Más de un millón y medio de niños y adolescentes volvieron a las aulas esta semana. Recuperarse de las “heridas” de la pandemia del coronavirus llevará tiempo, según los expertos. El Ministerio de Educación plantea reformas buscando generar un espacio modelo de jornada escolar extendida mientras los actores del sistema le exigen reparar al menos 3.500 escuelas que están en malas condiciones. La eterna crisis presupuestaria y los desafíos de la tecnología en el aprendizaje aparecen en el horizonte. Aquí un panorama.
- Por Jorge Zárate
- zarate@gruponacion.com.py
“Quisiera quedarme en la alegría de lo que sí pudimos hacer para después seguir analizando lo que tenemos que transformar”, dijo el ministro de Educación, Juan Manuel Brunetti, al inaugurar el ciclo lectivo el lunes 21 pasado en la Escuela Básica N°118 Luis Caminos de San Lorenzo.
Lo hizo en un discurso en el que expuso las líneas centrales de su gestión, donde destaca la jornada escolar extendida dirigida a los alumnos del 1º y 2º ciclo de la Educación Escolar Básica (EEB) en 300 primeras escuelas focalizadas.
El plan que se implementará en 138 distritos de todo el país llegará a 50.969 estudiantes, de los cuales 11.467 corresponden a escuelas rurales (22.5%).
Se invirtieron para ello unos 26 mil millones de guaraníes prestados por el Banco Interamericano de Desarrollo para las adecuaciones de espacios de infraestructura, mobiliarios y dotación de televisores de 55 pulgadas para cada grado.
Se anunció también que los estudiantes recibirán soporte continuo y múltiples beneficios como ser textos de lengua castellana, guaraní e inglés, matemática, laboratorio de creación y pensamiento computacional, ciencias y artes, deportes así como alimentación escolar. El contraturno (las clases vespertinas) apuntarían a la educación artística en música, plástica, teatro, danza; juegos predeportivos y deportivos; talleres de ciudadanía; talleres de matemática; talleres de comunicación, plan nacional de lectura y talleres de ciencia.
La idea es comenzar un cambio, que, lógicamente, tiene sus resistencias, por lo que habrá que esperar para ver resultados.
El ministro buscó con esta presentación minimizar el hecho de que al menos un 40% de las 8750 escuelas tiene problemas edilicios, algunos de gravedad, que podrían haberse abordado en casi dos años con los alumnos fuera de las aulas.
Miguel Marecos, del Sindicato de Directores (Sinadi), consideró que al menos unas 3.500 escuelas “necesitan algún tipo de intervención en las paredes, algunas con rajaduras de techo, pabellones enteros cerrados por disposición del MEC con peligro de derrumbe. En el Departamento Central encontramos el problema del agua: las aguateras de Villa Elisa, San Antonio y Areguá se complican en la provisión, por ejemplo”, comentó.
Blanca Ávalos, de la Organización de Trabajadores de la Educación-Sindicato Nacional (OTEP-SN), recordó que “hay escuelas que no tienen baño moderno, que no tienen aulas. En su mayoría se deterioraron en pandemia, los compañeros se fueron a pintar, pero no tienen muchas cosas, les falta lo básico para la educación”, apuntó. “Tenemos aulas que son pequeñas, no son reglamentarias, utilizamos hasta depósitos que limpiamos y redestinamos para clases”, contó.
El MEC muestra otros esfuerzos como la entrega de útiles escolares básicos para un total de 1.396.543 estudiantes matriculados tanto en escuelas públicas como privadas subvencionadas.
También el hecho de la compra de 7.736 notebooks que beneficiarán a 27.500 docentes y directores de 2.300 instituciones educativas. El detalle es que el 100% de directores y docentes del Chaco tendrán medios tecnológicos a su disposición, según se anunció.
REGRESO NECESARIO
Con un “Protocolo de retorno seguro a clases presenciales, año 2022″, que exige el uso de tapabocas, higiene de manos, distanciamiento, ventilación de los espacios y la recomendación de la vacunación anticovid-19 volvieron las clases presenciales.
Un retorno más que necesario, según quedó claro en el lanzamiento de la campaña “Cada día en la escuela cuenta”, liderada por Juntos por la Educación con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Unión Europea (UE). Los expertos en educación aseguran que la capacidad de los niños de leer, escribir y realizar operaciones matemáticas básicas se deterioró el último año por no asistir a clases.
La deserción fue alarmante. Un informe oficial del Ministerio de Educación dio cuenta de que “64.154 estudiantes que estuvieron matriculados en el año lectivo 2020 no lo hicieron en el 2021″. Para este 2022, estimaciones oficiosas hablan de 150 mil estudiantes que dejaron la escuela en los dos años de pandemia.
“Las escuelas son espacios de socialización, desarrollo psicoemocional y prevención de la violencia para niños, niñas y adolescentes. Ellos necesitan estar en contacto con sus amigos, ya que de lo contrario pueden sufrir casos de depresión y ansiedad”, puntualizó la Unicef. “También reciben alimentación en las escuelas, lo que implica un apoyo a las familias y un beneficio adicional que propicia la asistencia a los centros educativos. Antes de la pandemia, unos 72 mil niños eran beneficiarios de la merienda o el almuerzo escolar”, agregó.
Lo concreto es que en estos dos años los chicos aprendieron menos contenidos, muchos desertaron, los docentes sufrieron y la pandemia dejará secuelas que están por verse todavía. Son datos que surgen de un estudio sobre el “Retorno a clases 2021″ realizado por Gustavo Rojas, de la Unicef.
“Lo más notorio es que durante el período en que se llevó a cabo la educación híbrida, docentes y alumnos usaron el Whatsapp con todas las limitaciones de acceso y desarrollo pedagógico que se tienen con este medio, además del gasto de bolsillo para acceder al instrumento, ya que la gente lo hizo a través de datos móviles”, comentó el autor.
Estas limitaciones y el bajo acceso a computadoras y teléfonos inteligentes provocaron un claro aumento de la “brecha educativa”. Vale decir que el recorte curricular que debió hacer el Ministerio de Educación es parte de la explicación.
“Otro punto con relación al proceso de enseñanza es que en 1º y 2º de la Educación Básica se dio cierto acompañamiento o eficiencia en seguir alumnos. No fue así, de forma tan clara, entre los alumnos del Tercer Ciclo y en la Media, donde se concentró el abandono escolar en el 2021″.
RECURSOS DIGITALES
Las clases virtuales obligadas por la situación pandémica tuvieron su efecto: “Vimos que tanto las familias como los docentes sufrieron elevado estrés emocional y psicológico y no hubo respuesta clara o eficiente desde el MEC para la problemática. En lo que hace a los docentes, hubo esfuerzos o propios por parte de ellos para fomentar círculos de aprendizaje y el trabajo colaborativo para la capacitación y uso de las TIC, esfuerzo que no fue acompañado durante el 2021 por las acciones oficiales de capacitación. En el 75% de las instituciones en las que entrevistamos había elevada demanda de capacitación que en general se hizo con colaboración informal de ONGs u otros actores”, apuntó Rojas.
La plataforma virtual “Tu escuela en casa” ayudó a organizar el proceso pedagógico, aunque el acceso al internet en las escuelas “es muy pobre”, recordó el técnico.
Según dijo, es prioritario en esta primera etapa del regreso a la presencialidad evaluar a los alumnos: “Es importante precisar cómo vuelven, establecer un proceso de refuerzo, enseñanza, más individualizado, no tan regular, para que se pueda achicar de la forma más rápida y eficiente la brecha educativa. Esto entendiendo el impacto de la crisis económica en los trabajadores con niños en la primera infancia, porque se dio un grave aumento del abandono escolar, aunque todavía no tenemos datos, es natural esperar un aumento en el proceso de abandono escolar en relación con el 2019 previo a la pandemia”. Otro punto crítico fue “la salud mental, porque hubo mucho estrés, secuelas que no son de corto plazo, de ahí la importancia de que en el ámbito escolar, tanto docentes como alumnos, sea un tema tratado y mejor articulado con el sistema de salud para que sea efectivo productivo, y que los niños regresen con la mente puesta realmente en aprender”, propuso.
El MEC dice que lo hará a través de una plataforma de recursos digitales “creada con el principio de simplicidad para un acceso fácil y sencillo, con la intención de seguir avanzando en la ruta de los aprendizajes y garantizar el servicio educativo, con un crecimiento progresivo y significativo, dirigido a docentes, facilitadores, estudiantes y familias”, expone en un paper oficial.
Los actores del sistema educativo plantean sus dudas. Blanca Ávalos, de la OTEP-SN, recordó: “Son pocos los recursos para la educación virtual, el 75% de los docentes y padres son los que llevaron en este proceso el tema de los gastos, fotocopias para repartir, los docentes debemos por las computadoras porque el ministerio solo se da si decís que porque vas a enseñar plurigrado, eso les pasó a los compañeros de Guairá. Volver al plurigrado es un retroceso muy grande”, consideró.
Para Miguel Marecos, del Sin dicato de Directores (Sinadi), “la virtualidad fue un fracaso total, dos años hemos perdido: un alumno de 9º grado tiene los conocimientos de uno de 7º grado. Lo pudimos ver en las becas Carlos Antonio López, donde hubo aplazos masivos”, comentó.
Nathalia Vega, de la Federación de Estudiantes Secundarios (Fenaes), cuenta que “uno de los problemas recientes y un factor a tener en cuenta es la precariedad en los sistemas tecnológicos, porque en los últimos días he oído muchas quejas por parte de los docentes que quieren inscribirse en la página del Sistema Integrado de Gestión (Sigmec), pero este no da abasto para la cantidad de personas que tienen el mismo fin, imposibilitando así la inscripción a muchos de ellos”. Vega afirmó que “con la virtualidad solo ha empeorado un problema ya existente. Cabe mencionar que muchos alumnos y profesores no podían unirse a las clases por falta de conexión o porque no todos contaban con los medios tecnológicos para hacerlo y las soluciones que ha ejecutado el MEC no han sido las más eficientes. Eso sin medir las consecuencias de la virtualidad en la salud mental, tanto de alumnos y maestros”, apuntó Paola Giménez, de la OTEP-A. “Nuestra posición fue siempre a favor de la presencialidad, por eso decimos que los recursos tecnológicos son de apoyo técnico para el trabajo docente, pero no sustituyen el rol del docente en sí”.
Gabriela Silva, de la Fenaes, consideró que “la mayoría de los aplazos no fue por fallas de los alumnos, sino porque directamente no podían ingresar a las clases o no podían ponerse al corriente de las tareas por la falta de explicación, también afectó el hecho de que la salud mental de los jóvenes en tiempos de cuarenta fue cayendo en picada”, dijo.
PRESUPUESTO, ETERNO PROBLEMA
Aun celebrando el regreso a clases presenciales, no se puede evitar el análisis de los recursos de un ministerio que vio cómo volvió a reducirse su magro presupuesto en los años de pandemia. Todos los problemas siguen allí, a pesar del intento de reingeniería que hace la gestión del ministro Juan Brunetti. El Ministerio de Educación tiene adjudicados un 3,5% del Presupuesto General y en total el año pasado (2021) se ejecutaron 8,3 billones de guaraníes, unos 1.200 millones de dólares. Tuvo recortes presupuestarios de un 8% en el 2021 y se estima que para el 2022 se ejecutará otro por valor de 1,19% más. Para este 2022 la cifra presupuestaria trepó a 9,2 billones de guaraníes, aunque con las transferencias a universidades y otras entidades quedarán en 7,36 billones de presupuesto efectivo. Con 1,5 millones de alumnos, una división directa indica que serían menos de 1.000 dólares por alumno la inversión estatal en educación. Es la más baja de la región que ronda los 2 mil dólares por alumno en general.
Es decir, para igualar el punto de partida regional, habría que duplicar el presupuesto hasta alcanzar ese 7% que recomiendan, como mínimo deseable, las Naciones Unidas.
La cuestión se vuelve clara cuando se entienden los resultados. Los kits alimentarios no llegan al 45% de los matriculados, solo el 17% de las escuelas tienen fibra óptica, por citar ejemplos. Se crearon en los últimos años tanto el Fondo para la Excelencia en la Educación y la Investigación (FEEI) como el Fondo de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide), este último distribuido entre las gobernaciones y municipios que tuvo escaso impacto en los alumnos y las escuelas por la escandalosa corrupción con que se manejó.
Marecos, del Sinadi, recuerda: “En Educación tuvimos un recorte de 105 mil millones de guaraníes en concepto de infraestructura y 75 mil millones de la gratuidad en los dos años de pandemia y también en este año. Hablamos de los 20 mil guaraníes por alumno que se da a los padres y que para los secundarios es de 75 mil guaraníes una vez por año”, contó.
Para Paola Giménez, de la Organización de Trabajadores de la Educación Auténtica (OTEP-A), “el Estado no asume su rol con la inversión mínima del 7% del PIB que se piden en el mundo. Y esto impacta en lo laboral porque hay un paulatino avance de la precarización laboral que se expresa en los contratos donde aparece el interinazgo: el docente entra contratado y cumple una función por cierto tiempo, en algunos casos tiene IPS, en otros no”.
La dirigente consideró que “hay un atentado contra el derecho a la educación porque en el marco del llamado a concurso de funciones técnico docente y técnico pedagógica, más de 2.344 rubros de categoría L están congelados y también más de 33.800 horas cátedras, lo que significa un claro retroceso”.
El ministro Brunetti planteó en el acto de inicio de las clases: “En la escuela no solamente aprendemos matemáticas, castellano, ciencias, sino también aprendemos a ser parte de una comunidad, a ser parte de un proyecto común que debe construirse sobre la base y la práctica del respeto y de la justicia”, dijo.
Queda mucho por hacer para acercarse a lo que proponen sus palabras.
ENTRE LOS ÚLTIMOS
Recuerda un informe de la Coordinadora de Derechos Humanos sobre la educación en pandemia que “en Paraguay, 6 de cada 10 niñas y niños se ven forzados a abandonar la escuela” y también esta contundente afirmación: “A más de dos décadas los estudios internacionales sobre educación sitúan a Paraguay en los últimos lugares a nivel mundial. En el 2019, Paraguay ni siquiera aparece entre los peores del mundo en el ranking de nivel educativo y en el 2018 ocupó los últimos lugares como el peor entre los peores del mundo en la evaluación realizada por el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos para el Desarrollo (PISA-D), solo a frente de tres países africanos. A nivel de Latinoamérica, no ocupa el último lugar por la situación que enfrenta Haití”.
Sigue reseñando: “La calidad del sistema educativo se refleja en el alto porcentaje de deserción escolar. En la actualidad, la deserción escolar en general es de 59 en 100 alumnos, es decir de 100 alumnos que iniciaron la primaria, 59 no terminan la educación secundaria básica. Pero al analizar las cifras en educación escolar arrojan números aún más preocupantes. En la educación primaria, la deserción escolar es de 40 en 100. La pobreza asociada a un modelo autoritario, herencias de la dictadura, son las principales causas de deserción escolar. En Paraguay, la cobertura escolar abarca aproximadamente el 85% de niños/as en edad de ingresar al sistema educativo. Es el país latinoamericano con peor tasa de matriculación”.
Un párrafo sobre las coberturas: “La cobertura de la educación inicial es el 41%, la del preescolar 75%, de la Educación Escolar Básica en el primer y segundo ciclos del 80%, para el tercer ciclo es del 74% y para la Educación Media del 46%. Todavía persiste una brecha entre la población de la edad correspondiente a cada ciclo y el porcentaje de su matriculación en el mismo. Además, aunque creció la matrícula, la asistencia a una institución educativa no garantiza necesariamente el aprendizaje: 7 de cada 10 estudiantes no alcanzan el mínimo esperado en las pruebas de matemáticas y de lengua castellana y guaraní, obteniendo resultados inferiores a los logrados en la medición anterior (de 2015) en casi todos los niveles y asignaturas”.
Y otro muy importante sobre la realidad de las mujeres: “Si bien las niñas y adolescentes que están dentro del sistema muestran mejor desempeño académico, tienen mayores dificultades para acceder y permanecer dentro del sistema educativo por factores asociados a los estereotipos de género que les imponen la carga del trabajo doméstico y de cuidados o las exponen a la sexualización temprana y la violencia sexual. El 61,8% de mujeres adolescentes que no asisten a una institución educativa refiere que no lo hace por “motivos familiares”. Un millón de jóvenes de entre 15 y 29 años que no terminaron la escuela no asisten a ninguna institución educativa. Un 20% de estas personas no estudia ni trabaja y la mayor parte de ese porcentaje son mujeres. Esto se debe a que las mujeres son las que se hacen cargo de las tareas domésticas, la crianza de niños(as) o el cuidado de las personas adultas”.
SOFÍA SCHEID: “TENEMOS LA OPORTUNIDAD DE INNOVAR”
“En tiempos bélicos, en tiempos pandémicos hay un Paraguay que produce, que sueña y que se construye desde las escuelas, de allí la importancia del ámbito «escuelas» que en muchos lugares del país está o ausente o deteriorada”, comenzó reflexionando Sofía Scheid, presidenta de Visang Education Inc /Joless Technologies, dedicada a la educación digital, diseño de contenidos y formación de habilidades digitales en academias y empresas. “Paraguay estaba rezagado en incorporación de tecnología a sus procesos productivos, a sus procesos de aprendizajes en aula, a sus producción de bienes y servicios, hoy la historia nos está dando la oportunidad de innovar e incorporar a nuestros procesos la tecnología, que será la herramienta de sustentabilidad”, expuso.
Esta doctora en Educación, especializada en Israel y Corea del Sur, considera que el pilar de todo es “desarrollar una nueva estrategia educativa” que involucre la tecnología, ya que “la generación heredada fundamentalmente de la educación pública no está preparada para los grandes desafíos a los cuales el mundo hoy en el 2022 se enfrenta”.
Básicamente consideró que es fundamental “comprometernos a mejorar en el Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA) con planes para reducir la brecha educativa y tecnológica”. A ello debería sumarse una capacitación digital a los docentes.
También apostar a “la capacidad de reinvención de cada paraguayo”, expuso recordando que la guerra iniciada por Rusia contra Ucrania sumará problemas a la llamada “era del desorden e incertidumbre por el Deutsche Bank, que la caracterizó como un momento de gran proteccionismo, endeudamiento, volatilidad económica y elevado progreso de la tecnología con la contrapartida de un grave aumento de la pobreza”.
“La revolución educativa debe llenarnos de esperanzas”, dijo ejemplificando con el trabajo que hace el Colegio Crecer de Santa Rita, donde “Carini Mauer Matte, una gran mujer, sueña y construye ese Paraguay de la producción, de niños y niñas talentosas, con apuestas firmes a las nuevas plataformas”.