El 25 de enero pasado se cumplieron doce años del atentado que sufrió el futbolista Salvador Cabañas en México, un evento que golpeó hasta las entrañas al fútbol paraguayo y mundial. Hoy, después de “renacer” prácticamente, Cabañas habla de lo que fue su vida y de lo que será en este mano a mano con Augusto dos Santos para el programa “Expresso”, del canal GEN. Su historia, las motivaciones que le quedan, su recuperación, los amigos que lo dejaron y aquel sueño frustrado del Mundial 2010 de Sudáfrica: “Yo creo que íbamos a llegar a la final”, asegura.

–Augusto Dos Santos (ADS): Salvador, ¿cómo es un día en tu vida, 11 o 12 años después de tu retiro del fútbol?

–La verdad, igual que cuando jugaba. Disfrutar con la fami­lia, con los amigos, tomar un poco de tereré con los amigos y la familia, escuchando un poco de música.

–ADS: ¿Qué ritmo te atrae más?

–Y me gusta más la cumbia digamos.

–ADS: ¿Sos familiero vos?

–Muy, muy familiero.

–ADS: ¿Cómo empezaste en el tema del fútbol, Sal­vador?

–Vino muy temprano la cues­tión. Cuando era jovencito le dije a mi padre que me apoye, que me acompañe porque sabía que yo sería un gran deportista, yo siempre le decía eso.

FOTO:NÉSTOR SOTO

–ADS: Es notable Salvador, todos los cracks comien­zan hablándoles ellos a sus padres y no al revés.

–Y no sabría decirte eso, pero yo sí le dije a mi padre, le dije que me apoye, que me ayude, que yo iba a llegar lejos.

– ADS: ¿En el 12 de Octubre que fue donde empezaste, seguro alguien te dijo –porque eso nunca falta–, te habrán dicho que no ibas a llegar por algún motivo.

–Sí, porque era muy pequeño, muy bajito y casi no me dieron oportunidad. Después llegó otro técnico y ahí empecé a jugar.

–ADS: Insististe.

–Yo insistía, seguía practi­cando para poder jugar.

–ADS: En ese tiempo en quién te reflejabas, a quién querías parecer o querer jugar.

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–En ese tiempo me guiaba mucho de cómo jugaba o de lo que era, por ejemplo, Roberto Acuña.

–ADS: De igual manera per­teneciste a una generación brillante del fútbol para­guayo, que le llevó a Para­guay a varios mundiales.

–La verdad que sí, teníamos una buena selección en ese tiempo y aparte fue una de las mejores que tuvo Paraguay porque llegó hasta cuartos de final en un mundial y todo eso, y yo justo estaba siendo el líder, el capitán de esa eliminatoria, y justo pasó lo que pasó, lo del atentado, y ya no pude ir.

–ADS: Sos de los jugadores que salieron pronto, que no estuvieron en el proceso que se suele seguir que van a los equipos más grandes de Paraguay, sino que lo tuyo fue un salto desde tu primer equipo, casi. ¿Qué aprendiste de cada una de esas etapas?

–La verdad que uno aprende mucho, más todavía cuando uno sale del país y trata de ganarse un lugar en el equipo y hacer historia. Creo que eso es importante. Y lo más que tenía en la cabeza era hacerme un nombre grande en los equi­pos donde iba y en el país donde estaba.

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–ADS: Particularmente, en México te tocó jugar con figuras muy consagradas, ¿no?

–La verdad que sí. Además tuve compañeros que tenían un nombre ya muy alto en México, como Guillermo Ochoa, Cuau­htémoc Blanco, y creo que eso me ayudó muchísimo.

–ADS: No es fácil digamos, porque el paraguayo nor­malmente es muy introver­tido, muy humilde, no tiene el mismo choque verbal y personal que los de otros países.

–La verdad que no, pero cuando llegué a México, cuando llegué al América, los que me ayudaban mucho eran Blanco y Guillermo Ochoa. En ese tiempo Blanco era el capi­tán del equipo.

–ADS: ¿Y su salida fue importante para tu promo­ción, ¿no?

–Sí, porque cuando él se fue, a mí me quedó la capitanía y el número 10 que él usaba.

–ADS: ¿Seguís en contacto con las personas que cono­ciste, con estas estrellas?

–Sí, lo que pasa es que siempre estamos en contacto porque los ex jugadores del América solemos juntarnos para par­tidos benéficos o eventos así que organiza el club, se llama el juego de las leyendas del Amé­rica.

–ADS: Jugaste un par de procesos de mundiales, y en ese camino hubo encuen­tros memorables, este ida y vuelta con Brasil, contamos cómo sentiste todo eso.

–Muy especial realmente en ese tiempo. Porque yo venía de jugar un partido contra el Fla­mengo por Copa Libertadores y había hecho dos goles.

–ADS: Y ahí ya te marcaron con eso de “Gordiño” y de más...

–Ahí ya me marcaron, me pusieron lo de “Gordiño”. Recuerdo que de local había­mos perdido 2 a 0 si no me equi­voco y de visita ganamos 3 a 0, y pudimos clasificar si no me equivoco, a cuartos de final de la Libertadores. Y justo en la semana vinimos a jugar de vuelta contra Brasil y también había marcado un gol y asis­tido en el otro gol, que sirvió para ganar el partido.

–ADS: Si el marcante como decimos en Paraguay fue una argelería, les respon­diste con goles.

–Ellos mismos pusieron, recuerdo que un periódico de allá puso una foto mía persi­guiendo una hamburguesa en lugar de una pelota.

–ADS: Normalmente en el fútbol argentino se habla mucho de quién fue mejor, si Maradona o Messi, y uste­des se enfrentaron y les ganaron, y vos hiciste un papel maravilloso con una jugada memorable.

–Yo recuerdo mucho de ese partido. En ese tiempo Mar­tino nos dijo, vamos a jugar contra la mejor selección, y yo como líder, como capitán les decía que estábamos en condi­ciones de enfrentarles a ellos, que estábamos en condicio­nes. Y que íbamos a tratar de ganar, que era lo importante.

–ADS: Fue un gran partido, tu jugada fue memorable.

–Sí, pero no solamente lo mío. El plantel se portó en ese par­tido, y si bien a mí me salió una jugada muy buena, le di un pase a Barreto, él me devolvió, le pasé a Haedo, y él de zurda, cruzado, fue un golazo.

–ADS: ¿Cómo fue el reen­cuentro con tus compañe­ros?

–Y seguimos festejando, por­que veníamos de ganar a un equipo muy grande como fue Argentina. Y ese partido creo que levantó mucho más nues­tra cabeza porque ya estába­mos muy bien en la tabla de las eliminatorias cuando eso.

–ADS: La gente siempre se pregunta qué hubiese pasado si Cabañas estaba en Sudáfrica 2010, algu­nos dicen que podríamos haber llegado hasta la final, incluso. ¿Cuál es tu opinión?

–Y la verdad es difícil saber, pero yo creo que siendo líder como era en ese tiempo, yo realmente creo que podría­mos haber llegado a la final.

–ADS: Hasta la final.

–Era la apuesta. Y si no me equivoco era la mejor selec­ción que tenía Paraguay. Yo creo que cada uno demostraba en su equipo que era el mejor y era llamado a la selección para hacerle feliz a un país, que era lo importante.

–ADS: Estuviste a un paso de ir a las grandes ligas europeas. ¿Qué pasó con esas negociaciones más allá de la situación criminal que se produjo? Pero antes de eso ya se había hablado.

–El América no me quiso dar en ese tiempo. La primera vez que me quiso un equipo euro­peo, ellos me dijeron que me iban a pagar más nomás y que me iban a apoyar en todo.

–ADS: ¿Y vos te sentías bien ahí?

–Claro, yo estaba bien. Estaba con mi familia, con mis hijos, estaba feliz.

–ADS: Queremos que esta sea una oportunidad para que vos nos cuente la tuya sobre ese evento trágico ¿Por qué se produce esa discusión, por qué termina como termina todo aquella noche?

–Si no me equivoco, el tipo que me había disparado apostó en contra de nosotros, esa vez que íbamos a quedar elimi­nados, perdimos dos a cero y volvimos a perder la revan­cha contra Monterrey si no me equivoco.

–ADS: ¿Qué pensás de la investigación en sí, creés que se hizo justicia?

–Es difícil de comentar eso. Yo cuando salí de México ya no quise saber más de eso, para qué me iba a meter de vuelta. Yo quería olvidarme de todo, que era lo más fundamental.

–ADS: Pero en algún momento te expresaste con­tra la persona que atentó en tu contra y como que le per­donaste, o algo así.

–Yo dije que no tengo ningún problema, que estoy vivo, pre­sente. Yo dije que lo había per­donado, que fue lo más impor­tante y que no tengo ningún problema en decirlo.

–ADS: Se dijeron muchas mentiras creo también en el caso, pero de acuerdo a tu versión, se dijeron muchas cosas, muchas otras razo­nes ¿Cuál es tu considera­ción sobre cómo se portó la prensa en ese tiempo?

–Yo no me metía mucho en lo que decía la prensa ni nada. Aparte no compraba periódicos ni veía nada de eso, no me quería meter en ese tema.

–ADS: Y la historia esta de que a Salvador le pasó esto, porque fue a farrear y com­pañía, ¿considerás que es una historia injusta?

–Injusta, porque yo en ese tiempo ya había salido con mi pareja, salí con ella, salí a dis­frutar con ella y todo eso.

–ADS: ¿Estás satisfecho con el acompañamiento del club América, en todo este proceso, de tu accidente, de tu enfermedad?

–Sí, agradezco mucho al América, pero no solamente al América, a toda la gente de México, que no puedo nom­brar ahora porque fueron muchos. Me apoyaron dema­siado, mucho, y gracias a eso estoy así como me ven ahora.

–ADS: Hasta hoy día tu nombre, tu presencia tiene mucha fuerza, Salvador.

–Sí, totalmente, además en esa institución tan grande como es el América me recuer­dan bien y eso suma y es muy importante.

–ADS: Tu proceso de recu­peración, algunos decían que era un milagro, pero pusiste mucho de tu parte para lograr estar como estás, ¿no?

–Mucho tiempo me costó, la verdad. Lo que pasa de lo que me pasó a mí, casi nadie se recupera. Y si yo no me equi­voco, el doctor le había dicho a mis familiares que era casi imposible que me recuperara y si lo lograba, iba a estar en silla de ruedas o algo así.

–ADS: En algún momento en que estuviste en Argen­tina se da un episodio inte­resante, que es la visita de Maradona en donde vos estabas.

–Sí, se fue mucha gente del mundo del fútbol que se acercó a desearme fuerza para que me pueda recuperar. Lo de Mara­dona fue que yo estaba en mi habitación y llegaron como tres seguridades así, luego dos tipos más, y me dijeron que había alguien que venía a visitarme. Y ahí fue que entró él, me saludó, me dijo que ponga fuerza mental y que él iba a estar en todo lo que pueda ayudarme.

–ADS: Supongo que sen­tiste en los últimos tiem­pos la historia de su falle­cimiento.

–Lo supe, una lástima, la ver­dad.

–ADS: Otro tema que se debate mucho, pero que siempre son consultas un poco antipáticas, es res­pecto a la historia de tus bienes, cuál es la historia de los supuestos despojos de tus bienes, que supues­tamente existió, si es que existió y si querés tocar el tema.

–De eso no quiero comentar mucho porque yo no sé bien cómo están las cosas ahí, pero de lo que estoy seguro es que las cosas mías las voy a recu­perar.

–ADS: ¿Tenés mucho que recuperar?

–Tengo muchísimo, muchí­simos bienes que recuperar. Terrenos principalmente.

–ADS: ¿Y en México?

–Tengo en México también, pero más acá, en Paraguay, invertí mucho acá.

–ADS: ¿Quiénes te lleva­ban la administración de tus bienes en la época que eras jugador activo?

–Y en ese tiempo mi repre­sentante de entonces y mi ex pareja.

–ADS: Y estás confiando en recuperar entonces todo eso.

–Totalmente. De a poco se está arreglando todo, judi­cialmente, y creo que den­tro de poco va a estar todo aclarado.

–ADS: Lo de tu represen­tante y otros también fue un poco una situación bas­tante desgraciada, diga­mos, porque estando vos en cama, como que te que­rían dejar en la calle, prác­ticamente.

–Sí, y fue así realmente, pero yo en ese tiempo casi no sabía y ellos se acercaban a mí cuando estaba mal, querían que firme algunas cosas, que había sido eran papeles impor­tantes. Algunos documentos yo había firmado y había sido todo era en mi contra.

–ADS: ¿Hubo gente que te ayudó en ese momento?

–Sí, hubo varias personas que me ayudaron mucho, por ejemplo mi representante actual que es mi cuñado y el ex presidente, el señor Horacio (Cartes) también me ayudó mucho en todo ese tiempo para tratar de ver, de recupe­rarme y recuperar las cosas que había perdido.

–ADS: El dinero es una especie de imán. Cuando tiene dinero, tiene muchos amigos, por todas partes.

–Supuestos amigos.

–ADS: Exactamente. Y en las desgracias, desapare­cen ¿En tu caso desapare­cieron muchos amigos?

–Muchísimos. Muchas per­sonas desaparecieron de mi vida cuando estuve mal. Pero cuando estaba jugando, cuando era figura, todos eran mis amigos supuestamente. Pero cuando pasó lo que pasó, desaparecieron.

FOTO:NÉSTOR SOTO

–ADS: Pero eso te ayuda a reflexionar sobre cómo es la vida, ¿no?

–Sí, la verdad que sí. Para poder sobrellevar esas cosas.

–ADS: Ojalá que no aparez­can cuando vayas recupe­rando tus bienes.

–(Risas), lo importante es que estamos bien, vamos bien, trabajando con los abo­gados, buscando la forma de recuperarnos.

–ADS: ¿Seguís con algún tipo de tratamiento espe­cial?

–No, en el tema salud ya nos recuperamos todo y estamos bien.

–ADS: Tenemos que con­versar sobre la selección. ¿Cómo estás viendo a esta Albirroja?

–Y qué le podemos hacer, es difícil. Si uno no está aden­tro, no se sabe lo que pasa. Estando afuera es difícil saber. Lo que pasa es que cuando vienen a la selección no rinden igual a lo que rin­den en sus clubes. Pasa que en la selección no es lo mismo, hay todo un país detrás alen­tando y pidiendo resultados.

–ADS: ¿Es difícil estar haciendo cálculos menta­les entre definir si dejar tu club donde te pagan bien para venir a jugar a la selec­ción o no se piensa en eso?

–Yo dejaba todo, olvidaba todo lo que podía pasar en el club que era América y me concen­traba en jugar bien en la Albi­rroja. Porque nuestra idea era que la gente se ponga feliz, por­que cada vez que ganábamos, la gente se ponía feliz y eso era importante para el país.

–ADS: Si miráramos las figuras actuales de la selec­ción, ¿se podría decir que tenemos talento? ¿Qué es lo que nos falta?

–Creo que influye mucho lo que es el cuerpo técnico y, sobre todo, el líder del grupo que es el capitán y que tiene que influir en cómo se habla dentro y fuera del campo de juego, creo que eso también suma.

–ADS: Eso de que las nue­vas generaciones son más “pecho frío” y demás cosas, ¿no te parece?

–No, yo no puedo decir eso porque yo no compartí ni estuve con esta gente, si no estoy adentro no puedo hablar sobre lo que pasa.

–ADS: ¿Cuál es tu opinión sobre el nivel que está alcan­zando el fútbol paraguayo en materia de profesiona­lismo? ¿Es un problema de mercadeo, de la capa­cidad de nuestro fútbol?

–Creo que es problema del mercadeo, porque no se mira mucho lo que es Para­guay, más se ve lo que es Argentina, Brasil, para las grandes ligas.

–ADS: ¿Cuál es un jugador que admirás en tu posi­ción?

–Alguien a quien siempre admiré en la selección para­guaya fue Saturnino Arrúa y Roberto Miguel Acuña, siem­pre los admiré.

–ADS: ¿Y quién fue el mejor jugador con quien jugaste como adversario, como compañero?

–Para mí el mejor fue siempre José Luis Chilavert.

–ADS: ¿Qué te gusta del estilo de Chilavert?

–Su liderazgo y la forma en cómo les hablaba a sus com­pañeros y todo lo demás. Es un líder, un capitán.

–ADS: ¿Enfatizás mucho en el tema de liderazgo, te parece que cada jugador tiene una cuota de liderazgo?

–Creo que sí, es importan­tísimo eso. En un equipo de fútbol, en una selección el grupo siempre tiene que ele­gir al capitán.

–ADS: ¿Cuál fue el defen­sor más “machetero” con quien te enfrentaste?

–Tuve a varios, y el que siem­pre me costó mucho y siempre me pateaba era Lucio, el cen­tral brasileño. Él era que me usaba casi siempre de pelota.

–ADS: Pero la relación entre delantero y defen­sores nunca fue buena.

–Exacto, porque cada quien tiene que hacer lo suyo.

–ADS: Muchos jugadores con el deber cumplido, en grandes ligas, después de eso vienen a militar en grandes clubes de su país. Aparte de tu club de origen, si podrías optar por alguno de los grandes de Paraguay, ¿cuál sería?

–No puedo decir, porque no hubo esa oferta. Aparte, si volvía, lo hubiese hecho para jugar en el 12 de Octubre.

–ADS: ¿Cómo ves el futuro, Salvador, cómo ves tu futuro en lo cercano, en lo lejano, ligado al fútbol aún?

–No sé qué va a pasar, pero me gustaría estar ligado dentro del fútbol, acompañando a un equipo, estando en un equipo, en algo relacionado a eso.

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