Por Jimmi Peralta, Jimmi.Peralta@nacionmedia.com
Berta Rojas, la guitarrista paraguaya con más trascendencia internacional, presentó un material en el que interpreta obras de Ida Presti y María Luisa Anido, y festeja el encuentro con su tierra y la mejor noticia que llega de lejos sobre su guitarra perdida.
El pasado tiene muchas veces la capacidad no solo de explicar el presente, sino también de mostrarlo. La mirada en perspectiva permite valorar esa tercera dimensión que lo plano de lo cotidiano a veces oculta, eso que se obvia por estar siempre ahí y que al ser descubierto en el pasado, se evidencia en el presente.
La relación de la mujer con el arte, con el escenario, con el derecho a poder decir, lo que en música se llama componer, no ha sido visto en retrospectiva, un derrotero fácil, y eso bien lo sabe la más reconocida guitarrista paraguaya del presente Berta Rojas, quien en su nuevo disco titulado “Legado” brinda un tributo a dos guitarristas y compositoras del siglo pasado: Ida Presti y María Luisa Anido, y con ello también invita a hacer una mirada sobre el presente.
Ambas, según dice Berta, con su coraje lograron abrir camino para las siguientes generaciones de mujeres guitarristas y dejaron un legado al que ahora la paraguaya brinda tributo.
La argentina Anido (1907-1996) y la francesa Presti (1924-1967) tuvieron la rebeldía de tomar la guitarra como su instrumento, de componer, de arreglar y de salir a conquistar el mundo y sus sueños, y ese también es otro legado que dejaron, además de su obras.
Berta habló con La Nación sobre su nuevo trabajo y sobre su mirada respecto a aquellas mujeres que ahora son oídas desde su guitarra.
– ¿Qué pensás que es eso determinante que permitió el desarrollo de estas guitarristas en un contexto pasado poco amigable para las mujeres?
– Te diste cuenta cómo la convicción de ellas genera este legado. Así que creo que en definitiva es la convicción de uno que va construyendo ese camino que quizás se convierta en ese legado que abra puertas para otras personas. Me imagino nomás lo difícil que debe haber sido para María Luisa Anido, que decía que solamente cuando sus padres habían fallecido ella tuvo el permiso de tomar su guitarra e irse por el mundo. Y con ese solo ya estaba abriendo las puertas para nosotras. Lo mismo con Ida, quien muere con apenas 42 años, pero como persona que como pionera de la guitarra abrió muchísimas puertas, dentro del contexto social de su tiempo. Y en esa, en esa circunstancia, que esa convicción la que genera ese cambio y la que nos deja este legado sobre el cual nosotros seguimos haciendo camino.
– A veces la sociedad ve a la música como un saber ornamental y al rol de la mujer dentro de ella también, con un techo: en cierta clase, en el piano y para eventos familiares ¿Eso dice algo respecto cómo la sociedad ve al arte y a la mujer?
- También dice algo de cómo se ve a la guitarra también. Fíjate que la guitarra es una compañera de la música popular, entonces elegir la guitarra también tiene que ser un camino difícil. O sea, el piano hubiera sido mucho más fácil para ellas. Quizás más fácil que la guitarra. La guitarra, por su herencia popular, también estaba como en un peldaño inferior. También hubo que romper ese paradigma de alguna manera, o sea, realmente te das cuenta que buceando más profundo en las historias que se pueden contar a través de esto, y más reivindicaciones vamos encontrando.
– ¿Qué relevancia tiene ese entorno que permite a cada uno seguir su vocación?
– Me imagino nomás que, de alguna manera, hubo también un permiso de los padres para hacer música. El padre de Ida Presti, por ejemplo, había decidido que ella iba a ser guitarrista. Escuchó tocar a Segovia y dijo ‘mi hija va a ser guitarrista’. Entonces desde chiquita, él que había decidido que ella iba a tocar la guitarra, él le fue guiando, tuvo el permiso, tuvo el soporte. No sé qué hubiera sido si ella no tenía ese acompañamiento. Y pienso también cuántas historias se quedaron sin contar, y cuántas historias no lograron alcanzar todo su potencial de desarrollo. Porque siempre pienso en que lo que una desea con la educación, pues es brindar igualdad de oportunidades a todos. Porque es en la igualdad de oportunidades para todos cuando uno realmente puede ver por dónde están.
Vos no sabés si en aquel pueblito lejano, en el interior está, como siempre digo, el próximo Agustín Barrios no sabemos dónde.
– Se puede pensar en un próximo Mangoré, pero ¿hay en el pasado otras guitarristas tal vez por descubrir?
– Me di cuenta, por ejemplo, con la investigación, sobre el rol de la mujer en la composición del Paraguay, y Paula Rodríguez es la primera que está investigando sobre este tema. Mirá todo lo que hay para contar sobre este tema. Esas historias cuando se quedaron guardadas, tampoco sirvieron para inspirar a otras. Siempre uno quiere tener ese ideal a seguir.
– La narrativa histórica muestra cosas, pero también oculta. ¿Qué muestra en la historia de la música?
– ¿Y qué se muestra? se muestra la cultura europea masculina clásica. Pero bueno, hay otras valientes personas como puede hacer una violeta Parra, y tantas otras, como María Luisa e Ida, que rompen con eso, ellas componen, arreglan, graban, y viajan por el mundo, o sea, cuántas cosas nos enseñaron y nos dejaron ese camino listo.
– Cuando ves a María Luisa y a Ida, ves sus historias, ¿en qué fragmento de ellas ves representada también tu historia como mujer guitarrista?
– Creo que también, un poco por venir de donde vengo, mi contexto social, en Paraguay cuesta un poquito más, a mí personalmente me costó bastante también. Costó que mi familia aceptara que yo me fuera a dedicar a la música, primero, a la guitarra, después. Así que hay un camino para agradecer allí. Creo que en su momento también (me representa) el haber aceptado este desafío con cierto coraje. El coraje de poder abrazarte, y yo siempre digo eso, abrazarte a tu sueño y salir con tu sueño a ver qué pasa. Porque finalmente tu vida es una nomás, y si en esa vida que una nomás no tomás esos riesgos, no decidís vivir esos sueños, entonces, ¿para qué estamos acá? Y no siempre se puede, no siempre hay espacio. Está bueno intentar.
“LEGADO”: EL DISCO
La nueva producción de Berta Rojas, “Legado”, que fuera grabada en la intimidad de su casa ya está en Apple Music, Spotify, Deezer, entre otras plataformas digitales.
En el material la guitarrista paraguaya ejecuta seis composiciones de Presti y Anido y tres obras inspiradas por las habilidades artísticas de las mismas, además de un retrato musical de Anido comisionado por Rojas a Sergio Assad, una de las figuras más reconocidas y respetadas en el mundo de la guitarra.
Rojas llega a conocer la producción a través Candice Mowbray, una distinguida académica, profesora e intérprete norteamericana, quien compartió con Berta su investigación sobre Ida Presti.
La esencia de “Legado” reside en una cita atribuida a María Luisa que resonó en Rojas: “El arte es espíritu, y especialmente en la guitarra, que, para mí, es el instrumento más solitario. Es la prolongación del alma en forma sonora”.
“LA PESADILLA TERMINÓ”
“La rojita”, como llama Berta Rojas a su guitarra, tuvo la suerte de ser recuperada esta semana en Cleveland, Estados Unidos, luego de haber sido sustraída de la guitarrista paraguaya en el contexto de un viaje para un recital que debía dar en la mencionada ciudad.
“La pesadilla terminó. Ayer en la nochecita, cuando terminábamos de presentar mi disco ‘Legado’ a la prensa, encontré en mi teléfono las fotos de mi guitarra que había sido recuperada por la gente del Cleveland Classical Guitar Society y por lo que se puede apreciar, ‘La rojita’ está en las mismas condiciones que cuando la robaron. La tricolor, en ella, firme y orgullosa”, comentó Berta en redes sociales.
Al darse a conocer la sustracción, la compatriota comenzó una campaña de difusión para recuperar el instrumento, algo que en parte permitió que el comprador de buena fue en el país del norte se haya percatado del origen del instrumento.