El pasado 5 de octubre el guaraní cumplió 80 años de vigencia como unidad monetaria de nuestro país demostrando la estabilidad y la confianza de la economía paraguaya. Especialistas destacan que el buen manejo económico y fiscal fue la clave para lograr que se constituya en una de las monedas más estables del mundo.
- Por Paul Fernández
- paul.fernandez@nacionmedia.com
- Fotos: Emilio Bazán / Archivo
Durante una visita de un equipo de La Nación/Nación Media al Museo de Numismática y Joyas del Banco Central del Paraguay (BCP), el curador Víctor Fernández nos guió a través de un recorrido por la historia monetaria de nuestro país, la cual se remonta a la época colonial con una moneda denominada real español, acuñada en el metal plata.
Pero el signo monetario propio del Paraguay nació más tarde, en 1847, con la acuñadora (ubicada en la entrada del museo), que pesa más de 4.500 kilos, con la que se harían los primeros cuños a las monedas de cobre del país.
Fernández indicó que, en ese periodo, ninguno de los países del Imperio colonial español contaban con moneda propia; sin embargo, gracias a la “genialidad y tremenda capacidad pedagógica” del presidente de ese entonces, don Carlos Antonio López, surgió una moneda de cobre acuñada en el país que, además, educaba a la población sobre el valor de la moneda del Paraguay frente a la de plata española.
Durante ese año de 1847, afirmó Fernández, también nacieron los primeros billetes, más conocidos como papel moneda, que pese a que eran de un material frágil generaban gran confianza en la población debido a que contaban con un factor que los convertía en una moneda de “curso legal”.
“Para que genere confianza en la población, ordena el presidente de la República que en el ángulo superior izquierdo de cada billete se estampe su firma”, precisó.
NACIMIENTO DEL GUARANÍ
El camino hacia la creación del guaraní como moneda comienza en 1936, tras culminar la guerra del Chaco, cuando llega a la presidencia del país Rafael de la Cruz Franco Ojeda. Dos días después de su asunción al mando, crea el Banco de la República del Paraguay cumpliendo el rol que tiene una banca matriz actualmente.
Así, se dio inicio a una reforma monetaria de manera que el 5 de octubre de 1943, con el doctor Carlos Pedretti como presidente del banco; Robert Triffin, funcionario de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, y el ministro de Hacienda, Rogelio Espinoza, se creó la moneda actual. Esto ocurrió durante el gobierno de Higinio Morínigo, quien emitió el Decreto 655 que establece el “Régimen monetario orgánico de la República del Paraguay”.
Fernández explicó que en ese momento los billetes que circulaban, conocidos como peso fuerte, habían perdido totalmente su valor, por lo que crearon sellos metálicos con la nueva denominación (guaraní) y resellaron todos los billetes para que puedan seguir circulando en el país, teniendo en cuenta que ya llegaba fin de año y no habría tiempo de imprimir nuevos billetes para reemplazar los ya existentes.
“Propuso (Pedretti) que la moneda se llame guaraní en homenaje a la raza nativa que nos da la identidad que tenemos, la característica que tenemos hoy como paraguayos, la raza guaraní”, dijo.
Agregó que esta propuesta de Pedretti buscaba evitar confusiones y comparaciones con los demás países de la región que ya usaban la denominación peso.
DIFERENCIACIÓN DEL VALOR
“Desde entonces es la moneda más estable después del peso colombiano a nivel regional”, añadió el curador y agregó que, en 1944, se presentó la primera familia de billetes del Paraguay, que incluía siete billetes con características peculiares a efectos pedagógicos para la sociedad.
Los mismos tenían diferentes tamaños que enseñaban a la población el valor que tenían de manera que el de menor tamaño tenía menos valor y, por ende, el de mayor tamaño tenía más valor.
Asimismo, Fernández señaló que las reformas monetarias en el país también incluyeron la creación de varios departamentos en el Banco del Paraguay (1944), donde el departamento monetario también cambió la denominación del ente a Banco Central del Paraguay (BCP) en 1952, nombre que mantiene hasta el día de hoy, debido a la ampliación de funciones de la banca. En esa época se mantuvo también la misma familia de billetes.
NUEVOS CAMBIOS
Veinte años después, en 1963, se realizaron otros cambios en los tamaños de los billetes y que resultan más familiares a la sociedad actual. “Todos los billetes pasaron a tener el mismo tamaño, 15,5 centímetros por 6,7 centímetros. El segundo cambio es que a esta familia de billetes se les suman los de G. 5.000 y G. 10.000 y, el tercer cambio, aparece una nueva iconografía de personajes”, explicó.
Agregó que ante la aparición de nuevos billetes con una mayor denominación, los de menor valor empezaron a perder valor de compra y debido a su mayor circulación también se deterioraban más rápidamente, lo que provocó la introducción de las monedas. Otro hecho anecdótico, señala, fueron los billetes bilingües, que fueron dados a conocer un 15 de agosto de 1976.
Avanzando en el tiempo y en la evolución de la familia de billetes, en 1998 se le agregó una característica de inclusividad para que mediante la palpación las personas con discapacidad visual puedan distinguir el valor.
“Desde 1998 en el ángulo inferior izquierdo se incluyó una figura geométrica para indicar el valor, es un relieve que ayuda a las personas ciegas a identificar los billetes”, dijo.
Fernández manifestó que la evolución de estos billetes se dio en medio de procesos inflacionarios con altas y bajas presiones, que justamente demostraron la fortaleza de esta moneda. Esta evolución incluyó desde nuevos tamaños, nuevas iconografías, valores y aspectos que lo volvieron con el tiempo un billete bilingüe e inclusivos con sistemas de seguridad que cumplen los más altos estándares internacionales.
El secreto de la estabilidad
El presidente del BCP, Carlos Carvallo, dijo que la vigencia del guaraní por 80 años es el reflejo de su sólido fundamento y de un manejo responsable de la política monetaria.
“El Banco Central del Paraguay es un estandarte por excelencia de la fortaleza de la institucionalidad económica del Paraguay, reconocida dentro y fuera”, sostuvo.
Añadió que esto se ha manifestado en la estabilidad macroeconómica que se mantiene desde hace varios años y que se presenta como uno de sus activos más preciados. “El guaraní es la expresión misma de la fortaleza de la institucionalidad económica responsable por la valoración que tiene nuestra estabilidad macroeconómica en el imaginario colectivo de los paraguayos”, aseveró el titular de la banca matriz.
En este sentido, indicó que la estabilidad de la moneda ha contribuido a lograr un crecimiento económico sostenido en los últimos años, por lo que su principal desafío es mantenerse fuerte, estable y creíble. Por esta razón, desde el BCP se comprometen a seguir cumpliendo con ese mandato constitucional.
En estos 80 años de vigencia, el guaraní fue sorteando diferentes dificultades económicas y políticas en el país, pero siempre manteniendo su estabilidad erigiéndose en una de las más estables del mundo.
Especialización y responsabilidad
El economista Aníbal Insfrán apuntó que, desde su nacimiento y mediante las reformas que se fueron aplicando, se logró una estabilidad muy importante que fue acompañada por una especialización de los técnicos económicos del país. Insfrán enfatizó que el secreto de esta estabilidad y confianza radica en la capacidad de los funcionarios de manejar la política monetaria, además del fuerte soporte de la Reserva Federal, tras lo cual el país empezó a manejarse solo en términos económicos.
“Lo importante es que el guaraní logró sortear periodos muy complicados y nunca tuvimos una hiperinflación, eso fue muy importante porque es un factor de estabilidad”, puntualizó. A renglón seguido afirmó que el país también siempre mostró responsabilidad en el manejo del déficit fiscal debido a que se considera que la inflación y el déficit están ligados, pero Paraguay nunca sufrió estos dos factores asociados gracias al manejo responsable. “Uno de los mayores logros del país es la moneda, un factor de orgullo el tener una moneda tan estable y por tanto tiempo”, aseguró. Posteriormente advirtió que tampoco se avizoran cambios importantes sobre el valor del guaraní debido a que el BCP va a seguir siendo responsable otorgando confianza para ahorrar e invertir en la moneda local.
“Cada vez se resalta más el guaraní. Es importante destacar también que en 2002 el tipo de cambio estuvo en G. 8.000 y ahora está a G. 7.300 más o menos. Veinte años después, el mismo tipo de cambio. Esa es una señal de mucha estabilidad”, concluyó.