Por Toni Roberto, tonirobertogodoy@gmail.com

Hoy Toni hace un paralelo entre dos historias asuncenas con veinte años de distancia entre una y otra, y al final termina el relato con Maneco Galeano y “La chuchi”, pieza presentada en 1970.

¿Qué tienen en común “El Pudor” de Ofelia Echagüe Vera y Nuria Costa Martí?

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Todo.

Corría el año 1946 y Ofelia Echagüe Vera exponía una serie de desnudos en el Club Centenario, la muestra duraría solo un día; las damas de aquella época pedían que se retire de forma inmediata por ser “obras impúdicas”. A pesar del poco tiempo que duró la muestra el hecho quedó marcado a fuego y sirve hoy de dato para saber cómo era nuestra sociedad en aquellos mediados de la década del 40.

OFELIA Y NURIA

Ofelia Echagüe Vera (1904-1987) había estudiado con maestros paraguayos, luego en Montevideo y Buenos Aires. Fue la primera artista plástica paraguaya a quien le tocó vivir la transición entre el arte academicista y la modernidad local. Aquella censura demostraba que vivíamos en una sociedad pacata, conservadora y llena de prejuicios. El segundo punto, otro momento clave, cuando justo dos décadas después, en el verano de 1966, Nuria Costa Martí (1944) se atreve a mostrarse en bikini en la pileta del mismo club, el Centenario. Muchas eran las voces que le decían: no te atrevas, no te arriesgues, te van a amonestar, pero ella en un caluroso día de aquel año de la década del 60 decidió salir al público desde el legendario tacuaral. El público presente esperaba la aparición de una autoridad fiscalizadora, pero no, ella logró su hazaña, así se presenta en un momento que aquella pileta estaba ocupada por muchas señoritas bañistas que iban a la peluquería para hacerse peinados “globo” y luego mojarse solo hasta las piernas.

EL BIKINI Y UN CORTO PUBLICITARIO

La “niña asuncena” había empezado a trabajar en Martel y en aquella época el señor Marret realizó la primera gran importación de biquinis para el legendario negocio de Rolando Niella, por lo que se decidió hacer un corto publicitario con dos modelos argentinas y la paraguaya Nuria Costa Martí. Ellas, en el desarrollo de la filmación, subían a un barco abandonado en las costas del Club Nacional de Regatas El Mbiguá. La pieza se pasaba diariamente con una gran pauta publicitaria en el único canal paraguayo de aquel momento, siendo visto por todo el país, hecho que después la animó decididamente a mostrarse en aquel aristocrático club de la época. Luego de la hazaña de Nuria, lo haría en el mismo sitio Bettina Levi Canillas, una hermosa señorita de aquella época que luego decidió irse del Paraguay.

UNA ACCIÓN “DUCHAMPIANA FEMINISTA”

“El acto de Nuria puede llamarse una verdadera acción “duchampiana feminista”, que merece un estudio sociológico y una mirada desde el arte”, dice la antropóloga Fátima Martini refiriéndose a aquel acto y al artista conceptual Marcel Duchamp. Por su lado Nuria afirma: “Lo hice por mis dos abuelas, quienes, a pesar de vivir en una sociedad muy conservadora, eran capaces de salir a bailar en público en la calle sin ningún problema en una Asunción pueblerina de principios de siglo XX”.

Si muchos derechos se conquistaron en aquella época, el acto de Nuria sirvió también para remover lo pacato de un club tradicional, en el que en aquella época la mujer no tenía plenos derechos y muchas que se casaban con no socios perdían así su derecho a sociedad, Nuria contribuyó con su granito de arena a las libertades femeninas, teniendo en cuenta que las mujeres recién empezaron a votar en el Paraguay en 1961, solo unos años antes de aquel memorable gesto de valentía.

Así, aquel solitario desnudo, desmeritado por unas acartonadas damas de los años 40, fue reivindicado por una hermosa jovencita recién recibida de la secundaria, contribuyendo a una sociedad más igualitaria en sus derechos, antes solo reservados a los hombres, además, para que después las siguientes generaciones pudieran realizar libres sus sueños, que fueran inmortalizados por Maneco Galeano con “La chuchi”, una inolvidable música del “nuevo cancionero paraguayo” presentada en Asunción unos pocos años después en 1970.


“El pudor”. Ofelia Echagüe Vera. C. 1946.

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