La colectividad paraguaya residente en Irlanda y referentes locales de la ciudad donde nació buscan reivindicar la figura de la dama irlandesa que llegó poco antes de la guerra contra la Triple Alianza y llegó a ser primera dama del Paraguay, aunque hasta hace poco tiempo era desconocida en su propio país.
- Por Lourdes Torres Lugo
- lourdes.torres@nacionmedia.com
- Fotos Gentileza
Con motivo de la conmemoración de los 190 años del nacimiento de Elisa Alicia Lynch, un grupo de connacionales paraguayos residentes en Irlanda, junto con la comunidad de Charleville, están organizando un evento especial, que incluye el descubrimiento de una placa conmemorativa en la vivienda donde nació la que fuera la compañera y madre de los hijos del mariscal Francisco Solano López.
Elisa Alicia Lynch nació en el condado de Cork, perteneciente a la ciudad Charleville, el 19 de noviembre de 1833. Desde Dublín, Irlanda, en comunicación con La Nación/Nación Media, Ángel Denis comentó que desde que llegó a este país hace 25 años, le sorprendió que al principio la comunidad sabía muy poco de la existencia de una mujer irlandesa que llegó a ocupar el cargo de primera dama del Paraguay.
En este sentido, mencionó que desde 2014 los ciudadanos de Charleville se han dedicado a honrar a las personas ilustres que han salido de esta ciudad. Entre estos citó a Brendan Kilty SC, con quien están trabajando en el proyecto de celebrar los 190 años de nacimiento de Elisa Lynch.
“Lo que iba a ser una pequeña festividad el 19 de noviembre de 2023 se ha convertido en un festival que se extenderá por un año, hasta el 19 de noviembre de 2024, que culminará en Paraguay con el descubrimiento de un monumento a Elisa Alicia Lynch y a los irlandeses que llegaron a Paraguay en el siglo XVIII”, comentó.
INVITADOS DESTACADOS
Denis indicó que para esta actividad, que se realizará en el condado de Cork, están invitados integrantes del cuerpo diplomático, entre ellos en cónsul honorario de Irlanda en Paraguay, Conor McEnroy; la embajadora paraguaya ante la República de Irlanda, Cynthia Filártiga, así como una importante lista de personas vinculadas a la política.
Luego añadió que la colectividad paraguaya en este país europeo está integrada por unas 300 personas. “Nos estamos organizando para realizar un homenaje a una de las pocas personas que realmente une nuestras historias entre Paraguay e Irlanda. Estaremos revelando una placa en la casa donde nació en 1833″, precisó.
Asimismo, detalló que el próximo 19 de noviembre se celebrará una santa misa en tres idiomas, inglés, español y guaraní, seguida de la entonación del Himno Nacional en el marco de una fiesta simbólica que contará con una extensa agenda hasta noviembre del próximo año.
EL INICIO
Sobre los datos con que se cuenta respecto a la vida de Elisa Alicia Lynch en su país natal, refirió que pudieron comprobar que fue bautizada el 18 de mayo de 1834 en un templo católico local ubicado en Chapel Street. En 2015, en el lugar fue descubierta una placa en honor a ella por uno de sus bisnietos, Miguel Solano López, entonces embajador de Paraguay en Londres e Irlanda.
A este respecto señaló que este evento dio pie a que la Charleville Heritage Society, que es una organización que se encarga de destacar los valores culturales, monumentos y personajes históricos que se destacaron fuera de la ciudad, tomara en consideración la figura de Elisa Alicia Lynch para rendirle un justo homenaje con el fin de difundir más su historia.
“Averiguando sobre la fecha de su nacimiento, nos dimos cuenta que este noviembre del 2023 se cumplen 190 años. Y a proposición de Brendan Kilty surgió la idea de organizar la actividad con la Charleville Heritage Society, que se sumó rápidamente a la idea. De esta manera rendiremos un justo homenaje a Elisa Lynch para que se le conozca más”, acotó.
ODIADA Y ADMIRADA EN PARTES IGUALES EN LA SOCIEDAD PARAGUAYA
La figura de Elisa Alicia Lynch genera mucha controversia a la hora de ser valorada en la sociedad paraguaya, ya que, para muchos, fue la “querida” de Francisco Solano López, hijo de su antecesor en el cargo, Carlos Antonio López, proveniente de una de las familias más adineradas de la entonces todavía incipiente sociedad paraguaya.
Para conocer un poco más de su historia, conversamos con el historiador Eduardo Ortiz Mereles, quien comentó que Francisco Solano López fue enviado a Europa como brigadier general y ministro plenipotenciario de la República del Paraguay en misión encargada por su padre, don Carlos Antonio López, para la contratación de personal de todo tipo, entre arquitectos, ingenieros, albañiles, profesores, pintores, escultores, pero también para la compra de tecnología. Estando en Francia conoce a Elisa Alicia Lynch, quien para entonces ya estaba separada de su esposo, Xavier de Quatrefagues, con quien nunca tuvo hijos.
Indicó que aproximadamente en el año 1854 llega a Paraguay junto con Solano López con su primer hijo en brazos, Juan Francisco (Panchito López). Su llegada a Asunción no fue tan bien vista, ni por la familia presidencial y mucho menos por la sociedad asuncena, lo que le generó muchas enemigas, sobre todo.
“No le perdonaron que conquistara a uno de los solteros más pretendidos de la sociedad alta asuncena del siglo XVIII, lo cual le generó muchas enemigas. Pero ella no queda con eso y busca ganarse amistades con la gente del pueblo, principalmente las mujeres asuncenas de la clase media, que comenzaron a verle con mucha simpatía e incluso a imitar sus estilo y elegancia”, explicó Ortiz Mereles.
El historiador agregó que, pese a que nunca se casó con Solano López y que vivieron en una relación de unión libre, tuvieron siete hijos en total: Juan Francisco, Corina, Enrique Solano, Federico, Carlos, Leopoldo y Miguel Marcial. Entre estos, solo sobrevivió en la posguerra Enrique Solano López Lynch, quien reclamó la herencia familiar, pero que no tuvo éxito en su propósito. El resto de los hijos de la pareja murieron antes de la guerra y otros durante la contienda.
Sobre qué pasó con Elisa Lynch tras la guerra, refirió que volvió a Francia, donde murió a los 53 años de un cáncer estomacal. No obstante, indicó que sus restos fueron traídos a nuestro país en 1970, durante la dictadura de Alfredo Stroessner, y actualmente reposan en el Cementerio de la Recoleta.