Este sábado 7 de mayo el principal centro comercial de abastecimiento de Asunción celebra sus 80 años de existencia con fiestas populares y muchos recuerdos de la vida dura pero única de sus trabajadores, el color intenso de sus pasillos donde se encuentran todos los productos que uno pueda imaginar y que han inspirado a cineastas y artistas de todas las disciplinas. Hoy, bajo la mirada y proyectos de la nueva administración municipal, busca soluciones para evitar repetir las crisis y tragedias que ya se vivieron en sus entrañas.
- Por Lourdes Torres
- lourdes.torres@nacionmedia.com
- Fotos Carlos Juri,Nadia Monges y Emilio Bazán
Uno de los centros comerciales más importantes de Asunción se viste de gala este fin de semana, ya que celebra 80 años de aniversario de creación, se trata del populoso Mercado N° 4, ubicado en el triángulo de las avenidas Pettirossi, Gaspar Rodríguez de Francia y Perú. Esta área es mucho más que un centro de compra y ventas de mercaderías, es un centro que congrega y forman familias enteras que llevan años de arraigo y tradición comercial.
Atendiendo este aniversario especial, nos acercamos al lugar no solo para conocer su historia, sus orígenes, sino además conocer un poco de su gente, que lleva años trabajando, sin importar las inclemencias del tiempo para llevar el alimento a las mesas de sus familias. También nos detenemos en los proyectos que se generan desde la actual administración que ha decidido llevar adelante cambios que son necesarios, sobre todo en lo que hace a la higiene, seguridad y lucha contra la corrupción.
UN POCO DE HISTORIA
De acuerdo a los registros, el Mercado N° 4 fue creado por Decreto N° 17.627, firmado el 22 de marzo de 1942, que expropió un terreno baldío de más de tres mil metros cuadrados, durante el gobierno de Higinio Morínigo. Al principio este mercado era conocido como “Mercado de Dos Bocas”; pero sus orígenes se remontan a muchos años antes, con el Mercado Guazú, que estaba ubicado en las plazas O’Leary y De la Democracia, que se creó desde la época del doctor Gaspar Rodríguez de Francia.
Al respecto, el historiador Claudio Velázquez comentó que conforme la urbe capitalina fue creciendo con los años, se fue complicando el sistema de abastecimiento. Por ello, en los años 1920 se mudó de manera provisoria el Mercado Guazú, unas 10 a 15 cuadras a las afueras de Asunción, hasta que en los años 40, bajo la presidencia de Higinio Morínigo, es cuando se muda el mercado hasta el sitio donde actualmente se encuentra.
“Específicamente en 1942 es cuando se da la fundación del Mercado 4, y en paralelo van surgiendo los otros mercados de Asunción que tienen diferentes numeraciones. Hay que tener en cuenta que en esa época no existían los supermercados y eran estos centros comerciales los que abastecían a las familias de Asunción”, comentó.
ACCESO ESTRATÉGICO
El historiador Velázquez destacó que la ubicación del mercado en la zona conocida como Dos Bocas terminó siendo un punto estratégico, por el acceso que le permitía por la avenida Eusebio Ayala y la Avda. Fernando de la Mora, permitía una fluidez de movimiento hacia diferentes puntos del interior del país. Indicó que eso le propició que tenga cierta categoría emblemática y facilitó su crecimiento. Asimismo, señaló que el Mercado 4 cuenta con muchas historias anecdóticas, una de ellas tiene que ver cuando se produce la Guerra Civil de 1947, Asunción quedó en cierta forma acorralada y no hubo forma de hacer llegar las provisiones al Mercado 4. “Hay testimonios que hablan de que llegó un momento que se produjo incluso escasez de alimentos y la principal preocupación fue no llegar al punto de una hambruna durante esa guerra civil”, comentó.
Por su parte, el actual director administrativo del Mercado 4, Juan Villalba, resaltó que la primera vez que se comenzó a establecer el predio donde se instalaría las mercaderías que vendrían del Mercado Guazú, fue el 7 de mayo de 1942, cuando se alambró por primera vez el predio y se desmarcó la calle que luego se llamaría Pettirosi. “A partir de esa fecha comenzaron a instalarse las vendedoras de verduras, frutas, carnes y a partir de ahí el mercado fue creciendo”, señaló.
LA ACTUALIDAD
La actual administración del Mercado 4 lleva apenas 6 meses de gestión, pero ya comienzan a verse importantes resultados que son dignos de destacar. Esos cambios tienen que ver con una mayor recaudación del canon que pagan los permisionarios; el trabajo que se lleva adelante para brindar mayor seguridad y prevención de siniestros, entre otros. En ese sentido, el director administrativo Juan Villalba resaltó que la transparencia en la gestión hace que la administración actual pise con fuerza y lleve adelante importantes cambios dentro del Mercado 4. Al respecto, recordó que fue el primer director nombrado por el intendente Óscar Rodríguez, en medio de una fuerte crisis social y económica. Teniendo en cuenta que hacía pocos días que se había producido un incendio de gran magnitud, el 3 de noviembre del año pasado, causando pérdidas millonarias a 30 permisionarios víctimas y 15 locales afectados. En ese sentido, señaló que al asumir el cargo, lo hizo cargando una mochila muy grande y pesada, porque se tenía que buscar una solución más rápida para los damnificados, sumado a sinnúmeros de problemas que tiene el Mercado 4. En este marco, Villalba señaló que se establecieron una línea de prioridades, que iban en el siguiente orden: seguridad, combate a la corrupción, higiene, buscar encausar al Mercado al dinamismo porque quedó atrasado en el tiempo.
UN PLAN
Villalba explicó que cuando arrancó su gestión lanzó un plan que en su momento fue muy cuestionado por algunos sectores, que tuvo que ver con el gran censo, no solo para saber la cantidad real de permisionarios, sino además un censo estructural, para conocer sus falencias, y un censo cartográfico para saber cómo estaba distribuido en el espacio de la vía pública. Lo cual permitió conocer las conductas inadecuadas y las faltas de prevención reinante en el sitio.
“Entonces, cuando tuvimos los resultados, no nos quedó otra opción que entrar con mano dura y firmeza, metiendo a la Ande para que ingrese a controlar los puestos. Resultado de esto fue que se redujeron en importante porcentaje las conexiones clandestinas y se logró instalar más de 120 nuevos medidores en el mercado”. Otro aspecto de trabajo bajo su administración ha sido la liberación de las bocas hidrantes, un problema que viene de lejos: de las 15 bocas hidrantes que tiene la Essap en el radio de 8 manzanas, ya se ha logrado la liberación de 10, incluido el polémico caso del puesto de venta de doña Chiquita, que llegó a encadenarse a la boca hidrante para que no le saquen de su lugar. Villalba hizo hincapié en el reconocimiento del apoyo mediático que recibe su gestión, no solo para dar a conocer el trabajo que viene realizando, sino que además como garantía para mantener la transparencia en su administración. “El fuerte apoyo mediático, sumado a la fuerte autoridad moral con la que venimos a ejercer esta administración, porque hemos cortado con todo tipo de dádivas.
He prohibido que se pague a los inspectores y fiscalizadores, acá ya no se cobra ningún tipo de trámite administrativo. Antes había una corrupción imperante”, comentó. Indicó que el proceso no ha sido fácil, pero que, solo poniendo mano fuerte, y mucha transparencia, abriendo las puertas a todos para mostrar cuál es la situación real de la administración, está permitiendo que hoy se comience a ver los primeros resultados positivos. Asimismo, destacó la implementación de un sistema informático con mayores barreras para evitar la vulnerabilidad, permite que lo recaudado ingrese realmente a las arcas y ya no vaya al bolsillo de los recaudadores. “Hemos logrado un aumento considerable de las recaudaciones del 35 al 40% desde que asumimos a la fecha. Nosotros publicamos e informamos mensualmente a la Intendencia cómo van las recaudaciones. Solo en el mes de abril tuvimos un aumento del 35% más de recaudación que en abril del año pasado”, precisó.
EL FUTURO
Por otra parte, Villalba habló de algunos planes a futuro para mejorar las condiciones del mercado. Uno de ellos es lograr que la unidad de limpieza pase a depender exclusivamente de la administración del Mercado 4, ya que actualmente depende de la Unidad de Aseo Urbano Municipal.
El otro proyecto en el que ya están comenzando a trabajar es en la instalación de una estación de bomberos de la Policía Nacional, que brinde atención exclusiva al Mercado 4.
Para ello, ya se ha recuperado un terreno municipal que estaba bajo dominio privado, sobre la calle Ana Díaz, tras varios años de litigio. Finalmente indicó que el gran desafío que se tiene es volver a retomar el convenio que se tiene con Itaipú Binacional, para la conclusión del edificio central del Mercado 4. Una obra que quedó abandonada y cuya ejecución llegó al 55%.
“UNA BOMBA DE TIEMPO”
El Mercado 4 siempre ha sido considerada como una bomba de tiempo, debido al hacinamiento de personas, la falta de seguridad en las conexiones eléctricas, y un sinfín de acciones preventivas han generado varios siniestros que han causado pérdidas millonarias, pero por la gracia de Dios sin víctimas fatales que lamentar. Uno de los hechos más recordados fue el incendio que consumió por completo el local “Aldito Comercial”, ubicado en el corazón mismo del Mercado 4, ocurrido durante la madrugada a causa de un cortocircuito. Además de varios otros principios de incendios que fueron controlados, incluso el último gran siniestro ocurrido el 3 de noviembre del año pasado, que consumió unos 15 locales y dejó millonarias pérdidas.
“Vine antes de la Guerra Civil del 47″
El rubro que persiste, pese al contrabando, es la venta del tabaco puro, encontramos tomando mate a don Antonio Godoy, vendedor de tabaco desde hace 77 años, comenzó con su padre cuando tenía 7 años.
“Yo vine al mercado allá por 1945, cuando era mitã'i, antes de la revolución civil del 47 ya estaba trabajando. Siempre nos dedicamos a la venta del tabaco porque era el negocio de mi papá. Yo comencé vendiendo verduras y mandioca de niño, pero luego cuando mi papá murió yo me encargué del negocio. Yo soy mercadero eterno, más de 70 años”, indicó.
“Dios me mostró en sueño para vender remedios yuyos”
Uno de los rubros más conocidos y populares del Mercado 4, luego de las frutas y verduras, es de hecho la medicina natural. Entre las vendedoras más antiguas está doña Julia que hace 43 años trabaja en el Mercado 4. Indicó que con 18 años comenzó primero como vendedora, luego se quedó sin trabajo y por la providencia de Dios que le mostró en sueño, comenzó a trabajar en el rubro de medicina natural. “Entregué mi vida y juventud trabajando acá. Un día me quedé sin trabajo y por la gracia y misericordia de Dios, Él me mostró en mi sueño para vender remedios. Con este trabajo mantengo a mi familia, uno de ellos hoy día se recibió de topógrafo”, indicó.
“Gracias a mi mamá yo estoy trabajando acá”
El Mercado 4 comenzó su actividad comercial con las vendedoras de frutas y verduras que llegaban desde el interior del país. En muchos casos, este rubro continúa gracias a la herencia familiar, como es el caso de ña Lucy que lleva trabajando desde niña hace más de 40 años, cuando su madre la trajo para ayudarla en su puesto.
“Gracias a mi mamá yo estoy trabajando acá, y gracias a Dios nos está yendo muy bien. Gracias a mi trabajo crié y eduqué a 3 hijos. Con mi mamá vinimos todos sus hijos a trabajar en el mercado, pero yo soy la que continúo con el puesto, porque los demás ya tienen sus negocios”, comentó.
“Nos ha ido bien, no me puedo quejar”
Recorriendo los pasillos del mercado encontramos a don Leandro Galeano, un hombre que ya peina canas, pero aún con mucha fuerza firme en su puesto de venta de panificados. Indicó que trabaja en el rubro hace más de 35 años. “Con mi familia comenzamos a vender hamburguesas, panchos acá en el Mercado 4, y luego mis hijos se quedaron a cargo de ese negocio y yo me dediqué a vender panes, galletas y productos secos. Estos años nos ha ido bien, no me puedo quejar, yo compro de la fábrica los panes y luego los traigo a vender aquí en mi puesto, la gente ya me conoce y tengo mi clientela”, expresó.
“Cuando comenzamos fue difícil”
Uno de los emblemáticos espacios del Mercado 4 es la feria de los bolivianos, donde la colectividad se dedica a la venta de prendas de abrigo. Luis Riveros comentó que trabaja en el mercado hace más de 25 años. “Cuando comenzamos éramos unas 10 a 15 personas, y así fuimos creciendo. Como en todo, cuando comenzamos fue difícil. Pero actualmente estaremos unas 1.000 personas entre familia y colegas trabajadores, pero también estamos esparcidos por otros departamentos del país que se dedican a otros rubros, también hay zapateros, médicos, costureros, que estamos trabajando gracias a la solidaridad de los paraguayos” comentó.
“Lluvia, frío o calor pasamos nosotros acá”
Otro punto típico del Mercado 4 es el Paseo de los Yuyos. Entre las vendedoras encontramos a la señora Leovigilda que lleva trabajando en el lugar hace 22 años, con sol, lluvia, frío, calor, ofreciendo sus productos a los que pasan. “Hace 22 años que estoy aquí en el mercado, día a día nos dedicamos a vender nuestros remedios yuyos procurando salir adelante. Si bien, la pandemia nos afectó muchísimo, pero igual continuamos, porque tengo que sacar adelante a mi familia, tengo 5 hijos y gracias a mi esfuerzo ellos están estudiando, y hoy día trabajando. Con lluvia, frío o calor, de todo pasamos nosotros acá en el mercado, pero igual seguimos”, indicó.
De los caóticos pasillos a las pantallas de más de 150 festivales
El Mercado 4 es hoy uno de los lugares que genera interés turístico, sobre todo luego de la exitosa película “7 cajas” de Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori.
El populoso Mercado 4, pese a su caótica infraestructura, es hoy uno de los puntos de mayor interés para conocer en el Paraguay y pese a no estar reconocido por la Secretaría de Cultura, ni de Turismo, este centro comercial popular es uno de los principales atractivos para los turistas, sobre todo luego de la exitosa película paraguaya “7 Cajas” que llevó el Mercado 4 a las pantallas de todo el mundo. Ha inspirado a cineastas, productores de audiovisuales, y se han realizado un sinnúmero de grabaciones de spots publicitarios en sus pasillos. Entre las películas paraguayas además de la reciente exitosa “7 Cajas” (2.012), que se exhibió en más de 150 festivales de cine en el mundo, también se grabó ahí la icónica película “La Burrerita de Ypacaraí” (1962), con Armando Bo e Isabel Sarli. Así como la película “4 Migrantes” (2018) de Augusto Netto, que trata sobre la migración extranjera y la diversidad cultural reinante en el Mercado 4. De ello hablamos con Juan Carlos Manegia y Tana Schémbori .
AMOR A PRIMERA VISTA
Maneglia recordó que la historia nace allá por 1991, cuando ambos productores trabajaban con el conocido programa de investigación “El Ojo”. Indicó que uno de sus capítulos se llamó “Trabajadores de la noche”, y fue la ocasión que los llevó a grabar el programa en el Mercado 4.
“Fuimos a grabar de noche, y yo aluciné con ese lugar de noche. Recuerdo que le dije a Tana, acá tenemos que venir a hacer una película algún día, porque este lugar es impresionante. De día es maravilloso, pero de noche tiene totalmente otra dimensión. Luego, años después, comencé a escribir la historia porque tenía un punto de partida, y le comenté a Tana y le encantó la historia”, comentó. Indicó que para escribir el guión le ayudó mucho ir a recorrer el mercado y conocer a su gente. Fue así que eligió al personaje del “carretillero” como el protagonista, por ser la figura emblemática del Mercado 4 y armamos la historia en función a eso. “El mercado es un mundo maravilloso, con gente noble, imagínate que durante los 45 días de grabación no se perdió un solo alfiler. Es un lugar donde hay personajes tan diferentes al mundo que vivimos. Hay de todo en ese lugar”, expresó.
RESPETO MUTUO
Tanto Maneglia y Schémbori reconocieron la calidad de la gente, señalando que, si bien al principio les costó un poco comenzar a trabajar porque no entendían muy bien de qué se trataba, y que significaba varias horas de grabación. Entonces, para no perjudicar el negocio de los comerciantes, les compraban sus productos del día, para que ellos no pierdan dinero por las horas que llevaban adelante la grabación.
Pero luego, con el correr de los días, los trabajadores del mercado fueron entendiendo la temática y entendía que ellos también estaban trabajando, entonces se generó un respeto mutuo por sus labores.
“Los mismos mercaderos decían que cuando termine la película tenían que conseguir. Pero algo emblemático ocurrió, y hasta ahora tengo la foto, cuando estrenamos la película teníamos miedo de la piratería. Pero fueron ellos, los conocidos vendedores de discos piratas en el mercado, los que nos defendieron, tal es así que en sus puestos había carteles que decía: Acá no se vende ‘7 Cajas’, ¡no insista carajo! Entonces ellos fueron otra vez los que más defendían la película”, acotó Maneglia.
Schémbori señaló que el Mercado 4 ha dejado profundas marcas en sus vidas, tal es así que recientemente grabaron un spot en el lugar y volver después de año le generó mucho sentimiento que la hizo llorar. “Ese lugar tiene algo mágico, su gente por supuesto, no sé cómo describirlo, por un lado, ese caos y desorden y, por otra parte, esa calidez de la gente. Primero fue difícil grabar, pero luego hubo un respeto y como un orgullo de que ellos se hicieron dueños de la película, porque sentían que era parte de ellos”, indicó.