Años antes del inicio de la contienda bélica con Bolivia, era alarmante la inseguridad que ya reinaba, sobre todo en las poblaciones del interior del país. Dos noticias originadas una en Ajos (actual Coronel Oviedo) y otra en Concepción parecían más ambientadas en las películas del lejano oeste americano, tal como lo registra El Diario, en algunas ediciones del mes de agosto de 1929.

  • Por Juan Carlos dos Santos
  • X: @juancads

La increíble deci­sión de alojar al criminal más peli­groso y buscado en aquel entonces nada menos que en el lugar donde se guar­daban las armas y donde solo un armario lo sepa­raba de la calle demuestra la corrupción imperante entre las autoridades de la ciudad norteña.

Esta y otras historias que bien se podrían perder para siempre de la memo­ria popular descansan en los ejemplares de diarios impresos en la Biblioteca Nacional del Paraguay, que están a la espera de ser sal­vados con tecnología antes de que el paso del tiempo los borre para siempre.

POLICIALES

Hurto en la Embajada Del Brasil

ACLARACIÓN

Habiendo aparecido una información con motivo de la desaparición de alhajas per­tenecientes a la esposa del señor ministro del Brasil, en la que se hacía aparecer como presunto autor del hecho al señor Sixto Francia, chaffeur del citado diplomático, ha estado este señor en nues­tra redacción a manifestar­nos que no ha tenido ninguna participación en la comisión del delito y cuyo autor acaba de ser descubierto por el juez instructor del sumario.

VIOLENCIA DOMÉSTICA

Esposos mal avenidos

Ayer a las 6:30 p.m tuvo lugar una fuerte discusión en el domicilio que habitan José Luis Vera y su esposa Rosalía Rodrí­guez. De una palabra pasaron a otra los cónyuges y siempre en plan de combate llegaron a extremos verdaderamente lamentables.

El marido, haciendo uso de derechos que ninguna epístola le otorga, ni ley alguna ampara, puso en el mayor abandono a su indefensa esposa llegando –¡el colmo!– a inferirle una herida punzante y profunda de 6 centímetros.

FUGA DE CUATRERO EN CONCEPCIÓN

Un informe que acusa a delincuentes y encubridores

La fuga del peligroso sujeto Martín Cabral Miranda, acaecida días atrás en Concepción, mueve a hacer comentarios nada favorables y lógicas deducciones respecto a la vigilancia ejercida sobre el compañero del temible jefe de banda de Espínola y matador del mismo.

No se conciben casi estos abandonos donde hay autoridades encargadas de mantener el orden y de recluir a los elementos nocivos cuya libertad es atentatoria a la tranquilidad pública para aumentar el número de hechos registra­dos por la crónica del delito.

¡LO UBICARON EN LA PIEZA DE LAS AMETRALLADORAS!

El cuatrero Cabral Miranda fue colocado en la pieza de ametralladoras a pedido del jefe de Gendarmería, señor Cayo Rivero, y por deter­minación del señor jefe Echeguren.

El sargento primero de la zona militar Mar­cial Olmedo Vera preguntó entonces al señor Echeguren, si había necesidad de poner un centinela que se encargase de vigilar al men­cionado criminal Miranda, contestándole al señor Jefe de Policía que no había necesidad. El encargado de la zona militar el señor Pedro Paredes notando que el sujeto Miranda tran­sitaba libremente por el patio del cuartel, también dijo al señor Echeguren que no era conveniente que un tipo de esta clase tuviese tales consideraciones, a lo que el señor Jefe Policía no atendió, alegando que Miranda era un preso recomendado.

Resulta que la puerta de la pieza de ametra­lladoras queda hacia la calle Aquidabán, no tenía candado y únicamente estaba protegida por un armario. Y nadie ha de suponer que una pieza destinada para material bélico tan importante estuviese sin seguridad alguna.

AUSENCIA DE AUTORIDADES

Graves desmanes en Ajos

En la noche del 30 del pasado mes, como a las 2 de la madrugada, la población fue despertada por un largo tiroteo que partía del centro del pueblo.

Hasta el amanecer se ignoró lo ocurrido; cada cual pen­saba antes si se trataría de un 2 de Julio o un atropello de bandoleros al pueblo que vive huérfano de protección, sin ninguna garantía por falta de jefe político.

Habiendo llegado el día, cundió la noticia de que lo que en Ajos tuvo lugar fue una escaramuza entre los vecinos. Realmente sucedió así. Dos bandos contrarios se tirotea­ron, después de un atentado cometido contra la vida de Antonio Solaeche, hijo del honorable y laborioso extran­jero Don Timoteo Solaeche.

Los envalentonados tomaron como blanco la casa del nombrado extranjero acribillándola a balazos.

Allí Antonio se había refugiado ante la acometida por sus adversarios, quienes tenaz y sañudamente le perseguían.

De la revuelta resultaron heridos Ángel Ortiz, con un balazo en la mano, Emeterio Céspedes, con una con­tusión en la cabeza y Facundo Acosta con otra igual. El sombrero de Antonio Solaeche resultó perforado a la altura de la cinta por un proyectil que rozole el cuero cabelludo.

Don Timoteo Solaeche fue amenazado de muerte por los caciquillos asaltantes, a pesar del estado indefenso en que se encontraba el nombrado señor, debido a una grave enfermedad que lo retenía en cama.

No uno sino todos los crímenes y atentados van que­dando impunes, sin que los promotores vean siquiera el camino del calabozo. El incremento de los hechos delic­tuosos llega a un estado desesperante.

Si el Ministerio no trata de remediar este estado de cosas, nombrando un jefe político que deba poner coto a los abusos, la delincuencia llegará a los más punibles extremos. Así nos lo comunican caracteriza­dos vecinos de Ajos.

PREOCUPACIÓN DE LA “ENCARGADA”

Niña extraviada

Se ofrece una buena gratificación a quien dé noticia del paradero de una menor de 9 años de edad llamada Inocencia Patiño, desapa­recida el 14 de Julio próximo pasado de la casa de su encargada cita en la calle Azara número 495, con la siguiente filiación: tez rubia con melena, nariz regular, seña particular: tiene una voz varonil. La menor es vecina de Tacuaral.

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