El próximo 13 de mayo, la celebración ¡Gracias Totales!, que festeja el legado de Soda Stereo y la vida de Gustavo Cerati, llegará a Asunción para reencontrarse con los fans paraguayos en el Arena SND. Antes del gran día, el mítico bajista de la banda, Zeta Bosio, conversó en exclusiva con La Nación sobre el show.
- Por Luis Ríos
- Fotos: Rodrigo Alonso/Germán Saez/Gentileza
¡Gracias Totales! es impulsado por sus integrantes Zeta Bosio y Charly Alberti. Comenzó su andar antes de la pandemia en el año 2020 y con apenas cuatro shows cumplidos el covid y las restricciones obligaron a parar todo. Una gira que estaba pensada para cuatro o cinco meses terminó accidentalmente alargándose a dos años.
“Es un poco complicada la gira en sí porque la pandemia complicó todo e hizo que después de cuatro shows tuviéramos que interrumpir la gira y estuviéramos en suspenso. Es como la película “La burbuja”, al final terminamos dos años, pero mucho más saludables, a diferencia de la película”, comienza contando Héctor Pedro Juan “Zeta” Bosio en una distendida videollamada.
Este nuevo emprendimiento con Charly es una celebración del legado de la banda y la oportunidad de cantar aquellas grandes canciones juntos una vez más. Recordamos que en las fechas ya realizadas prepandemia (Bogotá, Lima, Ciudad de México y Guadalajara) cada intervención en el escenario enriqueció la puesta en escena de los éxitos interpretados en el pasado por Gustavo Cerati.
“La verdad que la gira es un gusto. Es un placer cada noche que tocamos. Es una emoción muy grande lo que pasa con la gente. El show está funcionando y está saliendo como lo habíamos imaginado. Es un show muy ambicioso. Cuando nos pusimos el disfraz, la ropa o el traje de Soda, el desafío era estar a la altura de lo que es nuestra historia y mantener el legado”, sostiene el también DJ.
LA TECNOLOGÍA QUE ACERCA
Tanto los artistas que estuvieron presentes como los que participaron en video cumplieron las expectativas de los asistentes. Un show nunca antes visto, donde las herramientas tecnológicas juegan un papel principal para evocar viejas emociones y hacer que Gustavo esté una vez más con sus amigos. “Con Gustavo lamentablemente ya no lo podemos hacer, pero él es la gran figura de este espectáculo. Está ahí gigante entre nosotros que es como tiene que ser porque es el tamaño de lo que lo extrañamos”, subraya Zeta.
“La pandemia hizo que el Zoom se popularizara mucho y estamos mucho más acostumbrados. Al principio era mucho más disruptivo el show, pero ahora es más natural para la gente aceptar que algo que está pasando en la pantalla está pasando de verdad”, agrega Bosio.
En cuanto a los participantes de este espectáculo, en un principio se anunció a Adrián Dárgelos (Babasónicos), Andrea Echeverri (Aterciopelados), Benito Cerati (el hijo de Gustavo), Chris Martin (Coldplay), Draco Rosa, Fernando Ruiz Díaz (Catupecu Machu), Gustavo Santaolalla, Juanes, León Larregui (Zoé), Mon Laferte, Richard Coleman, Rubén Albarrán (Café Tacvba), entre otros.
“Acá todo está hecho con amor. Yo creo que elegimos bien a la gente con la que nos rodeamos para hacer esto. Tenés Richard Coleman que viene de los comienzos de Soda, (Fabián) Zorrito Von Quintiero, Adrián Taverna en los teclados. Mi hijo también está y eso para mí es un placer. Tenemos mucha historia compartida y ellos son parte de todo esto”, afirma.
UN INGLÉS TOMA LA RUTA
Cuando se anunció la gira, uno de los nombres que llamó la atención fue el del líder de Coldplay, Chris Martin. Unos años antes, se había viralizado cómo durante los shows con su banda en Brasil y Argentina tocó “Música ligera”, develando su admiración por los Soda. Según el relato de “Zeta”, el gusto de Martin por su música se da a través de un amigo en común: el polista argentino Ignacio “Nacho” Figueras, quien está radicado en Inglaterra hace muchos años y es cercano a Chris. En esa relación, “Nacho” –a quien le gusta mucho Soda Stereo– le acercó discos a Martin y a este le gustó la banda.
“Nos había comentado (Nacho) que Chris tiene varios discos de Soda y es muy fanático. Me dijo: ‘No para de escucharlos y dijo que son muy buenos’ y un día nos avisan que estaba queriendo tocar un tema nuestro. Finalmente hizo “Música ligera” en Brasil y en Argentina quería hacerlo conmigo y con Charly. Lamentablemente no se dio en ese momento, pero nos conocimos, charlamos y quedó el contacto”, recuerda el entrevistado.
Esa aparición no pudo concretarse porque Alberti estaba en Estados Unidos con Revolución 21 (R21) - Latinoamérica Sustentable, un proyecto fundado por él que busca contribuir con el desarrollo sustentable regional, desde la educación sobre el cambio ambiental global y la generación de acciones de mitigación y adaptación que prueben que es posible una América Latina que crece, revaloriza y preserva sus recursos naturales.
Los Soda quisieron tomarse revancha. “Cuando empezamos a armar ¡Gracias Totales! le propusimos a través de ‘Nacho’ que se sume y le pareció fantástica la idea. También como para que el espectáculo pudiera tener una calidad de figura, empezamos a ver esa posibilidad de tener a cantantes en imágenes y no presenciales, apostando también a que la gente está más acostumbrada al streaming y más cosas en este lenguaje”, refiere Bosio.
Recordemos que, en 1986, antes de iniciar la era “Signos”, que los consolidaría en Latinoamérica, Soda explotó de diversas maneras el disco “Nada personal”. A mediados de ese año, aprovechando unas vacaciones por Europa, el grupo aprovechó para realizar unas grabaciones poco conocidas en inglés de “Juegos de seducción” y “Cuando pase el temblor”, buscando adentrase en el mercado británico, pero el emprendimiento no tuvo mucho éxito.
Aun así –y a pesar de la barrera idiomática– la banda encontró fans “en inglés”. “Sé que la música de Soda traspasó porque nos pasó de tocar en Nueva York, por ejemplo, y la mitad del auditorio eran estadounidense angloparlantes que habían ido al lugar porque era una noche normal y tocaba una banda. Quedaron fascinados y después se cruzaban conmigo y me miraban la remera porque tenía una remera de Soda. Eran fanáticos de la época de Sueño Stereo, aparte no conocían nada de lo anterior”, rememora el músico.
También, al igual que Chris Martin, otros músicos de habla inglesa se hicieron seguidores de los argentinos. “Recuerdo que uno de los de Depeche Mode que una vez posteó que tenía a Dynamo entre sus discos preferidos. También Bono de U2 hizo referencia a Soda, habló de Gustavo y dio señales de que nos conocía. No sé realmente quiénes escuchan, porque no me escriben directamente a contar”, comenta entre risas Bosio.
EL VALOR DE LA AMISTAD
“Nosotros no nos separamos porque nos hayamos peleado”, fue una frase categórica de Cerati al anunciar la separación de la banda en 1997 dejando claro que la amistad entre los tres era sólida. Al respecto, “Zeta” cree que, gracias a esa amistad, pudieron construir toda esa leyenda alrededor de ellos. “Por eso la gira la armamos con ese concepto, fuimos otra vez a buscar esos valores. Para mí eso es el principio de todo y también ahí se terminan las especulaciones de si está bien estar haciendo esto sin Gustavo”, recalca.
Para él, esos cuatro shows previos a las estrictas cuarentenas fueron fundamentales para testear lo que generaba su espectáculo y entusiasmarse ellos mismos con lo que estaban haciendo. Entonces, al estar tan bien armada la gira, hizo que todo se mantuviera igual, como si estuvieran tocando juntos sin parar desde hace años y en realidad solo se habían juntado para cuatro meses de gira.
“La verdad es que este homenaje o celebración nos da la posibilidad de tocar las canciones una vez más juntos con Charly (Alberti), que es mi gran amigo, compañero y con quien grabamos los discos. Compartimos todo, compartimos nuestra vida durante 15 años dedicados a full a la banda. Ahora somos grandes, entonces ver lo que pasa con la gente es un gran placer. Somos parte de esto, es nuestra vida y son nuestras canciones las que tenemos ganas de tocar y mucha gente lo pasa bien cuando lo hacemos”, agrega el hombre de las cuatro cuerdas.
Este año casualmente se conmemoran los 40 años de la formación de la banda en Belgrano (Buenos Aires). Esos chicos con peinados raros y estética darkwave crecieron. Hoy entrando en sus sesenta, esta nueva vuelta los encuentra en una forma en la que nunca lo habían hecho, como adultos. “Desde que empezamos la banda, fuimos muchos tipos de personas. Nunca fuimos esto: nunca fuimos adultos en la banda, pero fuimos diferentes personas en el camino”, analiza “Zeta”.
“Cuando empezamos éramos muy chicos e inseguros que buscábamos algo con mucha fuerza y constancia, pero sin saber a dónde nos llevaba ni lo que era. Pero había mucha convicción, mucha fe y mucha unidad. Por eso creo que nuestra amistad fue la base de todo”, reflexiona sobre todo el camino que los llevó a ser la banda más influyente del rock en español.
PAPÁS STEREO
Este show también reúne en un escenario al hijo de Gustavo Cerati, Benito, y a Simón, el hijo de “Zeta”. Deja un aura de familiaridad que va más allá de un escenario y los estudios de grabación. “Hay un momento que están mi hijo con Benito los dos ahí en el escenario tocando y eso refleja un poco lo que pasa abajo del escenario que muchos padres van con sus hijos. Eso es algo de lo que es Soda hoy en día, una gran familia”, asegura.
Además, quienes en su momento fueron ídolos adolescentes hoy viven y disfrutan de otra situación. “Antes nos seguían chicos que se escapaban del colegio para venir a la puerta del hotel y ahora ya son gente grande, profesionales que vienen con sus hijos”, dice el músico con mucho cariño.
Volviendo a su rol de padre, el pequeño Simón ya tiene 30 años y su progenitor siente que ya le dijo todo lo que un padre debería decirle a su hijo, pero “con él tengo una deuda pendiente porque toca la guitarra desde los cinco o seis años y le ha pasado mucho que estando en asados o en casamientos le piden que se suba a tocar ‘Música ligera’.
Por otro lado, califica su relación con Benito Cerati como “hermosa”. “Verlo a Benito cantar las canciones que hizo su padre delante de un estadio gigante colmado de gente y manejando esa situación con seguridad es hermoso. Porque Benito es un artista que ha crecido mucho en el último tiempo y ya se maneja con mucha soltura. Ya dejó de ser el niño pequeño y está empezando a tener un nombre propio desde hace rato. Eso se nota mucho en el show y lo disfrutamos. Me encanta que pase”, afirma.
“Aparte es la banda de su padre la que toca las canciones. Esto no puede pasar si nosotros (Charly y “Zeta”) no nos ponemos de acuerdo. Cuando terminamos los shows de diciembre en Buenos Aires, estábamos todos abrazados en el camarín, nos mandábamos mensajes los días siguientes. Hay cosas que se disfrutan mucho”, atesora.
Sobre qué pensaría Gustavo Cerati acerca de ¡Gracias Totales!, “Zeta” dice que es imposible saberlo. “Nosotros tuvimos una relación mucho más profunda que lo que se conoce públicamente. Nosotros estábamos las 24 horas juntos, viajábamos, dormíamos. Nosotros hacemos este show pensando en que él estaría de acuerdo o le gustaría. Es jugada porque él no está”, sostiene.
“NOS VEMOS EN ASUNCIÓN”
“Zeta” Bosio cierra diciendo que el show que presentarán el próximo 13 de mayo en Asunción “está hecho con los huevos que teníamos que tener para hacerlo, con el amor y el respeto que tiene que tener esto porque es muy importante. Acá estamos haciendo de nosotros, haciendo lo que hicimos toda la vida”, finaliza.
La cita será en el Arena SND sobre la avenida Eusebio Ayala. Las entradas siguen a la venta en todos los puntos de la red Ticketea con precios que van desde los 350.000 a los 1.200.000 guaraníes. Algo muy importante es que todas las entradas adquiridas para el espectáculo antes de la pandemia y antes del cambio de locación son válidas para la nueva fecha en sus respectivos sectores.
Soda Stereo es quizás la más importante, popular e influyente banda de rock en español de todos los tiempos. Una auténtica leyenda de la música latinoamericana porque fue el primer grupo de habla hispana en conseguir un éxito masivo en toda Latinoamérica. Además, tuvo un papel muy importante en el desarrollo y la difusión del rock en español durante las décadas de los 80 y 90.