Leonor, princesa de Asturias, cumplió la mayoría de edad y juró la Constitución en medio de la euforia de los españoles. Nunca se casó ni tuvo hijos, por eso se preguntan quién heredará los millones de dólares de Matthew Perry. Rosalía está viviendo un nuevo romance, aunque no lo diga. Recuerdan a Isabel II como “la mejor abuela del mundo”. Máxima, a “todo color” en África.

La heredera del trono de España, la princesa Leonor, ha vivido su jornada de gloria acompañada de toda su familia y demostraciones de afecto de la gente en el día de su cumpleaños 18, la mayoría de edad y, por lo tanto, ha jurado la Constitución de su país y en medio de actos solem­nes pero siempre enmarcados en la complicidad y el cariño de su familia, especialmente de su padre, el rey Felipe VI, ha dado su más impor­tante discurso transmitido a todo el país. Impecablemente vestida con un traje de pantalón blanco, realizado nada menos que por el sastre de su padre, sastrería Serna, se destacó entre los otros miembros de su familia y entre el público presente en los actos. Luciendo el Toisòn de Oro como prendedor y luego las medallas de las cámaras legislativas y la condecoración más importante a los civiles, el collar de Carlos III. “Me debo a todos los españoles. Les pido que confíen en mí”, dijo en el discurso y habló de serle fiel a su país y, sobre todo, respetar la Constitu­ción. Agradeció a su padre las enseñanzas y reiteró su compromiso con todos los españoles. “Me debo desde hoy a todos los españoles, a quienes serviré en todo momento con respeto y lealtad”, añadió. La heredera dedicó palabras a su padre: “He pres­tado, además, juramento de fidelidad al rey. No solo a su persona, sino también a lo que la Corona simboliza y representa: la unidad y permanencia de España. Recuerdo muy bien lo que mi padre, el rey, me dijo cuando me impuso el Toisón de Oro: ‘Te guiarás permanentemente por la Constitución, cumpliéndola y observándola, servirás a España con humildad y consciente de tu posición institu­cional’. Son palabras que en todo momento tendré muy presentes. Observaré un comportamiento que merezca el reconocimiento y el aprecio de los ciudadanos, y cumpliré con mis obligaciones con total dedicación y una entrega sin condiciones, procurando siempre cre­cer como persona”, expresó en otra parte de su discurso. Mientras que ella lució de impecable blanco, su madre, la reina Letizia, sacó del armario un vestido azul real de Carolina Herrera, usado por ella en 2002, y su hermana menor, la infanta Sofía, sorprendió al usar un vestido estampado en azules y blancos que fue alquilado en una conocida casa especializada en alquilar prendas para invitadas a bodas y eventos especiales.

Desde que el mundo se enterara de la pérdida del actor, muy querido, muchas han sido las muestras de cariño y desolación en torno a la muerte de Matthew Perry. Desde los emotivos mensajes de sus compañe­ros de “Friends” y las reacciones del mundo del cine, que seguía en shock al enterarse de su fallecimiento en su domicilio el anterior sábado, todo han sido tristes despedidas para el carismático actor que marcó a toda una generación con su papel de Chandler Bing. Además de recordar su vida, con sus luces y sus sombras a causa de las adicciones, y su exitosa filmografía, otra de las cuestiones que han surgido en torno al actor es la incógnita de quién heredará la cuantiosa fortuna del intérprete, ya que él nunca se casó ni tuvo hijos.

Y es que Perry ganó una suma millona­ria a lo largo de su carrera y, aunque también gastó una sustancial suma para intentar superar sus adiccio­nes, cerca de nueve millones de dólares, según él mismo confesó, lo cierto es que el actor amasó una importante cantidad de dinero. La herencia del intérprete rondaría los 120 millones de dólares, según publican páginas como Celebrity Net Worth (especializada en esti­maciones sobre los activos totales de las celebrities). Un dinero que principalmente ganó en los años de rodaje de “Friends”, en la que, según contó el intérprete en su autobiografía, “ganaba 1 millón de dólares a la semana”. “Nos pagaban esa cifra por cada capítulo. Nos parecía mucho. Así que pedíamos que la cantidad fuera menor”, señaló la estrella en la biografía anteriormente citada. “Fuimos idiotas por querer que nos pagaran menos. Pero, finalmente, pudimos disfrutar de todo aquello gracias a la bondad de David Schwimmer y su habilidad de hacer negocios. David, te debo unos 30 millones de dólares”.

La historia de amor entre Rosalía y Rauw Alejandro, cuyo final rompió el corazón de fans de ambos artistas, parece ser ya agua pasada para ella. La prensa internacional lleva días asegurando que Rosalía ha rehecho su vida junto al actor de “The bear”, Jeremy Allen White. Sin embargo, no había ninguna imagen que diera sustento a estas informaciones. Hasta ahora. Si hay un plan romántico y típico de las parejas en la ciudad de Los Ángeles, ese es pasear tranquilamente un domingo por la mañana por el Farmer’s Market de Atwater, en el que cada fin de semana cientos de productores locales se reúnen para vender sus productos: frutas y ver­duras recién cogidas de sus huertas… y flores, que es lo que estuvieron comprando Rosalía y el actor. Las imágenes, que ha hecho públicas el medio TMZ, muestran a la pareja paseando entre los puestos con una actitud muy relajada, cómodos y cercanos. Para la ocasión, Rosalía optó por un look muy “casual”, formado por una sudadera en tonos azules XXL estampada y unos shorts blancos, que combinó con unas botas altas. Por su parte, el actor llevaba un cárdigan en tono mostaza, pantalones deportivos largos y una gorra de béisbol. Aunque ninguno de los dos ha comentado, por el momento, nada sobre su relación (ni la han confir­mado o desmentido), esta escapada a Farmer’s Market parece confirmar los rumores de la semana pasada, que aseguraban que la pareja había ido a cenar y a ver “Wild things”. En agosto, el actor fue pillado besando a la actriz Ashley Moore, tras su divorcio de Addison Timlin, con quien comparte dos hijas, Ezer y Dolores. Ni Rosalía ni Jeremy Allen han publi­cado nada en sus redes sociales que pueda dar más pistas sobre su posi­ble relación, aunque en un post de Rosalía en el que mostraba su disfraz de Halloween, que recrea el traje de cisne que lució la artista Björk hace años, incluía el pantallazo de una canción de Daniel Johnston: “Love will find you in the end”.

La reina Máxima visitó Kenia, África, como enviada especial de la ONU en un viaje que tiene como objetivo la mejora de la calidad de los servicios financieros digitales en la república africana, junto con la salud financiera y las finanzas verdes inclusivas. Con uno de sus llamativos outfits a los que nos tiene tan acostumbrados, de bri­llante amarillo canario y firmado por Max Mara, descendía Máxima las escalerillas del avión para recibir un sombrero tradicional como primer obsequio de su visita. Este diseño es uno de los favoritos de la reina, ya que lo estrenó en 2011 y desde entonces lo había lucido hasta en tres ocasiones. En el verano de 2020, se lo puso para ir en bicicleta por la bicisenda rumbo al Museo de Arte de La Haya, que reabría entonces sus puertas al público después de un cierre de once semanas debido a la pandemia del coronavirus. Esta vez, en África el look elegido por la reina se estrenó también unos llamativos pen­dientes de Mango, que aunque pudieran parecer huevos fritos a sim­ple vista, en realidad son margaritas. Aunque normalmente Máxima lleva tacones altos en sus actos públicos, hoy su elección ha recaído en unas cómodas bailarinas, llevó zapatos planos y ha agradecido luego de tres días recorriendo el país. Lo cierto es que, más allá de las críticas, Máxima se atreve a todo…

Isabel II, quien reinó durante siete décadas, era conocida por su gran sentido del humor y su participación en eventos especiales. Sin embargo, su actuación más destacada fue un secreto bien guardado, revelado recientemente por su nieta, Eugenia de York. Fue cuando la entonces reina se unió al agente 007, James Bond, interpretado por Daniel Craig, en un divertido sketch para conmemorar la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012. En esta inolvidable escena, la reina “saltó en paracaídas” desde un helicóptero hacia el Estadio Olímpico donde se desarrollaría el tan esperado evento. Durante su participación en el podcast “White wine question time”, Eugenia de York compartió este fascinante detalle sobre su abuela, des­cribiendo cómo Isabel II mantuvo en secreto esta pequeña película de acción ante sus seres queridos. “Nadie lo sabía... Fue increíble. Nos sorprendió a todos. Era una de las mejores personas del mundo”, dijo. Eugenia destacó su admiración por Isabel II. “Su sentido del deber y la dedicación y su amor por su pueblo, realmente, sucedió en público como todos pudieron vez y sucedió en privado con nosotros. También aprendimos de ella cómo hacer las cosas, cómo hablar con la gente, cómo mantenernos fuertes, obedientes y amables. Cuando murió le dije a la gente lo afortunada que soy de tener una parte de ella en mí”. En la entrevista, Eugenia de York elogió el increíble sentido del humor de Isabel II y habló sobre su estrecha relación con su hermana mayor, la princesa Beatriz. Asimismo, compartió su miedo al manejar su cuenta de Instagram: “Dios mío, me pongo muy nerviosa. Antes de publicar tengo que mandar mensajes a unas cinco personas preguntando si está bien, si tengo algún error ortográfico, si me voy a meter en problemas”.