Este año, en el Día del Padre Toni Roberto recuerda a esos otros padres, los que fueron mentores en el camino de nuestras vidas.
¿Es el Día del Padre? Así dicen. Para muchos que incursionamos en el arte desde muy temprana edad e hicimos nuestras familias en ese mundo, tenemos nuestros mentores, en mi caso puedo definir como aquel conjunto de personas que encontramos por el camino en nuestras vidas y luego armamos un rompecabezas para colocarlos en el lugar de un padre, de una madre, de unos hermanos, tíos y primos, esa familia que elegimos.
Así es, allá por 1979 llegaron, en lo que se denominaba antes el primer curso del básico de la secundaria, dos hermanos que enseñaban artes plásticas en el colegio Cristo Rey, eran los hermanos Víctor y Harmodio Soler. Así una tarde cualquiera de febrero de aquellos finales de los años 70, entran a clase muy amables los dos con grandes “carterones”. En el interior, “el material para ir a la guerra” como ellos decían: un compás, un hilo, tiza de todos los colores, era todo lo que necesitábamos para viajar al maravilloso mundo que ellos nos proponían: aprender la técnica del dibujo.
BUSCAR EL “PUNTO DE FUGA”
Desde ese día y al ver las habilidades de algunos alumnos, era normal que Víctor o Harmodio llamen al pizarrón a dos alumnos que no eran muy aplicados en matemáticas, uno de esos dos era yo. Spatuzza y Roberto pasen al pizarrón vamos a buscar “el punto de fuga perfecto para el rancho perfecto”, decían los Soler y a ello íbamos, “Spatuzza estire el hilo, Roberto largue la tiza” y ahí desde ese pequeño punto empezaba el paisaje perfecto que nos proponían.
Esas ganas que nos daban los hermanos Soler Méndez, hijos del gran pintor de Asunción don Ignacio Núñez Soler, nos estimularon a buscar lugares donde estudiar arte, de esa manera mi compañero de aula e hijo del arte de estos dos grandes profesores decidió ir a los 14 años a estudiar a la Escuela de Bellas Artes y yo al centro de Estudios Brasileños, con Lívio Abramo. Una tarde, a la salida del colegio, caminamos al centro con Spatuzza, llegamos a la vieja casa de la calle Iturbe y Fulgencio R. Moreno, donde funcionaba Bellas Artes. Yo seguí viaje a la legendaria casa de Anselmita Heyn, donde quedaba el Centro de Estudios Brasileños, decidido a presentarme al gran maestro brasileño, llego y le digo: “buenas tardes profesor, querría estudiar dibujo con usted, pero no voy a poder pagar las clases porque mis padres no me autorizan a venir”, me dijo una sola palabra: “siéntese”, me tiró unas cartulinas y unos lápices y me dijo: “haga estos ejercicios de la línea, el dibujo tiene su lenguaje propio, rompa con las viejas formas, cree alguno nuevo”, a partir de ahí sentí que estaba con mi otro “padre del arte” con el que más adelante pasearía junto a su esposa Dora en su legendaria combi alemana azul recorriendo la ciudad en aquellos años 80.
¿Fueron mis padres del arte? No lo sé. Solo puedo decir que les debo el amor a la libre expresión, al pensamiento crítico, a la técnica. Resultado del encuentro entre lo académico de los Soler y la modernidad brasileña de Lívio.
Hace unos días terminé una obra para Nación Media, grupo en el que trabajo y ahí pude verles a los tres, a los dos primeros en el “punto de fuga perfecto” y al último en “la libertad de la línea”. Sí, fueron mis padres del arte. Felicidades a nuestros padres, los que nos vieron nacer y a esos otros, nuestros mentores, todos ellos nos inspiraron a caminar en la vida.
Toni Roberto presentará una exposición que busca llegar al corazón
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Este miércoles 9 de abril, el comunicador cultural y artista ilustrador Toni Roberto inaugura su exposición Archivo/Originales, que expondrádiferentes trabajos donde ilustra y expresa sentimientos evocados de su apreciación de Asunción y sus barrios emblemáticos.
“Acá no hay nada literal, con esto busco enterrar entre comillas lo literal y que esta muestra sea absolutamente distinta desde la emoción y no desde el famoso ‘la casa de’ o ‘la casa de tal lugar’, no buscar referencias, sino buscar lo referencial del corazón de cada uno”, comenta el ilustrador.
La exposición será en la galería Exaedro, ubicada sobre la calle Aca Caraya N.º 595, desde las 19:30 hasta las 21:30 horas. En esta muestra se podrán apreciar obras realizadas en diferentes épocas de la vida de Toni Roberto, con un tinte mucho más sentimental y reflexivo.
“Acá hay una mezcla, es una antología, es como un mirar atrás, como una retrospectiva. Es una muestra donde yo me veo a mí mismo desde otra perspectiva, desde el corazón de mi ciudad interior”, remarcó Toni.
El autor de “Cuadernos de barrio”, un espacio donde recorre la historia de Asunción y sus barrios a través de análisis de obras y fotografías, busca ahora exteriorizar y compartir su óptica y sentimiento a través de sus obras, que en muchos casos representan momentos y lugares clave para su historia personal, descrito cada uno en un trazo único.
El Museo de Arte Sacro celebra 15 años de historia
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El Museo de Arte Sacro de la Fundación Nicolás Darío Latourrette Bo cumplió 15 años, el pasado 24 de marzo, con un historial de actividades al servicio de la ciudadanía, poniendo en valor y difundiendo el patrimonio hispano-guaraní. El espacio cultural ubicado en Manuel Domínguez y Paraguarí (Asunción) abrirá su primera exposición del año por Semana Santa, denominada “Nuevas visiones de la Pasión”, del miércoles 9 al domingo 20 de abril en el horario de 9:00 a 18:00.
El Museo de Arte Sacro fue un deseo e iniciativa del mecenas Nicolás Darío Latourrette Bo que a partir de la Fundación que lleva su nombre cedió parte de su colección privada para que sea el núcleo fundacional de la Colección permanente que atesora el Museo. Esta Colección está compuesta de casi un centenar de imágenes religiosas paraguayas de los siglos XVII y XVIII de incalculable valor artístico e histórico y que -a juzgar por las expresiones de los especialistas extranjeros que la han estudiado- es digna de figurar en los grandes museos del mundo.
La Fundación Nicolás Darío Latourrette Bo, dedicada a la Educación, a la Cultura y el Arte, a la protección de la Naturaleza, el medio ambiente y al desarrollo sostenible del Turismo, con la creación del Museo de Arte Sacro, quiso ofrecer, a la sociedad paraguaya y a toda la comunidad internacional, un recinto idóneo para la contemplación de estas obras extraordinarias.
La creación de un museo, como podrán imaginarse, implica un largo trabajo e involucra a un grupo multidisciplinario de profesionales que fueron convocados por el señor Latourrette Bo que primeramente adquirió la espectacular Villa Lina -que en sí misma es uno de los grandes atractivos del Museo y que fue declarada Patrimonio de la Ciudad de Asunción luego de su puesta en valor. La restauración y refuncionalización del edificio fue tarea del Ingeniero Daniel Codas, en la datación de las obras expuestas trabajó la restauradora Estela Rodríguez Cubero y finalmente la creación de la museografía junto con la redacción del guion museológico y los textos generales y específicos estuvieron a cargo del museólogo Luis Lataza.
Fachada del Museo de Arte Sacro de Asunción. Foto: Facebook.
Misión e importancia
El Museo de Arte Sacro sigue siendo el único museo iconográfico del Paraguay y se creó hace 15 años con la misión muy específica de poner en valor nuestro patrimonio barroco hispano-guaraní a partir de la comprensión profunda -pero a la vez clara y didáctica- de sus contenidos. Por ello es que, a diferencia de otros museos de arte- la Colección de 97 esculturas está distribuida en forma temática, perfectamente clasificada y catalogada, lo que permiten una lectura comprensiva del arte sacro paraguayo y de su evolución a partir del barroco europeo importado por franciscanos y jesuitas, hasta la apropiación reinterpretativa de estos conceptos por los artistas nativos y que dio por resultado el originalísimo crisol mestizo de nuestro barroco hispano-guaraní.
Al ser nuestro único museo temático dedicado a la iconografía sacra cristiana, cumple una función clave para la comprensión de las obras expuestas incluso en otros museos, iglesias y colecciones. Actúa como “llave” para la completa valoración de nuestro patrimonio artístico paraguayo que está constituido en un 80% por obras de origen sacro.
Desde su inauguración multitudinaria a la que acudieron representantes de todos los ámbitos culturales del país, el Museo ha realizado una gran variedad de actividades en apoyo a la conservación, estudio y difusión de su propio acervo hispano-guaraní y del arte y la cultura en general.
En 15 años el Museo de Arte Sacro ha abierto sus salas a todos los públicos, recibiéndolos con visitas guiadas especialmente adaptadas al interés y franja etaria de cada público, desde niños a especialistas. Ha recibido también destacadas visitas internacionales, desde presidentes a embajadores y diplomáticos de distintos lugares del mundo, interesados en conocer lo mejor de nuestro patrimonio paraguayo.
Paralelamente a la exhibición de su Colección permanente, ha realizado 24 exposiciones temporales basadas en su mayoría en la Colección Privada de Nicolás Latourrette Bo. Gracias a ellas tuvimos la oportunidad de conocer cientos de obras que nunca estuvieron expuestas al público y que abarcaron una variedad y rango cronológico que va desde arte del antiguo Egipto, frescos pompeyanos, bronces franceses de la Belle Epoque hasta pintura paraguaya contemporánea.
El Museo ha realizado, hasta la fecha, 64 conferencias de difusión del arte sacro en ocho ediciones consecutivas del ciclo anual “Un verano con el arte” y también ha dado espacio en su Auditorio Franca Bo a 6 ponencias internacionales, 2 jornadas de capacitación en Arte Sacro, 3 reuniones de la Academia de la Historia y fue sede de 4 lanzamientos de libros y publicaciones paraguayas.
En los jardines del Museo se han realizado 14 conciertos multitudinarios al aire libre, una gran feria de arte y dos eventos por el Día del Niño. El Museo de Arte Sacro ha participado de 2 bienales de Asunción y 3 eventos de Pintasud y fue uno de los 5 únicos museos en participar de la primera Noche de los Museos. También ha sido sede del primer Congreso paraguayo de Museología fue aquí donde surgió la idea de crear la Asociación de Museólogos que lo nombró Museo del año en el 2021.
Planes para el futuro
Más allá de la enumeración de estos eventos, conviene recordar que la actividad en el museo es un “trabajo de hormiga”. No implica solamente recepcionar al público, sino que hay un trabajo diario de investigación para el mejor conocimiento de la Colección y para la búsqueda de mejores herramientas –sean físicas o virtuales- para difundir esa información.
En estos 15 años el museo ha crecido a la par que su público. Ha mejorado sus herramientas de comunicación y ha generado una mejor respuesta de la gente. El paraguayo común fue, de a poco, abriéndose a la novedad que implica aprender y disfrutar de un museo y el Museo de Arte Sacro ha ganado experiencia en saber qué temas les resulta más provechoso, inspirador o estimulante. El crecimiento fue mutuo: ha crecido el museo y han crecido también las expectativas de la gente respecto a lo que debe ser el estándar de calidad en los servicios que brinda un museo.
En los próximos años el Museo quiere afianzar esta relación con el público, generando nuevas propuestas y oportunidades de comunicación. El entusiasmo es el mismo ahora que en aquel 24 de marzo de 2010 y el Museo continuará por la misma senda, apostando por el arte, por la comprensión y entendimiento entre las culturas y comunidades, continuará trabajando por un futuro mejor para todos, analizando y aportando la riqueza y sabiduría que está contenida en el acervo hispano-guaraní de su Colección, lo que es en realidad el objetivo fundamental y propio de todo museo.
El Museo de Arte Sacro seguirá mostrando con orgullo las capacidades creativas del hombre paraguayo para responder a su medio natural y social y será un transmisor activo y creativo de los valores de nuestra cultura a todo el mundo.