Arnaldo Casco Villalba, arnaldo.casco@nacionmedia.com - Fotos: AFP/gentileza
A lo largo de la historia de nuestro país se han dado hechos importantes en materia de protección oficial del idioma guaraní como elemento distintivo de la identidad nacional. No obstante, a pesar de los indiscutibles avances logrados en este campo, aún queda un largo camino por recorrer para que la lengua vernácula ocupe un sitial en pie de igualdad junto con la otra lengua oficial de la República.
El guaraní, lengua oficial de la República del Paraguay, de uso mayoritario especialmente en la oralidad, comparte una raíz común dentro de la familia lingüística guaraní con otras seis lenguas nativas: mbyá, aché, avá, paĩ tavyterã, guaraní ñandéva y guaraní occidental.
El uso de estos seis idiomas nativos se reduce con exclusividad a las poblaciones indígenas, que en total suman unas 62.000 personas en 371 comunidades (según el último censo indígena, 2012). Sin embargo, el guaraní oficial, de origen indígena pero hablado por una población mayoritaria no indígena, es la lengua que, según los datos estadísticos oficiales más recientes (Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística, 2022), el 66,9 % de la población paraguaya de cinco años y más de edad utiliza en sus hogares.
HITOS HISTÓRICOS
Durante la conquista y colonización española en tierras americanas, en la Provincia del Paraguay ocurrieron algunos hechos trascendentales en la vida de la lengua guaraní y que permitieron que sobreviva e incluso se sobreponga a la lengua de los propios conquistadores. Uno de esos hechos es la pauta de crianza en el proceso de mestizaje; es decir, los hijos de españoles con nativas guaraníes pasaban sus primeros años casi con exclusividad con las madres, hecho que posibilitó la transferencia de la lengua y demás contenidos culturales a las siguientes generaciones. Otro suceso de suma importancia también fueron los aportes de los religiosos, tanto de jesuitas como de franciscanos, quienes optaron por la lengua nativa para la evangelización y dieron los primeros pasos para el desarrollo de la escritura de esta lengua, dejando un legado invaluable para la posteridad. Una investigación del proyecto Langas (Lenguas Generales de América del Sur) evidencia que la Colonia fue una época florenciente para el guaraní e incluso se llegó a normalizar su uso escrito por parte de los nativos, así como en la administración pública.
Durante las dos guerras internacionales que tuvo el Paraguay afloraron hechos positivos para la lengua guaraní. Durante la guerra contra la Triple Alianza (1864-1870), el propio mariscal Francisco Solano López convocó al primer Congreso de la Lengua Guaraní a fin de definir su escritura y utilizar la lengua como un elemento estratégico durante la campaña bélica. Así, nacieron las revistas de trinchera, como el caso de Cabichuí, Cacique Lambaré, El Centinela, que incluían el uso de la lengua guaraní como signo de patriotismo y porque era la lengua común de la mayoría de la población. Asimismo, sirvieron de medios de propaganda para elevar el fervor patriótico nacional y menoscabar a los ejércitos enemigos, como un arma más durante la contienda bélica. En la guerra del Chaco (1932-1935) sucedió algo similar. Por orden general firmada por el propio comandante del Ejército, José Félix Estigarribia, el guaraní fue declarado idioma oficial y único de la guerra, previendo incluso severas sanciones a quienes desobedecieran dicha orden.
EL GUARANÍ EN LA EDUCACIÓN
Un largo proceso de inclusión oficial del guaraní en el ámbito académico comenzó en 1944, cuando por primera vez formó parte de una malla curricular como materia enseñada y fue en la carrera de Letras de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción. En 1950, el Ministerio de Educación participó del Congreso de la Lengua Tupí-Guaraní en Uruguay, donde se trató de unificar la escritura de la lengua, grafía que casi en su totalidad sigue vigente hasta la fecha en nuestro país. En 1956, el guaraní se incluyó en la enseñanza media oficial y en 1967, el Ministerio de Educación recomendó la enseñanza del guaraní en las escuelas, colegios y liceos de la República. A partir de 1987, se implementó oficialmente la asignatura Lengua Guaraní dentro del plan de estudios de todas las instituciones escolares (Primero al Tercer curso del Ciclo Básico).
El hecho más importante dentro del proceso de inclusión del guaraní en la educación formal se dio en 1994, cuando se inició la implementación de la Reforma Educativa, que incluyó el guaraní como idioma de enseñanza y lengua enseñada desde la Educación Inicial hasta el tercer año de la Educación Media.
Dos instancias oficiales de mucha relevancia que hoy intervienen en la educación superior son el Consejo Nacional de Educación (Cones), creado por Ley 4995/2013, y la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (Aneaes), instalada a partir de la Ley 2072/2003. La primera se encarga de habilitar las carreras superiores y la segunda, de acreditar la calidad de las mismas. Ambas instituciones velan por la presencia del guaraní en la malla curricular para el desarrollo de las capacidades comunicativas de los futuros profesionales formados en universidades e institutos superiores en la mencionada lengua.
FORMACIÓN DE FORMADORES EN GUARANÍ
Un aspecto importante que también es digno de destacar en este proceso de fortalecimiento de la lengua guaraní en Paraguay es la creación de instituciones formadoras de formadores. Las entidades más emblemáticas que empezaron a operar en el siglo pasado son el Instituto de Lingüística Guaraní del Paraguay, que inició su vida institucional en 1971 y que desde entonces se encarga de la formación de los futuros docentes en esta lengua; un año después, en 1972, el Instituto Superior de Lenguas de la Universidad Nacional de Asunción empezó a ofrecer la carrera de Licenciatura en Lengua Guaraní; desde 1985, el Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní brinda cursos formando futuros profesionales en el idioma; asimismo, en 1998, la Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y Cultura Guaraní de la Universidad Nacional de Itapúa habilitó la carrera de Licenciatura en Bilingüismo Guaraní-Castellano.
AVANCES EN EL ÁMBITO NORMATIVO
El marco legal es otro aspecto clave en este proceso y los avances han sido muy significativos. En ese sentido, el primer hito fundamental sucedió el 25 de agosto de 1967, cuando se jura una nueva Constitución y por primera vez se incluye el guaraní en la Carta Magna, declarándolo idioma nacional (en conmemoración a este hecho en Paraguay se celebra el Día del Idioma Guaraní en esta fecha). La lucha de referentes de la lengua y de la sociedad civil prosiguió hasta que, en 1992, en la nueva Constitución Nacional se declara el guaraní como lengua oficial junto con el castellano. Otro hito importante se dio en 2010 con la promulgación de la Ley 4251 “De lenguas”, que describe los mecanismos de utilización de las dos lenguas oficiales, dando un especial énfasis al guaraní por ser “signo de la identidad cultural de la nación, instrumento de cohesión nacional y medio de comunicación de la mayoría de la población paraguaya”.
Mediante la Ley de Lenguas se crean dos importantes instituciones, una es la Secretaría de Políticas Lingüísticas (SPL), entidad dependiente de la Presidencia de la República, encargada de velar por el cumplimiento de la mencionada ley, del respeto de los derechos lingüísticos, y de coordinar acciones con el sector público y privado para ejecutar la planificación lingüística que apunte a la normalización del uso oral y escrito de la lengua guaraní en los diferentes ámbitos de la sociedad. La otra institución creada por esta norma es la Academia de la Lengua Guaraní (ALG), un ente privado que se encarga de la normativización de la lengua.
PRINCIPALES LOGROS
Con la instalación de la Secretaría de Políticas Lingüísticas en 2011, nace una fructífera etapa marcada por importantes avances en la vida de la lengua guaraní, principalmente en lo que respecta a su uso oficial, desde la administración pública, que en los últimos años ha ido contagiándose también en los demás ámbitos de la sociedad, en el sector privado, comercial, en el ámbito artístico, en las plataformas virtuales, etc. Esta secretaría ha encaminado su gestión a favor del guaraní desde varios frentes. Así, llegó a implementar 50 cursos de Guaraní Comunicativo para servidores públicos y un total de 150 talleres y asesoramiento técnico-lingüístico para la normalización del uso oral y escrito de la lengua, recorriendo los 17 departamentos geográficos del país y beneficiando de manera directa a unas 2.500 personas.
Asimismo, realizó la traducción al guaraní de más de 100 documentos oficiales para distintas instituciones del Estado, llegando a un total de 4.200 páginas, que incluyen textos normativos, informativos, instructivos, señalética, cartelería, logos, etc. En este mismo ámbito de normalización del uso escrito oficial del guaraní, la SPL desarrolló un banco terminológico con un total de 5.000 entradas con la finalidad de responder a vacíos léxicos, especialmente para el uso del guaraní en el ámbito administrativo.
A través del Decreto 6797/2017 del Poder Ejecutivo, se logró la creación de Unidades de Asuntos Lingüísticos (UAL) en diferentes organismos y entidades del Estado para dar cumplimiento a la Ley de Lenguas y atender los derechos lingüísticos de los ciudadanos. A la fecha, se cuenta con la instalación y funcionamiento de 50 de estas unidades con las que la SPL coordina los trabajos.
Desde la Secretaría también se ha apostado fuertemente por la conquista de espacios para el guaraní a partir del aprovechamiento de las nuevas tecnologías y las plataformas digitales; así, en alianza con otras instituciones, se creó la aplicación Guarani Ayvu (traductor trilingüe guaraní-castellano-inglés, con audios en guaraní); ArandukApp (aplicación de audiolibros en guaraní); el traductor web Guaraní-Castellano; el navegador en internet Mozilla Firefox traducido al guaraní; la creación y alojamiento en la web institucional del Corpus del Guaraní Paraguayo Actual. Asimismo, la instalación y el funcionamiento del sistema de comunicación institucional bilingüe oficial (guaraní-castellano).
Acompañando las iniciativas tanto públicas como privadas de usar el guaraní en su ámbito de intervención, esta institución realiza cada año, con motivo del Día del Idioma Guaraní, la entrega del galardón Rohayhu Che Ñe’ẽ (Te amo mi lengua) a referentes del idioma, figuras públicas, empresas e instituciones que promueven el uso de la lengua.
Desde la Dirección General de Investigación Lingüística de la SPL se han promovido investigaciones de distintos aspectos de la lengua, por ejemplo, el estudio de los Nombres Propios en Guaraní Adoptados por la Población Paraguaya Actual; Estudio del Vocabulario en la Elaboración de los tejidos tradicionales Poncho Para’i y Encaje Ju; Estudio del Vocabulario Ferroviario en el Habla de Exobreros Guaranihablantes; Estudio de Guaranismos en el Castellano; Estudio de Hispanismos en el Guaraní y Estudio de los Topónimos en Guaraní.
A más de ello, también cabe destacar la presencia del guaraní en el plano internacional. En 2014 se logró posicionar al guaraní en una instancia supranacional, convirtiéndolo en idioma de trabajo dentro del Parlamento del Mercosur (Parlasur) junto con el castellano y el portugués. En 2021 se creó la Cátedra Guaraní dentro de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), que integran 40 universidades de la región.
En Paraguay, desde 2021 las normativas garantizan a cualquier ciudadano exigir al Estado la atención pública en guaraní, ya sea en la oralidad, así como también para la expedición de cualquier documento escrito. Este proceso fue acompañado también muy de cerca por la Academia de la Lengua Guaraní, al tener aprobados el alfabeto, la gramática y la publicación de su primer diccionario guaraní, documentos que fueron refrendados por la SPL para su uso pleno en el ámbito público.
LARGO TRECHO
Aunque se hayan dado estos importantes pasos en el camino de la normalización del uso oral y escrito de la lengua guaraní en los distintos ámbitos de la sociedad, es preciso reconocer que existe aún un largo trecho por recorrer para lograr que el guaraní forme parte en pie de igualdad junto con la otra lengua oficial de la vida institucional del país que la normativa le reconoce.
Es necesario seguir fortaleciendo el desarrollo terminológico de la lengua para ir cubriendo ámbitos nuevos de uso; mejorar la educación bilingüe oficial para que tras el proceso de escolarización tengamos jóvenes bilingües coordinados (es decir, que manejen las cuatro destrezas del lenguaje: entender, hablar, leer y escribir); producir más materiales de lectura e incentivar su uso en la población; seguir aprovechando las nuevas tecnologías para el uso y difusión del idioma; continuar impulsando las campañas de sensibilización sobre el valor del guaraní; además de seguir llevando a cabo proyectos en alianza con los sectores público y privado para elevar el prestigio del idioma, superando los estigmas y discriminaciones que aún persisten en ciertos espacios y ámbitos de uso.
Si bien los datos estadísticos oficiales siguen siendo favorables para el guaraní, las mediciones de las últimas dos décadas también señalan que ha sufrido una disminución importante. Por lo tanto, los esfuerzos son ahora más que nunca necesarios y urgentes para que el guaraní siga siendo la lengua mayoritaria y el orgullo de toda la población paraguaya.