“Un viaje rápido por la física” es su primer aporte a la divulgación científica. Ya tiene escrito otro trabajo en el que aborda la explicación respecto al cambio climático.

Si inherentes a la con­dición humana son la curiosidad y el asom­bro, ¿dónde quedan estos ante tanta certeza de que todas las respuestas están a un milimé­trico movimiento del dedo? El consumidor que todo lo puede, todo lo tiene, ya casi pierde la mirada, la reflexión.

Si bien la ciencia solo es posi­ble desde el asombro, desde el método, hay otra condición igual de importante para su existencia: el otro y su saber. La ciencia es un cúmulo de esfuerzos y conquistas de pequeños conocimientos dados en el tiempo, miles de personas avanzando con más errores que aciertos para ser­vir de sustento a esos otros que vendrán, ser un peldaño más en este avance, como lo fueron esos otros que estu­vieron antes.

Sin dudas, la ciencia es com­partir. El conocimiento viene y va del, y hacia el otro, y así replica ese primer impulso que aparece ante el desvelo, ante el saber, el descubrir, ese deseo de “tener que con­tar”. Algo de eso ya lo tiene muy claro Kirara Takaoka, una niña de solo 13 años que acaba de publicar un libro sobre ciencia titulado “Un viaje rápido por la física”.

“El libro es una pequeña introducción a los temas más interesantes de la física. Me di cuenta que la mayoría de los jóvenes ahora, y la gente en general, no está interesada en la ciencia, piensan que la ciencia es aburrida y que son solo fórmulas, pero también hay algo divertido en ella”, comenta Kirara.

Con su edad, la física no es aún materia regular en su colegio, le tocará en los siguientes años estudiar algo sobre lo cual ya sabe mucho. Según recuerda, la puerta de la ciencia se le abrió disfru­tando de documentales junto a su padre.

“Un día quería leer un libro de física, y los agarré y lo leí, pero ese libro era demasiado complicado, yo no iba a enten­der, yo quería entender lo que decía, entonces agarré otro, que era de introducción a la ciencia. Ahí habla de las prin­cipales ciencias, y la física me atraía más, y entonces ahí empecé a leer más y más libros”, comenta el proceso.

“Un viaje rápido por la física” se da a conocer a través del sello de autopublicación La Mancha, de Editorial Atlas.

“Este libro escribí en las vaca­ciones de invierno del año pasado. Tenía ganas nomás de escribir durante las vaca­ciones, porque no tenía nada que hacer. Entonces empecé nomás escribiendo. En esas dos semanas terminé el libro. Y después recién les dije a mis padres y a mis amigos que había escrito el libro”, recuerda.

DIVULGAR

“Creo que a mucha gente no le gusta la ciencia porque se encuentran primeramente con la ciencia en el colegio, y piensan que son solo fórmu­las y cosas aburridas, y teore­mas y teorías, no más. Y eso les parece muy aburrido”, explicó.

“Un viaje rápido por la física” tiene una función divulga­tiva: llevar un conocimiento a la mayor cantidad de perso­nas; y con la publicación tam­bién se cumple con el impulso de compartir el asombro, de fascinar con un saber, esta vez de la mano de una niña del octavo grado.

“Como yo sé más de física que de las otras ciencias, explico en el libro lo que es la física, lo principal es la física. La física tiene dos pilares, que son la relatividad de Einstein y la mecánica cuántica. Y los dos son bastante complicados, pero en el libro intenté hacer más simples las ideas, para que se entienda lo básico y que también sea divertido”, agrega la adolescente.

Para Kirara ese trabajo solitario durante las vacaciones hoy lleva un título, una portada, varios colores, y desde el principio tuvo un claro objetivo: compartir el saber.

“La ciencia mira las cosas desde otro enfoque, es más objetiva y te ayuda también a visualizar de forma diferente al mundo. También la mecánica cuántica te dice que el ‘mundo es loco’, o sea, que, a escalas atómicas y subatómicas, las cosas pueden estar en dos lugares al mismo tiempo, y cosas como esas que nadie se imagina. Entonces eso también capta mucho la atención”, explicó.

La fascinación por la ciencia es un goce intelectual que también lo busca compartir Kirara, sea con sus pares o con cualquier lector.

“Admiro a varios científicos”, comenta, “Es que para dar con una teoría ellos tienen una pasión, y esa pasión les da curiosidad. Entonces siguen nomás, y ahí logran grandes cosas, aunque en principio eso parecía que no iba a dar grandes frutos, ellos siguieron”, explica.

SEGUNDO LIBRO

“Este libro que lancé ahora es el primer libro que publico. Acabo de terminar de escribir otro que quiero publicar más adelante. Este trata sobre uno de los problemas más grandes que hay ahora, que es el calentamiento global. En el libro trato de explicar qué es el calentamiento global, por qué es malo, y qué está causando, eso lo hago usando física, sería ‘la física del calentamiento global’. Ese tema es algo que me preocupa. Hay que decir por qué es malo el calentamiento, así, la gente va a entender y va a querer hacer más al respecto”, señala Kirara.

Además de un segundo libro, piensa en la posibilidad de contar con un espacio propio para sus investigaciones, tal vez una biblioteca, un laboratorio.

Sus padres son un pilar para que Kirara reciba el estímulo y el apoyo ante su pasión por la ciencia que se consolidó en los últimos años. “Mis padres se sorprendieron y parecían felices. Y creo que estaban, están orgullosos, y por eso quisieron publicar el libro también”.

Con sus múltiples responsabilidades escolares y la propia actividad de adolescente, ella piensa en el futuro. “Quiero estudiar más tarde una carrera de ciencias, y sí, y muy probablemente física”, concluyó.

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