POR ESTEBAN AGUIRRE - @PANZOLOMEO, ÑEMBONVIVANT

El jueves pasado me pasó una de esas cosas que te hacen entender la frase “Nunca digas nunca”: mi casa se convirtió en un teatro. Así como quien no quiere las cosas –pero en realidad sí quiere (luego hína)–, ese espacio de desayunos, almuerzos, cenas y otros momentos cotidianos se transformó en escenario para “Tres tristes tigres”, una obra que mezcla teatro, lectura y performance musical para contar la historia de tres amigas que, ante una crisis, deciden abrir un bar para sobrevivir.

La presentación de una lectura de un texto teatral parece extraña. Pero el acto de leer una obra de teatro, bastante común entre los actores, sin que el público presente se dé cuenta, es una rareza aún más particular. Este acto se convirtió en el lema de “Tres tristes tigres”, el debut directorial de Guadalupe Lobo, en donde actúan María Victória Carballar, Fátima Fernández Centurión, Natalia Santos Vega y la misma directora; sumaría al elenco a Mar Pérez, cuya musicalización casi se convierte en una actuación más dentro de la historia.

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Cómo ya mencioné, en la obra, tres actrices con poco dinero intentan abrir un bar para sobrevivir. Si en un principio nos parece que estamos ante un relato tradicional (un universo de ficción), poco a poco vemos que el momento presente (la propia lectura) es la base del texto. La rúbrica (indicaciones escénicas dentro de un texto teatral) comienza a invertir la estructura y narrativa de la obra, cambiando las direcciones y significados de la historia. Cabe resaltar la montaña rusa emocional que provoca la disparidad de caracteres de este elenco, que al juntarlas se convierten en una sola persona, con la cual quisieras salir a tomar una cerveza, así porque sí nomás.

No me atrevo a rotular esta experiencia como una suerte de “metateatro” (que es “la forma genuina del teatro en el teatro que implica una puesta en escena teatral dentro de otra”) simplemente porque no soy un crítico de las tablas, y lo mío es solo tb una suerte de sentir. Si formalmente el texto juega a ser desequilibrado entre ser teatro, lectura y performance, temáticamente trae la inestabilidad de las generaciones contemporáneas, aturdidas y abrumadas con la invisibilidad de su existencia, en un mundo plagado de éxito ficticio que busca influenciar. Con diálogos ágiles y mucho humor, la dramaturgia narra la saga de tres amigas que, ante una crisis económica, cultural y existencial, deciden abrir un bar para sobrevivir. Si bien la obra fue escrita en Brasil en el 2014 por Vinicius Souza, el texto proporciona un contexto que las últimas situaciones vividas en Paraguay (pre, post y durante la pandemia) no harían más que confirmarlo.

Cuestiones relacionadas con el trabajo, el tiempo, el amor y el arte se revelan en la intimidad de los personajes; inestable entre éxitos y fracasos, fragmentaciones y eternidades, utopías y desesperanzas, revoluciones y monotonías. “Tres tigres tristes” es más bien un grito de resistencia y supervivencia.

Aunque uno pueda tener una lectura de “Tres tigres tristes” como una simple comedia, la obra esconde una complejidad que te lleva a reír y llorar de la menos esperada de las sensaciones: empatía. Sin lugar a dudas una experiencia agridulce que convierte la reflexión del sueño de hacer teatro en la propia acción de hacerlo. Casi inspirado en dicha empática encriptación decidí que para comprender el titular de está columna, deben ir a ver la obra, o leer a Becket, pero creo que es mucho mejor ver este viaje de una hora rumbo al mismo lugar en donde lo empezaste. Al final del día, las ideas son de l@s que las hacen.

FICHA TÉCNICA:

DRAMATURGIA: Vinicius Souza

ACTUACIÓN: María Victória Carballar, Fátima Fernández Centurión, Guadalupe Lobo, Natalia Santos Vega

ILUMINACIÓN: Martín Pizzichini

ASISTENCIA DE ILUMINACIÓN: José María Tottil

OPERACIÓN DE LUCES: Rebeca Elías

MÚSICA ORIGINAL Y CREACIÓN SONORA: Mar Pérez

EDICIÓN Y PRODUCCIÓN DE SONIDO: LSan

ASESORAMIENTO EN VESTUARIO Y ARTE: Pamela Paredes

FOTOGRAFÍA DE GRÁFICA: Maga Araújo

DISEÑO GRÁFICO: Guadalupe Lobo

ASISTENCIA EN FUNCIÓN: Nelson Viveros

ASISTENCIA DE DIRECCIÓN Y PRODUCCIÓN: Rebeca Elías

ASESORAMIENTO EN DIRECCIÓN: Fátima Fernández Centurión

DIRECCIÓN GENERAL: Guadalupe Lobo

TEATRO DE LA LUZ - @teatrodelaluz

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