Gonzalo Cáceres, DIARIO HOY , twitter @gonzatepes
Uruguayo de nacimiento, paraguayo por cariño y adopción, Ever Hugo Almeida dejó una huella imborrable en el fútbol local. Hizo la mayor parte de su carrera en Olimpia, con el que conquistó los más grandes títulos que hoy ubican al Paraguay en el mapa deportivo.
El histórico debut de Almeida en el fútbol local se dio hace poco más de 50 años, un domingo 9 de abril de 1972, en el actual estadio Feliciano Cáceres, cuando Guaraní se estrenó en el campeonato oficial con derrota ante Sportivo Luqueño por 1-0.
El autor del gol fue el volante Nelson León Villalba, a los 16 minutos del primer tiempo, quien se constituyó en el autor del primer tanto a Almeida en el fútbol paraguayo.
El técnico aborigen en aquel encuentro fue el también uruguayo Alcides Silveyra y el Legendario formó así: Ever Almeida; Flaminio Sosa, Luis Leguizamón, Sergio Rojas y Wilfrido Canellas; Cipriano Ramírez (luego Rústico Mereles), el uruguayo Tomás Rolán y el “maestro” Dionisio Arsenio Valdez (en la complementaria entró Pablo Garay). Y en la ofensiva jugaron Aurelio Martínez, Lorenzo Espinoza y el también “charrúa” Juan Miguel Chagra.
Las grandes actuaciones de Almeida en la temporada del 72 defendiendo al equipo aurinegro hicieron que al año siguiente fuera transferido a Olimpia.
Vistiendo de corto, el gran Ever Hugo ganó 10 campeonatos locales y logró seis títulos internacionales, más que ningún otro futbolista en toda la historia franjeada.
A lo largo de su carrera en Paraguay, Almeida disputó 486 partidos y encajó 356 goles.
Y su nombre es sinónimo de récords. Con 113 partidos jugados en 16 ediciones, Almeida tiene la mayor asistencia en la Copa Libertadores. También es el primer arquero paraguayo en anotar un gol en el referido certamen internacional.
Como entrenador estuvo a punto de ganar la Copa Libertadores del 2013 con Olimpia y en mayo del 2017 se anotó una curiosa marca al convertirse en el primer entrenador en dirigir a dos equipos diferentes en una misma fecha.
En este sentido, dirigía al Sportivo Trinidense durante el Apertura y, tras un empate 2-2 con Independiente de Campo Grande, abandonó con efecto inmediato para volver a su querido Olimpia, que lo convocó de urgencia. Ese mismo día dirigió al Decano ante el Deportivo Capiatá.
Pero este detalle, al igual que su paso por la selección paraguaya, forman parte de otra historia.