Paulo César López, paulo.lopez@nacionmedia.com - Fotos: Emilio Bazán

El paraguayo Patrick Wenger y el suizo Dennis Amstutz, expertos en finanzas y coautores junto con el catedrático helvético Thomas K. Birrer del libro “Decentralized finance. From core concepts to DeFi protocols for financial transactions” (Finanzas descentralizadas. De conceptos centrales a protocolos de finanzas descentralizadas para transacciones financieras), publicado en inglés y alemán, hablaron con La Nación/Nación Media sobre este trabajo, que ofrece una introducción para comprender los aspectos más fundamentales del funcionamiento y las ventajas de las criptomonedas, una divisa virtual de uso incipiente aún en nuestro país, sobre todo para enfrentar el problema de la inflación causada por la emisión inorgánica de moneda.

Wenger cuenta en primer lugar que se graduó en Ingeniería Empresarial en la Universidad Paraguayo Alemana (UPA) y que posteriormente realizó posgrados y especializaciones en Alemania y Suiza, donde conoció a su actual socio y coautor del libro publicado en este 2023 por la editorial alemana Springer. El inicio de esta iniciativa se remonta a cuando estaba realizando la maestría en Bancas y Finanzas en la Universidad de Lucerna (2019-2021). Durante la participación de un módulo de investigación junto con su compañero Amstutz realizaron un trabajo que fue muy admirado por el profesor Thomas K. Birrer, quien decidió participar y extender el proyecto a un libro académico que pueda ser usado en las universidades.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

“Este libro tiene un enfoque académico de lo que son las finanzas descentralizadas. Es como un manual instructivo para la gente que recién está empezando en esta nueva tecnología. Básicamente un principiante puede leer este libro y al terminar puede empezar a usar todas las funciones que ofrece la descentralización financiera. Es una guía de cómo usar las funciones y protocolos que existen dentro de la cadena de bloques o blockchain, que es una base de datos de información totalmente descentralizada y donde no hay forma de censura. Además, es muy transparente porque es abierta para todos y cada transacción que se hace queda en un registro público”, explica Wenger.

Luego aclara que su uso no se limita a las finanzas y que tiene múltiples aplicaciones como en el ámbito de la salud para proteger los datos genómicos o en la agricultura para identificar el origen de las semillas, entre otras.

Wenger puntualiza que la obra se enfoca en primer lugar en lo que es el bitcoin y luego a otro tipo de criptomonedas que tienen más funcionalidades, como los contratos inteligentes que actúan dentro de la blockchain, mediante los cuales se pueden hacer todas las operaciones que se hacen dentro de los bancos tradicionales como préstamos, ahorros programados, etc., mediante una conexión a internet y un celular de manera completamente descentralizada.

DEMOCRATIZACIÓN

Respecto a las finanzas descentralizadas, precisa que buscan la democratización de las finanzas tradicionales, las cuales se basan en uno o varios entes reguladores que tienen el control sobre el usuario y sus acciones. Al optar por la descentralización, el usuario tiene el control absoluto de sus acciones sin necesidad de recurrir a intermediarios financieros.

“El sistema tradicional tiene dos grandes pilares, los bancos comerciales y el banco central. Este regula la emisión de la moneda y tiene por mandato mantener la estabilidad de la moneda y de los precios. Pero si vemos la historia de los bancos centrales no fueron muy exitosos en hacerlo. Por ejemplo, Argentina, Venezuela, Nigeria, en todo el mundo, los bancos imprimen monedas. El gran foco en nuestro libro es el bitcoin, que es como oro, pero en versión digital. La innovación del bitcoin no es que sea digital, sino que no se puede emitir sin respaldo como los billetes. Hay una lógica atrás que está matemáticamente cerrada. Eso es bueno para la gente porque así puede ahorrar y que su ahorro no pierda valor. Con el bitcoin yo puedo ahorrar en un sistema en el que nadie puede imprimir más porque es cerrado criptográficamente. Yo necesito una enorme cantidad de energía para cambiar eso y no existe esa cantidad de energía para cambiarlo en el día de hoy. No tenemos un computador poderoso para cambiarlo”, especifica, por su parte, Amstutz.

A renglón seguido Wenger indica que “los bancos centrales emiten trillones y trillones de sus monedas, pero en el sistema de la blockchain solamente van a existir 21 millones de bitcoins. Más que eso no va a existir nunca. Hasta ahora se generaron aproximadamente 19 millones que ya están en el sistema. Faltan todavía 2 millones por generar. ¿Por qué es tan seguro el sistema de la blockchain? Porque se usa mucho poder computacional, lo cual brinda una protección inmutable al sistema. Es ahí donde entran en juego los mineros de criptomonedas. Ellos básicamente ofrecen el poder de cómputo para resolver unos problemas matemáticos que se encargan de resolver cada transacción que se realiza en la blockchain. Mientras más mineros se unen al sistema, más segura es la blockchain. Ahora la dificultad con que se puede minar es cada vez más alta, lo que demuestra que hay cada vez más confianza en el sistema”.

AHORRO

“Eso es descentralización porque hay cada vez más mineros en todo el mundo. Si yo tengo 5.000 guaraníes en bitcoin, yo puedo ahorrar 5.000 guaraníes también. Pero en el sistema tradicional ese 5.000 tiene cada vez menos valor y por eso tengo incentivo para gastar. Pero si yo tengo un bitcoin, que tiene oferta limitada, el precio sube y eso incentiva el ahorro y aumenta el bienestar. Es un camino que se está haciendo y que tiene recién 13 años en comparación a otros medios de pago como, por ejemplo el oro, que tiene más de 5.000 años de historia”, agrega Amstutz.

Respecto a la posibilidad de que en el futuro se produzca el estallido de una burbuja producto de la especulación con la criptomoneda, Wenger responde que como cualquier industria tiene riesgos y que al tratarse de una tecnología nueva hay actores que buscan sacar provecho de las personas que no tienen experiencia, por lo cual es clave informarse e identificar bien las “banderas rojas”.

En este sentido se remite a una situación concreta con la prohibición impuesta en 2021 en China a la criptominería, donde se concentraba la mayoría de los mineros en el mundo, lo cual había hecho colapsar el precio del bitcoin, que cayó de unos 60.000 dólares a 30.000 dólares.

Sin embargo, a pesar de ello Amstutz se muestra convencido de que el bitcoin es más confiable y estable que otros activos que han mostrado mayores fluctuaciones como la misma moneda a raíz de la emisión inorgánica de parte de los bancos centrales, el petróleo o los bienes inmuebles. A este respecto enfatiza la importancia de tomar el bitcoin como unidad de medida para medir la estabilidad financiera, comparando la consistencia de la criptomoneda con el oro, cuya variación en el valor se ha mantenido dentro de un rango del 2 % por año.

OFERTA LIMITADA

“Creo que en el futuro se va a pensar no en dólares, sino otra vez en oro y ahora con el bitcoin tenemos una moneda que es superior al oro porque se puede transferir un bitcoin desde acá a través de un teléfono celular a cualquier lugar del mundo en 10 minutos, pero el oro tengo que llevarlo. Yo con un bitcoin en el celular puedo caminar tranquilamente por la calle, pero con 30.000 dólares en oro no puedo. El bitcoin es la solución a toda esta crisis que surge con los bancos centrales hace 100 años. Si vemos la historia de los últimos 300 años, antes no había. La moneda debe tener oferta limitada, como el oro, como el bitcoin, que es el oro del futuro”, asegura Amstutz.

“El trabajo de los mineros es ofrecer el poder de cómputo para dar seguridad a la blockchain. Ese poder de cómputo es producido por unas máquinas que tienen el tamaño de una caja de zapato y consumen una alta cantidad de energía. Por eso hay tanta controversia por el uso de la energía para la minería alrededor del mundo. Para generar un bitcoin se necesitan 300.000 kWh aproximadamente con máquinas de eficiencia estándar.

Existen máquinas de última generación que son más eficientes, por lo que bajaría el consumo. Depende mucho de la eficiencia de las máquinas y de la capacidad de cómputo o hash que producen. Mientras más alto es el hash y menor el consumo de la máquina, se consigue minar un bitcoin con mayor rapidez y menos energía. El único trabajo de la máquina es resolver algoritmos dentro de la blockchain con el fin de brindar seguridad y resiliencia al sistema”, refuerza Wenger.

Con relación a la potencialidad de nuestro país para albergar proyectos de criptominería dado su excedente de energía, Wenger ilustró que “Paraguay consume aproximadamente la mitad de la energía que le corresponde en Itaipú. El restante le cedemos a un precio regalado al Brasil. El caso de Yacyretá es similar. Parte de ese excedente de energía podría ser utilizado para la criptominería en el Paraguay, ya que se estaría pagando un precio de mercado a la Administración Nacional de Energía (Ande) por esa misma energía ociosa. Con esos ingresos adicionales, la Ande podría invertir en ampliar su infraestructura eléctrica y así expandir su red de distribución para que el Paraguay pueda aprovechar al 100 % la energía que le corresponde”.

Por su parte, ante la misma consulta, Amstutz concluyó diciendo que incluso “el Banco Central puede hacer la minería de bitcoin para respaldar el guaraní. Esto atraería a muchos inversores por la mayor confianza en el guaraní. Es un activo que cada año sube de precio, pero el guaraní en cambio baja cada año. Así se podrían pagar las deudas y financiar los proyectos necesarios para el país. La energía es un gran valor que tiene el Paraguay y tiene que utilizarlo para su propia gente”.

Déjanos tus comentarios en Voiz