios que se desarrolla en paralelo. “Lo bueno del mundo es que tiene lugar en la ciudad de Nueva York y tienes todos los elementos de nuestra realidad, pero luego incorporas este inframundo criminal realmente único que se cierne sobre todos. Tiene un espíritu oscuro, pero al mismo tiempo hay un colorido único que encuentro cada vez que veo las películas originales”, reflexiona Woodell.

LA CLAVE ESTÁ EN LAS PELEAS

Si hay alguien que sabe de acción, es Mel Gibson. La prueba es el sargento Martin Riggs, quien fue un elemento clave en todas las películas de “Arma mortal”. “Creo que lo que hace que una película de acción funcione es si te involucras con los protagonistas, hasta cierto punto. Hay que silbar a los villanos y animar a los buenos, o al revés. Pero se debe generar la pregunta ¿hay buenos chicos? en quienes la están mirando”, indica el veterano actor.

Ahondando en el proyecto que actualmente los une, Colin Woodell explica que hay una elegancia en las peleas que considera única cuando salió la franquicia. “En realidad, nadie había visto peleas y tiroteos coreografiados de esa manera. Creo que también tiene mucho que ver con Keanu (Reeves) y lo que aporta a John Wick. Los personajes están tan llenos de vida: no son caricaturas, son seres humanos reales”, alaba quien interpreta al joven Winston.

Otra clave son los pequeños y sutiles elementos que van conectando a esta precuela con las películas madre. “Creo que fueron realmente brillantes cuando lo publicaron porque dieron pequeños fragmentos de estas personas, pero no dieron demasiado, así que nos dejaron con ganas de más. Cuando vi John Wick por primera vez, pensé: ‘Vaya, nunca había visto peleas como esta en mi vida’, pensé que era realmente especial”, elogia Woodell.

El actor hace hincapié en la participación de 87eleven, un estudio especializado en diseño de secuencias de acción. “Lo que es realmente genial es que tenemos a estos chicos que son los especialistas en John Wick y cuyas participaciones son realmente alucinantes. Es como un baile, verlos trabajar y lo que pueden crear. Así que estamos honrando mucho las escenas de lucha con ellos”, atesora el coprotagonista de esta versión.

Como anécdota, recuerda que cuando llegó al set de rodaje, estaba muy emocionado por hacer escenas de acción, pero todo cambió. “Cuando llegué allí, estaba muy emocionado porque pensé: ‘Finalmente puedo entrenar y convertirme en un sujeto de acción’. Luego, cuando empiezo a leer los guiones, me doy cuenta de que casi no hay nada de eso para mi personaje. Pienso: ‘Bueno, en realidad no hay mucho que tenga que hacer’. Y si pasa algo, simplemente estoy esquivando la línea de fuego o apenas entrando a ella. Fuera de situaciones puntuales, realmente no estoy pateando traseros”, confiesa.

DOS CAMINOS, UNA FRANQUICIA

Cornac y Winston están estrechamente relaciona- dos, tanto por su rivalidad como por lo que los une en un mismo bando. Gibson ve a su personaje como el mentor del de Woodell. “Es como su mentor. En realidad, no estoy seguro si es un mentor o torturador. Pero es un personaje bastante nefasto que es como una figura paterna para ellos. Y ellos lo perciben así cuando son jóvenes, pero a medida que crecen y comienzan a analizar quién es realmente, se dan cuenta de que probablemente no lo que pretende ser”, detalla el más experimentado del cast.

Su antagonista cree que lo mejor de su personaje es su inteligencia. “Creo que lo bueno de Winston es que es muy listo. Ese es su poder, no es patearle el trasero a alguien, es ser más astuto que él. Así que el entrenamiento ha sido bastante divertido porque todos en el elenco están haciendo todo este material realmente extenso y hablan de sus dolores corporales y yo en realidad no estoy haciendo mucho”, bromea.

Volviendo a Cormac O’Con- nor, Mel describe al sádico gánster que dirige el Contin e n t a l d e N u e v a Yo r k d u r a n t e la década del 70 como bastante egoísta en sus propios motivos. “Los ha utilizado de mala manera, creo que eso lo quema y quiere venganza. Con razón. Era bastante asqueroso en los años 70. Yo nací en Nueva York, pero no en la ciudad. Viví en el campo. Una vez fui a la ciu- dad y recuerdo que tuve que lavarme la nariz por un día para sacarme todo el hollín”, contextualiza Gibson.

Colin ve en Winston a un personaje que pasa por muchas cosas en un lapso de 24 horas. “Cada vez que uno, como actor, se sumerge en ese tipo de mentalidad y atraviesa este tipo de viaje emocional, al mismo tiempo que se convierte en un tipo rudo e inteligente (porque fueron tantas cosas interesantes para mí que fue una obviedad), trata de abordarlo como si encajara en todas las emociones”, describe.

Consultado sobre cómo lo inspiró la actuación de Ian McShane, Woodell admite no haber visto esa versión de Winston hasta llegar al proyecto. “Y me alegro, porque no lo había visto, así que pensé: ‘Está bien. Voy a abordar esto como si fuera mío y veré si encaja’. Recién después de recibir la oferta y discutir el proyecto, vi las tres películas en un lapso de 24 horas. Admito que fue algo extremo, pero también fue muy informativo ver lo que estaba haciendo y captar sus pequeños matices”, revela.

Luego, ya se convirtió en una discusión sobre cuánto de lo que McShane hizo se quería replicar y cuánto se quería agregar como nuevo. “Creo que porque al principio no había visto las películas y porque no había visto lo que él estaba haciendo, simple- mente me decidí. En realidad, tenía mucho sentido para nosotros decir: ‘Está bien, pasarán entre 30 y 40 años antes de que realmente lo conozcamos’. Entonces, esta es una persona casi completamente diferente. Así que tuve mucha libertad. Fue agradable ver lo que hizo Ian, pero luego lo dejé a un lado y le puse lo mío”, subraya el actor.

Las monedas de oro

Un elemento clave en el universo de John Wick son las monedas de oro. Estas monedas solo son utilizadas en el mundo criminal de la franquicia. Eso permite que las transacciones monetarias entre asesinos no levanten sospechas y sean rastreadas por la policía. En todas las entregas de la saga, el protagonista ha pagado, ya sean habitaciones o servicios en el Hotel Continental o limpieza de cadáveres, con ellas.

“Se necesita que exista una prensa de monedas en este mundo. Si no tienes ese tipo de moneda, toda la situación se desmorona. Es muy importante que uno tenga esto. Pero Cormac no lo tiene, se lo han robado. Y la música de las esferas (la especie de disco dentro del hotel) se apagará hasta que la recupere y él es muy consciente de ello. De hecho, incluso podría ser su fin si no lo recupera. Entonces él siente esa presión”, dice Mel Gibson sobre este elemento clave. También sirven como una manera de saber si una persona pertenece al gremio o no.

En la saga cinematográfica, estas monedas tienen imágenes y frases en ambos lados. En uno de ellos aparece un león delante de un escudo con los rayos de sol saliendo de detrás de él. “Ens causa sui” se puede leer en ese lado, lo que significa “algo generado dentro de sí mismo”. En la parte de abajo aparecen los números romanos MMI (2001). Por el otro lado hay una mujer con un escudo y una cruz. A su alrededor, un gran laurel. En ese lado se lee la frase “Ex unitae vires”. Es decir, “De la unidad, fuerza”.

Las monedas de oro son un vestigio de la Guerra Fría. En esa época, los espías usaban monedas de oro, pues podían fundirlas, no eran identificables y todo el mundo sabe que el oro tiene un valor determinado. “Las monedas en sí mismas son una especie de moneda. De hecho, puedes comprar cosas con las monedas, pero también es lo más importante de las monedas y lo que representan: son este rito de iniciación. Por eso puedes quedarte en el Continental si tienes una moneda”, agrega a su turno Woodell.

De alguna forma, estas monedas son la versión cinematográfica del Krugerrand. Esta es una moneda de oro sudafricana acuñada en 1967 que tenía como objetivo ayudar a la compraventa del oro en la zona. Si bien es la primera moneda de oro en lingotes confeccionada para ser apreciada en el mercado por su valor de contenido de oro, no fueron creadas para ser usadas como dinero.

Volviendo a su representación en el universo Wick, Colin Woodell relata que esta moneda representa el estatus de la persona que la posee. “Uno puede imaginar, basándose en el valor de una moneda, cuánto significa realmente la prensa de monedas. Porque si la prensa de monedas termina en las manos equivocadas, entonces la persona podría acuñar tantas monedas como quisiera, podría inundar el mercado y de repente las monedas perderían su valor”, refiere el actor.

Efecto retro

En la década de los 70 hubo varios cambios que revolucionaron la manera de hacer cine. Se marcó una fuerte influencia cinematográfica americana, sobre todo en el cine del “nuevo Hollywood”. En esa línea, Gibson opina que en “The continental” están tomando los tropos del cine de esa década, como “Taxi driver” y otros títulos clásicos. “Es todo eso, pero con esteroides, para que sea un poco amplificado, hiperreal”, bromea.

En ese contexto, están Cormac y Winston. “Es un poco un estafador, pero también está muy presente y sabe que tiene que estar mirando por encima del hombro porque su pasado podría alcanzarlo. Te reunirás con Winston en Londres. Es un hombre de negocios aparentemente exitoso al borde del mayor negocio de su vida y descubres que ha estado viviendo en Londres durante los últimos 15 años porque tuvo algunos problemas con la ley”, radiografía Woodell.

Gibson nota muchas influencias del cine negro de principios del siglo XX. “Los decorados son casi góticos. La ropa es un poco exagerada, por ejemplo, mi personaje usa trajes muy lindos, pero son casi de los años 20. En la propia serie las cosas son tranquilas, desde el diálogo, las actuaciones o la actitud”, detalla el ganador del Óscar a Mejor Director y Mejor Película por “Corazón valiente” en 1996.

Su coestrella ahonda más en la psicología de su personaje. “Ha estado viviendo esta vida tratando de demostrarse mucho a sí mismo. Está lejos de su hermano mayor, Frankie, no puede volver la ciudad de Nueva York, que es donde creció. No tiene familia ni amigos. Así que le está sucediendo algo así como un lobo solitario. Creo que consideraba el éxito como un medio de felicidad”, analiza Colin.

Mel dice que hay mucho cinismo y un lado oscuro en la psi- que de la mayoría de los personajes, lo que coincide con el estilo del cine negro de principios del siglo pasado. “Allí aparece este personaje (Cormac), que es un irlandés de Nueva York y probablemente una especie de mafioso. Así que probablemente hayan transcurrido unas tres o cuatro generaciones desde que su linaje está en América”, refiere.

En el mismo contexto de angustias y sin esperanzas, Winston trata de encontrar felicidad. “En realidad, está un poco concentrado en las cosas equivocadas, pero sabe que no tiene la educación de la Ivy League. No fue a Oxford. No es de una familia rica. Entonces, para tener éxito, debe tomar atajos y hacer lo que sea necesario para llegar a donde quiere estar”, finaliza Woodell.


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