Por Jorge Zárate, jorge.zarate@nacionmedia.com - Fotos: Néstor Soto y Emilio Bazán

Multitudes acompañaron a los atletas que compitieron tanto individualmente como por equipos en las diversas sedes de estos juegos, que por primera vez en la historia tienen a Asunción y al país como sede. Ya en la primera semana se superó la expectativa de asistencia de público y se espera que en los días que quedan de competencia la tendencia se consolide. Aquí un recorrido por los espacios y las sensaciones que va dejando esta celebración del deporte.

“La evaluación de estos primeros días es altamente positiva en todos los aspectos. En el resultado deportivo, organizativo y la afluencia de gente ni qué decir, estamos súper contentos con eso y esperando que todo siga fluyendo bien.Tuvimos pequeños inconvenientes por la lluvia, pero ya está todo solucionado, donde se juntó agua estaremos sacando con bombas”, dice Camilo Pérez, el compatriota que preside la Organización Deportiva Suramericana (Odesur) y principal referente de estos juegos ASU 2022.

Es que la fiesta deportiva prendió en la comunidad, que se fue haciendo parte con su presencia en los diversos escenarios tanto en Asunción como en Encarnación, Itapúa, y en la sede de la Itaipú Binacional en Alto Paraná.

Un punto muy alto es el de la infraestructura deportiva, con estadios de primer nivel para los diversos deportes y el esperado debut del velódromo, una verdadera joya.

Pérez muestra su satisfacción con eso comentando que “recibimos muchas ponderaciones por la infraestructura deportiva. Estamos muy satisfechos con los comentarios que nos están haciendo, así que queremos que la gente siga viniendo y podamos disfrutar de los juegos”, apuntó.

PÚBLICO ENTUSIASTA

Filas de personas van ingresando día a día al Comité Olímpico Paraguayo (COP), especialmente a ver los partidos de la Albirrojita y los pynandi, que llenaron los estadios en cada presentación.

Delegaciones de estudiantes de colegios secundarios viven un paseo que disfrutan, ya sea bailando con Tiríka, la celebrada mascota de los juegos, o disputando un partido de básquet en las canchas aledañas al Fan Fest del COP.

Allí, los colombianos Laura Gómez y Nilson Castañeda están promocionando el teqball, un deporte que pretenden llegue a los Juegos Olímpicos.

“En estos Juegos Odesur conseguimos que se transforme en un deporte de exhibición y esperamos que ya en los próximos sea incorporado como deporte de competencia”, dice Nilson de esta suerte de pikivóley sobre una plataforma parecida a la del tenis de mesa, aunque con una curvatura que favorece el juego con los pies.

El deporte viene creciendo al punto de que el mes pasado se jugó en Cracovia, Polonia, un torneo con participantes de 30 países que sirvió de base para lo que será su debut como deporte olímpico en los próximos Juegos Europeos del 2023. “Creo que tiente posibilidades, es fácil de jugar y les gusta mucho a los sudamericanos porque somos fanáticos del fútbol”, comenta Laura.

El Fan Fest tiene también un patio de comidas y la espectacular carpa de los gamers. En esta última, a invitación de la Global eSport Federation (GeF) se puede vivir la experiencia de los videojuegos hasta el viernes 14 de octubre. Allí los visitantes podrán jugar Fornite, Rocket League, Fall Guys, Simuladores de Rally, F1 y Realidad Virtual. “Es una invitación abierta a toda la familia y una oportunidad para usar los equipos de primer nivel y entender por qué cada vez se hacen más populares los videojuegos, uno de los hobbies más importantes de grandes y chicos en nuestros días”, apuntó Rodney Benítez, de la organización.

Los voluntarios tienen un rol especial en estos juegos. Omnipresentes, son esenciales en la orientación de la gente para que todo se desarrolle en un entorno de comodidad.

Maité Villalba tiene 29 años, es emprendedora y cuenta que se anotó “para vivir de cerca la experiencia. Una amiga me avisó y al toque ya me inscribí, y está buenísimo lo que estamos viviendo”. A su lado, Kamila Bareiro cuenta que estudia agronomía, que se enteró por la tele y “como me apunta como horas de extensión universitaria, aproveché y aquí estamos”. Sandra Cáceres es jugadora de handball y se anotó para colaborar como muchas de sus compañeras de la Federación que nuclea a los jugadores de ese deporte. Rodolfo Acosta, que tiene 17 años y cursa el colegio secundario, también lo hizo como una actividad de extensión. “Hay gente de todas las edades, se conoce a las personas y es agradable servir”, comentó. En el COP hay también un espacio para los vendedores como Lorena Alvarenga, que tiene un stand con la tradicional joyería en filigrana, que es la especialidad de Luque. “Tenemos aritos desde 25 mil guaraníes hasta collares importantes de 345.000 guaraníes”, dice mostrando las delicadas piezas de su oferta. A su lado, Néstor Portillo tiene a la venta sus artesanías talladas en madera que son especialmente visitadas por los niños. “Las máscaras atraen mucho a la gente, siempre que salimos a mostrar y vender tenemos éxito porque a la gente le gustan mucho”, dice este representante de la Comunidad Rosada de Tobatí.

EN LA SND

El clima de fiesta se da también en el predio de la Secretaría Nacional de Deportes (SND), donde desde tempranas horas de la tarde la gente se acerca a disfrutar la programación deportiva. El paseo tiene también un Fan Fest que tiene armado una suerte de patio de comidas con ofertas variadas de comidas rápidas, snacks y golosinas.

También pasea por allí María Angélica González promocionando su emprendimiento. Ella seca frutas y arma unos pequeños paquetitos con un surtido que vende a 10.000 guaraníes. “La idea es ofrecer algo saludable, ir construyendo un público, que entiendo en el contexto de un evento deportivo puede estar más cerca”, dice.

En el estadio que alberga la gimnasia olímpica es curioso ver cómo las miradas cambian de foco y atleta a gran velocidad. Es que las pruebas se desarrollan en paralelo. Entonces, mientras un gimnasta arremete con las anillas, otro está saltando en la pista y un tercero apura las acrobacias en el banco, todos a cuál más diestro. Mientras esperan su turno, las chicas del equipo paraguayo van viendo a las futuras rivales. “El nivel es muy alto, esperamos cumplir una buena actuación”, dice Liliane Yamate, la brasileña que entrena a nuestro team. La acompaña en la tarea María Rosa Bordón, quien destaca que “este estadio es de primer nivel y espero que sea un aliciente para que las familias vean que es posible hacer gimnasia artística, rítmica y en trampolín en nuestro país”.

Por eso invitó al público a “acercarse en estos días y seguir manifestando este apoyo fantástico a los deportes que ayudan a la salud de los jóvenes, los alejan de las drogas y la joda”.

Afuera, Víctor Alvarenga, quien es vendedor de gaseosas en las canchas desde hace más de 30 años, muestra su contento con la participación de la gente. “Está viniendo mucha gente. La verdad es que por suerte nos está yendo bien, hay muy buen clima y es un lindo lugar para compartir en familia. Yo invitaría a los que todavía no se acercaron a que pasen por aquí, demasiado gusto da con la gente de todos los países hermanos de América”.

ADOL SERVÍN, EL PAPÁ DE LOS KARATECAS

“El equipo de competición completo vale 7 millones de guaraníes, así que imaginate, tengo que multiplicar por cuatro”, dice entre risas Adol Servín, el orgulloso papá de los cuatro hermanos karatecas que le dieron el alegrón de su vida en estos Juegos Odesur al hacerse con medallas.

“Hace 15 años que estamos con esto con mi señora Rosy, así que cuando nos enteramos de que los juegos se hacían aquí, ya pensamos en anotarnos como voluntarios para poder estar cerca y acompañarlos en sus competencias”, contó muy emocionado en el estadio que alberga las competencias de karate.

Yennifer ganó la de plata; Jesús también ganó plata y Leila la de bronce, en tanto que Adol compitió también en los juegos, aunque sin poder alcanzar las instancias finales en su difícil categoría.

Adol es abogado y su mujer Rosy, contadora. “Tenemos un estudio jurídico contable, arrancamos a la mañana. La dejo a ella en Tributación y yo me voy al palacio, con esfuerzo fuimos apoyando a los chicos que tienen consolidadas sus carreras. Yennifer es ingeniera comercial, economista y licenciada en gestión deportiva, Leila es nutricionista y los varones están cursando derecho en la Universidad Nacional de Asunción”, comentó.

Papá Servín, que también es karateca, entiende que se debe hacer un esfuerzo más para apoyar los deportes y por eso es candidato a concejal departamental por Central por el Partido Liberal. “En la gobernación hay recursos que se pueden utilizar para promover la educación física, para educar a los niños en el deporte y mostrarles que no hay solo fútbol, sino múltiples deportes en los que desarrollarse como personas. Si la gente me elige, a eso voy a dedicar todos mis esfuerzos”, dice este vecino de Fernando de la Mora, Zona Sur.

TIRÍKA, POR DENTRO

“La sensación es única”, dice X, uno de los atletas que encarna a Tiríka, la mascota sensación de los XXI Juegos Suramericanos ASU 2022. El cariño de la gente se multiplica en abrazos, saludos de los niños y los pedidos de fotos que le van haciendo mientras recorre el predio de la SND al que está asignado.

No puede revelar su identidad por contrato, pero cruzó unas palabras con Nación Media: “Tengo un sentimiento que estoy luchando y tratando de ser el mejor en todo por mis familiares, amigos y compañeros que están conmigo y también por los que ya no están como un amigo que para mí fue una leyenda y practicaba conmigo y al que recuerdo especialmente”, dice.

“El juego hace unir mundialmente a países y hace a la calidad de personas que aman el deporte”, dice de los juegos que considera están demostrando capacidad para llevar adelante empresas importantes. “Somos Paraguay y me siento muy orgulloso de representar y servir a mi país”, dice.

Tiríka es un gato montés y la idea es que al simpatizar con él deberíamos cuidar la fauna diversa que tenemos. Ya que los animales no hablan, nosotros podemos expresar eso”, expone sobre su personaje.

Especialista en breakdance, bailarín y acróbata, X alienta a la gente a “practicar deportes porque hacen bien. Siempre aliento a luchar por lo que uno quiere. Imaginen que hay personas que no tienen un brazo o una pierna y hacen deportes. Entonces, es importante tomar impulso y atreverse, ojalá que estos juegos ayuden a ello y a que la gente sea menos discriminadora y persiga la igualdad”, comentó.

PREMIO A LA PERSISTENCIA

El periodista especializado en deportes olímpicos Óscar Villalba Digalo recordó que la “cita estuvo en peligro en dos oportunidades. Ya durante los Juegos Panamericanos de Lima 2019 comenzó a circular la noticia de que Paraguay se bajaba de los Odesur y a partir de ese momento los atletas compitieron con una cinta negra en señal de luto deportivo. Fue cuando la ministra de Deportes, Fátima Morales, comunicó que ese rubro de Odesur se usaría para la construcción de un nuevo hospital en Barrio Obrero por causa de la pandemia del coronavirus”.

Después, ante la crítica generalizada, “el Gobierno cambió de rumbo y aceptó el desafío de hacer los Juegos Odesur Asu 2022, pero nuevamente corrió peligro este mismo año cuando lo dejaron sin rubro. Así que hubo que hacer lobby y luchar para recuperar los fondos para hacer estos austeros juegos”. Villalba Digalo recordó que “en un principio estaban presupuestados unos 180 millones de dólares, que no es mucho dinero en comparación con lo que gastó Bolivia cuatro años atrás. Se recortó, se dejó de hacer la Villa Sudamericana, no se hizo la nueva pileta olímpica en el COP como estaba pensado en principio y se repararon estadios que ya existían y se construyeron importantes obras nuevas”.

Para el periodista, “la organización sorprendió a propios y extraños. La magnífica inauguración y la fase deportiva estuvo todo muy bien con estadios llenos, con el público vibrando, es algo soñado, este es un evento de gran magnitud que el país nunca había realizado antes. Son como unos Juegos Olímpicos reducidos, el segundo eslabón. El primero fueron los Juegos Bolivarianos Valledupar del año pasado, le siguen estos Odesur, continúa en los Panamericanos de Santiago de Chile 2023 y la cuarta cita y definitiva del cuatrienio son los Juegos Olímpicos de París 2024″. Recordó que “nos visitan 7.000 atletas, entrenadores, dirigentes, es un evento que mueve mucha gente, que va a dejar divisas e infraestructura para organizar futuros grandes eventos. Por ejemplo, Paraguay solicitó ser sede de los Juegos Panamericanos de la Juventud 2025, que es parte del cuatrienio olímpico de la juventud”, reveló.

“En lo deportivo, los dirigentes se trazaron el objetivo de obtener entre 45 y 50 medallas, lo que no es descabellado porque se está haciendo un proceso. En Santiago 2014 conseguimos 10 medallas, en Cochabamba 2018 se triplicó la cantidad y ahora se prevé superar esa marca. Estos Odesur constituyen un antes y un después para el deporte paraguayo, es un éxito impensado, inclusive para mí que estoy en el ambiente, que estuve en citas internacionales. Me quedaba pensando si el país iba a estar a la altura. Entiendo que superó con creces las expectativas durante esta primera semana y esperemos que se llegue al objetivo de medallas para que la fiesta sea completa”. Además, el periodista entiende que “falta dar el gran salto de conseguir medallas en los Juegos Olímpicos. Ya fortalecimos Odesur, en los últimos Panamericanos de Lima obtuvimos cinco medallas, dos más de las que se habían ganado cuatro años atrás en Canadá, incluyendo el oro de Zanotti, así que falta que el proceso nos dé una gran gestión en los Olímpicos”.

Contó que, para ello, el Comité Olímpico Paraguayo (COP) apostó al especialista colombiano en medicina deportiva Juan Carlos Quiceno, que es el actual coordinador del Centro de Ciencias Aplicadas al Deporte y que está “liderando un proceso que ha tenido sus frutos a nivel de Bolivarianos, Odesur y Panamericanos y se espera que llegue el gran salto en los Olímpicos”, concluyó.

“CUIDAR EL PATINÓDROMO”

“Estoy muy emocionada de ser la primera paraguaya en competir en el patinaje de velocidad. A pesar de los resultados, estoy muy feliz por competir. De hecho, por primera vez, y poder hacerlo en casa, ante el público paraguayo y en unos Juegos Suramericanos no tiene precio”, dijo Andrea Maciel, la patinadora que representó a nuestro país en estos Odesur. “Ver todo el apoyo, ver a un niñito con su bandera de Paraguay alentando fue increíble”, le dijo a la agencia de noticias IP Paraguay. “Empecé haciendo roller con amigos y un día vi patinando a quien hoy es mi entrenador, al profesor Julio Mirena. Lo vi patinando en la Costanera y dije ‘yo quiero hacer eso’. Entonces contacté con él. De ahí, hace un año, a hoy, empecé de cero para estar patinando aquí, en una pista de Juegos Suramericanos”, expuso.

“Esto marca un antes y un después en el deporte en sí. Para nosotros, con este Centro Nacional de Patinaje de Velocidad, con este patinódromo, Paraguay puede ser cuna para nuevos deportistas del patín carrera. Nosotros antes entrenábamos en Ñu Guasu, en la Costanera, nos arreglábamos como podíamos. Pero ahora tenemos nuestro propio patinódromo”, añadió. “Esto es un tesoro que tenemos que cuidar entre todos, tanto el patinódromo como el Parque Olímpico en sí. A mí me da la piel de gallina y me emociona tener todo esto para los deportistas”.

Andrea, de 31 años, contó que “normalmente uno se dedica desde pequeño a este deporte y yo ya empecé de grande, lo intenté y ahora sigo, porque yo no paro hasta llegar al podio algún día. Se van a acordar de mí porque algún día voy a lograr el oro, voy a seguir. Se puede; si se quiere, se puede”, apuntó. “Yo quisiera que esto se llene, que de aquí a fin de año esto se llene de chicos que quieran patinar, de adultos a los que les guste la modalidad. Como ya dije, yo pude; el que quiere puede”, concluyó.