La ex de Luismi comenzó guerra contra el cantante y su pareja, Paloma Cuevas, exesposa del torero español Enrique Ponce, examigo muy cercano del cantante y hasta padrinos de uno de sus hijos. Robo en París 10 días antes del desfile en la Semana de la Moda: roban 50 prendas de Balmain. El divorcio inesperado de Hugh Jackman y su esposa Deborra-Lee. Fiestas en Suecia y Holanda reúnen a testas coronadas y coloridas tenidas.

Aracely Arámbula, la ex de Luis Miguel, comenzó una verdadera guerra contra él y su nuevo amor y comadre Paloma Cuevas. La mexicana, ex de Luismi, denuncia que sus hijos se preguntan por qué Luis Miguel va a recoger al colegio a las hijas de Paloma Cuevas y a ellos ni les visita por sus cumpleaños. Ambos hijos, Miguel, de 16 años, y Daniel, de 14, casi no ven a su padre y todos sabemos por la prensa de la larga lucha de Arámbula para que el famoso artista cumpla con sus obligaciones económicas, especialmente cuando eran aún unos niños. Luis Miguel no ve a sus hijos desde que ellos tenían 6 y 4 años de edad. Ante la prensa mexicana, ella dijo que no tenía mayor contacto con Luismi.

“Para empezar a mí no me inte­resa verle la cara porque me cae muy mal, se ha portado muy mal”. Acordaron que él podría ver a sus hijos estando ella presente, y ella ha negado que le impidiera verlos. “Es mentira, mi puerta siempre ha sido abierta, no solo tengo que estar yo. No es una persona con la que tengan tanta comunicación como para yo mandárselos de viaje”, y agregó, “si él tiene esa conciencia de verlos los tiene que buscar. Ojalá que así como sale ese ‘sol’ tan grande (no quiero decir nada malo) como su ego, ojalá así de grande sea el corazón para sus hijos”, que según ella, no quieren saber nada del padre.

También se refirió a la pareja de Luismi, Paloma Cuevas: “No hay ninguna comunicación con ella, ella no me ha hablado, pero la conozco muy bien, si es mi comadre. Estuvo en la pila bautis­mal cargando a mi hijo, y ella fue madrina por Enrique Ponce,(el exmarido de Paloma, torero), porque es amigo de Luis. Ellos eran íntimos amigos y ahora anda con la exmujer de mi compadre Enri­que Ponce”, confesó. “Los hijos de mi compadre Enrique Ponce no tienen la culpa, pero que atienda a los suyos. Mis hijos dijeron: ‘Mamá, ¿por qué mi papá fue a recoger a las hijas de esta señora?’. Y les dije: ‘Bueno, son las hijas de nuestros amigos, ellas no tienen la culpa de nada’”. La guerra está empezando a acelerarse y los exa­migos y compadres están para librar fuertes batallas.

Todos en París hablan de la gran tragedia ocurrida en la Maison Balmain, una de las emblemáticas casas de moda que jamás ha faltado a la Semana de la Moda en la ciudad. Sin embargo, su diseñador, el enfant terrible a quien todos adora, Olivier Rousteing, anun­ció el pasado martes a través de las redes que habían robado más de 50 prendas destinadas al gran desfile. Una verdadera tragedia ya que es en esas pasarelas donde se muestra el talento y la creatividad de los diseñadores y también se hacen grandes negocios. Olivier ya ha asegurado que él y su equipo trabaja­rán sin descanso para rehacer cada una de las piezas robadas. Se cree que el robo se produjo intercep­tando la entrega de las piezas. “El camión fue secues­trado”, contaba el diseñador en su última publicación de Instagram. “Gracias a Dios, el conductor está bien. Mucha gente ha trabajado muy duro para hacer reali­dad esta colección. Estamos rehaciéndolo todo, pero esto es una falta de respeto”, comentó. En la misma publicación cuenta que se enteró de la noticia a las 9:00, mientras esperaba la llegada de las últimas pie­zas del desfile programado para finales de setiem­bre: “Estaba empezando a crear algunos looks con mi equipo y nuestro conductor nos llamó para decirnos que había sido secuestrado por un grupo de perso­nas”. El camión se dirigía a la sede de Balmain desde uno de los aeropuertos de París.

Por el momento no se han hecho público más detalles sobre los objetos robados. Rousteing está al frente de Balmain desde 2011. En su mensaje explicaba que había hecho público los detalles del robo para llamar a la prudencia: “No deis nada por sentado y tened cuidado, por favor. Este es el mundo en el que vivi­mos”. Muchas celebridades, modelos, artistas y cole­gas diseñadores han dejado mensajes de apoyo y seguramente estarán firmes el 27 en París para ver el desfile. Clientas como Beyoncé, el Clan Kardashian, Cher y hasta la propia Kate Middleton, princesa de Gales, son sus clientes fieles.

El pasado 15 de setiembre se cumplieron los 50 años de reinado de Carlos Gustavo de Suecia. Hoy, junto a la reina Margarita de Dinamarca, son los soberanos más longevos de Europa, luego del fallecimiento de la Reina Isabel II de Gran Bretaña. La semana pasada Suecia festejó por todo lo alto el aniversario de Oro del reinado. Los actos fueron múltiples y en todos ellos brillaron la familia real y todos sus hijos, como la heredera, la princesa Victoria con su esposo; la princesa Magdalena y su esposo, y el príncipe Carlos Felipe. En los distintos eventos, especialmente los noc­turnos, los anfitriones y los invitados lucieron sus mejores galas y sacaron de los joyeros las tiaras más importantes, cuajadas de diamantes. También hubo concier­tos públicos y para invitados, cenas de gala, picnics, etc. El pueblo sueco acompañó cada ocasión con muestras de afecto hacia su rey y familia.

Entre los invitados que participaron de los festejos toda la semana estuvieron pre­sentes la reina Margarita II de Dinamarca, y los príncipes herederos de ese país, Federico y Mary. La reina Sonia de Noruega con el rey Harald. El príncipe heredero, Hakon sóno, estuvo presente en los últimos actos ya que su esposa, Mettte-Marit, está con baja médica por sus complicaciones de salud (padece fibrosis pulmonar). También ha acompañado al monarca sueco Ana María de Grecia, prima de Carlos Gustavo y hermana de la reina Margarita II de Dinamarca, junto a quien llegó ayer en su barco real. En la noche del domingo 17, culminaron los festejos con una gran cena de gala y recorrida previa en carruaje de los reyes por las calles de Estocolmo.

La pareja conformada por el actor Hugh Jackman (Wolverine) y Deborra-Lee parecía indes­tructible e inmune a los devaneos de Hollywood. Sin embargo, la gran sorpresa de la semana que pasó fue el comunicado a través de las redes de ambos en el que anunciaban su separa­ción: “Hemos compartido casi tres décadas juntos en un matrimonio maravilloso”. El relato que hicieron luego de 27 años de relación abunda en detalles de “buena educación” y hasta poético: “Nuestro viaje ahora ha cambiado y hemos decidido separarnos para buscar el cre­cimiento individual”. La pareja era admirada en todo el mundo y siempre se los ponía como ejemplo a seguir a los dos australianos. Se citaba su ejemplo a pesar de la diferencia de edad, ya que Deborra tiene 13 años más que el actor y era un actriz consagrada en su tierra natal, Australia, mientras él comenzaba su carrera en Hollywood, que se transformó en un gran éxito y fama. Luego de perder dos embarazos, adoptar a dos hijos, Óscar y Ava, hace pocos años, él superó un cáncer de piel (en su nariz) y luego de varias cirugías y tratamientos, logró vencerlo por segunda vez. Se convirtió en referente de la lucha contra el cáncer de piel cau­sado por el exceso de sol.

Mientras sigue la tormenta mediática, ahora se prepara de nuevo para dar vida a Logan nue­vamente en la tercera entrega de Deadpool.

La familia real holandesa se ha vestido con sus mejores galas para celebrar el Prinsjesdag, o Día del Príncipe, en el que el monarca preside el inicio del año parla­mentario, hace balance y, en su discurso, marca las líneas sobre las que debe asen­tarse la política nacional en el ejercicio que arranca, una tradición que se remonta a finales del siglo XIX y que los reyes holandeses y sus hijas cumplen con la pompa y circunstancia de siempre con vestidos largos. Pero la reina Máxima siempre da la nota con sus estilismos que muchas veces se han saltado las reglas del proto­colo y ha llevado, en lugar de vestido, un conjunto de pantalones amplios muy años 70, que simulaban una falda larga y un abrigo veraniego con grandes estam­pados coloridos, lo que llamó la atención de la prensa, pero no de sus súbditos que están acostumbrados a verla en distinto momentos, o muy sencilla y en bicicleta o luciendo sombreros y tocados exagerados que –hay que decirlo– los lleva muy bien. También porque supone el debut de la princesa Alexia, la segunda de las tres hijas de los reyes que hace unos días protagonizó su primer acto en solitario y en ese día lució espléndida con un look en rojo que le sentaba como un guante. Fue también el segundo Día del Príncipe para la heredera al trono, la princesa Amalia, que lució elegante con un vestido azul royal y un sombrero que no convenció del todo. La princesa Ariane, de 16 años, estudia en el United World College Adriatic en Italia, el internado homólogo al de Gales donde ha cursado Bachillerato Inter­nacional su hermana Alexia, además de la princesa Leonor, la infanta Sofía y, antes que todas ellas, el propio Guillermo de Holanda.