Jimmi Peralta - Fotos: Christian Meza y Emilio Bazán

El 9 de junio es el día del instrumento emblemático del folclore paraguayo desde la tradición que lo situó en un lugar emblemático. Este instrumento a través de sus cultores fue creciendo y transformándose para llegar al mundo entero con nuevos sonidos y los colores de nuestras regiones.

Una marca de identidad cultural puede asumirse de manera consciente, pero en general es el uso el que la establece como tal. Al mismo tiempo, la mirada del otro y su reconocimiento de esta marca pueden terminar por imponerla y reafirmarla.

El arpa es sin dudas el instrumento distintivo de la música tradicional paraguaya desde ambas miradas, la de adentro y la de afuera, y en ella la cultura nacional se distingue con los colores y las vestimentas tradicionales en las principales capitales del mundo.

A pesar de ello, todavía falta narrar más repetidamente su historia, su transcendencia, al menos reconocerla y darle vuelo a su presente y su futuro.

“El arpa fue traída por los jesuitas en las misiones paraguayas, pero su evolución en estructura y ejecución musical proviene de Félix Pérez Cardozo, quien con sus creaciones musicales fue agregando las primeras pautas de los estilos del arpa paraguaya, que se agrandó con el boom de la aceptación del público”, comenta el maestro, que a la vez fue mentor de otros maestros en el arpa, Nicolasito Caballero, una de las figuras de la música paraguaya que desarrolló su carrera en el exterior dando a conocer su trabajo a través del arpa.

Caballero recibió en 2022 la Orden Nacional del Mérito Don José Falcón después de siete décadas de estudio y ejecución de este instrumento en el que se inició a los 3 años de edad.

Nicolasito Caballero

EL ARPA PARAGUAYA

La característica principal del arpa paraguaya, a diferencia de todas las arpas en el mundo, es la forma de la cabeza. “La disposición de las cuerdas hace que salgan del medio de la cabeza, no sale del costado, como las otras arpas por el mundo. Salen del medio de la cabeza las cuerdas. Entonces, esa sería la característica principal. Lo siguiente sería la forma del encordado, el orden. Nosotros, los arpistas paraguayos, utilizamos la cuerda de color azul, como la nota do, y entonces fa sería de color rojo. La afinación del instrumento es diatónica. Y por tradición, se afina en la escala de fa mayor”, explica Miguel Ángel Ramírez, presidente de Arpistas Paraguayos Asociados, que nuclea a los instrumentistas.

El próximo 9 de junio se recuerda el Día del Arpa Paraguaya en conmemoración del fallecimiento de Félix Pérez Cardozo y en los últimos días se instaló en la costanera de Asunción el monumento dedicado al instrumento, que de la mano del escultor Juampi Pistilli presenta al arpa en fusión alegórica con las alas de un ave, el pájaro campana, que inspiró una de las obras fundamentales de Pérez Cardozo.

Ismael Ledesma

INSTRUMENTO INTERNACIONAL

“El arpista paraguayo ha logrado, gracias a un trabajo de hormiga, cada uno en su momento, en su genio y en su suerte, llevar la música del instrumento a lugares lejanos de los cinco continentes. Tal es así que se conoce la música de Paraguay por medio del arpa. Uno en el extranjero dice música paraguaya y es el arpa, la música de ' Pájaro campana’”, señala Ramírez.

Entre los referentes más importantes en la escena internacional con este instrumento en la actualidad podrían citarse a Ismael Ledesma, en Francia, y Víctor Espínola, en los EE. UU., quienes tuvieron grandes precursores.

“El principal maestro arpista a nivel internacional fue Félix Pérez Cardozo, oriundo de Guairá. Le siguieron otros, como Lorenzo Leguizamón, Santiago Cortesi, Cristino Báez Monges. El encargado de abrir el mercado en Brasil fue Luis Bordón, quien ha logrado nada más y nada menos que ocho discos de oro en el Brasil, un mercado difícil, pero el arpa se ganó a ese público. A Luis Bordón hasta hoy se lo menciona, se lo recuerda, suena su música en Navidad, por ejemplo”, explica Ramírez.

“Tengo varias referencias de grandes maestros de nuestro país. El más importante fue el maestro Luis Bordón, quien me hizo comprender el valor de la claridad y la importancia del sonido limpio. Quien me hizo soñar con su virtuosidad y técnica fue el maestro Nicolasito Caballero, luego admiré a Aparicio González, Lorenzo Leguizamón y, lógicamente, al inigualable Félix Pérez Cardozo, quien aportó tanto a todos los arpistas paraguayos con su legado de inmensas composiciones que nos ayudaron a todos a seguir esta profesión de arpista”, comenta desde Francia Ismael Ledesma, quien tuvo al instrumento desde la cuna, siendo hijo de un arpista. Inició sus estudios a los cinco años y lleva más de 40 de trayectoria dándole vida a su instrumento en Europa, donde vive.

Sixto Corbalán

INNOVACIONES

El arpa paraguaya originalmente es un instrumento diatónico, característica que le restringía abordar repertorios que impliquen salirse del tono de la canción; sin embargo, con los años sus propios maestros la fueron adaptando a las nuevas necesidades.

“Y el gran aporte del maestro Nicolás Caballero, que ha desarrollado una nueva forma, un nuevo elemento, una nueva herramienta para tocar el arpa, que logró así desarrollar los repertorios que estaban faltando, como son las músicas de otros géneros, músicas de película, boleros, tangos, un repertorio muy amplio con la utilización de una llave entre los dedos. Esa es una parte de la evolución que logró el maestro Nicolás Caballero. Y después Mariano González con otro elemento que se adaptó al arpa paraguaya, que son llaves que lleva cada cuerda, y con ellas se pueden tocar también una variedad de repertorios. Esta implementación es la más utilizada actualmente. Y bueno, lo último es el arpa paraguaya eléctrica, que ya no tiene una caja”, comenta Ramírez.

Esta versatilidad que ofreció el arpa desde la década del 80 no solo permitió traer repertorio al instrumento, sino que sirvió para dar alas para que el mismo instrumento sea fuente de creación universal.

“El arpa es un instrumento que se volvió completo y su timbre sonoro inspira las bellas melodías que hacen soñar y elevan el espíritu. Un arpa bien utilizada se presta a arreglos sinfónicos, es un instrumento que puede reproducir sonidos de la naturaleza, como el viento, el agua, las olas y la inmensa variedad y diversidad natural. Con el arpa se puede hacer poesía y también incita a la reflexión y la paz, además de alegrar el espíritu con melodías rítmicas. El arpa ya no es un instrumento de complemento, es un instrumento que tiene su propia identidad, que está al servicio de la bella música”, se explaya sobre la versatilidad del arpa Ismael Ledesma.

Miguel Ramírez

LOS CLÁSICOS

Entre las composiciones más conocidas en este instrumento podrían citarse “Pájaro campana” y “Tren lechero”, de Félix Pérez Cardozo; “Cascada”, Edith García; “Isla Sakã”, de Santiago Cortés, y “Carreta guy”, de José Rosario Diarte.

“Con estos repertorios se logró, para el instrumentista, un repertorio desafiante, no es fácil. Y tiene el agrado de la gente, son repertorios alegres, que entonces sirven para ambientar los encuentros donde uno tiene que ir a tocar”, agrega Ramírez.

NUEVOS CAMINOS

“En 1984 descubro al arpista suizo Andreas Vollenweider, quien proponía en su proyecto su propia música, estilo y sonoridad, y desde ese momento comprendí que yo también podría experimentar nuevos sonidos con mi arpa, primeramente, explorando otros géneros musicales como el rock, jazz, el new age, la rumba flamenca. En ese momento fui buscando mi propio sonido y estilo hasta encontrarlo, y sobre todo me di cuenta de que para formalizar mi estilo propio debía apostar a mis propias composiciones. Fue el camino más riesgoso, porque en esa época no se aceptaba aún al arpa paraguaya fuera de lo tradicional. Elegí ese camino, pero paralelamente continuando siempre a tocar la música tradicional, digamos que mi manera de tocar está entre la tradición y mis propias ideas”, narra su travesía Ismael, quien permanece en esa dualidad con nuevas propuestas y rescatando lo tradicional.

Las innovaciones no siempre son bien vistas, y el camino para llegar primero a la aceptación y luego para el reconocimiento tiene que ver en parte con el talento y también con la perseverancia.

“Yo me encuentro en esa búsqueda y tomo como punto de partida la composición o también la relectura que uno puede dar a través de arreglos a ese legado musical que ya existe desde hace más de 100 años. En ese camino surgen varias incógnitas: desde la presión social de que ‘a un tema tradicional no se le toca ni una sola nota’, para mantenerla en la originalidad, hasta la forma de encontrar aquella sonoridad en tus composiciones que a pesar de ser obras nuevas y denoten esa identidad musical propia no dejen de conllevar lo tradicional. Esta investigación empírica históricamente me lleva aún más atrás del siglo XX de la música occidental, época en la cual aquellos grandes maestros en su momento también se enfrentaron a cuestiones musicales radicales y existenciales, similares a las que estamos experimentando nosotros actualmente”, refiere el arpista Sixto Corbalán, quien forma parte de la nueva movida musical que rescata y reinterpreta el sonido y el estilo de la música tradicional paraguaya.

La historia del arpa se muestra así, desde su llegada al país, con permanentes transformaciones, con actualizaciones que tienen que ver con lo estructural, con la versatilidad y con el género, y siendo un instrumento también es el medio a través del cual habla la nueva música paraguaya.

“Mis propuestas reflejan eso, partir de géneros folclóricos, acercarme a sonidos contemporáneos de la música popular latinoamericana y alejarme del sonido tradicional y así dar a mis composiciones propias o versiones de temas populares tradicionales un sello con identidad propia, al menos esa es la intención de mi trabajo y búsqueda por el momento”, agrega.

El primer gran paso para que se ensanche el acervo cultural es sin duda romper el ciclo de la repetición y desafiar, en particular dentro de un ambiente conservador, con nuevas creaciones.

En ese sentido, ya existen composiciones para arpa paraguaya y orquesta, y creaciones que van buscando su sonoridad por fuera de lo tradicionalmente paraguayo. Ante ello, Nicolasito Caballero comenta que compone desde salsa hasta música clásica con este instrumento.

Félix Pérez Cardozo

DIFUSIÓN Y FORMACIÓN

Desde Arpistas Paraguayos Asociados buscan promover una mejor difusión del valor del instrumento símbolo musical del país a través de acciones como festivales, libros de compositores, rescates de instrumentos, accesorios, ropas, partituras de los grandes maestros del arpa, los cuales fueron donados al Museo del Arpa Paraguaya.

“No existe mucho material para estudiar arpa, entonces yo hice un libro de compositores Arpa Volumen I y Volumen II. Y este 7 de junio, inaugurando el monumento, también voy a presentar el libro de compositores Arpa Volumen III. Es un material de apoyo al arpista y también para apoyo a quienes se dedican a la docencia”, finaliza Ramírez.

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