Cristhian Tindel, Nación Media

Un 9 de mayo, pero del año 1971, el Touring y Automóvil Club Paraguayo inauguró de manera oficial la que sería hasta nuestros días la casa del deporte motor nacional, el autódromo Aratirí, renombrado hace un par de años como Víctor Rubén Dumot, que cumple 52 años entre grandes hazañas y proezas que se han dado a lo largo del tiempo.

“Relámpago en día de sol, el día 9 de mayo se inauguró oficialmente el primer autódromo nacional –Aratirí– que en lengua autóctona significa relámpago. La casi divina luminosidad del día nos hace pensar en un futuro esplendoroso de este autódromo que tantos esfuerzos costará a los forjadores del emprendimiento que colma las ansias de orgullo de todos los nacidos en esta tierra”, señala uno de los escritos de la época en alusión a la apertura del recinto motor más importante de nuestro país.

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Una iniciativa que nació a finales de la década del 60 en el famoso circuito Bosch, lugar donde se daban los primeros pasos del automovilismo deportivo, y que años después se pudo plasmar en la construcción de 1.860 metros de pista asfaltada en un recinto que, con los años, fue creciendo pasando a sumar a su dibujo un trazado mixto, llegando al día de hoy a casi 5.000 metros de extensión combinados.

Aquel año 1971 marcaría de por vida la historia del deporte motor nacional, ya que ese mismo año se disputó la primera edición del Transchaco Rally, además de la apertura de un moderno circuito que contó con el apoyo desde el vamos de grandes figuras no solo deportivas de la época, sino también de la dirigencia motor en aquel entonces encabezada por Juan B. Gil A. como presidente del TACPy, y el Dr. Pierpont Insfrán como presidente de la naciente Comisión de Rallys del TACPy, además del apoyo de figuras como el Ing. Rubén Dumot, el Dr. Ramón D. Codas, Víctor Muñoz Altimira, entre otros. Así, se empezaba a formar una parte trascendental del deporte motor paraguayo.

En un acto que contó además con la presencia del entonces presidente de la República, el Gral. Alfredo Stroessner, de varios ministros y de una gran cantidad de autoridades del deporte motor continental, la actividad del día marcaba varios discursos, desfiles de alumnos del Colegio Nacional de la Capital, la bendición del recinto y, lo más importante, una carrera de pista con cuatro categorías y lo mejor del automovilismo sudamericano que se hizo presente en aquella jornada histórica en la que el sonido motor no podía faltar.

LEYENDA

Y el hombre destacado de la jornada fue una de las leyendas del automovilismo nacional, Juambi Gil, quien con su Honda luchó por la victoria en la categoría A, quedando segundo a solo un segundo de la punta, pero a su vez tomándose revancha ganando la categoría B, con su Honda, en una extrema demostración de talento. En la categoría C, Dennes Tomboly (P) con su Alfa Romeo deleitó a la multitud. En tanto, en la categoría C, con su Alfa Romeo GTA, el uruguayo Lucho Etchegoyen se llevó la victoria, vaticinando lo que sería su pole en el autódromo un par de años después.

Además de estas categorías, los prototipos del Brasil también giraron en la inauguración del circuito, siendo una de las grandes atracciones del día. Luiz Moura Brito con un Volkswagen Proto se llevó la victoria, cerrando así un día que quedaría para la posteridad del naciente automovilismo guaraní.

En 52 años de historia, este recinto ha albergado distintas categorías, desde Fórmula Nacional, Karting, Motocross, Off Road y, por supuesto, la tan arraigada modalidad de Rally, teniendo como punto álgido las pruebas de clasificación del Transchaco Rally, toda una tradición de nuestro automovilismo y que cada año atrae a una multitud para ver quién será el poleman para el Chaco.

Siempre guardando algo, con una esencia tangible en el aire, producto de una mística propia que ha perdurado con los años. El Aratirí, o Rubén Dumot para nuestros tiempos, en homenaje a uno de los más grandes dirigentes deportivos de nuestro país, es un lugar clásico para el amante de la velocidad y, pese a que quizás con los años ha quedado muy desfasado, el gran cariño y arraigo a este lugar nos hace volver felices cada vez que tenemos alguna actividad dentro de este mítico recinto.

Grandes nombres del deporte motor han sido partícipes de alguna u otra forma de la historia de este recinto que guarda los momentos más impactantes del deporte motor nacional. Desde pruebas de clasificación ajustadas, hasta ser sede de los test oficiales del equipo Peugeot para el Dakar 2017, donde nombres de renombre mundial como Carlos Sainz o Sebastien Loeb han girado en el trazado capiateño. Este autódromo es un emblema para los amantes de los fierros, que últimamente acuden religiosamente al evento más tradicional que guarda en su calendario, las pruebas de clasificación.

Si bien con el paso de los años la zona aledaña del circuito se ha ido poblando, lo que ha obligado a mermar la cantidad de eventos por año que recibe el autódromo, y con varias adaptaciones al circuito, la verdad es que hoy estamos disfrutando de los últimos años del Rubén Dumot como tal, ya que cada año es más difícil mantenerlo en una zona poblada como la que se ha convertido paradójicamente el barrio Aratirí, que podría quedar sin la insignia que le da nombre y preponderancia.

ARRAIGO

Sea como fuere, los momentos que se han vivido en estos 52 años, y los que restan por vivir aún, nos hacen valorar más la situación de arraigo que tenemos hacia ese pedazo de tierra que nos llama cada día a sentir lo bello y apasionante del mundo tuerca.

“A los bravos corredores, cuyas hazañas de ahora en adelante nos hará vibrar en este circuito; a los que han conquistado el honor de ser hoy los dueños casa: la Comisión de Carreras, sus técnicos y sus colaboradores, el reconocimiento a su desinteresado, capaz e insustituible labor. Y a vosotros, queridos tuercas de la república, que ya tenéis vuestro autódromo”, fueron las palabras del presidente del TACpy que, hasta la fecha, siguen retumbando, 52 años después, con mucha historia por contar todavía…

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