Unas 30.000 piezas de objetos artísticos, muestras culturales e históricas se encuentran agrupadas en el museo Hrisuk, de la ciudad de Encarnación, Itapúa. Lugar que guarda la historia paraguaya desde el año 1600, donde se exhibe una amplia diversidad de testimonios históricos que logran trasladarnos hasta distintas épocas pasadas.
- POR ROMINA GALEANO
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La colección Hrisuk es una muestra privada abierta al público, que ofrece un servicio a la sociedad, buscando alimentar el interés hacia la cultura y enaltecer el valor histórico de nuestro país. El museo se encuentra ubicado dentro de la ciudad de Encarnación, sobre la ruta nacional número VI kilómetro 1/2.
LA HISTORIA QUE UNE NACIONES
En el año 1935 la familia Hrisuk, de nacionalidad rusa, emigró al Paraguay asentándose en el sur del país, Encarnación, donde echaron raíces conformando una numerosa familia que con el correr del tiempo, sus descendientes se convirtieron en propulsores principales del crecimiento y desarrollo cultural e histórico dentro de su comunidad. En entrevista con Adriana Hrisuk, directora del Museo, nos manifestó que: “Todo esto nació cuando su padre Eduardo Hrisuk inició la colección a sus 12 años como coleccionista de estampillas, en compañía de su hermano menor Juan Carlos. El señor Juan Engel era un coleccionista de estampillas de la ciudad de Encarnación, de él adquirían las estampillas y los catálogos “Yvert Ed Tellier”. Cuenta su padre que por entonces no había mucho para coleccionar, por lo que la mayoría de los niños y jóvenes se dedicaban a ese pasatiempo. Las estampillas eran intercambiadas por correspondencia entre coleccionistas de todo el mundo y la gran mayoría de ellas, incluso con los sobres que las contenían, forman parte del acervo actual de la colección. Con el transcurrir del tiempo, se fueron sumando las postales, como así también fotografías de la ciudad de Encarnación tomadas algunas y otras recolectadas por su tío Jorge Hrisuk.
HISTORIA, ARTE Y CULTURA DEL PARAGUAY
Al principio colectaban documentos y objetos pertenecientes a Itapúa, para luego reunir en la colección objetos de todo el Paraguay. “Mi padre es quien elige los objetos y documentos, que son adquiridos a través de galeristas, anticuarios, vendedores ocasionales y particulares, efectuando personalmente el registro escrito de las piezas que conforman la colección. Las certificaciones y fichas, así como también la restauración de las imágenes y obras, si es necesario, son realizadas por Juan José Schmeda”, detalló Adriana, a quien se la conoce con cariño como Tita.
“Cada pieza que fuimos colectando tiene su historia, cada una tiene un trasfondo histórico que fui investigando, es tan interesante, por eso creo que cuando uno conoce su historia, se va conociendo más a uno mismo. Tiene un valor sentimental enorme y monetariamente invaluable ya que son obras únicas. Lo manipulo sólo yo, por el cuidado que conlleva, atendiendo que hay piezas de 400 años. Agrupar esta colección de 30 mil piezas me llevó siete años” –resaltó la museóloga Adriana Hrisuk, egresada con la primera camada de profesionales de la museología, el 20 de diciembre del 2019.
¿QUÉ ENCONTRAREMOS AL VISITAR?
En un gran salón de 600 metros cuadrados, se halla montada una importante colección de: Imágenes, partes de altares, nichos y retablos del periodo colonial procedentes de las misiones franciscanas y jesuíticas. Numismática, compuesta por monedas y billetes pertenecientes al Paraguay, según catálogo de Miguel Ángel Pratt Mayans. Filatelia, compuesta por estampillas desde principios del siglo XX. Pinacoteca, compuesta por obras desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad, realizadas por artistas paraguayos y artistas extranjeros que vivieron en el Paraguay. Aparte de la producción nacional, se tienen obras de Pablo Picasso, Salvador Dalí, Tarzila do Amaral, Benito Quinquela Martín, Carlos Páez Villaró, entre otros. Elementos correspondientes al Ferrocarril Central del Paraguay, así como manuales, documentos, utensilios y piezas de la estación de tren. Armas americanas y europeas de los siglos XVIII y XIX, muchas de ellas utilizadas durante la Guerra del Chaco y la Guerra de la Triple Alianza. Objetos, documentos y fotografías de la Guerra de la Triple Alianza y de la Guerra del Chaco. Objetos personales, vestimentas, obsequios y documentos de la mayoría de los ex presidentes del Paraguay. Libros, documentos, revistas, periódicos, manuscritos, cablegramas y cartas de Paraguay de los siglos XVIII y XIX. Juegos de ajedrez del siglo XX realizados en marfil, ónix, ébano, madera y metales, pertenecientes en su mayoría al ex presidente del Paraguay, Alfredo Stroessner. Bustos, esculturas, piezas de cerámica y terracotas, realizados en distintos materiales; desde principios del siglo XX, y de autores paraguayos como: Serafín Marsal, Vicente Pollarolo, Julián de la Herrería, José Laterza Parodi, Hugo Pistilli, Hermann Guggiari, Gustavo Bekelman, Josefina Plá y Lucy Spinzi, entre otros. Urnas mortuorias y objetos etnográficos de los guaraníes del siglo XVIII. Archivo digitalizado de música paraguaya, a partir de la primera grabación realizada en el año 1926. Objetos pertenecientes a la historia de la masonería paraguaya desde principios del siglo XX: la primera publicación del semanario “El Alba”, objetos que forman parte de las ceremonias, pines, mandiles, medallas y condecoraciones. Objetos de uso cotidiano y mobiliario perteneciente al Paraguay, a partir del siglo XIX. Objetos sacros del siglo XX, utilizados en el presbiterio en Paraguay.
LA PRIMERA MUESTRA DE LA COLECCIÓN
Se realizó en el 2011, con motivo del Bicentenario de la Independencia del Paraguay. La muestra, que fue declarada de interés departamental, se denominó “Colección Hrisuk: historia, arte y cultura del Paraguay”. La misma estuvo abierta al público desde el año 2011 al 2013, en el citado edificio, y en este periodo recibió la visita de aproximadamente 3.000 personas. A partir del año 2013 el museo permanece cerrado en los horarios tradicionales; pero sí es visitado por personas o grupos de personas que solicitan hacerlo, a través de las redes sociales o por contactos personales. El motivo del cierre fue para reacondicionar y ampliar el espacio de exposición, ya que se había adquirido una gran cantidad de piezas en el mismo lapso de tiempo, 2011 al 2013.
LA PRIMERA MUESTRA TEMPORARIA
En octubre del 2019 se habilitó la primera muestra temporaria denominada “Pintores paraguayos del siglo XIX y XX y Escultores indígenas y jesuitas del periodo barroco”, donde fueron exhibidas las imágenes de San Juan Bautista que forman parte de la colección. La muestra se habilitó en un edificio céntrico de la ciudad de Encarnación, favoreciendo la visita de gente de la comunidad; estuvo habilitada por un mes y formó parte del circuito de recorrido de la “Noche de los museos”, recibiendo aproximadamente 1.000 visitantes, principalmente grupos de estudiantes de instituciones educativas de la zona.
Por otra parte, en noviembre del mismo año, se realizó el préstamo de 30 piezas de la Colección Hrisuk al Museo del Banco Central del Paraguay para la exposición denominada “Joyas de la Guerra Grande”.
APRECIADAS EN SU PLENITUD
Para alojar la colección, o parte de ella, se prevé la construcción de un edificio dentro del mismo predio donde se encuentra ubicado el actual, que funcionará de forma independiente. La misión del Museo Hrisuk será ofrecer a la ciudadanía un espacio apto para que las obras y piezas puedan ser apreciadas en su plenitud y que las mismas puedan ser comprendidas y valoradas como parte de la historia de nuestro pueblo.
“Tenemos la misma misión de todos los museos: convertirnos en centro de formación de pensamiento. Nos interesa poder ofrecer la posibilidad, a través del conocimiento y de la enseñanza que nos ofrece cada elemento de la colección, contribuir a desentrañar el misterio que sustenta el ser de un pueblo como el nuestro: el ser regional, con todos sus matices apuntando al ser nacional”, mencionó.
“Profe, te acordás que me mostraste… esa frase es para mí una victoria, que los niños conozcan y reconozcan su historia. Mi anhelo como museóloga y directora de este lugar es que vengan a apreciar lo que es esto, y que conozcan la magnitud que tiene nuestra historia. Estoy feliz de que esto haya caído en mis manos, porque me gusta transmitir. A puertas cerradas y sin que nadie lo vea, no tiene trascendencia, pero una vez que lo mostramos y la gente se vincula, se emociona, es ahí cuando la pieza tiene el verdadero valor”, finalizó.
El acceso al museo no tiene costo y para visitar se deben contactar con la encargada por medio de sus redes sociales: Adriana Soledad Hrisuk Almirón.