Hoy “Cuadernos de barrio” rinde homenaje a Nidia Sanabria de Romero, artista y docente que contribuyó al quehacer cultural paraguayo, pero sobre todo a guiar a jóvenes de varias décadas en el contexto de una educación que no iba de la mano con los cambios del mundo en el siglo XX.
- Por Toni Roberto
- tonirobertogodoy@gmail.com
- Fotos: Gentileza
Era un día cualquiera de finales de febrero de 1980 y muchos “chicos problema” de aquellos años 70 y 80 buscaban un colegio en Asunción donde ser acogidos en esos años difíciles de la educación paraguaya como hoy. Chicos y chicas que no encuadraban en el esquema de una educación tradicional con perspectivas decimonónicas. Atrás había quedado el proyecto de la contemporánea educación a través del arte –que fue truncada en 1976 por la intervención militar– a nivel de algunos colegios privados con intención de replicar luego en instituciones públicas del país.
EL TALLER ARTÍSTICO LITERARIO
Si bien ya había algunas instituciones que aceptaban, de alguna manera, a esos alumnos que no encajaban en ese viejo esquema de educación, frente a la plaza Italia había un espacio que se fundaba en 1971, un instituto denominado Taller Artístico Literario, un lugar de creatividad para niños, jóvenes y adultos, donde se enseñaba de forma creativa a aprender a través de las distintas expresiones de arte, donde participaban grandes profesores como María Luisa Artecona de Thompson, Cayo Sila Godoy, Juan Carlos Moreno González y el maestro Remberto Giménez.
DE 1972 A 2001
Luego, el año siguiente, en 1972, se fundaría el Colegio Iberoamericano; en la puerta recibía siempre una elegante señora peinada con un estilo “globo inmaculado”, cuidada hasta los últimos detalles de la misma manera que lo hacía personalmente con cada uno de sus alumnos. Esa era Nidia “Nené” Sanabria de Romero, que había llegado a Asunción con su numerosa legión de hermanas desde Carapeguá hacía muchas décadas y que después de un largo proceso crearía la Universidad Iberoamericana en mayo del 2001, coronando así el trabajo de esta incansable educadora paraguaya nacida en 1928.
La experiencia de la misma en varios ámbitos del arte y la educación junto con su compañero de ruta, el también artista Aníbal Romero, es muy vasto. Poetiza y cuentista, ha dejado un legado incalculable en su producción de cuentos infantiles junto con otras escritoras como Margarita Prieto Yegros, María Teresa Encina Marín, entre otras.
La profe Nené, como le llamábamos muchos de sus alumnos, se recibió de maestra normal en el Colegio María Auxiliadora en
el año 1947. Su gran trayectoria también incluye la de actriz, habiendo estudiado en Buenos Aires profesorado en declamación y arte. Luego formó parte de la compañía del Ateneo Paraguayo e integró además la legendaria compañía Báez-Reisofer-Gómez, dirigida por Julio Correa Myzkowsky.
LA EDUCACIÓN INCLUSIVA DE UNA VISIONARIA
Todos aquellos “adolescentes problema” de esas décadas, que pasaron por sus aulas en el legendario Ibero, fueron encaminados uno a uno por ella. Llegados de una educación expulsiva que no comprendía los retos de la contemporaneidad que ella sí asimiló, cuando no se hablaba de una educación inclusiva y del aprendizaje desde las diferencias.
Los recuerdos de todos ellos estarán para siempre en aquella vieja casa familiar convertida en escuela y que hoy sigue mirando el verde que brinda la antigua plaza Italia, ahí en los límites del barrio de La Encarnación y el viejo barrio Tacumbú, a los que divide la poética calle Amambay, hoy avenida Ygatimí.
Siempre estará presente Nidia Sanabria de Romero a pesar de su partida, a quien el tiempo le dio la razón. Muchos de aquellos alumnos que ella recibió y a los que los apoyó en una época difícil de sus vidas hoy ocupan un lugar preponderante en los ámbitos en los que les toca actuar en la sociedad, más allá de las “reformas”. Solo puedo decir hoy, al final de tu camino, profesora Nidia “Nené” Sanabria de Romero, tu esfuerzo de tantas décadas valió la pena.