El monólogo “Emocionalmente”, a cargo de Alicia Chong, una actriz y creadora salvadoreña que reside en Madrid desde 2020, invita a reflexionar sobre la experiencia del ser neurodivergente, las condiciones que presenta y los desafíos que enfrenta en una sociedad que a menudo impone barreras culturales al desarrollo pleno de las personas que no están sujetas al canon.
- Por Julio de Torres*
- Fotos René Figueroa (gentileza)
La autora, a la edad de 12 años, enfrentó un diagnóstico que la marcó de por vida: dislexia, TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) y la etiqueta de “inteligencia por debajo de lo normal”. Esta suerte de sentencia resonará en su camino e influirá en sus decisiones y perspectivas. En 2020, este diagnóstico la impulsó a emprender una investigación profunda sobre las condiciones que propician el fracaso, el miedo y la violencia.
Partamos de que las etiquetas y diagnósticos tienen un impacto en la percepción de una persona sobre sí misma y en cómo es percibida por los demás. Estas etiquetas pueden llevar a la estigmatización, prejuicios y, en muchos casos, a la limitación de oportunidades para, en este caso, las personas neurodivergentes. Cabe aquí preguntarnos, si hablamos de estigmatización, cuál es el rol de la sociedad y, por qué no, del Estado para revertir efectos negativos.
Crecer en medio de la incomprensión durante la infancia probablemente nos haya llevado a experimentar momentos de aislamiento constante como una forma de evitar enfrentarnos al mundo que nos rodea. Muchas veces las condiciones que nos presenta la diversidad, un principio olvidado en el contexto actual, nos hacen temer un entorno dominado por la intolerancia, la falta de respeto y la incomprensión. La situación se complica aún más cuando nuestra propia cultura ha venido invisibilizando a comunidades y grupos, erróneamente etiquetados como minoritarios, en favor de una preferencia por una cultura única y globalizada.
LA ALTERIDAD COMO PRINCIPIO
El pensamiento de Tzvetan Todorov sobre la condición del otro representa un enfoque esencial en su análisis de la conquista de América y la percepción de los pueblos indígenas como seres supuestamente inferiores. Este concepto, que gira en torno a la alteridad, es decir, la diferencia o la otredad, constituyó el eje central de sus reflexiones.
A pesar de los avances y los esfuerzos por promover la equidad y la diversidad en la actualidad, la influencia del colonialismo persiste de formas sutiles pero significativas. A menudo tendemos a subestimar o incluso a ignorar esta vigencia a pesar de que se manifiesta en estructuras sociales, económicas y culturales arraigadas en nuestra sociedad contemporánea. Esta situación coadyuva a responder la pregunta que plantea el título de este artículo. Pregunta hecha por Luz Arcas, directora de La Phármaco, en su obra “Todas las santas” y que la misma Alicia nos vuelve a lanzar.
Las condiciones de bienestar para las personas neurodivergentes no están garantizadas. Arrojados a las cunetas donde se apiñan los otros, esperamos compasión de un sistema que sanciona cualquier desviación del statu quo. La propuesta de “Emocionalmente” trata de forjar un cambio radical en la percepción que muchos mayores tienen de aquellos hijos que presentan comportamientos y reacciones que, en comparación con niños que se ajustan a lo “normal”, incomodan.
Vale la pena repensar en la pregunta de Luz Arcas “¿qué le hace un país a un cuerpo?” y reflexionar sobre la respuesta que surgirá después de presenciar el monólogo de Alicia Chong. La capacidad de una obra para provocar esta reflexión va más allá de la mera representación en el escenario, pues invita a trascender el arte como entretenimiento y lo convierte en un motor de transformación social. Es un testimonio elocuente de la fuerza que tiene para generar esa conciencia y promover el cambio.
LAS FORMAS DE LA OBRA
La obra transita momentos que parten de experiencias personales que marcaron la vida de la actriz. Una de ellas: el cierre del aeropuerto de El Salvador en marzo de 2020, durante la pandemia, debiendo ella sumarse a las 4.000 personas varadas en España. Los recuerdos de su infancia, especialmente su diagnóstico a los 12 años, se avivaron y, a partir de la lectura del libro “Inteligencia interpersonal: más allá de la inteligencia emocional”, de Adriana M. Escobar y Lincoln Escobar, decidió revisitarlos teniendo ya una percepción diferente de lo que ya empieza a dejar de ser un problema. Como actriz con experiencia en teatro documental, se inspiró para aplicar esta técnica a su propia historia.
En este formato, “Emocionalmente” busca revelar los hitos de su vida a través de una investigación de campo profunda y una conexión directa con la realidad. Los elementos del teatro documental se integran en el proceso creativo en el que diferentes fuentes de información como audiolibros, podcasts y conferencias sobre psicología y neurociencia tienen relevancia para sostener la historia.
Asimismo, la presentación de la obra ante adolescentes en institutos educativos, como parte de un experimento llevado a cabo en colaboración con organizaciones e instituciones de España, en palabras de la actriz “suscitaron retroalimentaciones en torno al bullying, el fracaso escolar, la violencia de género, los problemas familiares, la baja autoestima y la necesidad de mentes resilientes”.
La interacción con la audiencia, en especial con un público joven, enriqueció la narrativa al traer perspectivas diversas y experiencias compartidas. La obra se convirtió así en un espacio de reflexión colectiva donde los temas cruciales que aborda generaron un impacto tangible en la percepción y comprensión de la neurodivergencia y sus desafíos.
El teatro documental, al fusionar la realidad con la expresión artística, ha permitido a “Emocionalmente” no solo contar una historia personal, sino también fomentar diálogos abiertos sobre un problema social. Este enfoque dinámico y participativo fortaleció la obra y la convirtió en un medio para promover la empatía y la comprensión, transformando la experiencia teatral en un catalizador para el cambio y la conciencia.
* Actor, dramaturgo, gestor cultural e investigador en artes y humanidades
Ficha técnica
Dramaturgia: Javier Sánchez Benítez (Esp.) y Alicia Chong (El Salv.)
Dirección: Mia Monplaisir (Fra.) y Alejandra Nolasco (El Salv.)
Intérprete: Alicia Chong (El Salv.)
Diseño de luces: William Castillo (El Salv.)
Corrección de texto: Ed Terrén Plaza (Esp.) y Patricia Chong (El Salv.)
Música: Alicia Chong
Gestión y producción Casa Sigilos: Magín Pereira
Diseño: Jessica Villamayor
Asistencia: José Mora y Natalia Tibiletti
Última función
Día: Domingo 12 de noviembre
Hora: 19.00
Entradas: 60.000 guaraníes. Promoción 2 x 100.000 guaraníes
Lugar: Unión Club (Palma 744 entre O’Leary y Ayolas. Piso 1)