En tiempos de la cuarta revolución industrial, en la que el poder parece pertenecer al código, la programación, los robots, los algoritmos, big data, machine learning y la automatización de los procesos que hasta parecen mágicos, estamos ante una nueva tecnología muy invasiva y veloz, cuya oportunidad, impacto y alcances deben ser abordados.
- Por Lilian Demattei
- Fotos AFP y gentileza
Cecilia Danesi, en su libro “El imperio de los algoritmos”, habla de la necesidad de pensar los límites éticos de la tecnología. Desde su visión de abogada y con un enfoque legal, plantea la necesidad de un debate ético con una perspectiva amplia y profunda. Así, aborda esta nueva tecnología que evoluciona geométricamente y que parece venir a alterar las relaciones en todos los ámbitos, ya sean personales, laborales o educativos.
Desde mi visión como especialista en innovación y tecnología, quiero plantear desde esa visión técnica esta pregunta que me hacen todos los entrevistadores con los que me encuentro: ¿la inteligencia artificial nos va a suplantar? Por ello, deseo reflexionar desde el enfoque ético, profesional y educativo a través de casos reales y cotidianos a fin de evitar caer en simplificaciones y tecnicismos evitando visiones apocalípticas, así como la pasividad conformista.
¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL?
Como punto de partida necesitamos saber qué se entiende por inteligencia artificial. En este sentido, la respuesta dada por mi hijo de ocho años en el programa de televisión “Aire de todos”, conducido por Clari Arias, en verdad me sorprendió porque fue tan claro y sencillo: “Es la inteligencia que fue creada y está en tu computadora o en los teléfonos y que simula ser similar a la inteligencia humana”.
Ahora bien, veamos qué conceptos dan los expertos o tecnólogos en esta materia.
Para John McCarthy, el concepto de inteligencia artificial denota un proceso por el que “hacer que una máquina se comporte de formas que serían llamadas inteligentes si un ser humano hiciera eso”.
En tanto, Stephen Hawking aseguró: “Podemos enfrentarnos a una explosión de inteligencia que, en última instancia, resulte en máquinas cuya inteligencia supere a la nuestra en más de lo que la nuestra supera a la de los caracoles”.
Por su parte, para Elon Musk, “la inteligencia artificial es más peligrosa que un mal diseño de la producción de aeronaves o una mala producción de automóviles” en el sentido de que tiene el potencial, por pequeña que sea la probabilidad, pero no es trivial, de destruir la civilización.
De su lado, Mark Zuckerberg opina que “las personas que son negativas y tratan de sacar provecho de estos escenarios apocalípticos, yo solo no lo entiendo. Es realmente negativo y, de alguna manera, creo que es bastante irresponsable”.
Según Bill Gates, la inteligencia artificial se convertirá en una herramienta muy importante para la educación si le damos otro sentido al cómo implementarlo en las aulas y con los maestros.
SÍNTESIS
Considerando todos estos expertos, me quedo con la respuesta de mi hijo de ocho años: la inteligencia artificial es una inteligencia creada con base en algoritmos y código que simula o quiere llegar a ser como la inteligencia biológica.
Necesitamos escuchar y construir una visión compartida a partir de la visión de esta generación. Es necesario sentarse a escucharlos, analizar, estudiar y a debatir esta tecnología con ellos, puesto que esta no es como las anteriores revoluciones, sino un cambio de paradigma en la forma que vivimos. Tiene un impacto sideral en la vida de las personas, por lo que hay que abordarlo, estudiarlo y trabajarlo de manera interdisciplinaria.
Como primer paso necesitamos una regulación que tiene que realizarse también de manera interdisciplinaria a fin de construir una tecnología al servicio de la ciudadanía, no solo para consumirla, sino para crear soluciones a los diversos problemas, generar aprendizaje y conocimiento, poder crear un ecosistema del conocimiento y, por qué no, llegar a la economía del conocimiento.
¿CUÁL SERÍA EL RIESGO?
Considerando que no hay acuerdo en el concepto y los alcances reales, hablamos de un arma autónoma. Por ejemplo, los algoritmos de las redes sociales y de las plataformas digitales utilizan IA y logran condicionarnos. Ese contenido que consumimos logra polarizar nuestro concepto e inclusive posturas. Ese es el mayor peligro que tenemos porque es lo que no podemos ver, pero está, aunque no hay conciencia en la población respecto a esto.
En el “Libro de Oseas” de La Biblia hay una frase que reza lo siguiente: “Por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido”. Ese es el principal riesgo que afrontamos, el desconocimiento. Si bien en las revoluciones anteriores en los años 80 apareció la robótica en la industria automotriz, hubo un gran debate sobre el rol de los robots en el lugar de los obreros. Hoy la inteligencia artificial empieza a ocupar espacios transversales.
¿CÓMO HACEMOS PARA DAR ESE CONOCIMIENTO?
Lo primero es con la concientización. Necesitamos utilizar todos los medios disponibles –los medios digitales, la televisión y la radio– para instalar el debate. Con ese objetivo, con GEN y Five STEAM se están creando canales de difusión facilitando una plataforma de IA, además de hablar de esto con chicos y grandes en los diferentes programas.
En segundo lugar, la educación. Nuestro segundo objetivo es difundir conocimiento a través de nuestra plataforma. Hoy contamos con una plataforma web, totalmente gratuita a disposición, en el site https://www.diadelainteligenciaartificial.org/.
Este fue desarrollado por un equipo de investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) RAISE (Responsible AI for Social Empowerment and Education) y diseñado para educadores con poca o ninguna experiencia en tecnología. La plataforma ofrece lecciones y actividades sencillas y accesibles a estudiantes de todos los orígenes y habilidades. Las actividades están organizadas por grupos de edad (primaria, secundaria y universitaria) y se pueden realizar en bloques de tiempo de 30 minutos a una hora, donde se puede acceder a planes de estudios.
Si bien el MIT disponibilizó en inglés, la Fundación Cruzando lo traduce en español y nosotros tenemos un acuerdo con ellos para el acceso desde Paraguay.
¿CÓMO EDUCAMOS CON IA?
Dentro y fuera de las escuelas, a tiempo y destiempo, con una educación abierta, dual adaptativa y accesible, la mayoría de lo que estudiamos hoy en día en la escuela y en las carreras universitarias mañana va a estar obsoleto. Por esta razón nuestro currículo debe ser revisado. En este sentido, en particular insisto en que con “menos es más”, menos contenido más profundidad. Estamos frente a un Goliat y como David necesitamos tomar cinco piedras lisas: ciencias, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas (STEAM).
Nos encontramos frente a una realidad que nos desafía a todos y es preciso profundizar en la línea de investigación específica basada en la metodología STEAM, una metodología de aprendizaje ágil cuyas evidencias me permiten recomendar como una política pública a implementar dentro de nuestro currículo nacional y de manera transversal aplicar la IA.
RESISTENCIA
En su momento hubo una resistencia de los profesores de matemática con relación al uso de la calculadora. En otro momento sucedió lo mismo con los celulares e inclusive se crearon normativas antes de la pandemia sobre la prohibición del uso de los celulares en las aulas. No obstante, estos fueron una herramienta clave en tiempos de pandemia y permitieron que inclusive personas fuera del sistema educativo pudieran seguir sus estudios porque eran accesibles y gratuitos. Hoy vemos exactamente lo mismo con ChatGPT y ya hay un cúmulo de temores que generan resistencia. En cambio, necesitamos gestionar ese cambio de paradigma de la tiza, pizarra y espalda a un paradigma de tecnología aplicada al aula.
Como catedrática pienso que nuestros estudiantes necesitan la capacidad de saber usar lo que le estamos enseñando, es decir, tener ChatGPT, la calculadora y un smartphone. Entonces, como docentes debemos entrenarles cómo utilizar esas herramientas para que puedan desarrollar sus habilidades de la mejor manera posible. Es un desafío enorme para los docentes qué y cómo enseñamos, así como la manera de evaluar. Necesitamos replantearnos una hoja de ruta del aprendizaje adaptable, accesible y resiliente.
SIN LA USABILIDAD Y PRÁCTICA NO HAY APROPIACIÓN
El documento “GEM report Unesco sobre educación y tecnología” brinda evidencias sobre todos los aportes a la educación por parte de la tecnología. Es el quinto informe de seguimiento de la educación en el mundo, un recurso de diálogo político que describe el comportamiento y las regulaciones en los sistemas educativos del mundo que nos permite desarrollar políticas públicas basadas en evidencias. En él se menciona que “la aceptación y la efectividad de las intervenciones conductuales dirigidas a cuidadores se ven limitadas por el nivel educativo de los padres y por la falta de tiempo y de recursos materiales”.
En nuestro contexto, ver al presidente de la República, Santiago Peña, leer un libro en el aula (primer día de gobierno) es el mismo ejemplo que debemos dar en nuestras casas y en nuestras aulas como padres y/o encargados. Los docentes y los directores debemos desarrollar el hábito de la lectura, que permite esa flexibilidad y plasticidad de nuestro cerebro.
Si el desafío de la inteligencia artificial es imitar el funcionamiento del cerebro humano, de alguna manera está siguiendo un proceso similar a la inteligencia biológica en términos de cognición en el que aprendemos de datos e información para crear nuestras propias reglas. Debemos ser intencionales con este propósito y es necesario empoderar a esta generación para poder utilizar a favor como un aprendizaje efectivo.
La presentación de este reporte de la Unesco se hizo en Uruguay el 25 y 26 de julio por primera vez en Latinoamérica. En el evento estuve presente como directora general de Ciencias y Tecnologías del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC). Hubo un panel sobre la inteligencia artificial en los debates actuales y especialmente en los que se dan en torno a educación, lo cual se disparó con la llegada del modelo GPT (Generative Pre-trained Transformer; Predictivo de Lenguaje Generativo). Aunque muchas empresas ya venían utilizando chatbots desde hace tiempo, lo interesante es la simplicidad de la nube, que permite integrar capacidades a empresas e instituciones con solo unos clics, sin necesidad de invertir grandes cantidades de dinero en el desarrollo.
EL FUTURO DEL TRABAJO Y LA EDUCACIÓN
Como fundadora de la Sociedad Paraguaya de Informática en Salud y actualmente directora de esta institución, insisto en la necesidad de un marco legal para los aportes en el campo de la salud del uso de inteligencia artificial y análisis de imágenes médicas, que son tremendamente favorables.
Empero, el desafío más importante es el marco legal asociado al avance de la inteligencia artificial en la industria de la salud, por lo que se hace necesario trabajar en el registro electrónico del paciente. A pesar de los avances técnicos, en Paraguay es necesario abordar las cuestiones legales para garantizar un uso ético y responsable de la inteligencia artificial en el ámbito médico.
En cuanto a los retos relativos al empleo, según el informe del World Economic Forum la inteligencia artificial va a crear tantos puestos de trabajo como los que reemplazará. La cuestión está en cómo se van a capacitar las personas para los nuevos empleos. Particularmente mi mensaje es la importancia de capacitar a las personas para los nuevos empleos que surgirán y considero que esta responsabilidad recae en el Estado, las instituciones educativas y el sector privado.
Los paraguayos tenemos una enorme responsabilidad. El 73 % de la población es menor a 24 años, tenemos un bono demográfico y de ese porcentaje solo el 20 % está formado. Tenemos la tremenda oportunidad de convertirnos en un polo tecnológico industrial.
La velocidad del avance tecnológico nos interpela como educadores a vencer la resistencia a la transformación digital. Bill Gates aseguraba que en menos de un año y medio los profesores dejarían de existir. Si bien esta predicción no se cumplió, sí coincido en que debemos usar la tecnología como una aliada en la educación, puesto que no es posible seguir enseñando como hace 30 años. Los docentes deben utilizar la tecnología a servicio de los estudiantes para que desarrollen habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad, la resolución de problemas y la resiliencia.
TECNOLOGÍA Y APRENDIZAJE
En los últimos tiempos se ha incorporado el uso de la inteligencia artificial en diversos sectores y la educación es uno de ellos. Esto impone la urgencia de integrar esta tecnología en el aprendizaje, pero necesitamos un marco normativo con sus reglas de uso para optimizar los procesos educativos. Este tipo de tecnología, a diferencia de las primeras tecnologías, ejecuta acciones por sí misma. Sin embargo, la realidad es que siempre está programada por un humano y ahí radica la importancia de las decisiones que toma ese ser humano y su implicancia, en este caso, en el proceso educativo.
Entendiendo esta necesidad para blindar a las nuevas generaciones y traducir las acciones en políticas públicas se hace necesaria la capacitación docente para poder abordar y transmitir estos conocimientos a los niños, adolescentes y jóvenes. Es preciso el abordaje interseccional de la problemática, el desarrollo de competencias en herramientas innovadoras que permitan a los jóvenes ser escuchados, manifestar sus inconformidades y poner en la agenda política este tipo de problemática.
El cambio empieza desde la conciencia y el entendimiento de la problemática para poder actuar y resolver. Se trata de crear los diálogos necesarios para hacer una diferencia significativa en la forma de actuar, relacionarse, aprender y experimentar de las personas en relación con el mundo que habitamos y la aplicación de la tecnología.
* Docente jubilada de Ingeniería de Software de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Investigadora y fundadora del Grupo de Investigación de Tecnología Aplicada a la Educación (GITAE)
“Debemos usar la tecnología como una aliada en la educación, puesto que no es posible seguir enseñando como hace 30 años. Los docentes deben utilizar la tecnología a servicio de los estudiantes para que desarrollen habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad, la resolución de problemas y la resiliencia”.
“Según el informe del World Economic Forum, la inteligencia artificial va a crear tantos puestos de trabajo como los que reemplazará. La cuestión está en cómo se van a capacitar las personas para los nuevos empleos. Esta responsabilidad recae en el Estado, las instituciones educativas y el sector privado”.