Con motivo del Día del Idioma Guaraní, que se conmemora cada 25 de agosto, analizamos un estudio reciente divulgado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), realizado en personas de cinco años y más de edad, que señala que el guaraní sigue siendo el idioma más usado en los hogares paraguayos.
- Por Arnaldo Casco Villalba
- arnaldo.casco@nacionmedia.com
- Fotos AFP y gentileza
La información divulgada por el órgano oficial de estadísticas del Estado paraguayo reviste mucha relevancia, puesto que devela cuál es la lengua materna mayoritaria de nuestro país, aquella con la que se comienzan a tejer las primeras conexiones afectivas, con la que se empiezan a concebir e interpretar el mundo, el idioma que vehiculizará los pensamientos y las emociones de las personas por el resto de sus vidas, aunque aprendan a usar varias otras lenguas.
No se puede tomar a la ligera una información tan reveladora como la que nos señala cuál es la lengua materna mayoritaria del país. Y es lo que una vez más ratificó el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su medición más reciente sobre los idiomas más usados en los hogares paraguayos a través de su Encuesta Permanente de Hogares Continua, cuarto trimestre de 2022. Cuando digo que volvió a ratificar el resultado es porque desde que somos República (hace 212 años) y hasta la actualidad nunca varió este dato. El guaraní siempre fue y sigue siendo el idioma más usado en nuestro país.
Los números arrojados –a partir de la medición aplicada en una población total de 6.694.306 personas de cinco años y más de edad– revelan que el 32,6 % (2.182.359 personas) habla con mayor frecuencia el guaraní en sus hogares ante un 30,4 % (2.031.782 personas) que se comunica más en castellano en sus respectivas casas.
Los datos de la encuesta oficial también revelan cómo en las últimas dos décadas se fue achicando la brecha de cantidad de guaranihablantes ante los que se comunican en castellano. Es decir, en 2002, el 51,4 % (2.447.398 personas) hablaba con mayor frecuencia en guaraní en sus hogares ante un 27,1 % (1.291.745 personas) que se comunicaba más en castellano en sus casas. Ese margen de 24,3 % de diferencia en 20 años bajó a 2,2 %.
EVOLUCIÓN
Otro dato bastante revelador tiene que ver con la evolución que sufrió la población que se comunica con mayor frecuencia en guaraní y castellano a la vez, es decir, los bilingües. La misma medición refiere que en 2002 apenas el 17,4 % (826.465 personas) se comunicaba con mayor frecuencia en guaraní y castellano en sus hogares ante un 34,3 % (2.298.789 personas) que hoy figura como la población que usa ambas lenguas para comunicarse dentro de sus respectivas casas.
Así, resulta innegable el marcado cambio lingüístico que se produjo en las dos últimas décadas. Este hecho nos debe llevar a una reflexión como sociedad, a intentar entender los hechos que motivaron este cambio y a la vez proyectar una teoría sobre el comportamiento que podría tener en los próximos veinte años teniendo en cuenta este antecedente reciente.
Sin embargo, para que se dé un análisis de ese tipo también es necesario que como sociedad entendamos el significado de la lengua en la vida de las personas, este elemento inmaterial, invisible, que permea y atraviesa absolutamente todo nuestro relacionamiento como seres humanos, incluso aquello que nos pasa internamente.
HERENCIA SIMBÓLICA
Esta lengua es una de nuestras mayores herencias simbólicas, portadora de una riqueza cultural y una sabiduría popular milenarias, que ha sobrevivido en el tiempo y ha evolucionado para seguir siendo la lengua mayoritaria de todo un pueblo.
“El guaraní es la lengua que los paraguayos hablan (…) a la hora de la verdad, la hora de los sueños, la hora del amor, la hora de los chistes y la hora de la ira hablan guaraní... el resto se dice en español; pero el guaraní es la lengua íntima, la lengua en la que se expresa lo más hondo del alma”, reflexionaba sobre nuestra realidad lingüística el escritor uruguayo Eduardo Galeano describiendo de esta manera el significado de esta lengua para los paraguayos.
CONEXIÓN
El guaraní es por definición el idioma que nos conecta con nuestra forma de ser, con nuestras costumbres y tradiciones, con nuestra historia. El guaraní nos hace únicos a los paraguayos, nos acerca, nos cohesiona, nos identifica y nos diferencia del resto del mundo. Muchos compatriotas aprendieron a hablar la lengua estando fuera del país, porque entendieron que el elemento más importante que nos conecta con nuestras raíces, sin importar la distancia, es el guaraní.
Esta lengua es admirada y estudiada por miles de personas en el mundo entero. El extranjero se queda maravillado cuando escucha a alguien hablar guaraní, porque es un idioma musical, expresivo, dulce, posee una entonación particular que gusta al oído.
Ante un momento crucial de su evolución, considero que la sociedad paraguaya entera debe unirse a la causa común de no permitir que el guaraní se debilite.
No se debe soslayar la importancia de aprender otra u otras lenguas, ya sean nacionales o extranjeras, porque manejar un nuevo idioma es conocer nuevas culturas, es abrirse a múltiples oportunidades. No obstante, lo que no debemos permitir como sociedad es que esto se dé en detrimento de nuestra lengua propia, que es el guaraní.