Este domingo, Toni recuerda la galardonada película “Eami” de Paz Encina y la conecta con las vivencias urbanas de sus tradicionales cuadernos de Cuadernos de barrio. Al final evoca a su amiga y coetánea la gran educadora Marta Lafuente, quien nos dejó el jueves pasado.
- Por Toni Roberto
- Fotos Gentileza- La Nación
Son las 20:00 en punto, el cine baja sus luces y empieza un viaje que nos lleva a recorrer el mundo de Eami, yo desde la butaca sintiéndome cada vez más pequeño ante la inmensidad de una historia tan particular y universal al mismo tiempo.
No pretendo hacer un análisis formal de la película, no soy crítico de cine, solo quitar mis emociones; la enorme historia de Eami, una niña ayoreo-totobiegosode que nos va contando momentos de resistencia a dejar las tierras ancestrales que les pertenecen, a través de palabras, silencios y sonidos. La monumentalidad de las imágenes en la gran pantalla nos enfrenta a un mundo que sobrevuela nuestra conciencia (?) de “coñones” como nos llaman ellos.
Cada gota de agua, cada árbol, cada inmenso espacio de la película me lleva a buscarle a Eami en cada rincón, en cada esquina, en cada cuadra, en cada calle del mundo de cemento que nos rodea y nos condena a nosotros mismos, los “coñone”.
Paz Encina logra cambiar nuestra mirada; al salir del cine, al parar en algún semáforo trato de encontrar su rostro, en cada una de esas miradas hay una historia de despojo, sigo mirando y la sigo buscando, en alguna foto, en alguna vieja obra de algún pintor, su rostro en la enorme “imagen cinemascope” quedó grabada en mí para siempre.
Tal vez mi mundo citadino y “eurocentrista” me lleve a buscarla desde mi impronta, en algún “estereotipo incorrecto” de alguna pintura del italiano Héctor da Ponte, en alguna foto de Guido Boggiani, en algún estudio de Enrique Collar o en alguna instantánea de Paí Blanch, al final, me detengo ante un dibujo de Holdenjara que me señala Fátima Martini, la mirada penetrante de una maká, es la referencia más cercana desde mi “cómodo mundo citadino” al que los ayoreos se resisten pertenecer.
Al final, en una fría siesta, una vez más en estos ya casi trescientos artículos, mientras escribo me entero de una partida, en este caso, una gran educadora, mi querida amiga, coetánea y oyente de todas las noches de radio, Marta Lafuente, demás está decir, una gran pérdida para la investigación en la educación en el Paraguay, a quien le despido desde la inmensidad del enorme paisaje cinematográfico que nos regala Encina, mientras tanto, yo voy a seguir buscándote Eami, en algún rostro, en alguna esquina, en algún paisaje.
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Galeano: “Siempre se buscó el triunfo”
Libertad, que había ganado todo a nivel local el año pasado, arrasando en todos los torneos que disputó; en el arranque del torneo Apertura, frente a Guaraní, tuvo que conformarse con un tibio empate de 1-1. El Gumarelo luego de ir en desventaja en la mayor parte del partido pudo igualar mediante un penal convertido por Alejandro Silva, cerca del final del encuentro.
A pesar del mal arranque al técnico Ariel Galeano le dejó cosas positivas el choque ante el Legendario. “Destaco que a pesar del resultado adverso, el equipo nunca se rindió, Libertad siempre buscó ganar, tuvimos nuestras chances de adelantarnos
en el marcador, pero carecimos de la precisión necesaria frente a arco del rival para anotar por lo menos un gol más”. De todas maneras el estratega dejó este mensaje. “No hay nada que nos de consuelo que no sea la victoria”.
Libertad podría tener varios cambios para jugar mañana frente a Luqueño y al respecto Galeano reveló: “Tenemos un plantel muy frondoso. Vamos a prepararnos de la mejor manera para enfrentar a los luqueños”. Con respecto al onceno se filtró que tendrían opciones para ingresar de titulares, Miguel Jacquet, Alejandro Silva y Antonio Bareiro, aunque esto quedará definido esta tarde.
Un pedido recurrente de la hinchada albinegra es el ingreso del volante Amín Molinas, Galeano dijo al respecto, “debemos llevarle con tiempo. El viene de una preparación diferente (quedó fuera de la selección Sub-23). Queremos que siga creciendo en su fútbol”.
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“Yo no busco ser una figura popular, quiero ser estadista”
El presidente de la República, Santiago Peña, afirmó que muchas de las decisiones de su cargo tienen un costo político elevado, pero no obstante, afirmó estar dispuesto a aceptarlo si eso representa poder cumplir con sus compromisos de campaña, que están plasmados en el presupuesto, sobre todo los que tienen impacto directo en la ciudadanía como el aumento al programa Tekoporã o el compromiso con el sector docente.
“Yo no busco ser una figura popular, quiero ser un estadista, quiero pensar que lo que estoy haciendo va a dejar una huella para futuras generaciones, quiero creer que lo que estoy haciendo es a mi mejor entender, el mejor trabajo posible para los paraguayos de bien que tienen la esperanza de estar mejor”, expresó el mandatario durante una entrevista en el programa del periodista Enrique Vargas Peña.
Las declaraciones del jefe de Estado surgieron en torno al debate por el aumento salarial para los parlamentarios. Peña explicó que el impacto que se puede esperar por aprobar esta iniciativa es mucho menor en comparación a las reasignaciones presupuestarias que se hicieron para el plan de gastos de 2024.
COSTO POLÍTICO
El presidente explicó que como parte de las conversaciones con legisladores surgió la posibilidad de aprobar a libro cerrado el presupuesto de 2024 si el Poder Ejecutivo acompañaba la devolución de conceptos que los parlamentarios perdieron durante la pandemia.
“Esto tiene un costo político para mí, pero lo asumí por un bien superior. Yo entiendo que si esto implicaba que no iban a modificar el resto del presupuesto era un costo relativamente menor”, aseguró el mandatario. El tiempo le dio la razón, refirió, y mientras la idea de dar el aumento a los parlamentarios cuyo costo ronda los G. 15.000 millones se diluye, en la Comisión Bicameral de Presupuesto el plan de gastos cuenta con reasignaciones cercanas a los USD 37 millones.
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Enrique Collar: “Busco invitar al espectador a sentirse partícipe y estar dentro de una pintura”
En este diálogo con La Nación/Nación Media, el destacado artista visual y cineasta paraguayo Enrique Collar, quien está presentando actualmente una muestra en Asunción, habla de sus proyectos, su visión artística, sus percepciones del país, así como su vida en los Países Bajos, donde se encuentra desarrollando su carrera hace dos décadas experimentando, innovando e incorporando tendencias universales a una propuesta que parte de sus raíces ancestrales.
- Por Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos Gentileza
La labor pictórica de Collar parte de un profundo conocimiento de la teoría y la historia del arte, por lo que su praxis creadora es por definición una búsqueda conciente y racional que sintetiza lo universal y lo local como instancias complementarias, contemporáneas y sucesivas.
En este sentido, para el artista el 360 VR no es un estilo, sino un concepto visual que puede incorporar estilos, disciplinas y técnicas artísticas que permite sumar y multiplicar experiencias visuales y audiovisuales, además del entusiasmo por la historia del arte.
“No me considero un pintor hiperrealista, más bien mi pintura está basada en finas capas de óleo que van creando una tridimensionalidad ilusoria u óptica”, define sobre su trabajo Collar, quien hasta el 31 de agosto presenta la muestra “Solo a una tarde de distancia 360°” en BGN Arte, la galería de Paseo La Peregrina, sita en Augusto Roa Bastos casi España de Asunción.
Desde la concepción de Collar, son muchos los factores que hacen que un artista pueda ir creando algo en el tiempo y en este sentido la formación es una de las claves, no tanto la académica, sino una más global que comprenda qué pasa con el realismo, con la fotografía, con el cine, el arte contemporáneo o qué pasó con el arte clásico, por lo cual la historia del arte es fundamental a fin de descubrir quién es el sujeto que representa y dónde está parado.
Así, sostiene que entender qué ha sucedido con la forma, el espacio y todos los componentes que hacen que una obra visual tenga una cierta relevancia es la clave para entender como artista a dónde se quiere apuntar.
–¿Cómo vivís este regreso con la apertura de la muestra?
–Hace unos años fantaseé con la idea de qué sucedería si volvía a aterrizar con las mismas obras de mi primera exposición en Asunción en 1990. Y si bien lo que estoy exponiendo fue construido con mi experiencia de veinte años viviendo en Holanda y pintando otro tipo de obra, a la que se suman tres largometrajes, la receptividad y estímulo del público que asistió a la inauguración han sido los mismos. Por ello, el título de la muestra está más que acorde a los conceptos de espacio-tiempo que plantean las obras. Y la tela “Gótico itaugüeño 360°” agrega ese extra experimental de nuestra era digital, una pintura que invita al espectador a lo inmersivo, a sentirse partícipe y estar dentro de una pintura. Una especie de tesis que planteo a la concepción del espacio real y pictórico, mi aporte a la historia de la pintura universal. Muy feliz con esta exposición, fue un marco ideal el Pinta Sud-Asu.
SENTIDO DEL ESPACIO
–En “Gótico” podemos ver un concepto que fuiste desarrollando en el tiempo. ¿Contanos de ese proceso y del retorno que vas recibiendo?
–Como pintor, desde el comienzo, y a través de mi interés en la historia del arte, mi preocupación por el sentido del espacio siempre ocupó un lugar importante en todo mi desarrollo artístico. La percepción del espacio es lo que siempre ha modificado los grandes cambios en la historia visual. En mi “Obra latinoamericana” estas distintas percepciones están allí, incrustadas, latentes. Pero cuando descubro el desaparecido app de Google para generar imágenes en 360 esférico, tuve algo de miedo, de extrañeza y curiosidad, todo al mismo tiempo. Y estuvo como un año dando vueltas en mi cabeza las posibilidades perceptivas que planteaban estas imágenes en 2D. Hasta que un día me animé a volar en ese precipicio, sabiendo que muchos pintores del pasado estaban tentados a esta idea. Y entendí que la tecnología me estaba dando un gran trampolín y me animé a saltarlo. Y así comencé a pintar “Celebration”, mi primera tela panorámica esférico en 360. Se trata de mi casa, un día cualquiera de mi vida, mi familia. Fue por el 2016. Estuve muy chiflado esos meses, pero me tranquilizaron los invitados a esa fiesta; Johannes Vermeer de Delft, Francis Bacon, Henri Matisse, Pablo Picasso, Edward Hopper, Jan van Eyck, Maurits Escher, innumerables artistas que me habían enseñado a pensar la pintura y que de una u otra manera dialogaba con ellos a través de esta pintura. Estoy frente a un nuevo lenguaje. Pero más tranquilo. Juntando obras, que en algún momento desearía exhibirlas y el proyecto se titula “Universal painting project 360° VR”. ¡Y la gente se fascina!
–Las obras expuestas en tu muestra vienen a dar continuidad a “Obra latinoamericana” en un registro muy actual. ¿Cómo la describirías?
–Retomé mi “Obra latinoamericana” durante la pandemia. Se cumplieron 30 años y quise festejar volviendo a pintarla. Pero ya no soy el joven de ese entonces, más bien un veterano del arte. La pintura es siempre tiempo presente. Cuando me paro frente a un Rembrandt, Vermeer o Van Eyck, están allí, latiendo, alimentando tus sentidos, tu emoción y conocimiento. Por lo tanto, me dije, podría revisitar la obra, la atmósfera de esa intensa etapa de los 90 e intentar aportarle nuevas piezas para fortalecerla desde mi experiencia europea y digital. Y así comencé y lo que traje son las ocho primeras telas. Hacia dónde iré no puedo saberlo.
PROYECTOS PARALELOS
–¿A futuro a dónde va la paleta inquieta de Collar?
–Los últimos años vengo desarrollando varios proyectos en paralelo. Mi “Obra latinoamericana”; otra de mi ciudad, Rotterdam: paisajes urbanos, arquitectura, escultura pública, unas intervenciones pictóricas en las que cambio las esculturas existentes por las que a mí gustaría ver en la ciudad. Una suerte de Pokemon o realidad aumentada, pero todo pintado: óleo sobre tela. Y, por último, mis pinturas de 360 grados, que ya en esta muestra la trasladé a un paisaje paraguayo. Es decir; pintando Paraguay, Holanda y la realidad virtual me tiene el año más que ocupado.
–En tu paso por Asunción estuviste en exhibiciones de tus películas. ¿Hay cine por hacer?
–Después de terminar “Costa dulce” decidí tomarme un tiempo sabático cinematográfico. Necesitaba recuperar el 100 % de concentración en la pintura. Y lo he logrado, lo cual hizo disparar la obra a lugares no imaginados. Siempre surgen ideas, sinopsis, argumentos para alguna que otra película y que voy archivando en la compu. Y en los últimos meses, surgió una idea que se fue fortaleciendo mediante Whatsapp con mi amigo guionista argentino Juan Marín, con quien venimos escribiendo juntos. Me gustan los personajes y el argumento. Veremos cómo avanza el proyecto. Me gustaría no hacerme cargo de la producción, como hice siempre. Esperemos que aparezca alguien interesado en producir una película de Collar sabiendo que no va a ganar dinero, pero que podrá recompensar con otras satisfacciones y con la fe de que llevaremos una producción de arte a pasear por el mundo como lo hemos hecho hasta ahora.
VISIÓN PAÍS
–¿Cómo ves al Paraguay?
–Estuve mucho por Asunción, ocupado con la exposición. Anduve poco por el interior. La urbanidad sigue avanzando en mi pueblo, Itauguá Guazú. El tiempo se ha hecho más veloz y las distancias más cortas quizás, sobre todo con los servicios de autos por aplicaciones. Asunción crece hacia arriba, pero falta un tren subterráneo, un lugar donde desplazarnos rápidamente del centro a Calle Última, de la Chaca a Villa Elisa o de Villa Morra a Luque. Descongestionaría el tráfico, sudaríamos menos, ganaríamos tiempo y estrés.
–¿Qué nos podés contar de tus días en Rotterdam?
–Vivo mucho tiempo en mi casa, donde tengo mi atelier. Vivo en pleno centro, ando en bici, me gusta cocinar para mi familia, amigos. Tenemos tres gallinas del Himalaya que viven en mi jardín, ponedoras, o sea, huevos caseros del centro de Europa. Llevo una vida muy tranqui, mi obra también me lo pide.
“UNA MIRADA ANTROPOLÓGICA”
Sebastian Rypson, antropólogo en arte, de origen polaco-holandés, escribió un texto de presentación de la muestra “Solo a una tarde de distancia 360°”, que se exhibe hasta el 31 de agosto en BGN Arte.
“Adéntrense a un espacio en el cual paisajes naturales, humanos e imaginados del Paraguay rural cobran vida, como son vistos por los ojos perceptivos de Enrique Collar, el artista cuyo regreso a su patria marca un hito tanto en el paisaje artístico del país como de sí mismo. Como un antropólogo cultural, profundizando en el campo de las artes visuales, me encuentro cautivado por la profunda exploración de Collar de los mitos y realidades paraguayas, en cómo congela el día a día (me atrevería a agregar un día a día predigital) y en cómo cristaliza con una inmediación impactante las vidas de sus compatriotas: campesinos, sus hijos y el entorno en el que viven (…).
(…) La muestra de Enrique Collar es una invitación a redescubrir el encanto de las realidades paraguayas, tanto familiares como extraordinarias, tanto míticas como reales. Con su paleta incandescente, da meticulosa atención al detalle e integrando técnicas cinematográficas Collar devela un mundo donde las vidas cotidianas de los habitantes de estos paisajes se convierten en conmovedoras narrativas de resiliencia y belleza. A través de su lente artístico, Collar enciende nuestros sentidos transportándonos a un lugar donde lo ordinario se llena de un aura mágica. Adéntrense en el mundo de Enrique Collar y abracen la belleza reluciente de las (sur) realidades de su luminoso Paraguay.
(…) Me atrevo a agregar de que a la par de la vaguedad latinoamericana que existe entre el mito y lo real, Collar tiñe de barro las aguas entre lo preindustrial, lo industrial y los posindustrial y la realidad digital. Estos retratos evocativos indudablemente ofrecen a los paraguayos una conexión instantánea, sumergiéndolos en escenas familiares que hablan a su profunda identidad cultural y memoria colectiva. Con atención minuciosa al detalle y una paleta vibrante, Collar llena de vida a sus sujetos, objetos y escenas, iluminando su existencia diaria y capturando momentos tanto de resiliencia a la dificultad como de gracia en lo prosaico.
La pura dedicación que Collar invierte en su arte se hace evidente en el proceso meticuloso de creación de cada cuadro. Tomando entre dos y cuatro meses para completar cada uno de sus lienzos grandes, demuestra una paciencia inquebrantable, asegurándose de que cada detalle sea ejecutado con precisión. Esta esmerada aproximación permite a Collar crear una realidad que trasciende los confines del lienzo rectangular, transportando a los espectadores al corazón del interior rural del Paraguay donde la esencia de la vida diaria se ilumina con un radiante esplendor,”.
Como una verdadera obra maestra de esta exposición, Collar presenta ‘Gótico itaugüeño’, pieza con una vista panorámica de 360° que nos invita a dar un paso a una experiencia multidimensional a través del empleo de tecnología de realidad virtual. Con un guiño a la obra de Grant Wood ‘American gothi’, Collar nos llama a sumergirnos en su cautivador trabajo difumando los límites tradicionales de la percepción. Al ubicarlos en el centro de la obra, el espectador se convierte en un participante activo, interactuando con los detalles intrincados y las dimensiones especiales desde cada ángulo. Este innovador concepto espacio-pictórico no solo expande las posibilidades de la pintura tradicional o desafía la noción tradicional del arte como la de una observación pasiva, sino también desdibuja la línea entre el arte y el espectador, creando un encuentro inmersivo con el visionario mundo de Collar. Este encuentro inmersivo se convierte en un viaje antropológico en su propio derecho, ofreciendo una oportunidad única de inmersión instantánea en el trabajo de campo en una configuración coloquial paraguaya”.
SOBRE EL PINTOR
Enrique Collar es un artista visual paraguayo nacido en 1964, que actualmente vive y trabaja en Rotterdam (Países Bajos). Se formó en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano de Buenos Aires, Argentina (1985-1988). Se ha desempeñado como pintor, fotógrafo y director de cine. Sus pinturas figurativas exploran la representación de la realidad que presenta una visión muy particular: una pintura de tinte fotográfico y una fotografía de tinte pictórico. Sus obras se encuentran en importantes colecciones nacionales e internacionales. Ha tenido muestras individuales en Asunción, Rotterdam, Amsterdam, Buenos Aires y Washington D.C. Es considerado uno de los pintores paraguayos más cotizados actualmente en el mercado del arte internacional.
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La película paraguaya “Eami” gana el Cóndor de Plata
El documental “Eami”, de la cineasta paraguaya Paz Encina, se llevó el Cóndor de Plata a la Mejor Película en coproducción con Argentina, durante la entrega 71.ª de los premios que otorga la Asociación de Cronistas Cinematográficos de Argentina. La ceremonia se celebró este lunes pasado en el Centro Cultural 25 de Mayo de Buenos Aires.
“¡Alegría infinita! ¡Gracias Nico! ¡Gracias Emiliano Torres!”, expresó Encina en sus redes, al compartir el festejo de este nuevo logro, que fue recibido por uno de sus productores argentinos durante la velada, Nicolás Gil Lavedra. La tercera obra de la realizadora asuncena tuvo su estreno mundial en enero de 2022 en el Festival de Rotterdam, donde ganó el máximo galardón, Tiger Award. Llegó a cines paraguayos el 19 de mayo, y en el Malba de la capital porteña debutó el 3 de junio de ese mismo año.
Tras dirigir “Hamaca paraguaya” (2006) y “Ejercicios de memoria” (2016), que tuvieron nominaciones en los Cóndor de Plata; Paz Encina aborda el drama del pueblo indígena ayoreo-totobiegosode con esta producción filmada en el Chaco. Recientemente fue la única finalista de Paraguay en las nominaciones de los Premios Platino, en la categoría a mejor película documental. Será parte del ciclo “La semana de los Cóndor de Plata”, del 8 al 14 de junio en el complejo cine Gaumont de Buenos Aires.
La gran vencedora
Por otra parte, “Argentina, 1985″ se alzó con 15 premios de un total de 20 nominaciones, convirtiéndose en la película más galardonada de la noche. Dirigida por Santiago Mitre, la cinta obtuvo reconocimientos en categorías como mejor película de ficción, mejor dirección, mejor actor protagonista (Ricardo Darín), guion original, revelación masculina (Santiago Armas), dirección de fotografía, montaje, arte, casting, diseño de vestuario, sonido, maquillaje y peluquería, y actriz y actor de reparto, para Laura Paredes y Norman Briski, respectivamente.
También se llevó el Premio del Público BA Audiovisual. Por otro lado, Pilar Gamboa fue reconocida como Mejor Actriz Protagónica del año por su participación en la comedia “30 noches con mi ex”. “Herbaria”, de Leandro Listorti, “Sublime” de Mariano Biasin y “Un crimen argentino”, obtuvieron 2 premios cada una, posicionándose como las siguientes películas más galardonadas. En tanto, Jesús López de Maximiliano Schonfeld, “El suplente” de Diego Lerman, “El sistema K.E.OP/S” de Nicolás Goldbart y “El fulgor” de Martín Farina obtuvieron una estatuilla cada una.
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Elena Roger y Santiago Walsh fueron premiados por la canción original “Un instante irreversible”, de la película “El paraíso”, mientras que el mejor corto animado fue “Pasajero”, de Juan Pablo Zaramella. En la categoría de Mejor Corto de Ficción o Documental, el premio fue compartido por “Después de Catán”, de Víctor Cruz, y “Tres Cinematecas”, de Nicolás Suárez.
Además, se entregaron los premios Leonardo Favio al editor Alberto Ponce, Salvador Sammaritano a la crítica, docente e investigadora Alejandra Portela, y María Luisa Bemberg a la destacada actriz Susu Pecoraro, protagonista de películas emblemáticas de la cinematografía nacional como “Camila”, “Tacos Altos” y “Roma”, entre otras.
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La Asociación de Cronistas Cinematográficos de Argentina, conformada por 82 miembros de medios gráficos, audiovisuales, radiales y digitales, fue fundada en 1942 y ha desempeñado un papel fundamental en la difusión y fortalecimiento del cine nacional. Desde su fundación, ha otorgado los Premios Cóndor de Plata, el reconocimiento más antiguo y constante en la industria cinematográfica argentina.
Durante la ceremonia, conducida por Gabriela Radice y con un show musical a cargo de Carlos Casella interpretando las cinco canciones nominadas, se anunció que la segunda entrega de los Premios Cóndor de Plata se llevará a cabo el próximo 9 de octubre.
Todos los ganadores
- Película de ficción: “Argentina, 1985″ de Santiago Mitre.
- Película documental: “El fulgor” de Martín Farina y “Herbaria” de Leandro Listorti.
- Ópera prima: “Sublime” de Mariano Biasin y “Un crimen argentino” de Lucas Combina.
- Película en coproducción con Argentina: Eami de Paz Encina (Paraguay).
- Cortometraje de ficción o documental: “Después de Catán” de Víctor Cruz y “Tres cinematecas” de Nicolás Suárez.
- Cortometraje de animación: “Pasajero” de Juan Pablo Zaramella.
- Premio del Público BA Audiovisual: “Argentina, 1985″ de Santiago Mitre.
- Dirección: Santiago Mitre por “Argentina, 1985″.
- Actriz protagónica: Pilar Gamboa por “30 noches con mi ex”.
- Actor protagónico: Ricardo Darín por “Argentina, 1985″.
- Actriz de reparto: Laura Paredes por “Argentina, 1985″.
- Actor de reparto: Norman Briski por “Argentina, 1985″ y Alan Sabbagh por “El sistema K.E.OP/S”.
- Revelación femenina: Renata Lerman por “El suplente”.
- Revelación masculina: Santiago Armas Estevarena por “Argentina, 1985″.
- Guion original: Santiago Mitre y Mariano Llinás por “Argentina, 1985″ y Maximiliano Schonfeld y “Selva Almada” por Jesús López.
- Guion adaptado: Jorge Bechara, Matías Bertilotti y Sebastián Pivotto por “Un crimen argentino”, basado en la novela homónima de Reynaldo Sietecase.
- Dirección de fotografía: Javier Juliá por “Argentina, 1985″.
- Dirección de montaje: Andrés Pepe Estrada por “Argentina, 1985″ y Leandro Listorti por “Herbaria”.
- Dirección de casting: Mariana Mitre por “Argentina, 1985″.
- Diseño de sonido: Santiago Fumagalli por “Argentina, 1985″.
- Música original: Emilio Cervini por “Sublime”.
- Canción original: “Un instante irreversible” de Elena Roger y Santiago Walsh para “El paraíso”.
- Diseño de vestuario: Mónica Toschi por “Argentina, 1985″.
- Dirección de arte: Micaela Saiegh por “Argentina, 1985″.
- Maquillaje y peluquería: Dino Balanzino y Angela Garacija por “Argentina, 1985″.
- Premio María Luisa Bemberg: Susu Pecoraro.
- Premio Leonardo Favio: Alberto Ponce.
- Premio Salvador Sammaritano: Alejandra Portela.