Actualmente estamos viviendo una nueva primavera de las carreras en pistas en el Paraguay, lo cual abre un mundo de posibilidades para esta noble categoría motor y para el surgimiento de nuevos talentos.
- Por Cristhian Tindel
- Fotos Gentileza
Olvidada por años, mucho por la falta misma de infraestructura en nuestro país, en estos tiempos varias categorías pisteras están volviendo y haciendo mucho ruido en el plano local, rememorando la época de oro de las décadas de los ochenta y noventa con nuevas plataformas, pero con la pasión intacta como en aquellos años.
Lejos de esas tardes de Fórmula Nacional o alguna Copa Monomarca como Corsa en los 90, la pista vuelve a llamar la atención de propios y extraños. Si bien, como en aquellos años, todo se centra en el autódromo Rubén Dumot (ex-Aratirí), es inevitable dejarse seducir por el crecimiento que hoy tienen algunas categorías de pista, que buscan ganarse espacio de vuelta en el espectro de los fanáticos y potenciales competidores.
LOS INICIOS
Sin dudas la pista es realmente “la madre” del automovilismo deportivo nacional. En este sentido, cabe recordar que a finales de la década del sesenta y principios de los setenta, el popular Circuito Bochs albergaba las primeras carreras. También las limitadas calles asuncenas eran utilizadas, con carreras que iban por la calle San Martín y llegaban hasta Santa Teresa en memorables jornadas en las que empezaban a forjarse las leyendas de Juan Carlos Calvo, Héctor Risso, Gerardo Planás, Alfredo Jaeggli, entre muchos otros.
Los años ochenta y noventa marcarían el auge definitivo de la Fórmula Nación con carreras de monoplazas, que sin dudas eran un gran atractivo y nos daban una gran variedad de luchas en el trazado del entonces Aratirí. Sin embargo, con la entrada del nuevo milenio y tras varios accidentes desafortunados estas categorías pasaron a convertirse en meros recuerdos.
Tras varios años prácticamente sin actividad, con competencias dispersas en los departamentos de Alto Paraná e Itapúa, pero no netamente sobre asfalto, en este periodo de tiempo algunas categorías han tomado el trazado del Rubén Dumot convirtiéndolo en un bastión para el regreso de la pista. Las picadas fueron una de las primeras en recuperar su brillo con un campeonato completo, convocando una gran cantidad de autos y de fanáticos, que en apenas un cuarto de milla ya sentían esa adrenalina tan especial que la pista genera en aquellos que siguen esta categoría.
SALTO
Pero el gran golpe se empezó a gestar desde hace un tiempo con las primeras fechas del entonces Time Atrack, en la que cualquiera podía sentirse piloto un día, hasta su evolución al TrackDay, que mantiene esa misma esencia, pero ya más profesionalizado, con un reglamento, clases y sistema de carrera.
De esta manera, su crecimiento ha derivado en que hoy cuente con su propio campeonato sobre pista, además de presumir del parque motor más variado del país, siendo una opción válida para todos aquellos que desde un auto de calle de uso diario hasta un deportivo bien modificado puedan girar con todos los elementos en la pista del Dumot, contribuyendo así a que esta modalidad crezca a pasos agigantados siendo hoy todo un atractivo para el público en general.
Este fenómeno, en cambio, no se ha limitado a la zona central, sino que también se trasladó hacia Alto Paraná, que con un campeonato de pista ya consolidado se apostó por la instalación en el Rubén Dumot con su Copa Marcas y Copa Vitz.
Estas se han convertido a su vez en un gran atractivo para los fanáticos, que fecha a fecha pueden gozar de una lucha chapa a chapa, con polémicas incluidas, en un gran trabajo del Club Altoparanaense de Pilotos, que sin dudas tomó una gran decisión al instalarse en el máximo recinto motor nacional.
Este fenómeno se ha extendido también al karting, el semillero de nuestro deporte motor, con jóvenes talentos que poco a poco van teniendo más opciones, lo que hace pensar que la pista en Paraguay está resurgiendo, teniendo una nueva primavera abriendo un mundo de posibilidades para esta noble categoría motor.