El humorista argentino Fredy Villarreal, muy querido en Paraguay por su paso en “Videomatch” con el personaje de Figuretti, estuvo realizando unas presentaciones junto a Gustavo Cabaña en Asunción. Aprovechando su presencia a días de un traspaso de mando presidencial, recordó la amistad de uno de sus personajes más icónicos con el expresidente Juan Carlos Wasmosy.
- Por Luis Ríos
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Esta amistad comienza hace casi 26 años. El 15 de diciembre de 1997, se desarrolló en Asunción la Cumbre de Presidentes del Mercosur. En ese momento, el Mercado Común del Sur se encontraba en proceso de expansión con otros países de la región.
Era un momento clave para el fortalecimiento y desarrollo de la organización. Su evolución era un tema importante en la agenda mediática de los cuatro países miembros del bloque. En ese contexto, el programa “Videomatch”, conducido por Marcelo Tinelli, vivía un momento dulce en cuanto a audiencias y popularidad en toda la región.
FENÓMENO TELEVISIVO
Videomatch dejó una huella significativa al convertirse en un fenómeno televisivo que trascendió fronteras y generaciones. Su impacto en la cultura popular y su contribución al desarrollo del entretenimiento y el humor en la televisión latinoamericana lo convierten en un programa de referencia en la historia televisiva de esta parte del continente.
Así es como Fredy Villarreal llegó a nuestra capital de la mano de Figuretti para participar de tan importante reunión de presidentes en aquel momento. “Recuerdo ese momento con mucho cariño. Yo tengo la suerte de haber trabajado en un programa de televisión que se vio mucho en Paraguay. Entonces tengo ese viento de cola a favor que siempre lo agradezco porque siempre me reciben muy bien y con mucho cariño”, comienza diciendo el humorista en una charla con La Nación/Nación Media previa a subir al escenario.
Figuretti es uno de los personajes emblemáticos del ciclo televisivo Videomatch. Usaba una peluca tipo bisoñé y un bigote exagerado. Viajaba por todo el mundo para asistir a los eventos más destacados y codearse con las figuras más famosas. Pero no le interesaba sacar provecho de aquellas situaciones, simplemente le gustaba estar allí. O, mejor dicho, figurar.
“Hacer a Figuretti siempre fue adorablemente detestable para mí porque acarreaba mucho estrés. Nos metíamos en lugares donde el dispositivo de seguridad no me dejaba desarrollar mi humor y ese día, en esa cumbre presidencial, hubo un presidente que le llamó la atención a todos los de seguridad pidiendo que abran paso para su amigo Figuretti porque tenía que estar en la foto con los presidentes”, relata el artista.
ESPACIOS PARA EL HUMOR
Ese presidente era Juan Carlos Wasmosy. Villarreal lo reconoce como un presidente que entendió que había un trabajador del humor, que era absolutamente inofensivo para su integridad y la de los presentes, y que ser presidente de un país no significa ser serio y pacato en todo aspecto. “Hay también espacios para el humor. Wasmosy entendió ese espacio y los extendió porque después me llevó a su despacho e hice otra nota con él. Le tengo mucho cariño por eso”, agradece.
En un principio, Figuretti solo aparecía entre las personalidades, pero luego empezó a entrevistarlos. “Lo que más lamentaba era no poder llevar a cabo la nota o el sketch si no me dejaban pasar a los lugares más álgidos de reunión. Cuando pasaba eso, tenía que centralizar el humor en el “¿por qué no me dejan pasar?”.
El encuentro en Asunción salió tan bien que, en una segunda ocasión, posterior a la cumbre, fue recibido en la misma oficina presidencial del Palacio de López por el entonces presidente de la República para conversar y tomar tereré. Sobre si alguno de los encuentros tuvo algún tipo de planificación, el humorista confiesa que no, que simplemente era buscar la nota o, en su defecto, jugar con el porqué no se consiguió la nota.
“Yo siempre tenía un plan B. Si no llegaba a la figura, ya sea del cine, del deporte, podía ser Michael Schumacher, Silvester Stallone, Wasmosy, Fidel Castro, Carlos Menem, Bill Clinton, tenía que hacer el humor del porqué no me dejan hacer humor y tenía que ser incluso más efectivo. A veces era más gracioso el porqué no me dejaban entrevistar al personaje”, explica el experimentado cómico.
Otro capítulo de Figuretti en Paraguay fue en 1998. Para ese entonces, se hizo presente en la toma de mando de Raúl Cubas Grau. En aquella ocasión, intentó acercarse al nuevo presidente, pero la seguridad no tuvo tanta consideración con él. Asimismo, intentó acercarse a Carlos Saúl Menem y a su hija Zulema, pero desistió luego de que una camionera le pisara el pie.
OTRAS ÉPOCAS
Sobre si estaba nervioso por la reacción del dispositivo de seguridad, compara que antes no era tan estricto como ahora. “Si bien la seguridad tiene que estar armada por protocolo por cualquier cosa que pudiera llegar a pasar, yo sabía que cualquier negligencia que pudiera llegar a cometer o algo indebido como querer pasar una valla, no me iban a reprimir con un disparo. Eran otras épocas, hoy no sé qué pasaría. Hoy está difícil, pero en aquel momento no me amedrentaba eso”, refiere.
Siguiendo esa misma línea, cree que hoy sería muy difícil hacer algo similar a lo que hacían a mediados de la década de los 90. “Hoy ya no lo haría porque ya soy padre de familia y porque quizás no pueda contar la historia después. Creo que en aquel momento no era tan literal que te eliminaran de un lugar o acontecimiento. Hoy antes de preguntarte, primero ejecutan por un montón de cosas que han pasado. Por eso, volver a hacer este tipo de cosas está muy difícil hoy por hoy”, recalca.
FREDY ES PARAGUAYO
La relación de Villarreal con nuestro país va más allá del encuentro con Wasmosy, el impacto de Videomatch en la televisión nacional o sus presencias para realizar obras de teatro. “Tengo la ciudadanía paraguaya. Empecé a hacer los trámites hace tres o cuatro años más o menos. Cuando llegué al país para hacer esta nueva obra, me sirvió ser ciudadano paraguayo para no pagar el canon de trabajador internacional. Presenté mi cédula paraguaya con mucho orgullo y también la gente en Migraciones me reconoció, me trató muy bien”, afirma.
Fredy recuerda una anécdota muy particular en Asunción, mucho antes de llegar a Videomatch y con una mala costumbre que la gente tenía en los estadios de fútbol. “Me acuerdo haber venido al país antes de dedicarme al arte. Habrá sido hace 30 años atrás. Yo trabajaba como técnico en una radio de La Plata y vinimos a transmitir un partido de Gimnasia y Esgrima de La Plata por copa Conmebol contra Olimpia en el Defensores del Chaco”, introduce.
Antes de su remodelación para la eliminatoria al Mundial de Francia 98, el estadio de Sajonia presentaba una estructura que facilitaba una vieja práctica. “Hasta hoy recuerdo la cantidad de naranjazos que tiraron. Nunca vi tantos naranjazos en una cancha. Volaban las naranjas. Pegaban en el travesaño y bañaban de jugo a los arqueros”, recuerda el humorista.
A eso hay que sumarle el fanatismo de Villarreal por el archirrival de Gimnasia: Estudiantes de La Plata. “Yo soy hincha de uno solo, que es Estudiantes, pero siempre me hago hincha de equipos que son afines a Estudiantes. Por ejemplo, en Uruguay soy de Peñarol porque ambas hinchadas son amigas. Acá en Paraguay no sé quién se lleva bien con Estudiantes, pero todavía lo estoy buscando para hacerme hincha”, bromea.
CAMBIOS
En la actualidad, la forma de hacer comedia ha experimentado diversos cambios y evoluciones, impulsados principalmente por los avances tecnológicos, las tendencias culturales y los cambios en la sociedad. Ciertos elementos que –por ejemplo– en la época dorada de Videomatch eran aclamados, hoy están obsoletos, ya no causan efecto o incluso pueden ser repudiados. Entonces, surge la pregunta de ¿hacia dónde va el humor? La respuesta de Fredy es simple y práctica: “Al mismo lugar a donde fue siempre. El humor no cambia nunca. Lo que pueden cambiar son los caminos, pero a la estación del humor siempre se llega. Puede ser por tierra, por aire, por río, por mar. Quizá te digan ‘este camino no se usa más o este camino se cierra definitivamente’, y sin discutirlo porque un humorista tiene que tener las capacidades para llegar a ese puerto del humor por otros caminos”, cierra tajante Villarreal.
Una nueva obra
Fredy Villarreal se encuentra en Asunción presentando la obra “Uno peor que el otro” junto con el humorista paraguayo Gustavo Cabaña. El espectáculo se desarrolla en el Teatro Latino. Las entradas pueden comprarse en todos los puntos de venta de Ticketea y a través de su página web. “Uno peor que el otro” es una producción de A Mamá le Dieron 2 Años.
Ya realizaron funciones el fin de semana pasado y se despide este fin de semana con las funciones hechas el viernes, ayer sábado y la de hoy a las 21:00. “Hace tiempo que yo tenía ganas de hacer una obra de teatro en Paraguay con otro humorista y que fuera alguien local. También había pensado en un unipersonal, además de otras obras que he traído con otra producción. Quería hacer algo solo o acompañado de otra persona que ‘toque las mismas cuerdas’”, detalla el artista acerca de cómo se gestó esta producción.
En esta ocasión, suben a escena con un varieté de humor, que cuenta no solo con sus icónicas imitaciones y sketches, sino con divertidas interacciones con el público. Sobre cómo llegó a Cabaña y comenzaron a trabajar, dice que “Pregunté hace cuatro o cinco años quién me podría acompañar y me hablaron de Gustavo Cabaña. Lo investigué, lo conocí y descubrí que teníamos la misma manera de trabajar: hacer personajes, improvisar e interactuar con el público por sobre todo”, asegura.
En aquel momento, no pudo darse por una cuestión de tiempos. Después vino la pandemia y se retrasó todo. Pero para su suerte, ese sueño se hizo realidad y no en una sola función, sino que en seis divididas en dos fines de semana. “Hablé con gente amiga mía que son productores acá en Paraguay y empecé a comunicarme con Gustavo a través de las plataformas digitales, comenzamos a escribir esta obra juntos, él en Asunción y yo en Buenos Aires, a pergeñarlo y acá estamos”, resume el humorista.
Las personas que hayan ido o tienen planeado ir pueden encontrarse con un Gustavo Cabaña como todo el mundo lo conoce y con un Fredy Villareal con algunos personajes que les pueden ser familiares a todos porque presentan algo un tanto más internacional, pero no solamente basado en el disfraz y en la máscara. “Dos grandes cómicos del teatro y la televisión sudamericana se juntan para ser ‘Uno peor que el otro’”, reza el eslogan de esta obra.
“También voy a realizar un trabajo de sketch que no tiene un personaje de imitación. La presentación es muy divertida porque pareciera ser que nos queremos, pero en realidad somos dos cómicos rivales. En el final, me voy a encontrar con un gran maestro de guaraní porque necesito aprenderlo y esa parte la vamos a dejar a la improvisación absoluta con la gente y a lo que él me quiera hacer entender”, adelanta Villarreal invitando a la gente.