Por Dolly Galeano - Fotos: gentileza
Al menos diez niñas de entre cinco a diez años de una población indígena aché, del departamento de Alto Paraná, fueron abusadas por un pastor evangélico en el año 2019. Tras un largo e incidentado juicio, finalmente el religioso fue condenado a 27 años de cárcel. Una historia de mucho dolor que dejó a una comunidad devastada.
Cuando explotó el caso, en la comunidad indígena hubo tristeza, desilusión y mucha confusión. El pastor Inocencio Ramón Denis Torres, acusado de haber abusado de estas niñas, era una persona respetada y muy querida. Llevaba treinta años ofreciendo servicios pastorales en la zona. Entre los indígenas hubo resistencia a creer lo que se había denunciado. Pero la historia era real, y mucho más impactante y dolorosa de lo que se creía en principio.
El 27 de octubre del 2019, mientras esta comunidad aché festejaba una fecha más de su aniversario, la profesora Luiza descubrió lo que estaba pasando. En el patio de la escuela, hasta donde acudió en busca de tener mejor conexión wifi, vio al pastor Denis Torres sentado, rodeado de varias niñas de la comunidad, en un lugar casi oculto entre arbustos y plantas. La profesora, intrigada, se acercó más y observó que una de las niñas estaba sentada en el regazo del hombre, quien le acariciaba la pierna.
Shockeada, ella se acercó y el pastor, al percatarse de su presencia, se levantó, les dio helado “chupa chups” a las niñas y se fue, no sin antes lavarse las manos en un recipiente con agua que estaba cerca. La docente habló entonces con las niñas y algunas le contaron que, desde hacía un tiempo, y con la promesa de acceder a este helado, el pastor Denis Torres les tocaba algunas partes de sus cuerpos.
“El caso arranca con la denuncia de la docente. Situación que primeramente se discutió dentro de la comunidad. Ellos, por su derecho consuetudinario, tienen la opción de resolver eso en la comunidad y a partir de ahí ver si se acciona judicialmente. Y en este caso, entre tiro y afloje, se logró llevar el caso a una denuncia formal”, dice el fiscal Orlando Quintana, quien estuvo al frente de la investigación la mayor parte del proceso.
Quintana relata que la causa le llegó debido a que a la primera agente encargada del caso, la fiscal María del Carmen Meza, los abogados defensores del pastor la habían recusado. “Se inició ahí la causa, en principio con una niña, y posteriormente con las averiguaciones saltan otros casos. Se hacen los estudios sicológicos. Cuando yo agarré el caso, ya existía un acta de imputación contra Denis Torres. Ya dentro del proceso, en la Cámara de Gesell (una habitación acondicionada para hablar con niños y niñas de modo de observar sus conductas. Es utilizada con mucha frecuencia en estos casos) y nos topamos con cosas muy particulares”, dice el fiscal.
Las víctimas en este caso tenían tres grados de vulnerabilidades: Eran menores, indígenas y mujeres. “Por eso, era crucial hacer una buena Cámara de Gesell, con ellas. Y realmente ahí obtuvimos detalles muy importantes”, agrega Quintana.
El agente del Ministerio Público dice que, en este caso, se hizo un trabajo especial, teniendo en cuenta que todas las víctimas forman parte de una comunidad indígena, que, por principios constitucionales, tienen una cobertura especializada. “La dirección de cuestiones étnicas participó de todo el proceso, para que se garantice que se trabajó respetando sus costumbres, sus maneras de entender casos así, aunque sabemos que es difícil entender un caso de abuso”, dice Quintana.
Después de que la profesora Luiza comentara a los líderes lo que vio, la consternación ganó a los miembros de la comunidad aché, que, de hecho, quedó totalmente dividida entre quienes querían que la cuestión pase a una denuncia jurídica y quienes querían que se resuelva solamente en la comunidad.
Noelia María Núñez es abogada, asistió a la comunidad durante todo el proceso y fue además la querellante por parte de las víctimas. Núñez es profesora de educación jurídica pastoral y también teóloga. Conoce a la comunidad indígena aché, a sus líderes y a su gente.
“Yo solía ir al menos una vez al mes a la comunidad. Ya había tenido otros casos, pero de índole administrativa. Como me conocen y confían en mí, entonces fui la primera persona ajena a la comunidad con la que hablaron del caso”, dice Núñez. Comenta que desde el primer día empezaron a trabajar en la estrategia para poder llevar adelante esta querella. Sabía que no iba a ser fácil enfrentarse al pastor Denis Torres, a su congregación, pero, sobre todo, a lo que representaba para la comunidad iniciar este proceso judicial.
“La comunidad estuvo desesperada. Hubo un grupo de personas que creía que, por la denuncia, iba a perder la salvación, que el pastor iba a morir en la cárcel y que por tal motivo no iba a tener perdón para ellos. Fue un proceso traumático para toda la comunidad, pero en mayor dimensión para las víctimas y familiares. Muchas de las niñas tenían vergüenza. No querían salir, no querían comer. Lloraban en las noches”, relata la doctora Núñez.
Según Núñez, todo el proceso judicial fue incidentado, principalmente por la defensa jurídica del pastor.
De hecho, la denuncia se hizo el 2 de noviembre del 2019, cinco días después de que la profesora viera al pastor con las niñas en el patio de la escuela. Se demoró este tiempo porque la comunidad debatió la cuestión. El pastor es detenido el 11 de noviembre de ese mismo año. Desde entonces, fue puesto en prisión preventiva.
El juicio oral recién se inició en diciembre del 2021, luego de dos años de haberse realizado la denuncia y, de nuevo fue paralizado con siete suspensiones para ser retomado el 12 de mayo pasado. En este tiempo ya se incorporó un nuevo fiscal, el tercero en todo el caso, José Silguero. Orlando Quintana había sido traslado a Ciudad del Este.
El pastor Inocencio Ramón Denis Torres, que ya cumplió los 70 años, pertenece a la Asociación de Pastores Bautistas del Paraguay. Desde hace treinta años que opera en la zona de Naranjal y otros distritos cercanos del departamento de Alto Paraná, ofreciendo sus servicios pastorales. Es muy conocido en la zona por eso y también, por sus antecedentes judiciales. Antes de este juicio por el caso del abuso contra las diez niñas indígenas, el pastor ya cargaba con una condena por abuso sexual contra una niña no indígena de 12 años.
A pesar de que la Justicia actuó, en la comunidad indígena aún hay una sensación muy rara. El fiscal Quintana dice que se trata de un grupo muy activo, que trabaja en forma coordinada, casi como cooperativa. El caso de las niñas fue un golpe muy fuerte para todos. Una cuestión que no será fácil de recuperar en la memoria colectiva.
“Cuando uno escucha el testimonio de las niñas, de cómo fueron engañadas, de cómo se les prometía cosas a cambio del silencio, son actos que a cualquier padre, a cualquier madre le puede afectar. Fue muy terrible todo”, dice el fiscal Quintana.
“Es necesario que desde el Estado se brinde un seguimiento a las víctimas y sus familias. A trabajar en superar estos traumas, el acompañamiento sicológico. Lo que pasó afectó a toda la comunidad de una manera muy fuerte”, asegura la doctora Núñez.
En total fueron diez niñas las que se animaron a hablar en este caso. En treinta años, ni los fiscales ni la doctora Núñez se animan a sospechar cuántas víctimas pudo haber dejado el pastor Denis Torres.
CRONOLOGÍA Y RESUMEN DEL CASO
- El 27 octubre del 2019, aniversario de la comunidad aché de Naranjal, fue la fecha en que la profesora Luiza, también aché, descubrió lo que pasaba.
- El 2 de noviembre del 2019 se realizó la denuncia.
- El 11 de noviembre fue detenido el pastor Inocencio Ramón Denis Torres (70).
En mayo del 2021 fue presentado el requerimiento conclusivo. El pastor pertenece a la Asociación de Pastores Bautistas del Paraguay.
- Luego de suspenderse en siete oportunidades el juicio oral iniciado en diciembre del 2021, fue reanudado el jueves 12 de mayo.
- El 13 de mayo del 2022 terminó el juicio con la sentencia de 27 años de cárcel para el pastor.
La causa se inició en la Fiscalía de Iruña ante la unidad de la fiscal María del Carmen Meza. Luego pasó a la Fiscalía Zonal de Santa Rita porque Naranjal corresponde a esa jurisdicción fiscal. Allí quedó a cargo del fiscal Orlando Quintana, quien investigó, presentó la acusación y siguió hasta el juicio oral y público en diciembre del 2021. Tras suspenderse el juicio y producirse el traslado del fiscal Orlando Quintana a Ciudad del Este, el caso pasó a cargo del fiscal José Silguero de Santa Rita.
- El pastor Inocencio Denis Torres tiene una de condena de 4 años y 8 meses por abuso sexual de otra niña de 12 años, perteneciente a otra causa.
Por esta causa, el pastor consiguió prisión domiciliaria el 9 de mayo pasado, pero al dictarse sentencia de 27 años el viernes 13 de mayo por el abuso de las diez niñas aché, la prisión domiciliaria por el anterior caso no corrió.
- El tribunal que condenó al pastor estuvo integrado por Zunilda Martínez Noguera (presidente), Marino Méndez y Herminio Montiel (miembros).