Tamara Falcó, hija de Isabel Preysler, cumplió 40 y se ha convertido en la It Girl más famosa. Isabel II reapareció en el bautismo de sus bisnietos con agua del Jordán que recogió Carlos hace una semana. Mónica Lewinsky, del infierno con el “caso” de Clinton a lo que es hoy, recuperada y como experta en ciberacoso. La ex princesa Mako se “perdió” en Nueva York al salir de compras para su departamento de un solo dormitorio.

Luego de que se hablara de la posi­ble ausencia de la reina Isabel II, ya que última­mente estaba suspendiendo actividades por consejo médico, ella apareció feliz y sonriente el domingo pasado a la ceremonia del doble bautizo de sus bisnietos, los hijos de Eugenia de York y Zara Tindall. La cere­monia fue en pri­vado en la Capi­lla de Todos los Santos del castillo de Windsor. Los bebés que recibieron el sacramento fueron August Phillip Hawke, el hijo de la princesa Eugenia y Jack Brooksbank; y Lucas, el de Zara y Mike Tindall. Es poco habitual una ceremonia conjunta en la familia real británica, pero las nietas de la reina han decidido hacer una excepción y unirse para celebrar el bautizo de sus bebés, y así facilitar a la reina su presencia en el bautismo de ambos. La monarca de 95 años no ha querido perderse la ceremonia a pesar de que una lesión en la espalda le obligó a ausen­tarse hace una semana de los actos del Domingo del Recuerdo como lo hizo siempre.

Su reaparición, con un llamativo conjunto verde pistacho, tranquilizó a los británicos tras unas semanas de inquietantes noticias sobre la salud de la reina en la que el resto de miembros de la familia han representado. Por ejemplo, el heredero, príncipe Carlos, y su esposa Camilla han via­jado a Jordania y Egipto en su primera gira al extranjero desde la pandemia. Carlos ha recogido personalmente varias botellas de agua del río Jordán del lugar donde según las creencias fue bautizado Jesús para que sean usadas en los bautismos de sus nietos, por ello se cree que estas se han usado para los bautizos del domingo y varias quedan guardadas para los próximos. Se espera ansiosamente otros bautizos en la familia, el de Sienna Elisabeth, hija de la princesa Bea­triz y Edoardo Mapelli, y Lilibet Diana Mountbatten-Windsor, hija de Meghan y el príncipe Harry.

Tamara Falcó, marquesa de Griñón e hija menor de Isabel Preysler con el entonces Marqués Carlos Falcó (de quien se divorció para casarse con el ex ministro Boyer), fue agasajada con una fiesta maravillosa, con los invitados más top de Madrid y alrededores, incluyendo a su famosa madre y su hermana Ana Boyer con su marido el tenista Fernando Verdasco y, por supuesto, su pareja Íñigo Onieva y 150 invitados de la más alta sociedad y de las icónicas revistas de cora­zón como Hola, Telva y Vogue. Tamara apareció espléndida con un vestidazo de Jan Taminiau, el diseñador fetiche la reina Máxima en el finamente decorado Palacio de Santoña de Madrid en donde disfrutaron con lo mejor del catering bajo la mirada atenta de Tamara que ganó la fama popular al triunfar en Master Cheff Celebrity el año pasado. Tamara es un ejemplo de lo que se puede lograr con voluntad apoyo positivo, ya que ella fue casi la única de los hijos de la Preys­ler que no contaba como “famosa” pues hace pocos años era una joven tímida, con evidente sobrepeso y apegada a la religión como única actividad conocida públicamente. Sin embargo, dio un salto cuantitativo cuando apareció en el certamen de cocina en TV de famosos y ganó a todos con su pericia y su simpatía y alegría. Se hizo popular y su cambio físico también fue noto­rio. Luego de ese boom, se convirtió en la It Girl preferida de los españoles y su fama trasciende fronteras. Al morir su padre, el marqués de Griñón, hace poco más de un año, se conoció que la había elegido a ella como sucesora en el título, uno de los más importantes de España. Ahora todos esperan que se anuncie su boda que seguramente será para alquilar balcones.

La figura de Mónica Lewinsky vuelve a la actualidad con motivo del estreno de Impeachment (El Caso Lewinsky), la última entrega de la saga ‘American Crime History’, la serie de Ryan Murphy. Esta ha sido su vida desde el escándalo con Bill Clin­ton. Sus palabras fueron significativas a la reunión pública donde se la vio muy distinta a aquella jovencita de 22 años que había tenido sexo en el Salón Oval de la Casa Blanca con el enton­ces presidente Bill Clinton, quien vio tambalear su cargo a causa del escándalo: “A los 22 años, me enamoré de mi jefe. A los 24, aprendí las consecuencias devastadoras”, declaró Lewinsky durante un discurso en la conferencia de Tecnología, Entreteni­miento y Diseño, TED. “Casi pierdo mi vida”, dijo la ex becaria de la Casa Blanca.

Empezó su discurso con una broma, diciendo que era la única persona que a los 40, no quería volver a tener 22 años. Afirmó haber sido una de las primeras víctimas de acoso cibernético. E internet, dijo, hizo mucho peor su humillación personal. “En 1998, después de verme envuelta en un romance improbable, me vi envuelta en el ojo de una vorágine política, legal y mediática sin precedentes”. Cuando terminó en diciembre del 2006 su Master en Psicología Social en la London School of Economics se encontró como muchas otras mujeres: sin trabajo. Sin embargo, a ella no le cerraban puertas por estar sobrecualificada o por no ser apta para un puesto, sino por ser Mónica Lewinsky.

“No encontraba trabajo” dice. Esta californiana está viviendo su última fase, algo que ella califica en el podcast Sway como “un milagro”. En su biografía de Twitter se define como: activista anti-bullying, ponente de TedTalk, colaboradora de Vanity Fair, musa de rap, ex modelo de boinas y tejedora, es una experta en ciberacoso y vergüenza y está empeñada en evitar que otras personas sufran como ella. Asegura ser “la paciente cero del cyberbulling” y razón no le falta. Como ella explica, fue “la primera persona a la que internet le destruyó por completo la reputación”. Su apellido se convirtió en sinónimo de chistes sexuales, esos que bañaban los ‘late nights’ de todo el mundo (David Letterman se ha disculpado recientemente por haberlo hecho) y que aparecen en más de 120 canciones de rap. Mónica se convirtió en el chiste prefe­rido del planeta mientras que Bill Clinton logró mantener el respeto y sus privilegios. Todo un símbolo del alto precio que deben pagar las mujeres por sus acciones.

La ahora ex princesa Mako de Japón está dando los pri­meros pasos de su vida de plebeya y nada menos que en New York. Y, como toda recién casada y mudada, está acondicionando su nuevo hogar. Ya no un palacio donde nació y creció sino un pequeño departamento de un dormitorio que comparte con su esposo, el abo­gado Kei Komuro. La hija del futuro emperador Fumi­hito y su esposo se han instalado en un apartamento ubicado en la zona de Hell’s Kitchen de Manhattan, cerca de míticos lugares de interés como Central Park y Lincoln Center. El departamento está en un edifi­cio residencial de lujo que ofrece todas las comodida­des: gimnasio, estudio de yoga, spa, terrazas ajardi­nadas con barbacoa, biblioteca e incluso una sala de proyecciones.

Ellos llegaron hace unos 10 días y Mako (30) sale de compras de ropa de cama y baño y ense­res para la cocina y el almacenamiento. La vieron en la tienda Bed, Bath & Beyond, que es enorme y donde tienen de todo lo que puedas imaginar para la casa y a muy buen precio. La ex princesa casada por amor, recorrió la tienda eligiendo varios productos y al salir, con sus bolsas, se ha quedado parada en la esquina, debido a que se desorientó sobre para dónde tenía que ir a su próxima parada. Algo que nos pasa a todos alguna vez. Sin embargo, luego de permanecer unos minutos mirando aquí y allá, directamente preguntó a quienes pasaban por ahí, y así retomó su seguridad y su camino con sus compras. Sus amigos dicen que está muy feliz por haber dejado todo el boato de la corte y sus exigencias atrás.