La hoja de ruta apunta a Areguá en estas épocas. Allí la oferta de artesanía explota en colores y variedades, enfocada sobre todo en las fiestas de fin de año. En el Centro Cultural del Lago ya es una tradición la feria de pesebres, que de octubre a diciembre reúne en exposición trabajos de reconocidos artesanos y artesanas, así como de exponentes jóvenes del circuito aragüeño y otras ciudades de tradición alfarera.
- Por Arturo Peña
- arturo.pena@gruponacion.com.py
- Fotos Nadia Monges
“Areguá es un lugar mágico, si vivís en Areguá lo único que querés es trabajar con la arcilla, y cuando más vas trabajando parece que tenés más y más ideas y cuando agarrás el barro no querés largar ni para cocinar”, dice Elizabeth Rejala, mientras que, con una paciencia que viene de años y generaciones, moldea unas piezas en arcilla. Estas formarán parte de un nuevo pesebre, uno de los tantos que desde agosto viene preparando para su venta en estas fechas.
Elizabeth comparte una mesita de trabajo con su prima, Agustina Rejala, resguardadas ambas bajo la sombra de un árbol ante el acuciante sol de una mañana de diciembre. Están en el patio del Centro Cultural del Lago, un importante punto de promoción cultural en el corazón de la ciudad de Areguá, dirigido por la reconocida artista Ysanne Gayet, quien es su fundadora.
Elizabeth y Agustina son artesanas aragüeñas y son dos de las creadoras que cada año marcan presencia en la ya tradicional feria de pesebres que organiza en Centro Cultural del Lago, de octubre a diciembre. Este año, según explica la directora, la muestra puso mucho énfasis en los trabajos de artesanos y artesanas locales. “La mayoría (de los que exponen pesebres) son de Areguá, aunque también hay algunos de Tobatí y de Itá. Desde octubre estamos recibiendo mucha gente, en realidad los artesanos están vendiendo bien. Vendieron bien el año pasado y ahora lo están haciendo nuevamente este año, a pesar de la pandemia, lo que es muy bueno”, señala Ysanne Gayet. La feria arranca en octubre, ya que mucha gente de Asunción, que es la principal clientela, para los últimos meses del año tiene bastante complicada la agenda.
“El Centro Cultural suele hacer talleres para los artesanos, de ahí nuestro vínculo.
Acá siempre nos dan oportunidad a los artesanos para mejorar, nos brindan ayuda para acceder a esos talleres que nosotros de repente no podríamos pagar”, señala Elizabeth.
Agustina explica que tanto sus pesebres como los de su prima son piezas únicas, ya que están elaborados totalmente a mano y no con la técnica de los moldes, que permite reproducir varias piezas con rapidez. Sus obras también están abiertas al juego de la imaginación y la innovación. “Muchas de las ideas sacamos de nuestra imaginación, le damos vida a nuestra imaginación. Así le agregamos al músico, a la bailarina con las botellas sobre la cabeza, a la chiperita, a la burrerita, que son también figuras tradicionales de nuestra cultura, entonces pueden estar en un pesebre aregüeño, en un pesebre paraguayo. Yo a mi pesebre, por ejemplo, le pongo algún yacaré, una tortuga; yo pienso que si Jesús nació en un establo, esos animales pudieron haber estado allí también. Ese es mi pensamiento nomás”, agrega por su parte Agustina.
VENTAS
Una población muy importante de Areguá se dedica a la alfarería, según cuentan las primas Rejala. “Ese es el fuerte de los aregüeños, por eso hacemos un pesebre diferente”. El pesebre es sin duda un elemento de la tradición navideña paraguaya por excelencia. La abundancia de la oferta cada año hace pensar también en una adquisición importante en estas fechas. Para las primas Rejala, algo que se agregó a la oferta de forma interesante son los pesebres pequeños, del tipo que ellas elaboran, y que tienen bastante aceptación. “La gente más moderna busca pesebres diferentes, no tanto los pesebres más tradicionales. Estos pesebres de tamaño pequeño también ocupan menos espacio, mucha gente no tiene mucho espacio en su casa, viven en departamentos y esas cosas, y es por comodidad que muchos prefieren los chicos. La gente cambia de pesebre porque eso le renueva su Navidad”, señala Agustina, quien también desarrolla una colección de figuras de kuña guapa y otras. “El trabajo a mano le da un poquito más de valor a nuestro trabajo, pero es la práctica lo hace al maestro y uno mejora cuanto más trabajás”, agrega.
“Yo no me puedo quejar, vendo bien, ni siquiera el año pasado dejé de vender bien. Yo creo que los artesanos pasamos dificultades, pero a pesar de la pandemia tuvimos movimiento. Creo que muchas personas también dejaron de viajar al exterior en las fiestas, se quedaron en el país y eso ayudó un poco a las ventas. Se recuperó bastante el movimiento, esperemos que esto nuevo (la nueva cepa del covid-19) que anuncian no nos lleve otra vez a la misma situación que antes”, agregó Elizabeth.
OBJETO ARTÍSTICO
Las piezas exhibidas en el Centro Cultural del Lago, donde predominan los pesebres, pero también incluyen colgantes, cuadros, libros y otros, son parte de una selección que busca valorizar la producción de los artesanos y artesanas y darles el carácter de piezas artísticas a sus trabajos. “Diría que exactamente es eso lo que yo quise hacer hacer, porque en Itá y Tobatí todos los pesebres que tenían eran como unas verdaderas obras de arte. Entonces quise que acá en Areguá también se haga algo, que se considere no solamente una cosa hecha por miles, en moldes, sino como una obra de arte”, dice al respecto Ysanne Gayet.
En la galería se pueden ver los nombres de diversos creadores: Bienvenida Páez Monges; Armando Noguera y Francisco Sánchez, que exponen un novedoso pesebre cuyas figuras de tamaño llamativo fueron hechas con el torno. También Carlitos Echeverría, de Areguá, con un pesebre que está compuesto por “Fridas”, en un homenaje a la artista mexicana Frida Kahlo. Se suman Ediltrudis Noguera, de Tobatí; Rogelia Romero, de Areguá, quien hace pesebres con temática indígena; Carolina Noguera, de Tobatí, entre otros. Entre las piezas de pintura destaca la obra de Jenaro Morales, uno de los pioneros en la pintura naif en Paraguay, cuyas obras están expuestas en el Centro Cultural del Lago.
La feria de pesebres puede ser visitada de jueves a domingo, de 10:00 a 18:00, en el local ubicado en Yegros 855. Hoy Elizabeth y Agustina Rejala estarán realizando una demostración de cómo trabajan la arcilla en el patio del Centro a las 11:00. La misma está abierta a todos los interesados.
LA NUEVA GENERACIÓN
Fernando Centeno es un joven de 22 años, aregüeño, que como muchos ha incursionado también en el campo del trabajo en arcilla. Es hijo de Henry Centeno, reconocido artista de la ciudad.
“Estoy aprendiendo lo que sería el torno. Mi papá se dedica a las piezas únicas, tallado en madera, etc., entonces yo quise implementar algo más para poder producir una galería y poder tener variedad, por eso estoy aprendiendo el torno hace 4 meses”, explica el joven.
Sus piezas, elaboradas este año, también son parte de la colección del Centro Cultural del Lago. Se trata de figuras con una suerte de cuenco en la cabeza que puede ser utilizado como pequeña plantera o como candelero. Fernando agrega que también se puede usar con incienciario. “La idea la vi en un documental en una red social. Estoy exponiendo unas 15 piezas ahora, ya que estoy aprendiendo recién y lleva mucho tiempo”, explica. Sus trabajos también están en exposición en la avenida principal del centro aragüeño junto a algunas obras de su padre.