Jorge Zárate, jorge.zarate@nacionmedia.com - Fotos: gentileza
En mayo pasado, en un viaje auspiciado por la cooperación española, tres artesanas expusieron en diversos espacios sus creaciones de bijouterie surgidas a partir de materiales rescatados de la basura. La idea era promocionar Cateura Accesorios y buscar alianzas para la comercialización en las ciudades de Córdoba y Madrid.
No es la primera vez que los habitantes de la zona de Cateura muestran al país y al mundo que allí hay mucho más que basura. Así, en mayo pasado, tres artesanas recorrieron la Madre Patria mostrando lo suyo.
“Le encantó a la gente. Nos decía que estaban muy hermosos los trabajos. ¿Vos hiciste?, ¿en serio?, ¡qué hermoso! ¿Cómo se hace?, nos preguntaban y teníamos que explicar, mostrar, fue súper genial, muy lindo todo”, dice todavía emocionada sobre esta experiencia Cinthia Rodríguez.
Sara Gaona, otra integrante de la delegación, agrega que la curiosidad de los visitantes les agradaba. “¿Esto sale de un horno, de un refrigerador?, se asombraba la gente”, cuenta. “Dio demasiado gusto estar con ellos por la forma que nos trataron. Fue muy emocionante porque nosotras partimos desde el no creer. Desde el comienzo nuestra propia familia no creyó y nos decían: ¿Quién va a usar eso, a quién le va a gustar?”, rememora.
Librada Leguizamón guarda un especial recuerdo del paso por Córdoba, donde visitaron una escuela de joyería: “Los trabajos que llevamos fueron muy bien valorados. Fue una gran experiencia y las enseñanzas de ellos también fue muy buena. Era algo sorprendente para ellos el trabajo manual, porque allá tienen todo a máquina, con soldaduras y equipos, y lo nuestro es totalmente artesanal”, apunta.
Sara dice que viendo “todos los pasos que se hacen desde juntar y reciclar el material en la joyería de ellos, son 14 a 15 pasos. ¡Nosotras hacemos unos 13 pasos solas!”, comentó. “Vinimos súper contentas porque sin tener un estudio o una idea estábamos en buen camino”, apuntó.
El reciente viaje fue parte del Proyecto Atención Integral a las Mujeres del Bañado Sur que llevan adelante Mil Solidarios y su par española Mujeres en Zona de Conflicto (MZC) con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Se reunieron con personas de la Red de Comercio Justo, visitaron el Parque Joyero de Córdoba, que es el más grande de Europa, y la planta de reciclaje de la ciudad. Finalizaron su estadía con una presentación y muestra en el Centro Cultural a orillas del río Guadalquivir.
En Madrid se reunieron con el embajador y el cónsul paraguayo y sus encargados de negocios. Mantuvieron una reunión con emprendedores del rubro de joyería y se reunieron con responsables de la AECID, cerrando la gira con una muestra en el Centro de Madrid, donde se hizo presente la gran colectividad paraguaya residente en la ciudad.
MATERIALES E INMATERIALES
Sara Gaona sigue sorprendida porque merced a muestras que llegaron a Madrid había gente que conocía su trabajo. “Me emocioné muchísimo, vine con muchas ganas de mejorar nuestro trabajo de ir creciendo como artesana para llegar a la excelencia”.
De su trabajo personal comenta: “Me gusta mucho trabajar con los colores, ya sea con cables, circuitos, bordados en latón, pero mis favoritos son los cabellos de colores de la fibra óptica que vienen envueltos en una vaselina. Así que los quito de esa grasa, de allí los hago hervir, los lavo con detergente (tenés que repetir varias veces para poder sacar la viscosidad), pero cuando ya está para poder trabajar se pueden hacer piezas muy lindas que le gustan mucho a la gente”, comentó.
Sin embargo, recuerda un material especial que ya pudo volver a encontrar. “¡El cobre morado…! Lo había encontrado en un monitor que había venido en donación y nunca más encontré, ¡espero volver a tenerlo en mis manos!”, dice.
A su turno, Librada Leguizamón cuenta: “También visitamos en Córdoba un vertedero de allá, que fue impactante porque es todo muy civilizado, muy limpio, no es como acá. Fue muy linda esa parte de la experiencia, porque siempre digo que se pueda poner en cada escuela un tacho para comida, otro para plásticos, otro que sea de cartón, sería muy lindo para que vayamos reciclando limpiamente, cosa que allá se hace tranquilamente”.
La trabajadora social de la organización Mil Solidarios Soraya Bello cuenta que se usan cables, plásticos, hilos de cobre, transistores, latas, placas de microondas. También textiles reciclados, botones, etc.: “Todo aquello a lo que le puedan dar forma ellas utilizan”, resume.
A FUTURO
Son 10 artesanas las que componen el taller Cateura Accesorios: las viajeras Librada, Cinthia y Sara, a las que se suman Nimia Portillo, Sabina Cañete, Alicia Penayo, Stella Lugo, Tomasa Bogarín, Janine Torres y Gabriela Rolón.
Otras mujeres se están capacitando y tendrán a su cargo la elaboración de accesorios para el hogar en un grupo de artesanas que está a cargo del diseñador y artista Juan Pablo Pistilli. La idea es que en unos meses más estén lanzando la nueva línea.
Librada Leguizamón trabaja en familia: “En mi casa me ayudan mis hijos, mis nietos, cuando encuentran algo en la calle de los televisores que ya no se usan, de cables que se quitan y se tiran, se recogen. Ellos aprendieron conmigo a hacer joyas. Ahora reciclan lo que es útil y es emocionante que la criatura aprenda, es algo hermoso que uno puede hacer y que otras mujeres también pueden hacer”.
Sara Gaona recuerda que gracias a la organización pudo aprender oficios. “Estudié cocina y manicura, que es algo a lo que me dedico hasta ahora, que era la manera de meter dinero a la familia sin dejar a nuestros hijos, sin dejar la casa”, recuerda. “Queremos que más mujeres lleguen a recibir lo que nosotros tuvimos. Ni nuestra familia creía el impacto que hoy generamos en la casa, porque ya podemos aportar al pago de las cosas de la casa, en dinero, y eso nos hace sentir súper bien. Ahora con ver un televisor vamos estudiando las formas para ir pensando qué cosas podemos ir haciendo para vender nuestras joyas para tener algo seguro cada mes”, contó.
PASARELAS
Las piezas de bijouterie fueron parte del Paraguay Fashion Week 2022 y de varias otras pasarelas nacionales. Una de las piezas también fue finalista de la Bienal Iberoamericana de Diseño (BID), una de las citas más importantes para diseñadores de Latinoamérica, España y Portugal que se realizó en noviembre pasado.
“Estas obras permiten hablar de la situación que atraviesa el Bañado Sur y su gente, además de mostrar toda su inmensa dignidad”, dijo Soraya de esta iniciativa que fuera declarada de interés municipal en julio de 2021.
El florecer de una idea
La iniciativa surgió en 2017 cuando un grupo de mujeres del Bañado Sur elaboró flores de plástico reciclado para una importante diseñadora: “Fuimos tres mujeres que hicimos esas flores de plástico de botella, fue algo impactante, muy lindo”, cuenta Librada Leguizamón, una de las artesanas, sobre aquel momento originario.
Por su parte, Bello relata: “En aquella primera experiencia elaboraron flores a partir de plástico de botellas para una colección de vestidos de una diseñadora nacional. Ellas reciclaron el plástico, lo higienizaron, cortaron, moldearon y pintaron las flores que luego la diseñadora utilizó como insumo para bordar sus vestidos”.
Sin embargo, recién en 2019, con la aprobación del proyecto “Fortalecimiento del acceso de las mujeres a los recursos económicos y a la participación ciudadana en el Bañado Sur-Asunción”, se pudo poner en marcha el emprendimiento gracias a los recursos otorgados por la AECID. Las capacitaciones estuvieron a cargo del diseñador de tocados de novia Abel Morel, quien poco a poco fue aprovechando los conocimientos previos que tenían las artesanas de ñandutí, macramé y crochet para irlos aplicando a materiales que ellas mismas reciclaban del vertedero Cateura o de sus alrededores.
Con el proyecto las artesanas no solo recibieron capacitación, sino también el apoyo para el diseño y registro de la marca, así como la instalación y equipamiento completo para el taller creativo que se encuentra en el barrio.