Lo descubrieron al instante en que pisó el campo de juego. Ali Dia es conocido en el mundo futbolístico como uno de los mayores bochornos en toda la historia del fútbol inglés.

  • Por Gonzalo Cáceres
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Su efímero paso por el Southampton en 1996 se convirtió en una historia que se cuenta una y otra vez en los círcu­los futbolísticos.

El caso comienza cuando el entonces entrenador del Southampton, el escocés Graeme Souness, recibió una llamada telefónica en la que supuestamente el libe­riano George Weah, estre­lla del AC Milan por aquel entonces, le recomendaba a su primo, Ali Dia.

A pesar de las serias dudas sobre la legitimidad de la recomendación, el deses­perado Souness decidió darle una oportunidad a Dia y sin más trámite lo fichó para el Southampton, que andaba sumergido en una profunda crisis insti­tucional-deportiva.

El 23 de noviembre de 1996, Dia hizo su debut con la camiseta 33 e ingresó como sustituto al minuto 32 en un partido contra el Leeds United. Sin embargo, a nada de pisar el césped quedó claro que no tenía el nivel requerido para jugar en la Premier. Su actuación fue pobre, con poco impacto en el trámite y una evidente falta de habilidades y cono­cimiento táctico. Deambuló alrededor de 53 minutos por el campo de juego antes de ser sustituido por una –supuesta– lesión.

George Weah

BROMA

Los ojeadores del Sou­thampton se percataron de que habían cometido un error y que Dia ni por asomo era el futbolista del que les hablaron. Souness telefoneó al mismísimo Weah para pedirle explicaciones y des­cubrió que el astro africano nunca lo había llamado, que no tenía un primo llamado Ali Dia y que tampoco sabía de lo que le estaba pasando. Más tarde se reveló que la llamada fue una broma de un estudiante llamado Neil Beasant, amigo de Dia.

El atacante fue despedido del club en los días siguien­tes, sin explicaciones y evi­tando a la prensa. Nunca más volvió a jugar en una liga de élite.

Dia, que hasta antes del escándalo recorrió clubes amateurs de Francia, Fin­landia, Alemania e Inglate­rra, volvió a sus andanzas. Se lo vio por última vez por el Gateshead Football Club, de la sexta división inglesa, en 1999. En su foja quedó aquel único lance como profesional, los mejores 53 minutos de su carrera.

Esta historia trascendió como uno de los errores más embarazosos en la Premier League. Es un recordato­rio de la importancia de la investigación y evaluación adecuada de los jugadores antes de ficharlos, así como de la influencia que puede tener el boca a boca en el mundo del fútbol.

A pesar de su breve y des­afortunado paso por la Premier League, el nom­bre de Ali Dia se mantiene vivo como un recordatorio de que incluso en el fútbol, un deporte en el que los sueños se hacen realidad, a veces las cosas no salen como se espera y se produ­cen situaciones bastante extrañas.

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