Comenzó a trabajar en el diario La Nación en 1996 y con los años se hizo de la fama de que puede resolver todos los problemas propios del proceso productivo. “Desde chico me llamó la atención la electrónica, siempre quise desarmar los artefactos.
Por ejemplo, al mirar la tele, o al sintonizar una emisora, pensaba que dentro de las radios había personas diminutas que vivían ahí, y quería verlas”, comenta Ángel Fleitas. Hoy, como hace 26 años dentro del plantel de trabajadores del diario, él es una pieza indispensable para el proceso productivo de La Nación en el área de la gráfica. “Me consiguieron un trabajo justo en un taller de radio y televisión, y ahí me fue mucho más apasionante todavía la electrónica. Es que esto es llegar a eso que es proceso más complejo, es un proceso mental.
A veces, uno no duerme pensando cómo resolver un problema que surge con la máquina”, comenta Ángel, que como técnico de producción tiene a su cargo poner a punto las rotativas antes de la impresión de cada número de La Nación. De Fernando de la Mora, conoció la rutina de la industria cuando muy joven. “Era una cosa nueva para mí entrar en un medio de comunicación”. “No es lo mismo trabajar para una fábrica que para un medio de comunicación. En lo personal es supersatisfactorio. Ya la mirada de la gente a veces es distinta, te hace preguntas y te dice: ‘están sacando esto, están mostrando aquello, qué genial’. Cosas así que te muestran que la gente también, obviamente, valora lo que hacemos”, agregó. Ángel, al igual que los trabajadores de La Nación, es una pieza fundamental para que el medio sea una realidad en su producción diaria.